lunes, 28 de marzo de 2011

España berlanguiana


"Vecinos de Villar del Rio, como alcalde vuestro que soy..."

Por si no se habían dado cuenta, estamos ya metidos de lleno en la campaña electoral. De manera violenta y sonrojante para el contribuyente, en las últimas semanas se apelotonan las inauguraciones, los estrenos y los corrimientos de cortinas para descubrir placas con nombres, fechas y obras. Es un espectáculo morboso y difícilmente justificable, pero con un origen claro.

De la misma manera que vamos camino de que las Navidades empiecen cuando se acaba el verano, con las elecciones vamos camino de vivir en periodo electoral continuo, una especie de estado de alarma nunca conculcado. La razón está en una decisión política, y por tanto son los políticos los que han querido toda esta absurda situación.

El 22 de mayo hay elecciones regionales y municipales, esto es: quedan prácticamente dos meses. Dos meses. Antiguamente, el baile y vodevil de inauguraciones y cortes de cintas se aglutinaba en las últimas tres semanas, para conseguir un efecto de pregnancia mayor en el electorado, al parecer voluble ante este despliegue de su dinero, muchas veces derrochado en horas extras y tres turnos para que la obra llegue a tiempo para la cita electoral, cuando bien se podría retrasar unos meses más dada su auténtica irrelevancia.

Dado que el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes el Real Decreto de convocatoria de elecciones para la fecha anterior, el calendario queda así: la campaña oficial empieza el 6 de mayo y termina el viernes 20 de mayo. De la Junta Electoral Central se sabía que iba a dictar una norma que prohíbia visitar o inaugurar obras en dicho periódo, para lo que se ha reformado la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, esa norma intocable para tantas otras cosas.

Como vivimos en una partitocracia de dos partidos, ha bastado que estos dos se pusiesen de acuerdo y ¡zas!, ya tenemos la reforma, que ha producido los efectos esperados, porque si no se ha previsto este efecto ¿para que la reformaron? Desde luego, no para salir perjudicados por una norma estúpida que extiende la campaña electoral hasta límites dificilmente soportables por los ciudadanos, porque incluye el llamado periodo "preelectoral".

La Junta Electoral Central, ese órgano opaco y al parecer inflexible, compuesta básicamente por magistrados del Supremo -el mismo órgano proclive a las presiones de la Embajada de EE.UU y de otros poderes fácticos- y por Catedráticos de Universidad, muestra actualmente esta composición. Son los culpables de este desatino consistente en que, por querer solucionar un problema inherente a la democracia de partidos y la mezquindad de la función pública entendida como una empresa inmobiliaria y no como servicio al ciudadano, han conseguido agravarlo. Exactamente igual que haría un político. Por cierto, que nadie se sorprenda si entre la actual composición de sus miembros hay muchos que han hecho de su confesión política -porque lo viven así, como una cuestión de fe- algo público.

Han hecho la norma tan mal, y con tan mala intención, que oficialmente hoy queda prohibido inaugurar cualquier Centro Cívico, criadero de caballos municipal o plaza de aparcamiento para minusválidos. A casi dos meses de las elecciones. Como la medida era bien conocida antes de aplicarse -y no como antaño, cuando la Junta debía trabajar largas horas en el periodo de campaña para estudiar y, en su caso, prohibir este mercadeo-, los políticos se han adelantado, no en vano controlan este órgano supuestamente independiente.

Estos días han sido de una inauguración frenética, la mayor parte de las veces de infraestructuras sin finalizar, por lo que se habrá conseguido el doble efecto de no lograr quitar el arrastre político y, encima, como doble maldición para el sufrido contribuyente, tener que aguantar al político de turno inaugurando de nuevo lo que ya se había presentado como nuevo en este desquiciante mes de marzo. No será hasta después del 22 de mayo, eso sí. Tampoco es probable que sea durante el verano, por esas cosas consustanciales a este país. Nos espera un otoño de re-inauguraciones, o quizás un invierno en función a la disponibilidad presupuestaria.

Fastos y más fastos, por el gasto que lleva asociado. Esta lamentable constumbre de las inauguraciones a cachos tuvo su momento señero, pero seguramente no fundacional, cuando Jose María Aznar I inauguró, acompañado por su entonces secuaz Francisco Álvarez Cascos, la terminal T-4 de Barajas, que no comenzó a operar hasta dos años después. Se acercaban las elecciones de 2004 y había que ir apretando. Igual hicieron con el AVE a Barcelona. He buscado muchas veces la placa de la inauguración, pero debe haber desaparecido. Deberian guardarla para un imaginario e imposible museo de la Historia de España.

Quizás sea el efecto deseado: en época de recortes presupuestarios, bombardear una y otra vez con el mismo equipamiento, ante la falta de otros diferentes. Insisto en que el efecto logrado por la absurda medida de la Junta Electoral Central estaba seguramente previsto en los cálculos de los políticos, y por eso estaban preparados para las inauguraciones. Se llama al sustituto de Orange Market, se monta el atril, se llama a la prensa afecta -toda- para que después publiquen la foto y las magnitudes típicas de la propaganda más abyecta ("en su área caben tres Camp Nou", "dará servicio a seis millones", "sus cables podrían dar la vuelta al mundo", "ochenta y cuatro quirófanos") y ¡hala!, a alabar la gestión.

¿Y qué hará ahora esta clase política carente de ideas? ¿Habrá auténtico debate? No creo. De hecho, como han tenido tiempo para prepararse ante la medida, ya han orquestado imaginativas soluciones para burlar la Ley que ellos mismos han tolerado y, atención, se han puesto de acuerdo para modificar. Miren el caso de Madrid, la urbe gobernada por Ruiz-Faraón, un alcalde adicto al Estado en obras de Licinio de la Fuente y que, aprovechando las últimas horas de inauguración, ha dado el campanazo de salida al nuevo Ayuntamiento.

La nueva casa de la Villa estará ubicada en Nuestra Señora de las Telecomunicaciones (Trosky dixit), el rotundo edificio ecléctico que domina una de las esquinas de la Plaza de la Cibeles. Como el edificio es tan acromelágico que es imposible que sirva únicamente para las funciones municipales -se ha pasado de uno pequeño a uno descomunal, invirtiendo los problemas inherentes pero no solucionándolos-, se ha aprovechado para hacer sala de exposiciones, espacios de libre tránsito, "suturar heridas urbanas" y toda esa perorata habitual.

Así, Ruiz-Faraón ha decretado, y sus subditos obedecerán fielmente, que de aquí a junio el descomunal edificio esté en "puertas abiertas". Vamos, que la propaganda de la nueva obra llegará hasta el momento de las elecciones y más allá, aunque la foto de la inauguración saliese antes. El público -perdón: votante- que acuda a ver el canto de cisne de Los Quince Años Inmobiliarios (la mejor definición para el periodo 1995-2007) con el que sin duda nos recordarán dentro de medio siglo, cuando aún estén pagando la deuda generada en este periodo, sabrá perfectamente que está dentro del vientre de tan magna obra y tan excelsa institución porque el alcalde, en su magnimidad, así ha querido.

Eso es Madrid, claro, donde todo es más grande, más ampuloso y más de nuevo rico que no sabe donde gastar el dinero. Sin embargo, el síntoma se puede encontrar en cualquier rincón de la geografía nacional, porque para algo estamos dentro del mismo sistema político, al menos en sus magnitudes más básicas: el electorado es tonto y vota en función de lo que se ha hecho, no como se ha hecho ni a costa de que otras cosas no se han hecho. Si siguen en el poder es porque el cálculo todavía les es favorable.

Fíjense si no en esta berlanguiana noticia, digna de mayor repercusión. El alcalde de un recoleto pueblo leonés ha inaugurado un cacho de carretera de ¡200 metros!. En la noticia, fielmente reproducida por un escriba local -a esos niveles no existe el periodismo crítico, ¿que se creen que es esto?- se da a entender que la magna obra continuará, pero por si acaso vamos a inaugurar estos dos hectómetros antes de la prohibición electoral.

Felicidades a la Junta Electoral Central y a los partidos políticos por la medida de prohibir las inauguraciones en periodo electoral. Jose Luis García Berlanga merecía un homenaje continuo, nacional y capilar como el que estamos viviendo.
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Twitter de Álvaro de Cózar, el incalificable periodista de El País que está siguiendo el conflicto libio con pantuflas: "@decozar77: Vuelven las explosiones en Trípoli. Hemos oído seis y luego otra vez los disparos de las defensas. Ahora lo único que se oye es un grillo"

Cri-Cri,Cri-Cri,Cri-Cri...juraría que estoy oyendo las crónicas de este periodista.

jueves, 24 de marzo de 2011

"Se está decidiendo el nuevo equilibrio energético de los estados del norte de África y su control"

Fragata alemana en Bengazi, a finales de febrero.
Los italianos son un pueblo familiarizado con los militares. Hasta hace bien poco existía la naja, el servicio militar obligatorio abolido bastante después que en España y, en uno de los rasgos que más sorprenden a los foráneos, la información metereológica en la RAI la da un militar, una especie de Montesdeoca uniformado y alejado de los meteorólogos que proliferan hoy día. Por supuesto, y por las mismas razones que nuestro ejército está compuesto por naturales de las provincias donde más se ceba el paro juvenil (Galicia, Extremadura, Andalucía), en Italia el cuerpo militar está compuesto por habitantes de las provincias meridionales.

