miércoles, 29 de abril de 2020

Diario de la peste (XLIII): el virus entiende de provincias

Increíble gráfico publicado hoy por Lo País
A pesar de lo dejado caer por Pdr Snchz, al final el plan de desescalada en el que llevaban trabajando "tres semanas" un grupo de "50 expertos" no se va a aplicar por zonas concretas, sino por provincias. Es otra prueba más de cómo la mentalidad legalista y de madrileñita impregna toda la gestión de la crisis, hasta el punto de usar de unidad administrativa básica una división artificial realizada a principios del s. XIX para que todas las provincias tuviesen el mismo tamaño, y un perímetro resultante del sitio más lejos al que se podía llegar a caballo en un día desde la capital provincial.

Me dirán que podría haber sido peor, que podrían haber usado las cabezas de partido o el pie romano, y no andaríamos muy desencaminados. ¿Área sanitaria de cobertura? Nah, si precisamente es una crisis sanitaria, mucho mejor usar la provincia ¿La Comunidad Autónoma? No, porque Castilla-La Mancha es la tercera región más afectada, pero puede interesar desconfinar antes a Toledo y Guadalajara -barrios de Madrid- que dejar a toda la región en una fase previa. Y así con todo.

Por eso no extraña que el plan presentado ayer se titule Fases de transición a una nueva normalidad, como si fuese un album perdido de O.M.D o una novela de Brian W. Aldiss.  Y da igual lo que aparezca contenido en ese plan (tres semanas, 50 cerebros), que todo será de aplicación provincia a provincia, como si fuesen mónadas inalterables, lo que dará lugar a situaciones estúpidas e incómodas.

No en vano en el comité de expertos que han redactado el plan -y cuya relación aparecía en el anterior post- no había ni un solo geógrafo. ¿Para qué, cuando únicamente es el Caballo de Troya con el que la fanática Teresa Ribera nos va a colar de rondón su plan maximalista de economía verde? ¡Con lo mal que lo está pasando ahora mismo con tanto plástico de un solo uso, rechazo del transporte colectivo y vuelta al coche de gasofa, porque el eléctrico ni está, ni se le espera! Mucho mejor redactar un plan que es muy cauto -y está bien-, pero donde veremos si son capaces de dar un paso atrás como la cifra de contagios se dispare.

E, igual que se dijo cuando las actividades no esenciales volvieron al trabajo tras el periodo vacacional retribuido -que no es de recibo que digan que se preocupan por nuestra salud cuando se ha tenido que volver al tajo con 500 muertos al día-, es de una indecencia mayúscula que se vaya a abrir la veda en Madrid cuando todavía se producen 1000 contagios al día (ha pasado de 363 a 981 en 24 horas). Mil, y recuerden que todas las gráficas comparativas entre países ponen el punto cero a partir de que se producen los 100 contagios al día.

Es por eso que las distintas fases elencadas ayer por el Gobierno se tienen que coger con mucha cautela. Están bien explicadas -muy útil la presentación por áreas de actividad, y también la división por fases temporales muy delimitadas- y, aún así, mucha gente no las entiende. Bien por el analfabetismo funcional que explica nuestra sociedad, bien porque muchos colectivos se han cerrado en banda y todo les va a parecer mal.

Esto es lo que hay. Sin vacuna y con más de 300 muertos al día ya es bastante temerario iniciar la desescalada del estado de Alarma (que intuyo que se prorrogará, esto es simplemente maquillaje dentro de la restricción general) como para encima pedir más gente en los bares, en los hoteles y en las tiendas, cuando ni siquiera van a poder garantizar la más mínima distancia de seguridad.

Como su medio de propaganda favorito ya les informará del grueso de las medidas y lo contenido en cada fase, yo voy a ir al menudeo. A lo que subyace en la estúpida decisión de manter la provincia como ente inmarcesible y unidad de todo, y que va a hacer que el plan de Fases de transición a una nueva normalidad siga añadiendo situaciones berlanguianas a la tragedia diaria que ya se ha cobrado 24.000 victimas, más las 140 que acaban de encontrar al fondo de una hoja de Excel en Galicia.

En la fase 0 que empieza el sábado para cuatro islas, por ejemplo, ya se permite ir a atender huertos de autoconsumo, algo que se prohibió estúpidamente durante la fase hard de la crisis, donde todos eramos soldados y había que dar ejemplo, como Rajoy saliendo a pasear. Es una de las medidas que más demuestran la estupidez de miras del Ejecutivo, donde seguro que ningún miembro tiene uno de esos huertos -se suelen asociar a pobreza, como ir en bici- y que jamás reparó en que son muy útiles para el bienestar psiquico, el nutricional y el físico, por la actividad que se realiza. Mucho mejor dejar ir a pasear el perro.

La otra medida sorprendente de esta inminente fase 0 concierne a la hostelería, donde se permite "la apertura de restaurantes y cafeterías con entrega para llevar, pero sin consumo en el local". Me imagino a esos críticos culinarios elogiando las comidas del Txistu presentadas en bandejas de aluminio, o las virtudes del café en vaso de plástico, que por algo lo sirven así en EE.UU. Huelga decir que todas las provincias (T-O-D-A-S) van a entrar de cabeza en la fase 0, por si tenían alguna duda

Mucho más interés tiene la fase 1, que jamás empezaría antes de dos semanas, donde ya se permitiría el "contacto social en grupos reducidos para personas no vulnerables ni con patologías previas" y que se traduce en que se ya se puede ir a comer pipas al parque con los colegas, o ir a ver a familiares mayores si crees que no eres un vector de la parca; poder ir en el mismo coche a los que convivan en un mismo domicilio; apertura de centros educativos para desinfectar (si han estado cerrados ocho semanas, ¿qué virus va a vivir ahí? ¿qué sentido tiene desinfectar eso, salvo cobrar güita y pasear a la UME?; poder celebrar reuniones científicas de menos de 30 asistentes -no va ir nadie-; "apertura generalizada de comercios que no sean centros comerciales" y solo para un 30% del aforo; horario de atención preferente para mayores de 65 años (¿esto no se podía haber hecho antes, como se ha hecho en otros países?); y reapertura de Rastros y similares con solo un 25% de los puestos.

Esto de los porcentajes es la otra medida básica de este plan, puesto que a los hoteles solo se les permitirá un 30% de las camas, y sin usar las zonas comunes, así como a las terrazas, que van a ser la estrella del verano, para todo aquel que se quiera infectar bien con virus, bien con humo. Es curioso que al mismo tiempo se permita la apertura de bibliotecas, pero ahí ya no ponen nada de aforo: saben que solo se llenan cuando hay exámenes, y como han dado aprobado general....

En la Fase II, que nunca llegaría antes de un mes y pico a ninguna provincia -y ya estamos a principios de junio- "se permite el viaje a segundas residencias siempre que estén en la misma provincia" (la CC.AA con mayor porcentaje es Asturias, los madrileños la tienen en otras provincias), bodas -¿pero hay alguien que todavía se case? ¿para qué?-, apertura de colegios para niños de menos de seis años para que los padres lo puedan aparcar mientras trabajan, reuniones científicas por encima de 50 asistentes -no va a ir nadie-, apertura de centros comerciales (auguro una Edad de Oro para los outlet con todo el stock no vendido y las quiebras) pero solo al 40% de aforo, servicio en mesa en locales de restauración y  reapertura de campeonatos deportivos, pero los museos a un 1/3 del aforo.

Por último, la Fase III para finales de junio, y donde sin duda llegarán muchas provincias destacadísimas y en pole-position (especialmente nuestro Distrito Federal-Unitario) tendrá una reincorporación generalizada a trabajos que hayan estado teletrabajando, un inquietante "revisión del modelo de residencias de mayores", reuniones científicas hasta para 80 asistentes -no irá nadie-, los centros comerciales y rastros podrán subir al 50% de su aforo, el mismo nivel de ocupación que terrazas, bares y hoteles.

No se, para haber estado tres semanas pensando 50 cabezas en el asunto no parece excesivamente detallado ni elaborado. Además, siguen siendo secretos los parámetros que se usarán para pasar de una fase a otra, al margen del ya conocido de "capacidad de doblar el número de camas UCI disponibles", ni tampoco con que herramientas cuenta el Estado para medir el avance o retroceso de la epidemia, al margen de sus triquiñuelas con el número de muertos y con el número de pruebas PCR. 

Visto en Twitter,y real como la vida misma
Es por eso que se advierte en el texto que nadie podrá hacer desplazamientos interprovinciales -salvo que seas de Toledo, Guadalajara o Segovia, ya lo verán- hasta que ambas provincias de origen y destino hayan pasado la Fase III, porque saben perfectamente la razón por la que España ha sido uno de los países más afectados por el virus, pero aún no se atreven a tomar medidas específicas para evitar un rebrote. 

Pasar de fase, como siempre durante esta crisis, dependerá de criterios políticos y no de criterios sanitarios, y por tanto es inútil hablar de provincias (todas son iguales, pero algunas son más iguales que otras), parámetros o directrices. Se ha decretado desescalada hacia la nueva normalidad, y se hace por provincias, porque a uno de Zafra le interesa mucho lo que pasa en Mérida y no en Sevilla, o a uno de Llanes lo que pasa en Ribadeo y no en San Vicente. Porque a uno de Fraga le interesa más lo que pasa en Zaragoza que lo que pase en Lleida, o a uno de Ermua lo que pasa en Bilbao y no en Eibar.  El virus no entiende territorios, pero a fuerza de insistir va a entender de provincias en esta desescalada
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Y es una playa grande. En Andalucía, donde encalaron las casas de blanco por otra peste -y así se quedaron, ahora es "desde tiempos inmemoriales"-, saben como tener a raya a los virus, de la misma forma que el PSOE tenía la fórmula para acabar con el paro y no la usó durante 40 años. 
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El paraíso de los comisionistas. Lo que ha sido Madrid siempre, en un esquema de creacción de riqueza que plasma perfectamente bien la Casa Real.  Por quedarse con un único ejemplo, se han gastado ocho millonazos de euros en hoteles medicalizados o para albergar a personal sanitario. Uno de ellos es el Miguel Ángel, uno de los más lujosos de la capital, porque just do it.

Por cierto, como la oposición ya ha dicho que no fiscalizará la acción del Gobierno regional durante la crisis, olvídense de ver nada más del asunto.
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(Íntimamente relacionado con lo anterior) Una residencia informa a la Comunidad de Madrid de que tienen 17 fiambres, que les ayuden, que no pueden gestionar todo ellos. Que son un centro asistencial y no médico. ¿Respuesta oficial? El silencio administrativo. Y, después, a llorar como una Magdalena Penitente a la Almudena.
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Habrá que recordar siempre este ejemplo cuando un comunista te hable de las virtudes del control de precios, como sabe cualquiera que se dedique a la industria del libro.  Y, por otra parte, hay que recordar que si un mismo producto se vende en farmacia y en supermercados, mejor comprarlo en el supermercado para no pagar el impuesto revolucionario de la concesión administrativa hereditaria que es una Farmacia. A los condones me remito, a las leches infantiles, tiritas...

