lunes, 12 de diciembre de 2022

Una historia gallegoide

Jersey al cuello, 100% gallego
Por motivos inconfesables, pero relacionados con una equivocada forma de entender la amistad, me he visto obligado a leer "Hasta que se me acaben las palabras", un producto editorial de Aguilar y con la firma de Pepe Domingo Castaño, el moribundo, anticuado y gagá animador radiofónico. El libro es una auténtica basura, y lo es por varios motivos que paso a exponer. 

Formalmente es un libro porque tiene tapas, ISBN y todas esas cosas, pero realmente es un refrito de unas memorias y un libro no-nato que intentó escribir cuando lo despidieron de la SER. La labor del editor está tan ausente que no se han preocupado en limar las incorrecciones e incongruencias que suelen pasar cuando juntas dos cosas escritas con más de una década de diferencia, porque ¿qué más da? Es otro libro de famoso (sic) y únicamente se tiene que vender por la portada, y a sus parroquianos (los de su pueblo, y si realmente es popular, los de su provincia o región). 

El propio Castaño lo ha explicado en las muchas entrevistas y presentaciones que ha hecho como parte de la gira promocional de un libro que, un año después de publicarse, no ha pasado de la primera edición y dos o tres reimpresiones. Aquel libro no-nato se iba a titular "Tu prima la coja", que es supuestamente lo que su jefe Paco González espetó al director de la SER cuando le encargó varios trabajos relacionados con su puesto, pero no con su ego y sus ganas de viajar a Sudáfrica con motivo del Mundial 2010. Supuestamente, porque el directivo vejado explicó que le había llamado "hijo de puta", que casa más con el personaje que la presunta cojera de una presunta prima. 

En fin. Batallitas sobre las que habrá que volver, porque en cualquier caso suponen lo único a recuperar, en el futuro, de un libro horrible y espantoso.  El prólogo se lo escribe su amigo Julio Iglesias -condición de la que presume a lo largo de todo el libro, llegando a dedicarle un capítulo entero-, pero quedan serias dudas, dada la lamentable condición del cantante lobotomizado en Miami, de que lo haya escrito en persona. 

La primera parte de libro, que supone más o menos la mitad del libro, es para su vida en Galicia, de donde se fue con 23 años para hacer la cola en Madrid, en afortunada definición de Juan Ramón Jiménez. Es una narración edulcorada y escrita de manera almibarada sobre una infancia de pobreza -12 hermanos, uno cada año: hasta el Concilio Vaticano II no se permite los anticonceptivos en la muy religiosa Galicia profunda- y un intento de vida monacal, puesto que P.D Castaño estuvo cinco años internado en un colegio religioso de los Dominicos en Corias (Asturias),en parte para escapar del hambre, en parte para buscarse un futuro bajo la sotana. 

Espléndida mañana aquella. El sol se había hecho dueño de la aldea. Resplandecían los verdes del monte, como si hubieran sido hechos de nuevo. Bajaba el río cantando más alegremente, un río de aguas límpias y atractivas. Hasta los pajarillos se habían puesto de acuerdo aquella mañana para trinar con sus mejores cantos de fiesta.

El autor aprovecha para atacar de manera desalmada a Jesús Torbado, que no puede defenderse porque está muerto. El autor leonés estuvo en el internado de Corias en las mismas fechas que el gallego, y lo plasmó todo en el gran libro que es Las Corrupciones, publicado bajo la censura franquista en 1965, y donde refleja todo lo contrario que el bucólico ambiente del animador radiofónico Castaño. En uno de los ataques más rastreros que se pueden hacer escribe: "supongo que para escribir una novela con carnaza suficiente para excitar el morbo del lector hay que darle un giro a la realidad de la historia (...) lo que a él le valió para ganar un premio y nada más [nada menos que el Alfaguara de 1965, el primero que se daba] para mí fue la oportunidad de convertirme en una persona".

Un importante comunicador
Una persona que después enlazó con el noviciado en Palencia, hasta que a los 18 años y cuando tenía que coger los hábitos, se volvió para su Padrón natal, a vivir los entronizados y santificados 22 años que son mito y leyenda gallega, como quedaron plasmados por Blanco Amor en La Parranda. La palabra que más se repite en el libro es "borrachera", seguida de "cubata", y creo que cualquiera que haya tenido la mala fortuna de ver al protagonista sentado en la Gran Vía tomándose un copazo antes de entrar al estudio de radio lo puede corroborar. 

Es una narración roma, donde jamás entran las lecturas que hace, simplemente batallitas como el día en que, de doblete, se embarca con unos amigos en un viaje a Gijón (con las carreteras de 1962) para seguir la fiesta. Dedica un capítulo entero al aspecto. De por qué no hizo la mili no hay ni palabra. Es una biografía con grandes lagunas, las propias de una vida alcoholizada, de uno que fue envenenado con raticida por una tía suya por estar sisando bombones

Y la biografía de un anciano de 80 años siempre obsesionado por la niñas a medio formar -recordar su etapa de cantante y las letras que interpretaba-, y que es capaz de dedicar cuatro páginas de su libro a la primera vez que tocó unas tetas. En ese sentido, se podría leer con algo de simpatía, pero en el fondo y la forma es el libro de un amargado, de alguien que está pasando facturas constantemente, como si el pasado se pudiese cambiar