Es el caso de Fabio Mini, teniente general nacido en 1942 en la sureña ciudad de Manfredonia, en la región de Apulia. Pueden ver su biografía aquí, donde destacan las altas responsabilidades en Kosovo -Italia siempre ha querido tener un papel preponderante en la misión internacional en esta zona- y su propensión por la escritura, donde se expresa con una claridad muy poco frecuente en su colectivo. En fin, una persona que ha sido el máximo responsable de la KFOR (2002-2003) está más que capacitado para que, cuando se pronuncia sobre asuntos de guerras humanitarias e intervenciones extranjeras, tenerle en cuenta.

En los últimos años, pasado a la reserva y después a la jubilación, se ha destacado por sus pintorescas opiniones: "guerras climáticas", ataques Swarm Warfare contra Irán diseñados por la Rand Corporation (esto sí que da miedo, prueben a leerlo) y, en general, opiniones que atribuiríamos a un lunático o un escritor anónimo de blogs si no viniesen de alguien que ha visto desde dentro y con posiciones de altísima responsabilidad estos conflictos de la postguerra de la Guerra Fría.

L´Espresso, un semanario de izquierdas y de periodismo de investigación, publicó el otro día una interesante entrevista a Mini, que destaca por su sencillez y contundencia. Trátenlo si quieren como un loco, quizás lo más ajustado a la realidad, pero denle también al menos una oportunidad por su trayectoria y hoja de servicios.

"Los bombardeos se han decidido por los intereses privados de las compañías energéticas" atraerá a este blog, sin duda, a más de un lector que teclea en el google todas y cada una de estas palabras para formar este constructo donde está la causa y la culpabilidad en la misma sentencia. Mini no tiene ninguna manera de
demostrarlo directamente, y por cosas como esa pierde argumentos.

Arroja mucho más interés lo de "una misión que se debería haber concluído en días está avanzando muy lentamente". Efectivamente es así. Lo que parecía que iba a ser un coup d´etat a la manera rebelde (acuerdense de la noticia aquella de que Gadafi estaba volando a Venezuela, allá por finales de febrero, inventanda por la prensa occidental para poner a toda la población en la calle y crear desconcierto) y con el Ejército dando la espalda,  ya ha superado la barrera de un mes. Golpe fallido, guerra civil al canto. Como en 1936.

"No es posible saber cúanto durará". Hombre, ayer el portavoz de la RAF anunciaba que la Fuerza Aérea Libia había perdido su capacidad operativa, así como sus sistemas antiáereos, por lo que la ambigua resolución 1972 del Consejo de Seguridad de la ONU, interpretada restrictivamente, ya habría agotado su misión. Empero, se sigue bombardeando, ¿a qué objetivos?

"Las luchas por la dirección de la misión (...) surgen de la auténtica naturaleza del conflicto (...) que no son humanitarias ni para cambiar el régimen de Gadafi". "Se está decidiendo el nuevo equilibrio energético de los estados del norte de África y su control. Gadafi estaba equivocado al creer que se puede sofocar la rebelión como un  simple movimiento del pan, y esto se debe a que las revueltas iniciales fueron sólo el comienzo de un proceso mucho más grande. Están en juego los intereses de las empresas de energía y todos los países quieren tener su voz en el nuevo reparto"

Vamos, que el general Mini dice que es todo cosa de las empresas energéticas privadas, hasta el punto de aseverar que, en el caso de su país, lo mejor sería apartarse prudentemente y dejar que el antiguo monopolio estatal petrolero ENI tire p´lante, porque al final siempre sale ganando. Su postura tiene bastante lógica, por lo que le toca de militar y de italiano (un pasito p´lante, un pasito p´atrás), ahora bien, ¿cúanto es de válida su opinión para hablar de los grandes conjunciones de intereses que son las empresas petroleras?

No mucho, la verdad. La pena es que lo que se está viendo sobre el terreno le da la razón, y no hace falta ser militar para verlo. Ya conocen la postura de Alemania: ha retirado sus barcos, se abstiene en la votación del Consejo de Seguridad y ahora vive su propia tormenta política, un poco exagerada porque la postura está bien clara. Mientras tanto, el Ministro de Defensa que podía conocer un poco lo que se estaba montando, dimitió hace poco por haber plagiado su tesis doctoral. Una tormenta perfecta.

¿Qué se juega Alemania en Libia? De los 1´5 millones de barriles diarios que exportaba el régimen de Gadafi, 300.000 los sacaba directamente el gigante químico alemán BASF. Ojo, gigante químico y no petrolero. Es un caso muy curioso: las compañías petroleras internacionales jamás han intentando la integración vertical superior, más allá de la ruta que va del pozo a la gasolinera. Jamás han dado el salto de, queseyo, ya que sacan el petróleo, montar también plantas químicas y de otros productos derivados del petróleo.

Dirán que es para superar los problemas del monopolio, pero eso es fácil con sociedades-pantalla y subsidiarias. ¿Alguno de los lectores vascos se ha preguntado alguna vez por Petronor y su estatus? Pues eso. Y un saludo a Jon Josu Imaz. Con BASF eso no pasa: el gigante de Ludwigshafen, que recientemente ha presentado beneficios por valor de 6.000 millones de dólares (atención: es una empresa industrial y no un banco) siempre ha tenido que batallar por su cuenta, porque Alemania -la cuarta economía mundial, el primer exportador del mundo per cápita- jamás ha contado con una petrolera nacional, con los problemas que eso conlleva.

En esta interesante entrevista de la BBC el 24 de febrero a un responsable de la corporación alemana este dice que "hay falta de información" y que hay que ir "muy cautos". Y tanto, como es más que probable que en el proximo reparto petrolero, que sin duda se hará, los alemanes tendrán que volver a salir a comprar el petróleo (y sólo les vale el Sweet Light libio, para eso tienen optimizado sus complejos sistemas químicos, y no para otro API) al crudo -perdonen el chiste fácil- mercado internacional, que se maneja en dólares y bajo reglas muy distintas a las de la extracción, refino y uso final integrado verticalmente sin pasar por intermediarios.

BASF operaba en Libia con la subsidiaria Wintershall, en activo en el país desde 1958, esto es: prácticamente desde que salió la primera gota de petróleo libio, de la mano de Enrico Mattei del ENI. Sus campos petrolíferos están lejos de la costa, a unos mil kms. al sudeste de Trípoli y 350 kms. al sur de Bengazi. Las explotaciones se llaman As Sarah, Jakhira, Nakhla, Tuama y Hamid, y recientemente les habían otorgado derechos de exploración en una superficie inexplorada de 11.000 km. cuadrados y una participación en el yacimiento marino de Al Jurf (compartido con Total y la petrolera local NOC), que por cierto está operando normalmente durante todo el conflicto.

En la  parte nueva a explorar, donde ya habían conseguido perforar con éxito tres pozos -no son como los de las películas de James Dean-, iban de la mano de la compañía Norks Hydro. ¿No les dice nada el nombre? Sí hombre, una de la compañías petroleras noruegas -no confundir con Statoil-, casualmente el otro país que se ha dado de baja en la coalición al ver el asunto tan claro como lo está viendo Fabio Nimi y cualquiera con dos dedos de frente. Es una guerra petrolera, y cuando acabe se renegociarán los contratos ya firmados. ¿Adivinan quien va a perder y quien va a ganar, y porque es inútil que las fuerzas armadas de un país participen en una operación militar de la que no van a sacar nada que ya no hayan perdido?
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No tiene sentido y no tiene nombre: eso sí, juntas ambas cosas y tiene su lógica...
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Una quinta parte de los Tomahawks de la Marina británica, usados en el conflicto libio. Tampoco es que tengan un gran número, pero ¿quien paga la factura en un país tan endeudado y con vergonzosos recortes en Defensa y en su centenaria tradición militar? Por favor, que nadie piense que la factura militar va a salir gratis...

martes, 22 de marzo de 2011

Los aviones aliados no son derribados, caen por sí mismos

  

F-15 sembrando la paz
Parece que no todo hila fino en la coalición occidental reunida para la ocasión de bombardear Libia. Hay recelos, aunque no manifestados de esta manera, a la preponderancia y el entusiasmo con el que ha acogido Francia la oportunidad.

Recuerden: el primer ataque, francés; la conferencia-farsa para decidir lo que ya se había decidido, en París; el único portaaviones en el escenario -y para su estreno tras sus múltiples problemas-, francés. Parece que hay prisas para recuperarse de lo de Irak, cuando un Sarkozy ministro en ascenso se dedicaba a asetear a su compañero de partido y enemigo íntimo -llegaron a ir a juicio- Dominique de Villepin.  

Como los franceses no son muy queridos en Europa, ha habido países que se han aprestado a mostrar sus reservas. Noruega, Alemania y, especialmente, Italia, que mantiene una histórica relación de odio hacia el vecino transalpino. De España no se sabe nada, puesto que nunca hemos llevado la contraria a Francia, ni a sus nada ocultos planes hegemónicos en lo que consideran su África y entre la que se incluye -esta bien indicarlo- Marruecos, nuestro vecino y no el suyo.

El caso alemán es más peculiar: se abstuvo en el Consejo de Seguridad, donde tiene una de las plazas rotatorias, y llueven los cuchillos entre Berlín y París. Se puede entender esto como quieran: el miedo alemán a las intervenciones en el extranjero, un sentido homenaje a Rommel y los Afrika Korps que combatieron en el mismo escenario hace setenta años, o los intereses de la BASF, una de las escasísimas compañías privadas no petroleras que extrae directamente el petróleo que necesita. Lo hace, o hacía, en Libia, por si les puede resultar de interés.