Recuerden esto bien ahora que llega la propaganda de consume español y veranea en España. 

martes, 28 de abril de 2020

Diario de la peste (XLII): los errores de una desescalada sin datos fiables

Ayer empezó el estudio de seroprevalencia en España, un país que presenta hoy mismo el plan para la nueva normalidad sin esperar a los resultados del alcance efectivo de la pandemia. Dicen tomar todas sus decisiones de acuerdo a la ciencia, pero son incapaces de contar sus muertos, y también mienten de manera bellaca a la OCDE sobre el número de tests realizados.

Van dando palos de ciego, en definitiva. Y sin embargo, sigue la propaganda. Ayer compareció con Fernando Simón la directora del Instituto de Salud Carlos III -el organismo encargado del estudio de seroprevalencia- y, sin venir a cuento, tuvo que soltar la cagada por la boca: "uno de los más importantes del mundo". Acostumbrado a vivir en medio de esas fanfarronadas ("una de las mejores democracias del mundo", "el mejor marisco del mundo"), se acaban desarrollando respuestas inmunológicas de desconfianza.

El estudio es un estudio normal, y que llega tarde, porque las medidas de desconfinamiento ya se están tomando. Entonces, ¿para qué va a servir? Para dar respaldo científico -"parapetarse tras la ciencia", según Casado- a decisiones ya tomadas de antemano y únicamente políticas, como eso de "ir juntos de la mano" en el desconfinamiento y la desescalada. Es un estudio sesgado, para que diga lo que quieren que diga. Y, por supuesto, no es el mejor del mundo, como no podría serlo jamás algo que llega tan tarde.

Confunden hacerlo a lo grande (60.000 personas) con hacerlo bien, y en una pandemia de este tipo la velocidad era lo urgente: miren el caso de Alemania, donde sí han seguido las recomendaciones de la OMS (test, test, y más test) y todavía hay alguien que dice que esconden a los muertos. Simplemente han identificado los focos, los transmisores, y han actuado en consecuencia.

Es difícil que el estudio de seropravalencia español diga algo que conculque las políticas del Gobierno. Está hecho para ratificar la Obra y Gracia de la acción gubernamental y, mediante extrapolación, rebajar la espantosa cifra de letalidad del virus en España, superior al 11% (en el momento de escribir esto, 24k muertos para 210k infectados comprobados por PCR).

Es lo que ha pasado en el Estado de Nueva York. En la región que alberga la capital de Occidente han hecho un estudio a 3000 ciudadanos del que ha salido una tasa de contagio del 13´9%, más o menos 2´7 millones de personas, mientras que en la ciudad de Spiderman el porcentaje se eleva al 21´2%. Es la mayor prevalencia jamás registrada en todo el mundo, y acorde con un virus con un R0 tan elevado, y también con las peculiares características urbanas y geográficas del territorio analizado.

De hecho, en otros estudios serológicos -y que se pueden consultar en el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC)- el máximo porcentaje de positivos por Covid-19 no subía del 3´4%. Son estudios dispares, con poblaciones muestrales muy bajas y en sitios muy diferentes, pero noten el salto entre 3´4% y 21´2%.

En un estudio en Holanda con 4194 donantes de sangre salió un porcentaje de infectados del 3´2%, que por supuesto no sabían que tenían el virus porque de otra manera no hubiesen ido a donar; en Dinamarca, con 3889 donantes de sangre, el porcentaje bajaba al 1´9%. Merece la pena perder un poco de tiempo en la página web del ECDC, y pararse a pensar que lleva a pensar a las autoridades que en España se hará un estudio mejor, por muy grande que sea la población muestral.

Es muy probable que el resultado del estudio, ya predefinido de antemano, tumbe la tasa de letalidad española. Extrapolando los datos de Nueva York (280.000 contagiados, 16.000 muertos) a partir de esa prevalencia del 21´2% de infectados, sale que solo un 0´5% de los contagiados ha muerto por el virus.

En España eso se traduciría en que cerca de 8 de millones de personas han pasado la enfermedad, pero quedarían por infectarse hasta cinco veces más, un panorama nada halagüeño cuando se empiezan a levantar las restricciones, y especialmente viendo quien ha compuesto el panel de expertos de las medidas que van a comunicar hoy. O la directora de la operación, la fanática iluminada Teresa Ribera.

Y queda el problema de la fiabilidad de España con las cifras y las matemáticas. O sea, no sabemos ni contar los muertos (o sí, pero hay que decir que el fenómeno de que mueran 11.000 ancianos en residencias no tiene porque ser del Covid-19) y encima se engaña a la OCDE con la calidad de los test realizados, como para que alguien se crea un estudio de seroprevalencia cuyos resultados llegarán cuando ya no haya estado de alarma, ni confinamiento.

Será el mejor estudio de prevalencia del mundo, igual que ayer Pdr Snchz presumía de ser el octavo país que más test hemos realizado. ¿Cómo puede ser posible eso, si ni siquiera el personal sanitario ha podido acceder a esas pruebas? Pues porque, a la manera picaresca de este país, se han sumado PCR y test rápidos para enviar los resultados compilados por la OCDE, a pesar de que se pedía explícitamente que solo valían los positivos validados por PCR.

Han conseguido hacer internacional el fenomenal lío que tenemos montado a nivel nacional, y de nuevo por no saber contar, o por contar de la manera que más puede beneficiar a la labor gubernamental. La enésima vergüenza internacional ha sido publicitada por Twitter por uno de los responsables estadísticos de Our World in Data, una de las partes más visibles de la OCDE, en sí mismo un organismo internacional básicamente de estadísticas.

¿Y cómo se ha llegado a esta pillada de manual? El domingo la OCDE ofreció su estadísticas de test por cada mil habitantes, pero no aparecía España. Mucha gente que sigue las estadísticas y su actualización se dio cuenta. Entre ellos tuvo que estar el responsable nacional, que el lunes envió a toda prisa la información inflada al organismo con sede en París, y parece que con copia al Ministerio de Sanidad y al Presidente del Gobierno, que twitteó eso de "octavo país del mundo por número de test". Mentira, porque los test rápidos y su escasa fiabilidad sirven para bien poco, y menos para llevar una estadística certera como las que elabora la OCDE.

¿A qué quieres que te gane? ¿A mentiras y estadísticas falsas?
Básicamente se han sumado 1.035.522 pruebas PCR a 310.038 test rápidos, que da que España había hecho 28´6 tests por mil habitantes, cuando en realidad de PCR solo son 22´3, y que supone pasar de la octava posición mundial a la decimoséptima, entre República Checa y Portugal, precisamente dos países de nuestro entorno que lo han hecho mucho mejor y sin presumir de tests. A modo de referencia, la media mundial de los países OCDE encuestados es de 22´9. Una vez más, España está por debajo de la normalidad.

Nadie se hará responsable de este enésimo escándalo sobre la cifras oficiales publicadas y transmitidas. Hay mucho patriota de hojalata que siempre se escuda en datos y cifras ventajistas que casan mal con la realidad, pero que son oficiales, cuando hace mucho tiempo que no hay que creer la propaganda oficial ("es como una gripe").  El organismo público de propaganda conocido como España Global -impulsado por el padre del ultraderechista timador de pisos, y después continuado por Lozano Irene, la amiga personal de Pdr Snchz- hablaba de que España estaba "un 25% por encima de la media" y un a qué quieres que te gane impecable. Es un buen resumen de todo.

Llegados a este punto y en el día en que se anuncian las medidas de desescalada con datos tan poco fiables (¡ni los muertos!) hay que ser extremedamente críticos y cuidadosos con lo que van a plantear estos irresponsables, los mismos del baile foxtrot con las mascarillas, el desconfinamiento de niños y la mejor sanidad pública del mundo. Cada uno debería velar por su propia salud sin pensar en que el Estado te va a venir a rescatar; como mucho, te dejará morir en el pasillo de una carpa habilitada como hospital y después dirá que te ha hecho una PCR, que eras asintomático o que tenías patologías previas. Serás una puta estadística más, con la misma fiabilidad que las vistas hasta ahora. Y entenderás perfectamente el titular de hoy.
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El Watson & Crick es un increíble centro de investigación sobre cáncer inaugurado hace un par de años. Se ha hecho con aspiraciones de referencia mundial, y se ve en el descomunal tamaño. Está en Londres, en una ubicación inmejorable y centralísima: en un lateral de St. Pancras, haciendo juego con la British Library. Solo el solar valdría cientos de millones de libras en el mercado libre, pero se ha preferido destinar algo así a la investigación: cosas de Reino Unido, que juega en otra liga en estas cosas, y otras muchas.

Lamentablemente, por culpa de la crisis del Covid-19, su desarrollo se verá frenado porque van a destinar una parte muy importante de sus recursos (espacio, material, dinero,  y capital humano) en la lucha científica contra la pandemia. El retraso que sufrirán los proyectos de cáncer para los que fue creado no se puede medir ni en tiempo, ni en dinero,  ni en nada cuantificable. Solo estamos viendo la punta del iceberg de las consecuencias de este virus.
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Jajajajaja, el medio de ultraderecha especializado en temas inmobiliarios conocido como El Confidencial saca este artículo tipo Mr. Wonderful apenas unos días después de que la presidenta de Madrid dijese que para salir de la crisis hay que liberalizar los usos del suelo disponible.  Urbanismo de epidemia es lo que va a quedar en la que ya es la capital europea más fea.
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¿Por qué Barajas es el aeropuerto europeo con más aviones aparcados en las pistas? ¿Será por ese hub a Latinoamérica que jamás se ha consolidado? ¿Será por nuestra calidad de vida? ¿Por ser uno de los focos mundiales de la peste? Nooooo, es porque en la brillante ampliación ideada por Álvarez-Cascos se hizo una quinta pista tan disfuncional que se puede ocupar como un aparcamiento sin que, cuando se reanude la actividad, el flujo normal de despegues y aterrizajes se altere lo más mínimo.
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I bet you not.
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¿Y por qué no lo meten en la cárcel? Hasta tres veces lo han pilllado con su todoterreno en los Picos de Europa, y me acuerdo que la primera vez alegó que llevaba ahí desde antes del confinamiento (mentira). Es fácil deducir que se trata de alguien influyente y poderoso. Cosas de #MafiAsturias.
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El hintelectual Javier Gomá sale de su torre de marfil y lo hace en Lo País en una sección patrocinada por un coche. Con 24.000 muertos en el haber, tiene tiempo para pontificar sobre la nada, pero no para decir ni una palabra de las decisiones éticas tomadas. Y qué pelazo, oigan. Que españaza tan previsible.
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Nuevas noticias sobre el timo gallego a base de algas que cotiza en Bolsa.



lunes, 27 de abril de 2020

Diario de la peste (XLI): Sánchez amortiza a los uniformados

Galones y guiones
Lo explicó Pdr Snchz entre risas en su comparencencia del sábado, respondiendo a una periodista. "En esta nueva fase queríamos dar otra imagen y los portavoces tienen que ser necesariamente otros", añadiendo una de esas sonrisas ladeadas de teleñeco profesional, de apparatchitnik seleccionado durante dos décadas para ocupar ese cargo.