En Madrid comienza a saltar de un lado para otro gracias a la red de conexiones y simpatías mutuas gallegas, hasta llegar a la fama gracias al programa Discoparada de RadioCentro, perteneciente a la red de emisoras sindicales, las del Sindicato Único. Una vez más, todo podría estar contado como una novela picaresca, porque sin duda lo fue, pero lo único que produce es asco y repugnancia, especialmente la narración de su primer matrimonio, con una compañera de trabajo en la tele:

Al comprobar que aquello no funcionaba, me fui alejando de ella y empecé a recuperar mis vicios de soltería. Seguramente le hice mucho daño, pero en aquellos momentos mi comportamiento me pareció normal (...) No me apetece entrar en detalles de lo que paso y por qué pasó. Las cosas suceden porque alguien hace algo para que sucedan [frase gallega 100%]

Contrasta vívamente con la narración de cómo conoció a su pareja sentimental y madre de su único hijo biológico, narrada de tal manera -les presentó un gallego, es gallega-, a medio camino entre la gañañería pura y dura ("rubia espectacular", "su olor se metió en mi cuerpo"), y rematada con frases que podría firmar un racista como "cuando Manolo me confirmó que era gallega, de La Coruña, me emocionó porque siempre había soñado con conocer a una mujer como aquella, que fuera gallega como yo". Para eso te hubieses quedado en tu pueblo, aldeano. 

Todo está lleno de lagunas. Por ejemplo, abandona su carrera musical porque supuestamente era incompatible con trabajar en la radio ("era imposible hacer bien las dos cosas a la vez") y después salta a 1985, diez años después. Es cuando la narración se empieza a hacer caótica, a mezclar contenidos del libro no-nato, a desbarrar senilmente, como cuando explica como engañó a los directivos de la SER para presentar Carrusel Deportivo a razón de un millón al mes allá por 1988, en la típica historia de gallego de "yo soy más inteligente que vosotros", que paradójicamente se ve continuada con cuatro años donde no podía hacer nada, donde no había publicidad para desplegar sus dotes de humorista ("animador"), hasta que en 1992 llega Paco González. A ver quién engañó a quien.

Debería ser lo más interesante del libro, y no lo es. Es todo un ajuste de cuentas. Con J.R de la Morena, por expulsarle con un SMS de El Larguero; con la SER, con palabras insultantes a Augusto Delkáder; con TVE, donde en su propia fantasía seguiría triunfando, y donde no ha vuelto desde hace 40 años tras ser despedido de 300 millones, un programa casposo que fue cancelado, según él, "por su vinculación con los países de habla hispana", y por la insidia del PSOE. La verdad es que jamás ha vuelto porque puso un pleito a El Ente -indica que ganó, y también la cuentía-, y es normal que en esas circunstancias nunca se vuelva. 

No es la única invectiva contra el PSOE. Hacia el final del libro escribe esto:

Un presidente vacilante y mentiroso, nacido de una extraña moción de censura [contra un gallego] condenada en principio al fracaso y que luego fructificó con el apoyo de las fuerzas extremistas, fue incapaz de prever lo que iba a pasar y la pandemia dinamitó todos los esfuerzos que se habían hecho para salir a flote de la última crisis. Pedro Sánchez, en una aberrante exhibición de ansia de poder, se fue al País Vasco a pactar con Bildu y a Cataluña a hacerlo con ERC, demostrando que solo le interesaba mantenerse en La Moncloa a costa de lo que fuese. La historia no le va a perdonar y este país tampoco.

Ya es entonces todo una puta locura, una cosa impublicable y vergonzosa. Mete una carta de ocho páginas de Paco González explicando, bajo su punto de vista, su salida de la SER, y otra un poco más breve de Manolo Lama con el mismo asunto, pero la conclusión es la misma: estamos ante un libro de un octogenario chocho que, como todos los de su región, se aferra a su púlpito porque cree que es imprescindible, que alguien le sigue, que alguien le aprecia. Y por eso publica un libro, o lo que sea este engendro. 

Quitarse dos costillas para poder chuparse la polla
Solo en un capítulo final dedica algo al deporte, que ha sido su medio de vida en sus últimos cuarenta años, después de quedarse anticuado en la música, pero que el presenta como que ya no quería tener nada que ver con esa música desde que vio a ¡Ramoncín! en el Parque de Atracciones de Madrid en 1977, y como le tiraban tomates y esas cosas de atrezzo. A él, que gozaba con Emilio José, Formula V, Julio Iglesias, Roberto Carlos y todas esas cosas. ¡Y qué deporte! Cita el Flavia de su Padrón, el EPODepor -insultando al portero del Valencia por celebrar el penalti parado a Djukic-, cuatro tonterías sobre ciclismo, y se acabó. 

En definitiva, es el libro de un fósil de una radio que ya no existe (reparen en la palabra "animador"), que ha sabido reciclarse desde hace 30 años en una especie de abuelo entrañable para los solitarios, y que provoca en el año 2022 las mismas sensaciones que el agonizante Woytila, Manuel Fraga o Francisco Franco. Un libro únicamente para estómagos duros, de esos educados a base de cubatas todos los días, y resacas monumentales, porque siempre hay que estar xeistoso. Es lo que tienen los animadores.

***
En teoría se han acabado las ridículas noticias de "Hacienda reclama 1 euro a un contribuyente".  

***

Resumen de un puerto que nunca se tuvo que hacer: Punta Llagosteira.

***
Fantástica historia gallegoide 
***
Interesante proyecto en Estambul, muy replicable en otras ciudades. 
***
Maravillosa web sobre la fastuosa y psicalíptica arquitectura checa 
***
Internet da acceso a cosas como estos libros y documentos digitalizados, también checos