Además, otros países han mostrado sus recelos ante lo que consideran una extralimitación del mandato de las NN.UU: no ya Rusia y China, siempre recelosos de la proyección militar estadounidense, sino también Brasil, ese país que intenta jugar en primera división cuando es un país de chiste, la eterna promesa irrealizada y, sin salir del tema que nos ocupa, un enano militar, por poner un término fino. Estaría bien comentar el desaire de Lula a Obama, pero como el primero es un personaje tan lamentable no merece la pena. Como dicen los brasileños "aquí es todo grande", especialmente su ego.

En fin. Mientras siguen cayendo las bombas pacíficas, hay algunos detalles muy divertidos. Por ejemplo, Obama diciendo que retirará su cobertura dentro de poco, y que la habían aportado porque sólo ellos tienen la capacidad de desarticular las defensas antiaéreas sin poner en riesgo sus propias fuerzas, lo que se llama sencilllamente "Tomahawk", y también un buen tirón de orejas a Sarkozy y sus ínfulas. El coste de la primera oleada de ataques sube a 1.000 millones de dólares. En la Guerra del Golfo de 1991 una parte muy importante de la factura de la guerra la pagó Japón, aquí no se sabe.

Mientras tanto, continua la propaganda, quizás el único punto de interés en esta ópera bufa. Derribado ("fallo mecánico") un F-15E estadounidense sobre suelo libio. Tampoco se sabía que estuviesen en el teatro de operaciones. Uno de los pilotos ha sido rescatado por los rebeldes y el otro, por tropas de EE.UU, de las que tampoco se sabía que hubiese en territorio libio. Seguro que llegaron, cogieron al piloto infortunado, y se fueron. En cuanto al "fallo mecánico", están bien recientes las imágenes del domingo donde un avión rebelde es derribado con un MANPAD de su mismo bando.  Mira que es mala suerte que te venga un fallo mecánico sobrevolando suelo enemigo en plena misión de guerra...pero bueno, todo sea por mantener el increíble récord de este avión (104 aviones enemigos derribados, ninguna baja), por eso del orgullo propio de los militares...

Cómo se parecen todas las guerras entre sí.
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En Fukushima han conseguido volver a poner en marcha el circuito de refrigeración de los reactores y parece que el peor peligro ha pasado, aunque seguirán las emisiones de vapor radioactivo durante semanas. Queda claro, tras la noticia de TEPCO del domingo sobre que no volverían a recuperar la instalación, que se perdieron los primeros días intentando salvar la central. El problema de la energía nuclear no es esta energía en sí, sino la codicia: en una situación de tener que elegir entre la seguridad y la codicia, ya hemos visto quien ha ganado.
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¿Y qué? Si esta gentuza ha llegado a insinuar que se sacaron cadáveres congelados para ponerlos en Leganés...no hay calificativos para definir el periodismo que hacen y, desafortunadamente, tampoco Código Penal adecuado.

domingo, 20 de marzo de 2011

Las bombas aliadas no alcanzan personas, sólo objetivos

Chinook supuestamente libio en perfecto estado hasta ayer
Ayer a las 17: 45 aviones militares franceses alcanzaban sus primeros objetivos sobre suelo libio. A esa misma hora, el peculiar presidente de esta gran nación comparecía en rueda de prensa tras la cumbre urgente en la que otros jerarcas de las democracias habían decidido bombardear Libia.

Empezó su rueda de prensa diciendo precisamente eso, como en las películas: que sus aviones ya estaban bombardeando. Como en las películas de pesadilla, me refiero. El panorama era desolador, porque la foto de grupo se había hecho bajo un gran cartelón donde se podía leer algo sobre Libia o algunas otras tonterías puestas en letras grandes, las de la propaganda.

Miren, yo creo -como dijo Obama al recoger su Premio Nobel de la Paz (sic) en Oslo- que hay guerras justas e injustas, guerras que se tienen que combatir sí o sí, o guerras que necesitan otro desarrollo. Yo creo que una guerra a Gadafi siempre es justa, y sobran los motivos desde hace décadas, lo que me fastidia especialmente es la sensación, repetida guerra "humanitaria" tras guerra "humanitaria", es que hay mucho de engañifa y aguachirri tras cada una de estas acciones. Me molesta la propaganda obtrusa y siniestra con la que nos bombardean.

Los primeros objetivos alcanzados por la aviación francesa fueron cuatro tanques en las inmediaciones de Bengazi. Para ello emplearon a diez aviones de combate, cuatro de reabastecimiento en vuelo y seis AWACS. De los primeros, seis Rafale acantonados en Saint-Dizier, y cuatro Mirage 2000-D repartidos entre Nancy y Dijon, en el noroeste del país. El País dice hoy, en portada y sin ruborizarse, "20 cazas", porque en la ignorancia, el desinterés y la propaganda todo suma igual: manzanas con peras, por ejemplo.

Rafale volviendo a base. Sólo hay dos góndolas vacías por aparato.
Parece que había especial interés porque la primera acción fuese por parte de los franceses, quizás para suturar las heridas -aún supurantes- de Irak, quizás para evitar la parte más negativa para EE.UU, que como siempre llevará la parte del león de las operaciones militares. Fíjense en la imagen superior distribuida por la propaganda francesa, con dos de los Rafale atacantes volviendo a la base.

De las nueve góndolas de amarre de armamento por aparato, sólo están vacías dos. Conserva cuatro misiles aire-aire y tres depósitos de combustible (los pepinos grandes más cerca de los reactores), debido a lo largo del desplazamiento hasta Libia. Esto condiciona la eficacia de la acción: dos bombas por aparato dan doce bombas arrojadas. Cuatro tanques destruidos. Propaganda eficaz, porque el grueso del ataque vino después.

Efectivamente, unas horas después el Alto Mando de EE.UU comunicaba que su flota y la del Estado número 51 de la Unión (Reino Unido) habían lanzado 112 Tomahawks sobre objetivos libios, singularmente baterías antiáereas según la doctrina estratégica imperante. Los misiles de crucero habían sido lanzados desde buques en la zona, singularmente los destructores USS Barry y USS Stout, y los submarinos USS ProvidenceUSS Florida, y USS Scranton.

Por supuesto, porque estamos en esta parte del bando contendiente, nos habían informado las semanas antes de las "masacres" -ni una imagen, han llegado a decir que los leales a Gadafi se llevaban los cuerpos-, de ciudades destruidas (ni una imagen) y de misiones humanitarias que implicaban llevar buques de guerra hasta puertos soberanos libios. Ahora nos dicen que caen cuatro tanques y 112 misiles que nunca se equivocan sobre "objetivos".

Los tanques no se conducen solos, hay un mínimo de cuatro hombres por unidad. Las baterías antiaéreas tampoco, con un mínimo de tres personas. Eso, obvio es decirlo, hay que sacarlo implícitamente de la propaganda militar consistente en el éxito de estas operaciones quirúrjicas, donde supuestamente nunca hay bajas. Me atrevo a decir que ayer hubo más muertos en suelo libio que en cualquier otro día desde que estallase el conflicto, allá por el 15 de febrero. Y no hacen falta imágenes, basta saber la eficacia de las armas de occidente y el número que se han arrojado. Sin embargo, las bombas caen sobre objetivos, no sobre personas. Y disculpen si soy subjetivo en esta peculiar medida de la vida humana.
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Japón y su caza stealth. La brecha tecnológica entre los nipones y los chinos se mide en décadas, pero es mucho mejor azuzar el fantasma del incremento del presupuesto militar chino en un 12%. Si muchos analistas cifran la inflación en la dictadura comunista en torno a un 10%, el incremento se queda en un 2%...
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Un buen ejemplo de propaganda. Huele mal todo. Especialmente inquietante la silueta de las bombas arrojadas sobre Belgrado, a falta de mejores éxitos militares. Y también la musiquilla final. Por favor, no dejen de fijarse en la fecha del vídeo. Y en la siniestra silueta del "gran éxito" de las bombas lanzadas sobre Belgrado.

sábado, 19 de marzo de 2011

Ganas de guerra, vía aérea libre

Visera y gafas de sol: bajen los focos, por favor
Ayer Gadafi, en un claro ejemplo de perfidia moruna, dijo que detenía las operaciones ofensivas para intentar aplacar las poco ocultas ganas de bombas y sangre de esa entelequia que es "la comunidad internacional". Evidentemente, nadie le creyó, porque es inútil creer a una persona con el historial del libio. Como en tantos otros ámbitos, lo que se pretende con estas medidas de "alto el fuego" cuando se está llevando la iniciativa, es simplemente ganar tiempo.

Al menos hoy uno se despierta con noticias de que se ha bombardeado Bengazi, y ya dicen que ha sido Gadafi. Difícil comprobarlo en la guerra de propaganda, porque Gadafi dice que no ha sido él. No es una persona muy de fiar, y menos en su estado mental, pero lo que parece claro es que una vez desplegadas las fuerzas -ayer la base de Morón de la Frontera era un hervidero de aviones- es muy difícil que se replieguen sin ejecutar su misión.

Hasta nuestro presidente del Gobierno ha anulado su agenda oficial y permanece en Madrid atento a la crisis. Ya ha ofrecido seis F-18 (¿los mismos que bombardearon Belgrado, para que puedan seguir poniendo bombitas de éxito en sus flancos?), y el martes pedirá autorización al Congreso, una medida que fue de las primeras en implantar en su primer mandato, y que me parece muy acertada y democrática. Total, ya están todos convencidos de la necesidad de la intervención, y así la medida democrática se convierte en una claque unánime.

Es de suponer que la maquinaría bélica de EE.UU, mucho mejor engrasada que la española y con un presidente con poderes ejecutivos de guerra, no va a esperar hasta el martes. Entre hoy y mañana empezarán a atacar objetivos en Libia, siempre sin víctimas colaterales y con eficacia quirúrjica: ya nos informarán de ello, esperemos que con el mismo tino y acierto con el que han ofrecido esas imágenes de barrios arrasados, edificios ametrallados y las "masacres".