Hacía una semana que el Jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil había sido demasiado sincero en su presentación diaria a los medios de propaganda. Relató, sin venir a cuento, que entre las funciones de su Cuerpo Armado (en este caso con teclados y ADSL) está "minimizar el clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno".

Se formó una montonera política muy importante, porque esas cosas se presuponen, pero jamás se dicen. No había pasado ni una hora y Grande-Marlaska, su superior, tuvo que decir en su rueda de prensa que había sido un "lapsus", palabra de tintes freudianos que usó ampliamente la prensa afecta al Gobierno durante las 24 horas siguientes al suceso, cuando no informaciones abyectas.

La prensa desafecta al Gobierno hizo justo lo contrario, exactamente igual que las formaciones políticas con las que mantienen una relación simbiótica. A pesar de ser un Guardia Civil, hubo ataques personales y críticas muy duras, porque si algo se recuerda de la conspiranoia del 11-M es que, en su ansia por El Poder, a la ultraderecha española no le importa pasar por encima de esos policías y militares que dicen querer tanto, pero que cuando pueden dejan a los pies de los caballos y se inventan que van colocando cadáveres de marroquís en pisos de Leganés, vacían furgonetas Kangoo al ritmo de la Orquesta Mondragón, y ponen mochilas-bomba.

El cainitismo español no tiene amigos ni respeta lealtades ni jerarquías, y Jose Manuel Santiago es el último de una larga lista. No es culpable de nada, y simplemente hizo aquel domingo lo que llevaban un mes haciendo él y sus compañeros uniformados: el más absoluto ridículo, desde el "somos todos soldados", "todos los días son lunes" o el "sin novedad en el frente", pasando por el relato pormenorizado de anécdotas de Benny Hill -faltaba la música de fondo-, y una dicción digna de los tiempos de Polavieja y Sagasta.

Un auténtico reflejo de la España realmente existente, así como fue la reacción a la metedura de pata. La ultraderecha, sabedora de que los uniformados se limitan a leer un guión escrito, se lanzó encima de la presa, que había cometido el error de improvisar, pero ¿improvisa un militar? Hay un momento en el que está metiendo la pata en que el general Santiago se queda con la mirada de espejo y se da cuenta de lo que está diciendo, demasiado tarde para parar, porque solo repiten consignas. Improvisó, y solo le salió una consigna, porque así son en su colectivo.

No bastó. El de los títulos académicos falsos y una licenciatura de Derecho donde sacó dos cursos enteros en seis meses -ya era cargo político-, a la sazón líder de la oposición, puso por Twitter que "Sánchez debe explicar si ha ordenado a los cuerpos de seguridad coartar la libertad de expresión de los ciudadanos en redes sociales para tapar sus errores. Sería gravísimo". El partido neofranquista del mítin de contagio masivo de Covid-19 habló de "inicio de Golpe de Estado" -creo que ya llevan siete golpes de estado en estos últimos meses- y alguna otra cosa más, tan críptica que ni sus iniciados pudieron entenderlo.

Y, salvando su rol de folcklóricas aceleradas, tenían razón. Al menos, mucho más que los adictos al régimen, los que hablaban de "lapsus" y error. Por poner un solo ejemplo, quedemósnos con el idiota de Tudela conocido como Pedro Blanco (¿por qué esta gente está diciendo continuanamente de dónde es? ¡Dejad de humillar a vuestro pueblo y región!), un chacalito del difunto Carlos Llamas al que han enviado a Hoy por Hoy a hablar de platos de cocina, carreras solidarias y el 50 aniversario del Abbey Road, entre otros contenidos de actualidad. A él, que es un periodista de raza (navarra y de pueblo) destinado a las más altas misiones como radiopredicador, como su admirado maestro Jedi, el muerto con cincuenta años porque su tabaquismo era más importante que su vida y la de los que le rodean.

"Seguro que estoy equivocado pero sospecho que incluso los más ofendiditos han entendido perfectamente al general de la Guardia Civil pese a su frase desafortunada" Ofendiditos. Ajá. Todos lo hemos entendido perfectamente, pero algunos más perfectamente que otros. Será que en Tudela se ponen sus famosos espárragos en la orejas. No habían pasado ni 24 horas y varios medios publicaron que la Guardia Civil había emitido una circular interna antes de la declaración del general Santiago afirmando exactamente lo mismo: que había que controlar las informaciones que pudiesen minar al Gobierno. 

No se conoce rectificación del bellotero de Tudela, uno al que le tocó en Hora 25 el atentado terrorista en el mercado de navidad de Berlín y era incapaz de hilar información o conversación alguna, y hacía repetir a un testigo una y otra vez si "era en el centro de la ciudad", hasta que el oyente se hartó de tanta estupidez de aldeano de la ribera del Ebro. Impagable. Un periodista de raza. Lacaya y sumisa. 

De ese día en que se conoció el documento oficial también constan los primeros rumores que apuntan a que Pdr Snchz iba a prescindir de los uniformados en su comparecencia diaria. Lo que hay que preguntarse, y aquí se hizo en su debido momento, es qué narices pintaban y a qué se debía esa escenificación donde parecían que estaban tutelando a Fernando Simón. No lo hizo Pedro Blanco, ni tampoco la ultraderecha de la oposición. 

El sábado Miguel González de El País, dentro de su pieza diaria de propaganda del Ejército, decía que el JEMAD Villarroya no comparecía desde el domingo, el mismo día de la metedura de pata de Santiago. "La razón es evitar que el jefe de la cúpula militar pueda quemarse públicamente por un lapsus o una indiscreción". Ayer domingo, tras la declaración de Pdr Snchz que aparece en el primer párrafo del post de hoy, ya no hubo rueda de prensa de los uniformados, y Fernando Simón compareció solo. 

Tantos años de turra con la profesionalidad de nuestras FF.AA y este papelón. Bastaba con que saliesen una vez a la semana o al mes (como Rodríguez Uribes, de Cultura), pero tenían que escenificar algo. La inmensa mayoría de la población española ha visto lo que hay, y proteger al JEMAD, especialmente después de lo visto con el paracaidista Julio Rodríguez, no oculta la triste realidad existente. Todo se ha hecho demasiado tarde, una constante en la gestión de esta crisis

En cuanto a "minimizar el clima contrario al Gobierno" es un tema lo bastante gordo como para que la oposición estuviese indignada. Que cada uno se plantee, en la medida de sus posiblidades, que pasaría si esa circular que verbalizó el general Santiago se hubiese hecho con la ultraderecha en el poder y Podemos en la oposición. Hubiesen dicho lo mismo: "golpe de Estado", atentado a la democracia, y responderemos en la calle o en la dacha de Galapagar.  

Porque la circular no ponía "minimizar el clima contrario a las instituciones del Estado, de las que el Gobierno forma parte", sino esa frase en concreto. Así pues, es perfectamente factible que si yo escribo aquí críticas al Gobierno, la Guardia Civil minimice esas críticas con un "es falso que se oculten datos", "es falso que IFEMA sea un tenderete" o "no ha habido un Wansee con las residencias de ancianos". En teoría, claro.

No funciona así la cosa, no. No van a tanto detalle. El clima creado para lograr esa directriz es otro. Para todo aquel que haya seguido las comparecencias de uniformados es evidente. Gran parte de las mismas iban centradas en hablar de los peligros "del Internet". Que si estafas para ancianos, que si el phishing, que si venta fraudulenta de mascarillas, creando un clima general de que Internet no es de fiar. Que la información de verdad está en las fuentes oficiales (¿les suena de otro post?) y que están combatiendo los bulos. Fíense de nosotros, que ni siquiera tenemos estadísticas oficiales fiables. O fiénse de los medios de propaganda, que tenemos controlados, y por eso no titulan ningún día con "23.000 muertos, 300 nuevos al día, y desconfinamiento sin estudio alguno de prevalencia".

Ese es el núcleo del asunto, y no que un general de la Guardia Civil diga su auténtica misión. Nunca ha sido combatir bulos -si fuese así, estarían en la cárcel los de "es como un gripe", el más grave de todos-, sino que no te informes por donde a ellos les interesa y tienen perfectamente controlado y, en definitiva, que no pienses por tí mismo. Esto último lo que piden a cualquier uniformado que vaya a empezar su carrera. Misión conseguida. 
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Ignacio Cembrero era un buen periodista, el corresponsal histórico de El País en Rabat.  Tuvo un lío muy gordo con la monarquía alauita, y no se puede decir que el periódico lo respaldase mucho, ni el Estado. Ha acabado en el medio de ultraderecha El Confidencial, donde perpetra noticias como esta, dignas de un loco e iluminado. Supongo que quedó muy tocado de su largo conflicto de años, y del que evitó la cárcel por muy poco. También que tendrá que pagar facturas y que su dignidad profesional vale menos que un trapo, algo común en su profesión y que explica que pongan la firma a bazofias de encargo como esta.
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No hay institución ni organismo público en España que se libre del latrocinio que los propios ciudadanos hacen al bien común. Ojo al titular de la noticia, más típico de una noticia de estupefacientes. Noten también de qué región de España nació la sospecha.

domingo, 26 de abril de 2020

Diario de la peste (XL): la zanahoria del deporte y la realidad del desconfinamiento

Ayer Pdr Snchz se dirigió la nación, como es ya habitual los sábados. Fue su intervención más seria y donde dijo cosas más interesantes de cara al futuro, especialmente porque vivimos en un presente continuo de seis semanas de confinamiento. Lamentablemente, también dejó zanahorias para que los burros habituales no vean la carga de produndidad implícita en lo dicho, de mucha mayor transcendencia.

¿Y qué se han comido los medios de propaganda? La zanahoria, en este ocasión en forma del anuncio que el 2 de mayo se podrá salir a hacer deporte o dar paseos. Hoy copa todos los titulares, porque para ese fin lo dijo el Presidente: primero habló del "primer alivio" de la salida de los menores de 14 años, y después de "otros alivios" como el que ha llamado tanto la atención, cuando no debería.

De manera oficial España comienza la desescalada ("transición, lo que los expertos llaman desescalada", según el Pdr Snchz, que se aferra al concepto mágico) sin que haya ningún estudio serológico, ni de prevalencia, ni de difusión del virus. Creen que se podrá hacer así, pero oficialmente siguen con el discurso de que todas las medidas están apoyadas en la shienshia, la misma que todavía no tiene las herramientas imprescindibles para tomar medidas así.