Ante este nuevo escenario hay varias cosas interesantes a tener en cuenta. Al parecer, según el Tratado de Buena Amistad firmado entre Italia y Libia en 2009, no se puede atacar al país africano desde bases instaladas en el país europeo. Habrá que estar atentos a ver desde donde van a operar los aviones "aliados" que gentilmente se han ofrecido para bombardear: los americanos pueden operar desde el portaaviones de la VI Flota. En el bombardeo de Belgrado la gran mayoría de los aviones de la OTAN salían desde Aviano, el macrocomplejo aéreo -almacenan hasta armas nucleares tácticas, una hipocresía en un país denuclearizatto como Italia- situado en Vicenza.

También puede ser que Italia, haciendo gala de una tradición irredenta, haga del tratado papel mojado y cambien al son de la voz que va ganando. Lo llevan en sus genes y en su historia. En la I G.M tenían que haber entrado en guerra, en virtud de los pactos y alianzas previos, con las potencias centrales. Para cuando lo hicieron, en 1915, lo hicieron con el otro bando. En la II G.M más de lo mismo: tras ir de la mano con Alemania, en 1943 y tras el desembarco aliado en Sicilia, el Gran Consejo Fascista destituye a Mussolini y se pasa a los aliados de la noche a la mañana, ¡intentado pasar en la posguerra como potencia vencedora y no derrotada!

Mig-23 derribado esta noche en Bengazi. Nótese la altura.
La argucia, genuinamente italiana -si cuela, cuela, y si no, nos quedamos como estábamos- no pasó, pero al menos evitaron un juicio equivalente a los Nuremberg o Tokio, y gran parte de los jerarcas del fascismo se reciclaron en la vida civil, una especie de Transición a la española avant la lettre: reconciliación, paz, consenso y mucha, mucha mierda por tragar, la equivalente a ver a los responsables que llevaron al país al desastre disfrutando de un espléndido retiro en el mismo país, intocados, intocables e invulnerables.

Ya verán como nadie se hará responsable del Tratado de Buena Amistad firmado con Trípoli. Ni Berlusconi -ya tiene abogados especializados en todo tipo de casos, incluyendo corrupción de menores-, ni Frattini, ni La Russa, ni Maroni, ni ninguno de esos impresentables que iban de francachela con su amigo el libio, que en los pocos años en los que ha durado el tratado lo celebraba como un cumpleaños personal, especialmente para pedir más regalos.

Esto decían en fecha como el 24 de febrero, pero con los aviones ya armados y dispuestos a bombardear, ya pueden apelar al mandato del Consejo de Seguridad de las NN.UU o al Santo Espíritu, que todo valdrá como vale cualquier acuerdo con este peculiar país. Fíjense que ayer mismo, 18 de marzo, el discurso ya se había modulado para adecuarse con los nuevos tiempos, e Italia ya estaba dispuesta a ceder sus bases -imprescindibles para evitar rodeos-, ejerciendo una vez esa capacidad para el doble juego que les ha permitido cambiar de bando en las dos guerras mundiales.

Otro aspecto a tener muy en cuenta cuando empiece la operación de tiro al blanco es ver cómo se utiliza el espacio aéreo de los países confinantes con Libia. Tras saber que había agentes británicos sobre el terreno desde al menos cinco meses antes, y que un holandés estaba perdido en Sirte y no había ido a Trípoli como el resto de sus nacionales a coger una avión de vuelta a su próspero y riquísimo país -por eso hubo que enviar en secreto un destructor y un helicóptero con tres marines a rescatar a él y a su misterioso acompañante, del que no han facilitado la nacionalidad, manda huevos-, espero que a nadie le parezca casualidad la graciosa sucesión de acontecimientos que han llevado al cambio primero en Túnez y después en Egipto.

No es probable que ambos países hubiesen dejado su espacio aéreo para un bombardeo sobre Libia. Aparte del precedente de 1986, donde ningún país dejó pasar a los F-111 que partieron desde Inglaterra, hay uno mucho más reciente, rara vez recordado, y que afecta a todo el mundo musulmán, si es posible aplicar esa categoría a países tan heterogéneos. Y es un precedente muy querido en esos países porque habla de un país con el que comparte religión que se enfrentó a EE.UU de una manera gravísima, venció y apenas ha sufrido las consecuencias.

En 2003, cuando la agresión a Irak que se había ganado por méritos propios Sadam Hussein y para lo que se inventaron lo de las armas de destrucción masiva (perdiendo toda legitimidad), la maquinaria de guerra de EE.UU había desplegado nada menos que al Séptimo de Caballería (sí, existe) en Turquía. Lo habían hecho incluso antes de esperar a la resolución de la ONU que finalmente nunca se produjo, dando buena muestra de sus aviesas intenciones sobre el derecho internacional, el unilateralismo y la forma de explotar a un aliado fiel como Turquía.

A pocas horas de comenzar la invasión del 20 de marzo, el primer ministro turco Erdogam negó el permiso para que se realizase ningún ataque sobre Irak con tropas acantonadas en su territorio. Atención: un líder de un país subordinado a EE.UU le niega ese permiso en las horas previas, con todo ya preparado. Hace falta tener lo que hay que tener para hacer eso, bastante más significativo que no levantarse ante el paso de la bandera de las barras y las estrellas, o que ir al rancho de Texas a fumar puros y practicar inglés de Quintanilla de Onésimo.

Aunque al asunto no se le dio ninguna relevancia, si que la tuvo. La más inmediata, que el ejército de EE.UU no pudo hacer la operación de pinza sobre Bagdad y que, en vez de tomar la capital en cinco-seis días, tardó doce. Las tropas del VII de Caballería tuvieron que volver a ser embarcadas y llevadas a Arabia Saudí. Los turcos, también, tuvieron mano libre para capturar a varios cientos de kurdos muy activos del norte de Irak. Sin embargo, más allá de los efectos prácticos, la lección fue muy comentada en el mundo árabe: unos que desafían a EE.UU y se salen con la suya. Demasiado importante como para dejarlo correr. Se pudo hacer y se podría volver a hacer.

Pues bien, en vista de la refriega libia, es simplemente casualidad tener expedito el espacio aéreo de Túnez y Egipto, que desde luego no estaba asegurado hace mes y medio en caso de una situación similar. Menos mal que las revueltas han sido "espontáneas", por "twitter", por un vendedor de fruta que se quemó y que han sido en Túnez y Egipto y, queseyo, no en Mauritania, Siria y Omán. Mejor juntitas y agrupadas, como en el dominó.
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"TEPCO ha anunciado que aumentará a 150 milisievert el límite de radiación al que pueden exponerse los empleados de sus centrales debido a la necesidad de atajar la situación en Fukushima. Hasta ahora este límite estaba fijado en 100 en cada turno de trabajo"

Y cuando pase otra como esta, las autoridades ya irán alzando los límites máximos para decirnos que estamos todavía dentro de lo normal. ¿Que no? ¿Y que hacen actualmente con las mediciones de contaminación en las grandes ciudades? Lo dicho: en las democracias lo hacen más fino
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España profunda y milenaria. Atención al cuidado urbanismo de las edificaciones. El complejo, obvio es decirlo, no se derribará.

viernes, 18 de marzo de 2011

There will be blood (Oil!)

Hermanando blogs
Hoy les traigo el título original de una película americana de 2007, que me han dicho que es bastante buena. A mí me interesa el título, incluso el de la novela en la que se basó primigeniamente (entre paréntesis). Si no les gusta, a lo mejor les parecen más apropiadas las versiones en castellano peninsular (Pozos de ambición) o argentino y méxicano (Petróleo sangriento)

No hay mejor título para la película que se acerca a su fase de desarrollo o nudo -pasada ya la presentación- y cuyo rodaje está basado en Libia. Ayer el Consejo de Seguridad de las NN.UU autorizó, en una medida con poquísimos precedentes por su urgencia y celeridad, el uso de la fuerza para actuar sobre la actual situación en el país mediterráneo. Se trata de la resolución 1970 de este organismo que sigue sin hacer cumplir las más famosas resoluciones sobre los territorios ocupados en Palestina.

Ya tiene entrada en la wikipedia y se pueden ahorrar leer la tremenda hipocresía diplomática de la resolución en bruto, nunca mejor dicho. No dejen de reparar en el hecho de que ha sido impulsada por el representante libio ante la ONU, uno de los primeros en desafeccionarse del régimen de Gadafi, debió ser como en el tercer o cuarto día de las protestas, cuando lo de las "masacres".

No habrá zona de exclusión aérea, simplemente se autoriza un uso extensivo de "la fuerza", el embargo de armas (para eso ya están recientemente aseguradas con un cambio de régimen las fronteras de Túnez y Libia, además de infestado de barcos el golfo de Sirte y las costas de Trípoli y Bengazi), congelación de bienes y cuentas en el extranjero vinculadas a los jerarcas del régimen y bueno, la obligación de los estados miembros de prestar ayuda humanitaria, la coartada necesaria. Lo tienen in extenso aquí.

Probablemente se preguntarán porque el famoso Consejo de Seguridad (cinco miembros permanentes con derecho a veto, 10 rotatorios) no demuestra igual celo en Birmania -esa provincia china-, Corea del Norte -ese experimento del estalinismo y el ultranacionalismo-, Israel -ejem-, Georgia o Zimbabwe, por ponerles algunos ejemplos. Las razones hay que buscarlas en el subsuelo de cada país, pero como es una explicación evidente, maniquea, manoseada y realmente burda, dejémosla para otro día.

A Libia se va con todo. La zona de exclusión aérea no sirve para gran cosa y por eso se autoriza genéricamente "la fuerza", que engloba lo primero. Y todo tampoco significa gran cosa para la potencia militar de Occidente, que siempre recupera para la ocasión la palabra de la II Guerra Mundial "aliados". Como va a ser un ejercicio de tiro al blanco, algunos países muy pintorescos han sido los primeros en apuntarse a la refriega.

No me refiero a Francia,que ya ha dicho que los primeros bombardeos tienen que ser en "horas" -antes de que la familia Gadafi saque los papeles de la financiación electoral de 2007, a ser posible-, o Reino Unido -como expliqué en otra ocasión, siempre voluntarios en cualquier sarao militar-, me refiero a Dinamarca (¿?), que ya había anunciado días antes que tenía cuatro F-16 dispuesto a ir a bombardear, o Canadá, dispuesta a enviar seis F-18 con el mismo fin.

No todos los días se presenta la oportunidad de hacer un ejercicio con fuego real enemigo, aunque sepan perfectamente que es inofensivo. Previamente, y como establece el uso de la doctrina militar de EE.UU, caerán los misiles de crucero sobre los búnkeres del régimen, a ver si por casualidad lo descabezan. Si alguno se desvía a la embajada china, pues habrá sido un error del GPS.

Por su parte, Gadafi ayer lanzó un nuevo llamamiento en su línea de locura. Como es tabú hablar de las enfermedades mentales, y de los líderes políticos más, hace tiempo que en las democracias convivimos con políticos en ejercicio con Alzheimer, paranoia u otro tipo de dolencias psiquicas graves. En las dictaduras se da por hecho que están chiflados. El Gadafi actual no es muy diferente del que bombardea el Chad en los ochenta, financiaba ataques terroristas o minaba el Mar Rojo, pero ahora es todavía más malo.

Fíjense que ayer tuvo la osadía de compara su marcha sobre Bengazi con la de Franco sobre Madrid en 1939. Daría para un buen post la admiración que Franco ejerce sobre los dictadores -no en vano ganó una guerra civil de tres años y se mantuvo en el poder casi cuatro décadas sin ninguna revuelta en un país relativamente desarrollado y europeo- de ayer, hoy y siempre, por los méritos antes reseñados.

El problema es que el ejemplo no es muy bueno. Franco intentó marchar sobre Madrid en 1936 y dio media vuelta. En 1939, gracias al golpe de Casado, entró sin pegar un sólo tiro, como hizo en Barcelona. España es así. El baño de sangre vino después, y durante bastantes años. Supongo que Gadafi desconoce todo eso: lo raro sería que lo supiese.

En fin, al margen de esto, también ha anunciado que en el momento en que se vean atacados -más incluso que deteniendo soldados uniformados de potencias extranjeras en su propio territorio, como hace semanas- atacarán a los buques estacionados frente a sus costas. Pues muy bien. No creo que lleguen a lanzar ni un misil que no sea un Scud.

Lo que es seguro es que habrá sangre. Lo ha autorizado la ONU. Y después, petróleo, porque ya verán que los pozos van a salir intactos.
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En este pintoresco gráfico de El País, destinado a jugadores de Risk, no sobresale la habitual tontería de considerar las fuerzas de Libia bajo listín de revista de armas (como el que utiliza una foto de cuando tenía 23 años y tiene 50 años), perfectamente inmaculadas e indemnes, sino también eso de "zonas prohibidas para la aviación de Sadam". Me he estado riendo un buen rato.
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Un análisis bastante racional, si es que cabe cuando se dicen años, y a continuación se añade (o siglos) entre paréntesis. Porque no es lo mismo uno que ciento.

jueves, 17 de marzo de 2011

La nube radioactiva llegará a California mañana

Una explosión "controlada". Tu sentido común no vale un higo
Hola amigos, mientras los agentes interesados en la industria nuclear, la física nuclear a nivel académico o la simple y pura propaganda siguen diciendo que la gravísima situación de la central de Fukushima no revestirá mayor problema, lo cierto es que esta acertada animación del NYT indica que la nube radioactiva llegará a California y la costa de Canadá mañana mismo.

Seguramente no pasará nada, claro. Como no iba a pasar nada en el reactor número cuatro, y ahora resulta que el Ejército de EE.UU dice que es el mayor emisor de radiaciones "intensas". O el parte de bajas oficial, donde se habla de veintipico trabajadores irradiados, dos "desaparecidos" -si que es grande la central, sí, que se llega a perder la gente- y demás bajas de diverso tipo, aunque con un elemento en común: una central nuclear descontrolada.

No voy a hacer una recopilación de las chaladuras que se han leído estos días por ahí. En El País han entrevistado a varios físicos nucleares -uno de ellos llegó a afirmar que no iba a haber ningún muerto-, cada uno de distinto pelaje y galones a mostrar, todos muy cautos a la hora de hablar de las consecuencias. Que cada uno lo busque, que bastante propaganda y altavoces han tenido a su disposición.

Ahora cambiarán y dirán "claro, no nos informaron". Tampoco a mí, pero en estas situaciones siempre hay que temer lo peor y sospechar de la información oficial, ya de por sí propaganda para el consumo de las masas y, en estas situaciones de crisis total, aún más. Por ejemplo, en este maravilloso blog -sin ironía- se atiza a la propaganda y al mismo tiempo se sigue cayendo en lo mismo: "El alcance de lo peor de Fukushima va a ser, fundamentalmente, japonés y quizá de algunas zonas periféricas". Miren el enlace con el que empezaba.

Ya, ya: llegará radiación tamizada, inexistente, "un bichito que si se cae de la mesa, se muere" y todo eso, especialmente si la comparamos con la que se van a comer los japoneses, aunque según el mismo autor "las dosis de radiación medidas fuera del perímetro de seguridad hasta el momento son en total tan cancerígenas y teratogénicas como un paquete de cigarrillos". Será eso.

Ahora bien, queda el plutonio. Al parecer, la empresa pública francesa AREVA (70.000 empleados) estaba experimentando en el reactor número tres con un combustible a base de plutonio. Quizás sea por eso por lo que cuentan con tan buena y previsora información en el país de las baguettes, la Torre Eiffel y las 58 centrales nucleares. También se juegan una buena parte del pastel nuclear que, ahora mismo, se ha caído de la mesa. Boca abajo, como siempre.

El plutonio es, dentro de lo nuclear, lo peor. De momento sale cesio y los materiales más volátiles. El plutonio, si acaba saliendo, dará bastantes más problemas. Una vida media en organismos vivos de 200 años. Quizás no llegue a California el plutonio, pero si llegará a la cadena trófica y, sin conocer muy bien las corrientes marinas del Pacífico, no hace falta ser un Magallanes para recorrer el mar en su totalidad, simplemente ser un pez.

Pero bueno, ¿para que estar alarmados? Total, para eso Japón está en el "Extremo Oriente" y no, por ejemplo, en el "Cercano Magreb". Y como no es una economía exportadora, no tengo porque temer que el chip de mi próximo ordenador vaya a venir irradiado con Cesio-137, porque para entonces las autoridades de mi país ya habrán subido los umbrales máximos permitidos de radiación. O el motor de mi Toyota.

Lo nuclear es bueno y es tu amigo. Salvemos los puestos de trabajo del sector, a pesar de tratarse de centrales amortizadas y con caducidad vencida. Este vídeo se hizo una semana antes del accidente de Fukushima. Riamonos todos, ahora que podemos.
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Un muy buen preguntas-respuestas sobre Fukushima en Le Monde.
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Entrevista de lectura casi obligatoria.
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Al parecer, Libia financió la campaña presidencial de Sarkozy en 2007. Suena un poco a pataleta sucia por el reconocimiento que ha dado Francia a los rebeldes, pero después de los casos de la Ministra de AA.EE -ya dimitida- haciendo sus vacaciones en Túnez, y otro alto cargo en Egipto, todo a gastos pagados por los sátrapas locales, es bastante plausible.
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La propaganda continúa en Libia, con periodistas amaestrados escribiendo fielmente cualquier tontería: "ayer emplearon por primera vez dos cazabombarderos Mig abandonados por el Ejército del Aire tras salir de estampida los pilotos y oficiales en los primeros días de la revuelta. Atacaron, decía el Consejo Nacional, un navío de guerra en el Mediterráneo".

miércoles, 16 de marzo de 2011

El peligro está en el reactor número cuatro

Chinook camino del reactor tres
Las peores noticias están llegando desde primera hora de la mañana. En esta imagen sacada del footage de la televisión japonesa se ve a un Chinook camino de Fukushima con la intención de dejar caer su carga sobre el núcleo del reactor tres.
Lo que parecía una vasija que iba a resistir -no como el de Chernobyl- se ha perdido completamente, porque sólo así se explica que ya esté hablando de tirar agua directamente al reactor, o incluso ácido bórico. Como en Chernobyl.

A estas alturas de la película de pesadilla que nos está tocando vivir en lo que me parece el suceso más importante de la última década ya no se puede creer nada de lo que digan las autoridades japoneses, completamente desbordadas por la situación. Se perdieron las primeras y preciosas horas intentando salvar la central y evitando utilizar agua de mar para la refrigeración del núcleo -la corrosión hace que jamás se pueda volver a utlizar, si es que había alguna posibilidad-, y ahora ya sirve de poco.

Nos dicen que los operarios tienen que descansar, y si lo hacen es porque el nivel de radioactividad es tan alto que no pueden hacer labores continuas. En Chernobyl había turnos de ¡seis minutos! y una cadena humana. También nos dicen que el Ministro de Sanidad nipón ha autorizado elevar el límite legal de radiación para así lavarse las manos por los trabajadores que se están exponiendo a radiaciones que intuyo mortales de necesidad. Fantástico. Como dice un amigo mío, es que en las democracias son más finos.