Ni test masivos ("seguimos las recomendaciones de la OMS", pero esta todavia no), ni análisis por áreas, ni nada. De hecho, por no haber no hay ni una cifra oficial de muertos e infectados que no de vergüenza o no sea susceptible de revisión: ayer mismo Fernando Simón anunciaba que se volverá a modificar la serie histórica para dar cabida a nuevas modificaciones, que "llevará días", y que todo es lamentable, aunque esto último es mío.

Intentan vender una normalización cuando no hay nada de normal en que España sea el país grande más afectado del mundo en relación a su población. Y mejor no entramos en el tema de los trabajadores sanitarios infectados, otro record mundial que dice tantas cosas. Si se infectan los que conocen los protocolos -en teoría-, ¿qué va a pasar con la población general? A modo orientativo, ayer se infectaron 1700 sanitarios.

Para enmarcar y diluir las responsabilidades nacionales, que en muchos casos son políticas, Pdr Snchz empezó su discurso diciendo que "los cinco países más visitados" del mundo han sido los más afectados, dando a entender que el turismo ha tenido algo que ver. Por supuesto, las residencias de ancianos son un destino turístico indudable, ahí donde han muerto por miles y que todavía no han recibido ninguna mención por parte del Presidente. Y no descarto tours necrófilos a esas residencias madrileñas con 96 muertos o más.

El tema central, además de eludir responsabilidades, ha sido la nueva normalidad, concepto citado en al menos seis ocasiones, mientras en medio de un discurso en ocasiones ñoño ("la próxima estación del virus en su tránsito letal") colaba, por primera vez para el gran público, ideas-clave como que hasta que no haya vacuna  no habrá normalidad. En mi modesta opinión, esto debería ser el titular de apertura de los medios de propaganda, y no la zanahoria del deporte, pero no me hagan caso. Mucho mejor vender lo que va a pasar dentro de una semana que lo que va a estar pasando durante los próximos 15 o 18 meses.

Según Pdr Snchz, "no disponemos de un manual definitivo". Que otras medidas aplicadas con éxito han sido en países con una cultura y usos sociales diferentes -¿quizás una alusión velada a que no se harán apps de seguimiento serológico?- y que se irán viendo las medidas según vaya evolucionando la situación, esa misma de la que todavía no hay un estudio de prevalencia.

De manera implícita, el Presidente ha dicho que nos adentramos en un terreno desconocido y que "no vamos a recuperar de golpe la actividad", para después pasar a esbozar como se van a tomar las medidas. El argumento principal es que la desescalada va a ser "gradual, asimétrica (diferencia territorial) y coordinada" porque, y hace falta ser muy sinvergüenza para decir esto, "hay zonas donde parece que el virus ha pasado de largo". O que no ha pasado, especialmente aquellas más alejadas de Madrid.

Noten que oficialmente siguen con el dogma de el virus no conoce de fronteras ni territorios ("el virus no distingue de lindes administrativas", un saludo a Portugal), y si "ha pasado de largo" es porque es así de diabólico y maligno, dotado de una capacidad volitiva inexplicable. Como habrán adivinado, esta desescalada vuelve a intentar camuflar la realidad sangrante de Madrid en el total nacional, de ahí que Pdr Snchz remarcase lo de "entramos juntos y saldremos juntos".  Una expresión que resume perfectamente cómo durante semanas Madrid estuvo exportando apestados a toda España.

Dice que no quiere que la nueva fase se convierta en una carrera entre CC.AA "a ver quien abre antes una gran superficie", y que en todo momento el Gobierno llevará el "cuadro de mandos" de los criterios. Que se especificarán en el Consejo de Ministros del martes, y que ha adelantado que se basarán en algunos parámetros "objetivos" y sanitarios.  Alguno de esos "mandos" del "cuadro de mandos" se le escaparon en la rueda de prensa posterior, y hay uno muy significativo: el número de camas UCI disponibles.

A la espera de que la Cadena SER vuelva a dar la exclusiva 24 horas antes -filtración, más bien- del resto de "parámetros", quedémonos con el criterio de las UCI, que al parecer tendrán que estar en un 50% libres. Es un indicador que favorece sobremanera a Madrid, que tenían 1000 antes de la crisis sanitaria y que todavía mantendrá unos cientos más a pesar del desmantelamiento de esos chiringuitos llamados IFEMA y sus "UCI habilitadas".

Y también es un indicador que perjudica a Soria, donde solo había 10 camas UCI -y estarán ocupadas por encima del 50%, ayer hubo 40 contagios más en un sitio tan pequeño- y donde tienen que exportar a sus enfermos a Aragón o La Rioja. No tengo ninguna duda de que la desescalada será asimétrica, y tampoco que Madrid -todavía ayer sumaba un tercio de los fallecidos al total nacional- no será la zona que se quede atrás. Es el tipo de "coordinación" que se puede esperar de un estado centralista donde el 60% de su clase política desde el inicio del actual régimen viene de Madrid, la joyita.

Tras lanzar esta bomba, para todo aquel que quisiese leer entrelíneas y no se quede con la zanahoria del deporte, el Presidente abundó en frases vacías de coaching como "somos interdependientes" o "tenemos que ir todos de la mano" (algo que incumple la normativa sanitaria, pero así son las metáforas ñoñas y hueras), preparando la reunión de esta mañana con los presidentes autonómicos.

Muchos de ellos han presentado sus propios planes de desconfinamiento. Su medio de propaganda le habrá informado del pérfido catalán, cuyas medidas propuestas son adoptadas por el Gobierno dos semanas después, y no les habrá informado del canario, donde hay mucho malestar porque les traten como madrileños, con varias islas del archipiélago apenas rozadas por el Covid-19. Da igual lo que se haga en provincias, manda Madrid. El sitio donde está el Gobierno, las instituciones de poder estatal, los Tres Poderes y el 80% de las empresas del Ibex-35.

La primera pregunta de un periodista fue en esa línea, preguntando en concreto por franjas horarias para salir -Pdr Snchz ni se interesó, hoy los niños salen de nueve a nueve non stop- y también la tercera, de un periodista gallego de La Coz que, cumpliendo el tópico, le preguntó por la apertura de sectores concretos como "los concesionarios de coches", el animal totémico gallego por excelencia, mucho más que la vaca.

Según el Presidente, "nosotros no vamos a poner fechas para sectores concretos, no hay una linealidad", desautorizando así a lo dicho por la también gallega Ministra de Trabajo (y citada en la pregunta, porque gallegos gonna back gallegos) y que causó tanta polémica y estupor. Suerte tenemos con que Pdr Snchz ya ha empezado a decir que "hasta que no haya vacuna no habrá una victoria plena", como para que empiece a decir a titiriteros y personal de hosteleria -muchas veces comparten oficio- que hasta que acabe el año nanay.

Mucho mejor decir eso de "la linealidad" adornada con otras trufas como "no vamos a recuperar de golpe la actividad" que reconocer que van a ir dando tumbos según lo que pase en Madrid. "En esta nueva fase vamos a tener que aprender a leer nuevos indicadores". Uno es ese de número de camas UCI disponibles; los otros, cualquiera cuya lectura o interpretación favorezcan que "salgamos todos juntos" y "unidos de la mano", a pesar de decir al mismo tiempo que hay regiones más afectadas que otras. Maldita fortuna que la más afectada sea la que condiciona todo el país, y por tanto todas las decisiones políticas, esas que jamás serán científicas.
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(íntimamente relacionado con lo anterior) Madrid descubre con sorpresa que es Madrid: el 65% de las aceras no permite mantener la distancia interpresonal de 2 metros. Paralelamente, el Ayto.  no ha abierto los grandes parques (Casa de Campo, Madrid Rio) con el fin del desconfinamiento para los menores. Ojo a la combinación explosiva.
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Lo País entrevista a Luis Enjuanes, que no evita ninguna pregunta -incluso las que no son de su competencia o meramente especulativas- y responde con frases cortas, como tiene que hacer cualquier sabio. Un ejemplo para todos.
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El medio de ultraderecha El Confidencial pone a un mismo redactor -de racial apellido andaluz- a perpetrar dos noticias de pseudociencia, pero pseudociencia española. Así son los medios de la ultraderecha española: lo nuestro es lo mejor (oé, oé, oé) y soluciones milagrosas, muy del gusto de una audiencia que también consume alhomadas lumbares, salvaescaleras y pastillas contra la disfunción eréctil.

La primera de esas noticias afirma que la nicotina puede tener una de las claves contra el coronavirus. Ajá. En China, un país donde los fumadores son tan abundantes como los platos con fideos, no siguen esa pista. Es en España, el faro de Occidente y donde, según el Ministro astronauta, haremos "una vacuna mejor".  La segunda noticia comparte el mismo tono milagrero, con un importante proyecto que no sirve para nada para poder ver el coronavirus en superficies y ambientes.

Ambos proyectos consumen recursos públicos -bueno, quizás el primero esté patrocinado por tabaqueras- para dar la apariencia de que se hace algo, y algo se logra: que las mentes predispuestas se crean eso de que España está a la vanguardia de algo. No es poco, una vez derribado el mito de los transplantes (¡un saludo al primo de Abidal!), la Monarquía más barata, y la mejor sanidad pública del mundo.
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Imaginen un extraterrestre que llegase a la Tierra y viese la programación de Canal Hitler, también conocido como Canal Historia. Pensaría que es el personaje más importante de la Historia. El titular no lleva a engaño: "conmemora".
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Seis semanas después del decreto de alarma que facultaba al Gobierno para poner los recursos de la nación al servicio de la lucha contra el Covid-19, el Ministerio de Ciencia dirigido por el Astronauta Inútil anuncia con gran boato que ya tiene organismos públicos de investigación y universidades que pueden hacer PCR.  Si que ha costado la adaptación, sí. Especialmente cuando se perdieron las tres primeras semanas porque España es asín.
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Después de presumir de bajada de impuestos -ayer mismo el líder de su partido pedía que no pagasen IRPF los trabajadores de distribución, tras una visita a MercaMadrid, cosa que ya hacen desde hace un mes- el horripilante gobierno regional de Díaz Ayuso lanza los bonos sociales sanitarios, esto es: deuda pública para financiar su nefasta gestión. Noten que en el Tweet no faltan los agradecimientos a empresas privadas, una constante de su gestión. Ya les hará algún favor fiscal.

Todo esto con la anuencia de la oposición, encabezada por un catedrático de Metafísica que ha cuadrado filas. Así, campeando en solitario, Díaz Ayuso se siente capaz de decir que España espabiló cuando se empezaron a tomar medidas en Madrid. A qué quieres que te gane, 13 Copas de Europa. La misma persona que decía desconocer cómo se puede cerrar la region y con 6000 muertos en sus residencias.

viernes, 24 de abril de 2020

Diario de la peste (XXXIX): el ejemplo checo (no fiarse de nadie)

Pocas cosas positivas se pueden decir del Ministro astronauta, en órbita gracias al dinero público y porque Miguel López-Alegría no era suficientemente español. Por si había alguna duda, hoy vuelve a dar muestras de su estulticia y dice que "ningún país europeo tenía un plan para hacer frente a la pandemia". 