Perdonen la referencia, pero aquí ya hay que hacer como en el 11-M. Cuando salía Acebes en la tele para anunciar una nueva nueva, hacía ya varias horas que la había comunicado la SER. En este caso hay que darle toda la razón a la Agencia de Seguridad Nuclear Francesa, la única que desde el domingo -cuando se mezclaban noticias esperanzadoras con feos indicios- ha ido diciendo lo que después se ha confirmado de manera lamentable.

Lo último que han dicho a la hora en que escribo esto es que el problema principal no va a venir de los conocidos reactores dos y tres -y eso que el helicóptero ya no puede actuar debido a la alta radioactividad, algo que puede indicar que la vasija está más dañada de lo que se dice-, sino del reactor cuatro, que ya ha sufrido dos incendios.

El cuatro, que está pegadito a los anteriores y un poco separado de los cinco y seis, se parece a estos dos últimos en que en el momento del maremoto estaba desconectado de la red por labores de mantenimiento. Sin embargo, ha empezado a calentarse y, lo que es más grave, el problema viene de la piscina donde se guarda el material radioactivo agotado.

Ahí no hay protección. El calor de los incendios ha hecho evaporarse el agua y ahora no hay posibilidad de bombearla de nuevo. Ahí no hay que esperar a la vasija ni la protección: si se incendia, el material radioactivo iría directamente a la atmósfera. Lo he leído aqui, en lo que parece el sitio más serio y previsor sobre la crisis. En lo que va de mañana no han vuelto a decir nada del reactor número cuatro. Y el tiempo sigue corriendo.
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Miren que wikileaks más interesante conocemos hoy. La AIEA había advertido a Japón de los riesgos de sus reactores en caso de terremoto, hace dos años. El País, que también tiene acceso a wikileaks, no debía haber buscado un documento de este tipo, por eso lo publican en el Telegraph.
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De lo mejor que he leído sobre el peor de los escenarios posibles en Japón. Bien escrito, divulgativo y sin catastrofismos añadidos: la realidad ya es suficientemente aterradora.
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Vaya, parece que la vasija del reactor ya no es tan segura como decían.
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¿Conclusión? En España, que es un país que no sabe de sequías, Cofrentes, Trillo, Garoña y Almaraz se construyeron en nuestro secano. Fantástico el dato ese de una central con 19 reactores, supongo que cerca también habrá monedas de tres euros y un periodista analfabeto, que nunca falta en estas salsas. Y yo pidiendo una conclusión, qué ingenuidad. Sólo saben copiar y reproducir, y encima mal.
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Militares. Nube radioactiva. El viento.

martes, 15 de marzo de 2011

Kamikaze, viento divino

Se acumulan las noticias sobre la preocupante situación de la central nuclear de Fukushima, en la imagen. Mientras los franceses, que algo saben del tema, dicen que la situación es bastante peor de lo que dicen las autoridades -y así han comenzado a evacuar a sus nacionales de Tokio, casi una despedida a la francesa-, también hemos sabido que hay 50 trabajadores dentro de la central, kamikazes o abnegados ciudadanos, según quieran ustedes.

Su existencia se suponía, porque aunque es una noticia de relleno habitual esos robots japoneses que sirven café y traen el periódico, para este tipo de labores se requiere al ser humano, y no tanto un botón de apagado o encendido. Expertos del ámbito nuclear dicen que mientras sigan pasando las horas es bueno, porque significa la temperatura dentro del reactor va bajando, y mientras tanto van haciendo esas "sueltas" de vapor radioactivo para reducir la presión.

Si finalmente se consigue encauzar la situación -de hecho, ya han informado que se ha podido poner en funcionamiento el circuito de refrigeración de los reactores 1 y 3-, las centrales nucleares habrán demostrado que aguantan lo que les echen: nada menos que un terremoto de grado 9 y un maremoto asociado. Guste o no, es así. Cuando el 11-S y la paranoia siguiente, también se informó que pueden resistir el impacto de un avión. Eso sí, el susto no lo quita nadie. Ni la radiación.

En esas "sueltas" de vapor radioactivo a la atmósfera se demuestra que algo tan complejo como la división del átomo y sus efectos secundarios (bien sea para la producción de energía o para las bombas) influye el azar. Miren el ejemplo del helicóptero a bordo del USS Ronald Reagan, contaminado con radioactividad al pasar por una nube procedente de la central. Al volver al portaaviones los sensores se dispararon. Por prudencia y por buena praxis, han decidido alejar la máquina de guerra del escenario.

¿Se imaginan un buque de este calibre contaminado radioactivamente? Un ecologista dirá que ya lo está, dado que su propulsión es por reactor nuclear, pero me refiero al casco y todo su equipo. ¿Qué marino lo comandaría? ¿En que puerto lo dejarían entrar? ¿Qué piloto aterrizaría en su cubierta? Ni un misil, ni un torpedo, ni una mina, ni un hundimiento: un buque de ese tamaño y esa fortaleza, dado de baja por una simple nube. Radioactiva, eso sí.

Durante la horrible Guerra Fría, la de la amenaza de la destrucción mutua asegurada, uno de los factores más importantes a considerar en caso de ataque nuclear era nada menos que la dirección del viento. Misiles de cabeza múltiple, decenas de megatones, precisión de 100 metros sobre el objetivo, y en todas las simulaciones de lanzamiento el factor más importante era el viento, para saber donde iría la nube radioactiva.

La paradoja de que esa altísima tecnificación y capacidad de destrucción estuviese a merced del viento está muy bien reflejada en esa obra maestra del arte secuencial que es Watchmen (Moore y Gibbons, 1985), por si quieren ver un momento cumbre de las rules of engament y las tomas de decisión. ¿De que sirve destruir una base militar enemiga si la nube radioactiva después va al anillo cerealístico del Midwest americano o a la llanura del Donbass ucraniana o la putzsa húngara? ¿Ganar una guerra para después condenar a la muerte por hambre a la población? ¿Para no poder ocupar un país?

Alguna gente se extraña que se pueda visitar Chernobyl. O que dos de los cuatro reactores de la central siguiesen operando quince años después del accidente. La nube radioactiva, la gorda, la llevó el viento a los pantanos y cenagales de Bielorrusia, donde hay amplias zonas donde no se puede entrar. También dicen que se han convertido en refugios de la fauna, llenas de ciervos y otros mamíferos superiores que, privados de su depredador natural e inconscientes de la radioactividad, se dedican a pastar y procrear, en una Arcadia radioactiva asilvestrada.

Fue el viento, caprichoso él, fue el que hizo que la nube radiactiva acabase en estos parajes y no en el gran área urbana de Kiev (seis millones de habitantes), distante únicamente ochenta kms. de la central nuclear. 25 años después estamos en las mismas: que las nubes de vapor radioactivo, no tan letales como las de entonces, vayan al mar o no se sabe donde, pero no a Tokio, que está también a 80 kms. A merced del viento. Con lo que conlleva esta frase. Curiosamente, kamikaze en japonés significa "viento divino": no puedo imaginarme término más ambivalente para la actual situación en Fukushima y sus "sueltas controladas" de vapor radioactivo.
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Referente a lo de dictaduras y democracias del otro día: "Kan ha ordenado, además, que Tepco no saque a sus empleados de la central". Sus familias serán espléndidamente gratificadas.

domingo, 13 de marzo de 2011

Hacen falta samurais y kamikazes

Liquidadores camino del participio
Efectivamente, el eje de la tierra se ha desplazado con el terremoto de Japón. No se si 10 cm o los miles de kms. que separan Libia del país asiático, adonde se ha desplazado -y con razones justificadas- la atención mundial, especialmente por la crítica situación de una central nuclear gravemente afectada por el terremoto y maremoto de hace un par de días.

Las últimas noticias dicen que el Gobierno japonés cree la fusión del núcleo "muy probable", y estamos hablando de fuentes oficiales, supuestamente más cautas a la hora de afrontar una crisis de estas características, pesadilla común entre todos los mortales -y todos lo somos en vicisitudes como esta- durante las pasadas décadas y un poco olvidada. También habrá algún ecologista bastante contento por la cantidad de, digamos, "argumentos" que estará acumulando estos días. Además, en el país que caza ballenas.

Independientemente de cómo se salde esta gravísima situación, hay varios elementos a tener en cuenta. El primero de ellos, poco recordado en estas últimas horas en las que se ha recuperado el nombre de Harrisburg -y traerán también el Three Mile Island- es que el que el segundo mayor accidente nuclear de la historia sucedió en Japón en 1999, cuando la mayor central nuclear del mundo tuvo un accidente del que fuimos sabiendo los detalles a cuentagotas.

Ya metidos en materia, aprovecho la infausta ocasión para recordar que el segundo mayor accidente nuclear de la historia, a nivel europeo, fue el incendio de la central nuclear de Vandellós I a finales de los ochenta. Les parecerá una salida de tono, pero relacionenlo con que España es también el país europeo donde ocurren más accidentes aéreos -miren el último de Spanair, con la cabina convertida en un camarote de los hermanos Marx y chapuzas mecánicas en un avión que debería estar jubilado-, cuarteles donde se entran a robar fusiles de asalto y, en fin, intento de robo de material nuclear en la fábrica de Juzbado -Salamanca-, un incidente que la diplomacia americana calificó como de muy grave -yo lo llamaría de otra manera-, y lo hemos sabido por wikileaks.

Con esto les quiero decir que el accidente nuclear en curso ha sucedido en Japón, un país un poco serio en estas cosas, por todo los que les trae. Una de las aereas mundiales más densamente pobladas, y por muchas elogiosas cosas que se digan de las construcciones y cómo han resistido la onda sísmica, muy expuesta a que les suceden cosas tan fáciles de afrontar como, queseyo, una fusión de núcleo en una central nuclear. Fusión en cadena que la llaman, y hay que estar preparado para lo que pase.

No parece que haya sido el caso, lamentablemente. Como en la mayor parte de los asuntos que afrontamos en nuestra existencia, las primeras horas son cruciales para evitar males mayores. En el caso japonés han dejado pasar todo este tiempo en la manera tan sencillamente descorazonadora que es de esperar en las democracias.

Chernobyl 1986. No hacen falta más presentaciones ni prolegómenos. Las autoridades soviéticas tomaron una decisión típica de las dictaduras, que en coyunturas como esta se demuestran mucho más pragmáticas y versatiles que este modelo de gobierno nuestro que hemos dado en llamar democracia y forma más excelsa de gobierno, pero que se demuestra muy débil ante determinados desafios.

Tras perder el tiempo en las típicas negaciones de la realidad de las dictaduras, y con el núcleo ya irrecuperable, se envío a unos 2.000 hombres a sellar el sarcófago, que se había colapsado y amenazaba con dejar al aire libre todo el material fisionable. Era cuando había que hacerlo, a pesar de que era enviar a esos hombres a un matadero de muerte nuclear, pero ya se sabe que en esos modelos de Gobierno el valor de la vida humana es el factor menos importante.

Se evitó una tragedia mucho mayor a costa del sacrificio inconmensurable -aquí el adjetivo es más apropiado que en ningún otro momento- de unos hombres que deberían ser honrados mucho más allá de los liquidadores de Chernobyl.  En Japón no parece probable que vaya a pasar algo así, aunque me cuesta pensar que con la tradición de lealtad y entrega del gran país nipón -si toda la humanidad se aplicase de la misma manera de Japón se acabarían muchos de nuestros problemas globales- no sepamos más adelante cómo están actuando contra el accidente nuclear.

A lo mejor el titular les parece un poco coñón y poco apropiado para el escenario de contaminación radiactiva con el que vamos a tener que desayunar diariamente durante una buena temporada, pero hacen falta samurais y kamikazes ahora mismo, y no después, porque las consecuencias van a ser peores. Y si esto les parece rijoso y poco serio, piensen seriamente en que en situaciones como esta las dictaduras son mucho, mucho más efectivas que las democracias, siempre tan pacatas a la hora de calcular eso de que el fin justifica los medios.

Por cierto, olvidénse de la recuperación económica mundial. Vaya tiempos que nos han tocado vivir.

lunes, 7 de marzo de 2011

El libio cogió su misil, ¿quien se lo quitará?

Strela nuevecito en manos de un rebelde
El periodista Juan Miguel Muñoz de El País, al que no había leído conscientemente antes del conflicto libio, se está luciendo. Además de utlizar recortes varios para confeccionar sus crónicas, difunde propangada e informaciones falsas por doquier. Es una vergüenza para el periódico que le paga y para los lectores que lo sufren por su indolencia e incapacidad manifiesta. A saber a qué intereses sirve, aunque es probable que simplemente sea así, sin trampas: un bobo.

Si les parece muy sumario y categórico este análisis, déjenme explicarme. El periodista perpetra este artículo y se queda tan ancho, igual que lleva haciendo unos días. Es una mezcla de romanticismo, ignorancia del más mínimo aspecto militar y la más pura propaganda, como demuestra el primer párrafo. A pesar de que la idea central es que los rebeldes no tienen equipamiento, ni organización, ni estrategia, el zopenco de Juan Miguel Muñoz es incapaz de explicar por qué siguen avanzando. Vamos, lo de la potencia de fuego que les vengo diciendo desde hace días, una variable básica en cualquier conflicto.


Su-24mk derribado. Se ve el escuadrón y el número adscrito
Hace unos días los rebeldes derribaron un Su-24mk en las refriegas en las cercanías de Ras Lanuf. El avión ruso es de los pocos aviones que tiene Gadafi y por eso los economiza, en contra de la propaganda oficial de "matanzas de civiles" -no hay rasto, pero la CPI ya está investigando- y raids aéreos continuos, que sólo serían posibles con una cifra fabulosa de aviones nuevos capaces de efectuar múltiples salidas en un día. No es el caso, insisto. En contra de las imágenes facilitadas de los rebeldes disparando al aire con ametralladoras y antiguos ZSU soviéticos, para derribar un avión de las características del de la foto hace falta mucho más, porque no todo va a ser David contra Goliath y la famosa honda del pastor.

Los rebeldes tienen Strelas, la versión rusa del famoso Stinger popularizado en los años ochenta gracias a que los muyaidines -el germen de los talibanes- contaron con esta poderosa arma en su lucha contra la ocupación soviética de Afganistán. Creo que aparece en Rambo III. Se los daba directamente la CIA, y así derribaron múltiples Mi-24, Su-22 y, conviene recordarlo, cualquier cosa que volase, porque después la emprendieron hasta con las cometas.

Sólo con ver los impactos logrados en el aeropuerto de Kabul se pueden hacer una idea del flagelo que supuso. El Strela y el Stinger son MANPADS, misiles tierra-aire de uso unipersonal, nada engorroso y extremadamente rentables para su precio: un solo misilazo y se pueden cargar una avión de un valor infinitamente superior. Así, y en una anécdota hecha famosa porque la cuenta el gran Eric Hobsbawn en su magnífico The Age of Extremes, la CIA de dedicó a recomprar los Stinger sin usar una vez que se retiraron los soviéticos.

Lo de que en manos equivocadas pueden hacer mucho daño, vamos. Durante muchos años fue la pesadilla de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, por si la ETA se hacía con unos. Al parecer si que lo lograron, pero no lo supieron o no quisieron utlilizar, una más de esas incógnitas sin resolver que rodean al último grupo armado separatista de Europa.

Tanto miedo hay a los MANPADS que incluso existen varios acuerdos internacionales para evitar su proliferación (1-2-3-4), un poco como lo de las minas antipersona, pero sin una Lady Di o una Carme Chacón que den cara amable a un arma terrorífica por sus efectos. No dejen de notar que esos acuerdos se impulsaron a partir del 11-S, antes estos misiles siempre podían servir para derribar un avión ruso en Chechenia o cualquier otro objeto volador sin mucho más interés para Occidente.


Como nos sobran, gasto uno para el periodista
Desconozco si Libia se ha acogido a alguno de estos convenios, y en todo caso, a estas alturas del conflicto, ya carece de cualquier interés. Como el más perspicaz se habrá dado ya cuenta, el campo de combate libio está lleno de MANPADS y, por una vez en esta conflicto, los rebeldes se dejan fotografiar con ellos y no con vetusto armamento. Con alegría y desenfreno hemos visto modelos del clásico Strela soviético totalmente a estrenar.

Este es uno de los efectos colaterales de cuando un conflicto se vuelve caótico: a ver quien sigue la pista de esas armas, y a saber en qué manos acaban. Sin embargo, aquí la pregunta es de dónde han salido. La propaganda oficial nos dice que el Ejército Libio -que para el periodista Muñoz nunca fue mimado por Gadafi, tiene narices- tenía unas reservas de armas impresionantes, no se sabe por qué, visto que sólo tenía 40.000 hombres.


En unos años, contra un avión occidental
 Bueno, puede ser que Gadafi tenga síndrome de Diógenes y no se quiera desprender de lo que compró en los setenta a precio de oro, aprovechando la bonanza petrolera, y que entonces y ahora era chatarra, como se puede apreciar en algunas imágenes. Sin embargo, los MANPADS no entran en esa categoría, y menos lo que se han visto en algunas fotos que les adjunto.

En la foto de aquí al lado no es un Strela, es un Igla, la última y más perfeccionada versión de este misil. Lo pueden comprobar comparándolo con la página web del fabricante, pero no lo intenten: en teoría no venden a particulares.

Esto trae, de nuevo y como vengo repitiendo a lo largo de este conflicto, muchas implicaciones. En teoría Gadafi estuvo sometido a un estricto embargo de armas durante 20 años, en los que no pudo comprar armamento a ningún país decente. El Igla, en contra de lo les puedan decir de las armas rusas, no se vende a cualquier país, básicamente por eso que les he contado de a saber donde acaban, por ejemplo en Chechenia.

Hasta los niños aprenden. Este es un Igla-C, atención
Sin embargo, ahí están en manos de los rebeldes. Estoy seguro de que la propaganda oficial dirá que los encontraron en uno de esos fastuosos depósitos de armas que han tomado, seguramente dentro de una caja donde ponía "arma para cargarse aviones", pero ni es un arma para dejar en depósitos de provincias, ni para dejar libremente en manos de nadie. Como se puede apreciar, hasta los niños reciben instrucción para manejarlo, y eso es porque los hay en gran número.

Después vendrán con lo de la zona de exclusión aérea y lo indefensos que están los rebeldes. En fin. Cúanta razón tenía Eric Hobsbawn en dar transcendencia de Historia (su libro se publicó en 1995) a esa anécdota de la guerra secreta de la CIA y los muyaidines contra los soviéticos.

Pero volvamos de nuevo al periodista Muñoz y su laberinto de ignorancia. Acaba su refrito de propaganda hablando de una noticia del viernes pasado, noticia de la que su periódico no ha querido informar. Ese día reventó por los aires un depósito de armas en manos de los rebeldes. Evidentemente, lo primero que se hizo fue acusar a la aviación de Gadafi.