Debe ser que desde el espacio exterior no se ve bien Portugal, tan cerquita de España. Y tampoco se ve a los países de centroeuropa como Austria o Dinamarca, o a los del Este, que seguro que ni siquiera considera europeos. ¿E Irlanda? ¿Qué decir de Irlanda? Es una isla, se debería ver bien desde el espacio donde sigue orbitando este impresentable, ignorante de todo lo que es de su competencia.

No merece la pena perder más tiempo con este supuesto azote de la pseudociencias, cuando el mismo es un subproducto de la ciencia. Pero quédense con la declaración, porque forma parte del argumentario central del Gobierno que ha llevado a que España sea la Grecia de esta crisis: que en todos los países ha sido igual, que nadie estaba preparado, y que, por ende, no cabía otra actuación.

Vaya si cabía. Desde el inicio de la crisis se ha hablado mucho de los países situados al otro lado del derruido Telón de Acero, mucho menos afectados por la pandemia. Las explicaciones de un españolita como el maldito astronauta incurrían en las mismas bajezas de siempre de desconfiar de sus datos, en que "hace frío", o que todavía están esperando lo peor. Incluso el gran Branko Milanovic -uno de los mayores expertos mundiales en pobreza y desarrollo- se preguntaba por el fenómeno.

Oé, oé, oé

A día 22 de abril España tenía una tasa de 455 muertos por cada millón de habitantes, la mayor de Europa. A qué quieres que te gane.  Le seguían Italia con 408, Francia con 319, Reino Unido con 255, Países Bajos con 229, Suecia con 175, Portugal con 75, Dinamarca con 64, Alemania con 61 y Austria con 55. Eso entre los países que no sufrieron el flagelo del socialismo real durante los 40 años de la posguerra.

Entre los que cayeron en un regímen satélite de la Unión Soviética la tasa baja a los 37 muertos por millón de habitantes de Eslovenia, los 26 de Rumanía, los 26 de Macedonia, 22 en Hungría, 19 de la República Checa, 15 de Serbia, 12 de Croacia, 11 de Polonia, 6 de Bulgaria y 3 de Eslovaquia. Comparen, por favor, con los 455 de España. Si se suman todos no llegan a la cifra de nuestro Glorioso País, faro de Occidente e inventor del futbolín y la fregona.

Es especialmente significativo el caso de Eslovenia, país fronterizo con Italia y que tiene incluso una ciudad dividida como Gorizia entre los dos países; Rumanía, del que se presupone una sanidad mala pero que se ha revelado como efectiva para tratar las epidemias como lo que son; o los irrelevantes muertos en Eslovaquia, un país que al margen de Bratislava -un barrio de Viena durante el Imperio austrohúngaro, donde llegaba incluso un tranvía- no recibe mucho turismo extranjero, y donde han ayudado varios factores como la gran presencia de capital coreano -por los fábricas de coches-, y el cierre de fronteras austríaco y húngaro.

Al margen de las especifidades de cada país, la clave ha sido que todos esos países adoptaron rápidamente medidas restrictivas, que es la única vía barata, rápida y comprobada durante siglos para combatir la peste. Las mismas medidas que podría haber adoptado cualquier país al ver la magnitud del desastre en Italia, donde a finales de febrero ya reconocieron que no encontraban al "paciente cero" de Codogno, esto es: se verificaba una transmisión comunitaria incontrolada.

En los llamados países del Este -algunos son más centrales a Europa que España- decretaron el confinamiento mucho antes de alcanzar los mil contagios verificados. Muchos de ellos, antes incluso de tener su primer muerto. En Eslovaquia, por ejemplo, el confinamiento fue al sexto día de detectarse el primer caso. Aquí hubiesen sido calificados de paranoicos, alarmistas o cualquier cosa que se le ocurriese a Antoni Trilla y sus colegas.

Pues bien, mientras el Gobierno español se apresta a vender como un éxito las primeras medidas de desconfinamiento, en la República Checa hoy se levantan gran parte de las restricciones, pero no la más importante: el cierre de fronteras. La población, que siempre ha podido salir a hacer deporte y otro tipo de actividades -siempre con mascarilla-, ve cómo es de los primeros países en salir al haber tomado los pasos correctos.

Lo hace con 7000 contagiados y solo 211 muertos, para una población de algo más de diez millones de habitantes, también bastante envejecida. El tradicional escepticismo checo -similar a nuestro realismo- ha sido su mejor arma, porque pocas cosas son casuales. Esa tradición que hace que va desde los husitas hasta la constatación de que en 1938 los dejaron abandonados para la invasión alemana y polaca, igual que hicieron en 1948 con el golpe de Estado comunista, o en 1968 con los tanques del Pacto de Varsovia, sus aliados.

Si se tienen que salvar, lo van a hacer solos. Y no fiándose de nadie.  Así lo han hecho desde que forman parte de la Unión Europea, donde no han querido entrar en el euro a pesar de reunir más virtudes que otros países como Croacia, y donde siempre han aplicado esa envidiable postura oficial de escepticismo ante la vida y los demás.

Solo así se explica que una ciudad como Praga gobierne desde hace un tiempo el conocido como Partido Pirata, otro más de los movimientos antiestablishment que proliferan por el mundo.Otros los llaman populistas. Inspirado en el modelo sueco, ya es la tercera fuerza más votada en la República Checa, y ha puesto de alcalde de la capital, tras haber quedado como segunda fuerza más votada con el 18% de los sufragios.

Zdenek Hrib es médico, y durante sus estudios pasó una temporada en Taiwan, otro país modelo en la lucha contra la pandemia sencillamente porque, por la cuenta que les trae, no se pueden creer jamás las mentiras chinas ni de sus organizaciones satélites, como la OMS. También se da la circunstancia de que su presidente en epidemiólogo, pero eso podría llevar a pensar que ha sido todo una casualidad y un cúmulo de situaciones favorables, y no es así.

Como sabrán, uno de los objetivos de la diplomacia china es acabar convirtiendo en un paria internacional a Taiwan, hasta el punto de que apenas una docena de países en todo el mundo reconocen ya al país. China mueve hábilmente su arma más poderosa -las relaciones comerciales- para ir empujando suavemente al país-isla hacia el ostracismo internacional, y últimamente habían caído como piezas de dominó muchos países de centro y sudámerica que reconocían al Gobierno de Taipei como uno legítimo.

Cuando Hrib subió al poder en Praga lo primero que hizo fue un gesto de desafección a China, que tiene grandes ambiciones en la zona con esa nueva ruta de la seda para exportar por ferrocarril sus productos hasta el corazón del continente europeo. Como conoce Taiwan, y como checo conoce perfectamente lo que es ser un pequeño país hostigado por una gran potencia, adoptó una medida valiente y audaz.

En un acto oficial en el espléndido ayuntamiento de Praga se negó a las presiones chinas para expulsar a un diplomático taiwanés, noticia que fue recogida por los medios de propaganda de la dictadura comunista con amenazas veladas sobre el efecto en el turismo chino en la ciudad. O en el país. Praga, una ciudad que vive agobiada por el turismo (¡barcelonitas, id y comparad!) y que votó al Partido Pirata, entre otras cosas, por esa invasión que ha degradado el centro que se mantuvo más o menos bien durante los 40 años de comunismo y los 10 posteriores de ultraliberalismo. Se me ocurren mejores amenazas, la verdad.

Hrib saca la bandera del Tíbet al balcón del ayuntamiento -algo que ya hacía Vaclav Havel en el palacio presidencial, en el recinto del castillo de Praga- y la dictadura asiática cancelaba los vuelos directos a Praga, inagurados en 2015. Así están las cosas, y por eso también se explica que suministros sanitarios chinos que iban a Italia quedasen retenidos en el país donde nacen el Moldava y el Elba.

Unos sacan la bandera de Venezuela, y otros del Tibet
 A los checos, al revés de los españoles, les ha salvado esa actitud vital -aprendida a lo largo de la Historia- de no casarse con nadie y de no fiarse. Por eso no se han creído las mentiras chinas, ni las de sus países abducidos: todos los checos que volvían de esquiar o de aprovechar la nieve en los Dolomitas -son muy aficionados a la montaña- tuvieron que pasar una cuarentena obligatoria antes incluso del confinamiento light del país.

¿Un alcalde médico en la ciudad más importante del país? Mera casualidad, porque el peso de Praga respecto al conjunto de la nación no es como el de Madrid respecto al resto de España. A pesar de lo que diga el Ministro Astronauta, había países con planes de contingencia. En el caso checo, un país que hace poco ha cumplido su primer centenario y que ha sido invadido dos veces en ese periodo, la contingencia está siempre calculada.

Es un buen momento para pensar en eso cuando los checos ya pueden salir y únicamente cuentan con 211 muertos. Han ganado tiempo para prepararse mientras la epidemia avanza, pero ya no lo hará por vía de picos ni de sistemas sanitarios colapsados, justo al contrario que España, donde se han hecho las cosas tan mal que un Ministro que provoca vergüenza -mientras un alcalde estaba en Taiwan, el estaba en órbita- y que es capaz de declarar sandeces como la que ha motivado este post.
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¡Sorpresa! De rondón y aprovechando la crisis del Covid-19, el Ministro Escrivá cuela esta importante reforma en el sistema de Seguridad Social y las pensiones. Siempre ha dicho que su aspiración es que la edad real de jubilación se aproxime a la edad legal -en España la primera es de 62 años- y, como la medida adoptada iba a encontrar fuerte contestación desde el colectivo afectado, la han aplicado manu militari. Los sindicatos dicen que no sabían nada. Por cierto, la medida es correcta y en la buena línea, pero fíjense qué formas y qué tiempos.

Abre la vía a que el resto de reformas que hay que hacer para mantener el gran timo piramidal de las pensiones públicas -con una natalidad proxima a uno y cotizaciones bajísimas hasta bien entrada la madurez- se hagan de la misma manera. Por si había alguna duda. Después darán la murga con el Pacto de Toledo y el sangrante "vincularemos el incremento anual de las pensiones al IPC". Cuidaremos de nuestros mayores, dejados morir en un residencia.
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En un post reciente hablábamos de cómo es posible que con un decreto de alarma que faculta al Gobierno a incautar las industrias estratégicas para ponerlas al servicio del bien común todavía no estemos nadando en geles hidroalcohólicos desinfectantes, baratos de producir y con producción española abundante.

Hoy Lo País publica un publireportaje de una empresa reconvertida a su fabricación, justo cuando se conoce que el decreto-Ley de regulación de precios máximos en productos sanitarios establece un precio máximo de 15 euros el litro, esto es: más caro que el kilo de filete de ternera, cuando el coste de producción está muy por debajo del euro por un litro.

El Gobierno más social de la Historia  y sus medios de propaganda, incapaces de preguntarse por qué todavía hay desabastecimiento de ese producto, y por qué se tiene que vender por canal sanitario.
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La lideresa del Partido Nacionalista Escocés lo dice muy claro: el "distanciamiento social" se prolongará hasta finales de año como mínimo, y eso que Escocia no es la región más afectada del Reino Unido, pero no está gobernada por los tories que propugnaron el exterminio de 300.000 personas para conseguir esa herd inmunity que ha acabado con Boris Johnson en la UCI.

¡Pero ya saben que los nacionalismos son muy malos! ¡Es muy malo que haya regiones autónomas dentro de un mismo país que sean escépticas del poder central! ¡Que digan las cosas claras que no se atreven a decir los otros! ¡Muy malos!

jueves, 23 de abril de 2020

Diario de la peste (XXXVIII): la "nueva normalidad"

Hoy se cumplen cuarenta días desde el inicio del confinamiento. Cuarenta días de la cuarentena, que normalmente era el periodo para superar, mediante el aislamiento, los brotes de peste. Es bien evidente -en Wuhan han sido 72 días- que no estamos ante un caso equiparable de virus infeccioso, y aquí reside gran parte del problema.

De manera nada casual, ha empezado a usarse de manera masiva en los medios de propaganda un concepto nuevo de esos que me fascinan. Sigan la pista a la nueva normalidad, que es la fase que va a venir después de esa desescalada que todavía no se ha iniciado. Oficialmente seguimos en confinamiento, que después de 40 días sigue dejando 440 muertos al día (un cuarto de ellos en Madrid).

Apenas balbuceando las medidas de que aliviarán el confinamiento -la publicitada con los niños, prolongar el teletrabajo hasta dos meses después del fin del estado de alarma que limita los desplazamientos-,  el Gobierno ya introduce un nuevo concepto de nombre realmente inquietante como es nueva normalidad.

En sí mismo parece digno de una corporación de las que aparecen en películas como Robocop, y dicho en boca de los mismos que han llevado al país a ser el segundo por número de contagios del mundo, y el primero en cuanto a muertes per cápita sin ser un microestado, produce un efecto desasosegante tremendo.

Cuando lo empecé a oír, en boca de Pdr Snchz, hace una semana, pensé que sería un error. O una fórmula poco afortunada producto de la incultura del político, como cuando ZP dijo que quería un "socialismo libertario" (¡a las barricadas! ¡CNT-FAI!) y que con toda probabilidad quería decir "socialismo liberal", en sí mismo también otra cosa antitética y hasta cierto punto repugnante.

Si antes había "normalidad" -esa normalidad española consistente en tener al responsable del último milagro económico en la cárcel, o una Casa Real comisionista-, asusta pensar que puede ser esa nueva normalidad cuando todavía está el Ejército en la calle, están restringidos los derechos de reunión y, según dicen, la Guardia Civil patrulla las redes para encontrar voces disidentes (¡Hola!).

Mucho ojo con esos términos, y cómo se eligen. Seguro que había algo mejor que nueva normalidad para definir al periodo más o menos largo que quede cuando se levante el confinamiento y todavía no haya vacuna para el Covid-19. Algo como japonización de la sociedad, autoconfinamiento o se acabó la fiesta, vividores, sin duda mucho más descriptivos de lo que va a pasar, y menos inquietantes.

Lo digo porque el término elegido por la propaganda gubernamental recuerda poderosamente al Nuevo Orden Mundial, un concepto antiguo que se suele usar para el periodo inmediatamente posterior a una gran crisis mundial, y que tuvo su último gran momento tras el colapso del comunismo como alternativa al capitalismo, plasmado en 1989.

Fueron años maravillosos. El llamado socialismo real era una cárcel para sus propios habitantes y EE.UU no tuvo que disparar ni un solo misil para que cayesen los regímenes de Europa del Este como un dominó. Poco después lo haría la URSS, y en esos años se hablaba mucho del Nuevo Orden Mundial, incluyendo un temazo de los siempre recomendables Ministry.

Cheney y Bush Jr. se creyeron demasiado lo de New World Order
La canción tenía una letra muy corta de apenas doce estrofas ( una de ellas I'll buy the torture 'cause you pay for the rent) y de doble lectura evidente, y con eso bastaba. Eran los mismos años de la feliz expresion de Fukuyama con el fin de la Historia, en gran medida validado por los 30 años que han venido después. Un Nuevo Orden Mundial donde, al no haber una alternativa al sistema que había ganado la Guerra Fría, imperaría la democracia, la paz y la estabilidad.

Como el antiamericanismo es como es -y ahí están los coletazos en forma de terrorismo en estos años-, quizás lo de Nuevo Orden Mundial podría levantar demasiada suspicacias, y poco a poco se fue abandonando, también porque interesaba la narrativa de que la Historia seguía, especialmente por los que profesan la religión derrotada en 1989. De hecho, estoy seguro al 100% que si se preguntase a un millennian por el concepto no sabría decir nada: es algo ya asumido como propio e inevitable. No necesita publicitarse.

De ahí, además del evidente parecido, viene el problema con la nueva normalidad. Que no tiene un fin aparente. Que tiene visos de quedarse así para siempre, especialmente cuando hay expertos que afirman que no hay que dar la vacuna por descontada -igual que hay enfermedades víricas para animales que cada año causan cientos de millones de pérdidas, y que jamás se han podido erradicar- y que, si pasa eso con el Covid-19, la nueva normalidad sería normalidad a secas, a no ser que se quedase en algo como esos Nuevos Ministerios -no vean como se ríen los guiris- que ya tienen 90 años.

Es algo implicito en el propio concepto. Se podría acotar con nueva normalidad temporal, pero ya debe ser demasiado tarde. Aunque el tema ya se trató en una de las primeras entregas de este serial, esta nueva fase se caracterizaría por una japonización: restaurantes con separaciones, saludos a distancia, apps para demostrar que estás limpio, ocio casero -Edad de Oro para hikkomoris e incels-, nada de turismo salvo el de km.0 o similar, y tantas otras cosas tan extrañas para una sociedad básicamente callejera como la española, la Grecia de esta crisis.

¿Le parece raro o imposible? ¿Todavía a estas alturas? Es una posibilidad real, y si no empiece a contar a partir de ahora cuantas veces va a oir lo de nueva normalidad, y lo que implica el término: cotidianeidad y "norma". Será lo "normal", porque el virus no es normal y, de momento, lo más extraordinario es su capacidad de contagio.

Se está conociendo que todos los que apostaron por la inmunidad de grupo han fracasado en gran medida porque el paciente que ha sanado no ha desarrollado anticuerpos en cantidad suficiente como para poder quedar inmunizado al nivel de una armadura de Iron Man, que es la imagen mental que se hace uno que se cree los anuncios de Actimel. Como sucede con otros coronavirus, los anticuerpos se debilitan y es muy posible una reinfección un año o dos después (ojo, no sería el caso de las conocidas "reinfecciones" en Corea del Sur, que se atribuirían a un mal diagnóstico de alta).

Y, como ya indicado, es un virus con un R0 -tasa media de contagios a partir de un contagiado- de hasta 5 personas, por lo que la nueva normalidad consistiría también en tener que asistir diariamente a la muerte de 400 o 500 personas, posibilidad con la que siempre se ha contado en este espacio, y si baja esa cifra es porque ya no habrá más ancianos para dejar morir en residencias.

La idea generalizada que la gente tiene con una vacuna es que proporcionará una inmunidad duradera y eficaz, como pasa con la viruela -erradicada-, la polio y el sarampión, pero la realidad es que estas vacunas son una excepción. Fíjense si no en el caso de la vacuna de la gripe, que hay que cambiar cada año -al menos el Covid-19 es bastante estable- y aún así solo proporciona una eficacia del 50%, un dato que desconocían todos esos desgraciados que al inicio de esa crisis decían que la gripe mata más gente al año y nadie se preocupa. Puedes estar vacunado y pillar igualmente la gripe, que en teoría sería menor virulenta.

La gripe tiene un R0 del 1´4-1´7, por lo que la vacuna lo baja a un 1-1´3 (si han hecho el cálculo erróneo de pensar que lo baja al 0´75 es porque no han tenido en cuenta que no se vacunan todos, y que, como dicho, solo es efectiva en un 50%), lo suficiente para que no se extienda tan rápido -y aún asi todos los años hay vídeos con pasillos llenos de enfermos-, y haya menos gente infectada.

El Covid-19, con ese R0 que lo hace especialmente preocupante, descendería con una vacuna como la de la gripe al 2´5, ese en el mejor de los casos en que todos tuviesen acceso a la vacuna (en un país que todavía no tiene hidrogeles para nadar en ellos, o simples mascarillas), pero como lo más probable es que solo haya para unos pocos -pongamos la mitad de la población- el R0 quedaría más cerca del 3´5 que del 2´5. Y sigue siendo una barbaridad.

Aún teniendo en cuenta que una vacuna reduce el grado de afectación de una enfermedad aunque no reduzca su contagio -y por tanto reduciría un poco su mortalidad, que en España sigue invariable en un 10%-,  y que también los retrovirales (mañana presentan los resultados del de Gilead) ayudarán, un número constante de muertos demasiado alto se da por descontado, al menos en los primeros años de la epidemia. 

¿Y cual es la solución? El distanciamiento social, que es lo que es esconde la nueva normalidad. Es la medida más antigua y efectiva que existe contra la peste, y es conocida desde hace siglos. Es importante recordarlo hoy, el día en que se cumplen los 40 días de la cuarentena. Y los que nos quedan.
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El post de hoy me ha quedado un poco pesimista, cuando yo no lo soy. Prefiero en todo caso decir las cosas como son y como pueden ser (al fin y al cabo seguimos en el Nuevo Orden Mundial, por mucho apóstol que haya de nuevas eras por venir) a pecar de Mr.Wonderful y #todosjuntossalimos o #loestamosconsiguiendo. Puaj.

Para compensar, hay que decir también que hay 75 ensayos de vacunas por todo el mundo a punto de entrar en fase II (y en China ya estarán en fase III de ensayo en humanos, gracias a los presos políticos), y que mal se daría que una no fuese de las del tipo viruela-sarampión-polio -duradera, efectiva- o parecido, y que también el gran Luis Enjuanes ha dado una entrevista al El Parte donde dice que, además, la especie humana se irá haciendo más resistente a este nuevo coronavirus, como ha hecho con los otros cinco que circulan entre nuestra especie, aún manteniendo su R0 intacto. 
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Hoy es el Día del Libro. Como tantas otras actividades puestas en evidencia con la actual crisis, el libro y su industria no son un bien vital. A pesar de la constatación, la turra ha sido constante durante esta semana. Como he defendido siempre, lo que hay que poner en valor es la lectura, no el objeto y mucho menos su caduca vertiente empresarial, que sin duda hoy hubiese inundado las librerías con productos editoriales de famosos de la tele, presentadores y demás basura con tapa.