La única estructura en pie, llena de armas y equipos
Las imágenes disponibles muestran una gran defragración, aunque no son concluyentes de ataque aéreo. Si que se ve que los rebeldes, en vez de sacar todo el material posible de la base, lo habían dejado ahí, quien sabe si como fondo de armario. Las primeras informaciones llegaron a hablar de 60 muertos, entre ellos 17 bomberos, no se sabe cómo, probablemente se metieron a pecho descubierto en un polvorín en llamas.

Como la propaganda es la que es, hay que recurrir incluso a un medio australiano para leer algo creíble. Un periodista de un medio de ese país estaba por las cercanías y descartó ya en un primer momento el ataque aéreo, aunque habló con testigos que le dijeron esto:

And what they told us was that there had been two vehicles who had driven into the base by force, they had run the gate and they were in there for around 15 minutes and then they came back out again and then 15 minutes later there were these large explosions. So they're suggesting that this was a sabotage by pro-Gaddafi agencies if you like.

La última frase es una interpretación, pero para lo primero no creo que se lo hayan inventado los hospitalizados. Aunque el periodista se acaba decantando por la versión del accidente casero, como nuestro querido Muñoz, la opción del sabotaje no es descartable. Vale, pueden no creerse esta versión, pero repasen lo del Strela y el Igla, y también esta noticia ya filtrada en esos días. Ahora bien, siempre pueden ir detrás de los rebeldes con dólares frescos para que les revendan los misiles portátiles.
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 Los servicios informativos de TVE se han desprendido de cualquier prejuicio y ya casi dedican tanto tiempo a la nostalgia como al deporte. Esta noticia tonta, boba y dirigida a la gente que compra Más Allá y sueña con que le toque la Lotería es un buen ejemplo. Atentos a la voz asombrada, todo Iker Jiménez, del becario que locuta.

Agentes de campo en Libia desde meses antes

Quema pública de Libro Verde. O cualquier otro.
El Daily Mail publica hoy suculentos detalles sobre la humillante captura de los miembros de los cuerpos especiales británicos el viernes pasado, detalles que serían impensables en países como el nuestro. Se lo digo porque no hace tanto murieron siete espías nuestros que iban en el mismo vehículo por Bagdad, todo un ejemplo de buen hacer y conocimiento del terreno, que no recibió ninguna crítica.

En Reino Unido hoy se levanta uno con titulares que contienen palabras como "humillante" -la más apropiada, la verdad-, "vergüenza" o el equivalente a nuestro "chapuza", no en vano Mortadelo y Filemón eran agentes secretos al servicio de la T.I.A. Eso sería imposible en España, donde nuestra prensa es incapaz de hacer una crónica decente del conflicto libio.

Al parecer, la expedición británica iba compuesta de siete SAS y un agente de inteligencia del MI6, el equivalente británico de nuestra T.I.A. Iban con pasaportes de cuatro nacionalidades distintas y sin su uniforme reglamentario, aunque fuertemente armados. Aún así, fueron capturados por un importante contingente de rebeldes libios compuesto por...granjeros.

No acaban ahí las humillaciones. Las fuerzas de Gadafi captaron la conversación entre el Embajador británico en Libia y el jefe de las fuerzas rebeldes, y lo han publicado en The Guardian. Por supuesto, Gadafi también lo ha hecho público en su televisión, que para eso el mérito es suyo, la humillación de los otros y las posibles ganancias suyas también.

El equipo aterrizó en suelo libio a bordo de dos Chinook, no precisamente el helicóptero más discreto por su doble rotor, pero al menos se confirma que el vídeo del dentista de hace una semana mostraba efectivamente helicópteros, pero que era muy raro que no se viese ninguna identificación y que estuviesen pintados de negro, el color de las SAS y no del desierto. ¿Y desde donde volaron? Pues nada menos que desde el HMS Argus, otro de esos buques humanitarios que están frente a las costas de Libia, y de los que vamos sabiendo por goteo, error (¡un saludo a los holandeses!) u omisión.

Rafah, celebrando el gol con los amigos
Los SAS fueron capturados por un grupo de granjeros encabezados por el poderoso Rafah, de 20 años y aprendiz de agricultor en una de esas granjas en el desierto -30 millas al sur de Benghazi- logradas por el proyecto irrigador de Gadafi.

El relato es muy esclarecedor de muchas cosas: The first thing he noticed was Tom, a British man who had been working on the farm as its administration supervisor for the past five months. From what Rafah says, it now seems certain that Tom, if that is his real name, is in fact an MI6 agent. He was friendly with Tom, but thought it was strange to see him leaving his house on the farm at 3am.

Nah, normal que saliese a esas horas de la madrugada, iría a señalar con bengalas o con cualquier otra cosa discreta el sitio de aterrizaje para el helicóptero. Que pandilla de chapuceros. "Tom drove off in his saloon car and another car, driven by someone not known to Rafah, followed behind. And that is when he heard the helicopter. Rafah, who was on guard duty with a small band of other farmhands, recalls: ‘We could not see it, only hear it. We think it landed in a field over there, about half a mile away. A little while later, Tom and the two cars came back, except now the cars were full of men.Rafah watched as the cars drove through the main gates of the farm compound and made their way to Tom’s accommodation.They all got out and they were not talking, just moving,’ he says. ‘Three or four of them were dressed all in black, so it was hard to see. But they were unloading big bags, several of them, and it looked like a lot of equipment"

Espías a los que hay que ir a recoger en coche. Tras ser capturados, les ofrecieron desayunar unos huevos (escalfados al gusto inglés, supongo), leche y pan, porque en esas big bags llevarían solo barritas energéticas y centraminas. En fin. Lo importante de todo esto es el papel de Tom: según el relato de Rafah, llevaba cinco meses en la granja. Cinco meses. ¿De verdad nadie se da cuenta de las implicaciones de tener agentes de campo cinco meses antes de las revueltas? Seguramente Tom era un simple súbdito británico al que el Foreign Office contactó y le pidió que, please, se quedase un poquito más en la zona de conflicto para echar una mano, dados sus conocimientos agrónomos.

Mañana nos informarán objetivamente nuestros periódicos españolazos, como llevan haciendo desde que empezó el asunto libio. Es muy fácil: la población se ha alzado contra Gadafi, de manera espontánea y por twitter. Lo dice hasta el gran Enric González. Y utiliza la palabra dignidad, la misma que el periodismo pierde a borbotones.
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No cabría esperar nada mejor de Público: muertos sin comprobar, muertos civiles -creo que debe ser el único periodico del mundo que dice esto-, 35 "carros de combate" (el periodista analfabeto confunde vehículo blindado con tanque) y este relato que, aunque se cita la fuente, es infumable:

"El periodista Lotfi Mohamed, desde Al Zauiya dijo a la cadena catarí, que unos 25 tanques entraron en la ciudad donde no pudieron proseguir su avance al ser rechazados por los milicianos y tuvieron que retirarse dejando atrás cuatro blindados. Según su versión de los acontecimientos, los atacantes destruyeron con los carros blindados los hoteles Al Yauhara y Al Burch y un complejo de la Administración local"

Abandonan "cuatro blindados" -ya no son carros de combate, reducidos de 35 a 25 previamente-, no se sabe debido a qué potencia de fuego, porque abandonar un blindado...¿salieron corriendo del interior? Lo más divertido, sin embargo, es imaginar que esa columna blindada entró en la ciudad para ¡destruir dos hoteles!. Por supuesto, no hay ninguna imagen.

Aparece en Público, ese periódico para gente culta, honesta y muy crítica consigo mismo. Los viernes una película, el sábado un libro "crítico" y el domingo...¡propaganda!
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Las NN.UU tenían una de sus agencias con sede en Sirte, Libia. Se llama "Fondo de las NN.UU para la Democracia". Gadafi quiso que, con ese nombre, estuviese en su ciudad natal. La ONU, por entonces dirigida por Kofi Annan, dijo que bien, adelante. Después dicen que EE.UU es malvado al denunciar las tremendas hipocresías de este organismo internacional.
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Publireportaje de orgullo nacional a destiempo y desinformando. Conviene recordar que el 80% del espacio comercial de las famosas "Cuatro Torres" de Madrid está sin ocupar. Conviene recordar, asimismo, que hace nada se aprobó la Operación Chamartín en las inmediaciones, que también consiste en hacer torres y bueno, a ver si después se ocupan. Ya semos europeos.
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Sindicatos representativos a nivel nacional contra sindicatos amarillos representativos de El Corte Inglés. Dicta sentencia la Audiciencia Nacional. Contra los intereses de la empresa asturcubana, perdón, contra los intereses de los representantes obreros de su empresa.
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José Blanco se saca de la chistera datos de consultoría sobre el AVE gallego: "supondrá un aumento PIB, en términos de valor añadido, de 468 millones de euros cada año, además de un incremento de la productividad, derivado de la disminución de los tiempos de viaje, estimado en unos 190 millones de euros anuales (...) facilitará la creación de 9.687 empleos cada año, la mayoría de servicios". Y yo añado que traerá la felicidad y la utopía, concretamente en una cuantía de 89,53% y 77´61% respectivamente.
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El área urbana con una red de transporte público ferroviario más tupida, subvencionada, eficiente y polivante agradece el servicio así.  Gana ALSA, ese poder fáctico de la zona capaz de todo. El cliente siempre tiene la razón. Ojalá la gasolina se ponga a dos euros el litro y se coman sus coches. Eso sí, lo de cerrar el pintoresco tren de vía estrecha del que disfrutan ni se plantea, que para eso tiene 5.000 empleados en la recoleta región.