Desde hace años (unos veinte) los libros se encuentran a un euro en el mercado de segunda mano, y muchos son clásicos a los que no supera el 99% de la producción editorial reciente. Antes que comprarte un truño de Mónica Carrillo o Sabina Urraca (o Gómez Jurado o Pérez-Reverte, por eso de la paridad) puedes tener en casa para la siguiente pandemia veinte libros de clásicos por menos de 20 euros. Y recuerden siempre: el 40% de los hogares españoles no tienen ni un libro. No creo que salgan en tromba con la "nueva normalidad" a comprar ni un libro, que es lo que se creen los que viven de esta industria.

miércoles, 22 de abril de 2020

Diario de la peste (XXXVII): el "Comité Científico"

La Voz es humor, amor y boñigas. Es Galicia.
Qué poco ha tardado Pdr Snchz en rectificar la memez de ayer, como ya apuntado al final del anterior post. Lo mejor de todo es que oficialmente dicen basar todas sus decisiones en la schienshia de un "Comité Científico" constituido a finales de marzo, cuando la epidemia ya era incontrolable. Había otras prioridades antes.

Ese "Comité Científico" que se reune con los Reyes de España, aun cuando sus conocimientos científicos rayan la indigencia mental: al Borbón le hicieron un currículum académico especial en su licenciatura en la UAM (abreviado y mermado), y a la de Oviedo su título de Periodismo es antitético con cualquier noción científica. Pero tiene que parecen que estan atentos, aunque lo que les hayan podido decir lo hubiese podido hacer Milikito.

Noten hasta que punto el Gobierno hace el ridículo por doquiera y a todas horas. Por la mañana anuncia la propuesta de alpargata para el desconfinamiento de los menores y, cuando vieron el revuelo causado incluso entre los que todavía les votan, por la tarde ya tenían otro plan. ¿Es factible que reuniesen al "Comité Científico" en ese tiempo? No, y por tanto es una decisión política en la que la ciencia ha tenido poquísimo que ver.

Mejor así. Como ya explicado, ese "Comité Científico" -disculpen las comillas, es que me viene la risa y lo confundo con Comité Cisne, aquel gran grupo valenciano de los ochenta- está compuesto en su inmensa mayoría por shientificos del campo de la epidemiología que, cuando el virus ya estaba campando por China y paralizando por completo el país, se dedicaban a decir en público que no era para tanto. Que se estaba exagerando todo.

Por supuesto, han sido agraciados con pertenecer a ese "Comité Científico", porque la meritocracia en este país funciona así. ¿Que eres científico titular en el CSIC, estás al final de tu carrera y te has reído en público del Covid-19? ¡Pues al "Comité Científico"!¡Necesitamos respaldar (parapetear, según Pablo Casado) nuestras decisiones en algo más sólido que el simple capricho -como ayer- o la improvisación!

A finales de enero The Lancet -otra de esas instituciones laicas y apartidistas que tienen en Reino Unido- publicaba un artículo donde era coautor Yuen Kwok-Yung, una de las máximos popes mundiales en virología, al fin y al cabo el hongkonés estuvo en primer línea contra el SARS de 2003. Alertado de lo que estaba sucediendo en Wuhan, su equipo analizó el caso de una familia que, tras haber estado en el foco primigenio de la peste entre el 29 de diciembre y el 4 de enero, había ingresado en un hospital de la antigua colonia británica entre el 10 y el 15 de enero -eran siete miembros- con fiebre y dificultades respiratorias derivadas rápidamente en neumonía.

Seis de esas personas fueron diagnosticados como portadores del Covid-19, pero tres de ellos dieron especiales complicaciones para el diagnóstico. Dos no tenían fiebre cuando ingresaron, y después había un niño de 10 años, totalmente asintómatico. Solo tras la insistencia de los padres le hicieron un TAC y salió una terrible neumonía bilateral. ¿Y el único miembro del núcleo familiar no infectado? Una niña de siete años que llevó mascarilla durante toda su estancia en Wuhan.

En ese estudio publicado en The Lancet ya estaba todo. Los llamaban "casos crípticos de neumonía ambulante" y se advertía del gravísimo riesgo porque podían expandir la epidemia sin saberlo al no revelar los síntomas. También se incluían recomendaciones como que "es crucial aislar a los pacientes y rastrear y poner en cuarentena a sus contactos tan pronto como sea posible porque la infección asintomática parece posible".

Adivinen ahora lo que estaban haciendo a finales de enero nuestro eminentes epidemiólogos elegidos para el "Comité Científico". ¿Leyendo The Lancet? ¿Trabajan los departamentos universitarios y nuestros sabios al estilo del profesor Franz de Copenhague del TBO, con tesón y atentos a cualquier novedad en su campo? ¡Seguro que sí! ¿No somos acaso España, la nación más antigua del mundo y faro de Occidente, donde actuamos antes que nadie (y mejor)?

Tomen por ejemplo el caso de Antoni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Clínic de Barcelona, catedrático en otra canonjía, y las típicas cosas de esta gente. En una entrevista del 16 de febrero a La Voz de Galicia, afirmaba en tono jocoso-galaico que todo era "una histeria sin fundamento" y que era un asunto chino, "aunque no se descarta que pueda haber brotes puntuales en otros países, lo que tenemos que hacer los demás es estar vigilantes y, si se produce algún caso, identificarlo y aislarlo. Nada más".

Oh sí, hubo bastante más. Ese mismo día, locuaz, proseguía con un "creo que la ciencia, lamentablemente, ha perdido la batalla frente al miedo en el caso del coronavirus. La gente tiene un temor infundado a muchas cosas y da igual lo que les expliques, lo que les digas, lo que diga la OMS... Desde un punto de vista científico estricto, se están tomando decisiones que no tienen ningún sentido".

"Cada día cambian las cosas. Un ejemplo: primero dicen que el tiempo de incubación son 14 días, ahora que son 21; luego que 14 otra vez... Es una locura lo que está pasando y, además, todo el mundo se acoge a informaciones no especialmente contrastadas y, aunque los especialistas las desmentimos, se organizan unas bolas espectaculares. Yo diría que hay que poner pausa y calma y leer, como quien dice, el Boletín Oficial del Estado". Pausa y calma con una epidemia descontrolada. Y leer las informaciones oficiales, avanzando la estrategia comunicativa del Gobierno, de la que forma parte como miembro del "Comité Científico". Casualidad, claro.

En una velada referencia a Yuen Kwok-Yung es capaz de decir que "como la gente cuelga estudios que no han seguido un proceso de revisión, que son una información pseudocientífica interesada, pues se genera más lío. '¿Esto quien lo dice? Un científico chino de la universidad de no sé donde... Pues coño, ya la hemos cagado'. Esta situación nos ha confundido mucho". Y tanto. Más que un catedrático parece un obispo corrupto y lechoso bebiendo vino que rebosa por las comisuras.

Y vino de alta graduación: "Las revistas más prestigiosas del mundo también se han apuntado al carro de a ver quién publica primero y en tres días mandas un artículo al New England Journal of Medicine y te lo publican. Ya más parece que hablemos de exclusivas que de ciencia". Yo no voy a ir a Web of Science a comprobar las publicaciones de este impresentable, que se retrata a sí mismo, pero se intuyen perfectamente. Y también lo que le parecía el artículo en The Lancet.

Xeitoso, se gustaba así mismo hasta el punto de decir "Lo que desde luego no va a pasar es una epidemia de proporciones bíblicas y de gran mortalidad. Insisto en que en el peor de los casos se incorporará al grupo de virus que cada año nos tocan las narices desde diciembre hasta marzo. Pero si esto pasa, dentro de año y medio o dos tendremos una vacuna. Y se acabó. No va a ser una sentencia que nos obligue a convivir cada invierno con la epidemia del coronavirus".

¿Y qué decir del Mobile World Congress, la gran preocupación en febrero? Pues que "desde el punto de vista de salud pública es una decisión que no tiene ninguna base, ni epidemiológica, ni clínica, ni de seguimiento de las recomendaciones oficiales de la OMS. No hay ninguna razón para suspender un acontecimiento como el Mobile desde un punto de vista de la salud pública. A partir de ahí, lo que quieras... Allá ellos". Allá ellos. Ajá. ¡Un saludo a los familares de los 22.000 muertos en España! ¡Y subiendo!

Remachaba su entrevista regalando una golosina para los lectores habituales de la hoja parroquial gallega ("Mira que si se descubre que el percebe es el huésped del coronavirus, la que se iba a liar en Galicia"), y le debió gustar tanto la experiencia que, cuando los "brotes puntuales" ya estaban descontrolados en España, repitió entrevista en el mismo medio.

Era el 7 de marzo, una semana antes del inicio del confinamiento: "No hay ningún dato que nos indique que el brote de España esté descontrolado. Salvo en casos concretos como Torrejón de Ardoz o Vitoria no creo que sea necesario aplicar medidas más drásticas, como en Italia, aunque habrá que seguir la evolución día a día y, según lo que ocurra, adaptar los escenarios". Un experto. A nivel de formar parte del "Comité Científico" nacional.

Normal que pensando así haya sido agraciado con una nueva canonjía, donde comparte poltrona con otros colegas que también se reían del virus. Un "Comité Científico" constituido el 21 de marzo, cuando España ya tenía 25.000 casos confirmados y 1300 muertos, y donde Trilla figura como "independiente", junto a Miguel Hernán, full professor en Harvard. Los otros cuatro son soldados de la Administración, a saber: Hermelinda Vanaclocha, subdirectora general de Epidemiología de la Generalitat Valenciana; María Teresa Moreno, directora de la Unidad de Investigación en Cuidados y Servicios de Salud del Instituto de Salud Carlos III, del Ministerio de Sanidad; Inmaculada Casas, viróloga del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III, y el gallegazo Agustín Portela Moreira, responsable de vacunas de la Agencia Española de Medicamentos.

De varios de ellos y ellas se pueden rastrear declaraciones controvertidas, pero con Trilla ya es suficiente. Quizás para dárselas de "independiente" y para camuflar el ridículo cometido en La Voz de Galicia -y que le perseguirá toda su vida- antes del "periodo retribuido recuperable" alzó la voz y dijo que para esa decisión no habían consultado al "Comité Científico", confirmando que no son más que una claque de El Poder. Y con la decisión de desconfinar a los menores no habrán servido de mucho más, dado cómo y en qué plazos se modificó la decisión inicial.

Son todo decisiones políticas (por si alguno tenía alguna duda después del 8-M), pero las venden como decisiones apoyadas en la shienshia de un "Comité Científico" con la misma eficacia que un biombo chino.
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Yo se -y tu también- que es la Paltrow, usando los fondos de Tony Stark. Ese año en Talavera, donde aprendió un castellano de muy buen nivel...
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Hoy, en la mejor sanidad pública del mundoel inesperado caso de un complemento de peligrosidad por trabajar en UCI durante la epidemia de Covid-19. Nada menos que 33´88€ al mes. Al mes. Inesperado, igual que todo ese personal sanitario que dejó su puesto en una bolsa de trabajo en su Comunidad Autónoma al recibir la llamada nacional de ¡Auxilidad Madrid!. Ahora los están poniendo de patitas en la calle, y han perdido su trabajo.

¡Con la mejor sanidad pública del mundo ya se sabe! ¡Por un lado o por otro te va a meter la puñalada! ¡Complemento de peligrosidad y mascarillas hechas con papel de estraza y publicitadas como de nivel FFP2! ¡Todo en uno!

martes, 21 de abril de 2020

Diario de la peste (XXXVI): niños, mascarillas y geles antisépticos

Yo, como el Gobierno, me lavo las manos
El sábado el Presidente del Gobierno anunció dos medidas que abrían la puerta a un desconfinamiento, al mismo tiempo que anunciaba otras dos semana de confinamiento. Los mismos medios de propaganda que evitan decir que vamos a sumar dos meses (60 días, en Wuhan fueron 72) encerrados por el evidente problema psicológico de pensar que quedan al menos tres semanas, se aferraron a esas dos zanahorias de desconfinamiento.

La primera, analizada en la entrega anterior, solo esconde otra burda estrategia para que Madrid -la peste y la rémora de España, con un tercio de los muertos diarios- se diluya en el total nacional, porque jamás aplicarán nada específico para la joyita. La segunda, que era donde albergaban más esperanzas los pusilánimes, se ha difuminado hoy.

Consistía en que, presionado por las CC.AA, el Gobierno central iba a permitir a partir del lunes salidas con los menores de edad. La bola se fue moviendo una semana antes -algunos hintelectuales, con cientos de muertos al día, lo convirtieron en caballo de batalla bastante antes- y fue rodando hasta el punto que todos daban por hecho medidas como las italianas o francesas, con una hora de asueto y paseo libre.

El chasco ha sido tremendo, porque las medidas son meramente crematísticas. Parece que hay interés en vender lo de "uno de los confinamientos más duros del mundo" -mentira, y los poseedores de perros lo saben- y también ese recelo que hay en toda la clase política a los españoles, que no saben gobernarse por sí mismos. Y también hay un madrileñismo recalcitrante que, una vez más, vuelve a abocar a un destino compartido a todo el país.

Al final, los menores de 14 años solo podrán salir a la calle acompañados de un adulto para ir al supermercado, la farmacia y el banco, seguramente para abrirse una cuenta joven. Sigue vigente el precepto superior de que siempre tiene que ser el más cercano al domicilio, y cuidadito como el agente de la autoridad considere que no es una salida necesaria. Es como mantener lo mismo que había, pero curándose en salud después de no haber detenido una bola de expectativas que se podía haber parado en origen.

Esto es igual para todo el territorio nacional. Una vez más, se legisla igual para un pueblo que para una ciudad como Madrid, donde como ya se explicó aquí, el primer día no lectivo por el Covid-19 los parques se inundaron de niños. Yo creo que después de un mes y medio de turra sobre los efectos del virus cabría esperar que la actitud de los padres fuese diferente esta vez, y que ellos mismos -por esa ley natural que lleva a proteger a los vástagos- tomasen las medidas para evitar cualquier situación de riesgo.

El Gobierno no lo considera así. Cree que los padres son incapaces de procurar lo mejor para sus hijos en términos de salud y se arroga de una facultad protectora que ya se intuía con las desafortunadas declaraciones de la Vasca Millonaria Isabel Celaá sobre la propiedad de los menores, y en tantos otros detalles.

Además, considera que tienen las mismas necesidades, después de un mes de confinamiento, bebés de menos de 24 meses que niños a partir de esa edad y hasta los 14 años. Hay también cierto desprecio a la función protectora de los padres en esa medida, porque en los dos primeros años de existencia son fundamentales para un correcto desarrollo cognitivo y afectivo que el bebe pueda ver que hay otros mundos al margen de papa y mamá, cuando los hay.

Da toda la sensación de que el Gobierno, incapaz de parar la expectativa montada, ha cortado de manera salomónica el dilema y lo ha dejado todo básicamente como está. El problema es que la ciudadanía empieza a estar harta: porque la cifra de contagios no baja (ese 2% constante) y parece que nadie va a cuidar mejor de su salud mejor que uno mismo, especialmente con casos como las mascarillas de chichinabo que han dejado a 1000 sanitarios infectados -como mínimo-, los test que no llegan y que cuando lo hacen no sirven para nada y el es como una gripe.

Que a nadie le extrañe que, a partir del lunes, se vean carritos de bebe yendo al super, y quizás dando un rodeo para que le de algo de luz natural al pequeño. Veremos si la Autoridad es tan expeditiva en esos casos, tanto como las 700.000 multas puestas hasta la fecha. O quizás yendo a la Farmacia con más cola, para así pasar más tiempo al aire libre, al menos para sintetizar Vitamina-D.

Por otra parte, si se hubiese aplicado bien la medida de dejar salir a los menores acompañados de un adulto -un paseo por el barrio- también hubiese sido ideal para probar lo del desconfinamiento por zonas, pero el hecho de que hayan aplicado una vez más tábula rasa para todo el territorio da una pésima señal para todos aquellos que creen en un desconfinamiento por zonas y regiones. Han legislado, una vez más, como si toda España fuese Madrid, como si fuese lo mismo salir con niños en Chamartín que en Játiva,  Fermoselle o Monzón.

Al menos así no podrán aferrarse al desconfinamiento de menores como una excusa para justificar la elevada tasa de contagios y muertes que se mantiene en España después de cinco semanas de uno de los confinamientos más duros del mundo, donde ya debería empezar a notarse las dos semanas del "permiso retribuido recuperable",  que supuestamente fueron un confinamiento aún más estricto. No se notan en absoluto.

Algo falla de base. Ya son 32.000 trabajadores sanitarios infectados (un 17% del total, la cifra más alta del mundo), y los ancianos siguen muriendo como chinches en las residencias supuestamente intervenidas por la administración. Un grave problema es la falta de material, y es también la razón no explicada por la que el desconfinamiento de los menores haya resultado tan decepcionante.

Si ya escasean las mascarillas  normales -el auténtico símbolo, y el más visible de la crisis- aún más las infantiles. Normalmente solo se fabricaban para niños muy asmáticos o que hubiesen sido transplantados -una minoría dentro de una minoría-, y ahora, con todas las fábricas del sector a pleno rendimiento para los adultos, escasearán aún más. Como es bien sabido, los niños apenas padecen el Covid-19, pero se contagian como cualquier otro y lo transmiten de manera más fácil porque es difícil que guarden cosas como la distancia de seguridad, el no escupir al hablar -o al comer-, o no tocarse la cara antes de lavarse las manos.

Sin embargo, jamás reconocerán que uno de los problemas para el desconfinamiento efectivo y tutelado de los niños es que no hay material protector para ellos. Jamás han reconocido ningún fracaso de gestión -como mucho, "problemas en los proveedores"-, y jamás lo harán con las mascarillas que ahora se aprestan a a regular con un precio máximo que es de risa, porque ya se sabe cómo se comporta el mercado con un producto que es básicamente importado.

¿Que voy a pagar en origen, como importador, un precio unitario de 40 céntimos/mascarilla, incluyendo la posibilidad de que las incauten en la Aduana, para que después no las pueda vender a más de un euro? Así no funciona este sistema, y el Gobierno lo sabe perfectamente: por eso las mascarillas de protección activa más alta como las FFP3 y las FFP2 se quedarán fuera del decreto de regulación de precios. Se venderá como un éxito -especialmente por Podemos, siempre muy afecto a este tipo de regulaciones artificiales del mercado-, y solo sirve para FFP1, quirúrgicas e higiénicas.

Y mejor no entramos en los geles antisépticos, que en cinco semanas de estado de alarma -con "incautación [teórica] de industrias vitales para combatir esta crisis"- deberían estar inundando los supermercados y sitios públicos, pero que siguen siendo tan escasos como en la primera semana. ¿Se tienen que importar? En absoluto: empresas como Mercadona producen toda su gama de cosméticos en España por medio de dos o tres grandes empresas asociadas, que bien podrían haber adaptado parcialmente su producción para que el gel antiséptico fuese ya tan abundante como lo fue aquella gran estafa y locura colectiva del champú de caballo en botes de 1´5 litros de hace unos pocos años.

No es un producto estrictamente sanitario, pero lo van a vender por canal sanitario. Con precio "regulado", ojo, cuando deberíamos estar nadando en geles hidroalcohólicos antisépticos de todo tipo, fabricados por Cristian Lay -los de la química que explota- o por cualquier otro fabricante nacional. La adaptación industrial es tremendamente fácil, y no era una producción externalizada en China. Dice mucho de la gestión del Gobierno, una vez más. También dice mucho que el champú de caballo desapareciese de un día para otro y nadie lo extrañe: no quedó ni la más mínima demanda residual.

En teoría, este producto debe ser autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), y los productos que no hayan pasado por este filtro gremial "no podrán publicitar entre sus características que tienen propiedades de protección frente al virus". Vaya manera de defender una canongía y un mercado, ¿eh?. Y para una cosa tan sencilla como una mezcla de etanol y n-propanol o similares, que en España abundan porque, se lo crean o no, somos una potencia media en industrias químicas.

Tan sencillo que es bactericida, levaduricida y viricida, todo en uno. Bien, supongo que dará un poco de congoja al mismo gobierno que decía que bastaba lavarse las manos "con jabón de tocador normal" y ahora se apresta a regular los precios de los geles antisépticos, en una estrategia similar a la hecha con las mascarillas -que pasaron de no ser necesarias a ser "muy recomendables"-  o con los test rápidos, sustituidos por un "estudio serológico nacional".

Es por esto que el improbable lector padre o madre que hoy está decepcionado o decepcionada con el ridículo desconfinamiento de los niños no debería estarlo tanto: el Gobierno volverá a cambiar de criterio, probablemente cuando vea que es más fácil infectarse en un lugar cerrado como un super, una farmacia o un banco que estando al aire libre y guardando la distancia de seguridad. Si ya lo han hecho con concentraciones públicas -¡ese 8-M!-, mascarillas, geles y otras cosas, ¡cómo no lo van a hacer con los niños, a los que también consideran un producto que se puede requisar, intervenir y alimentar a base de Telepizza y Rodilla! ¡Faltaría más!