jueves, 6 de mayo de 2021

Sobre los globos-sonda de los peajes

Estadísticas

 ¡No hay otro tema en cualquier tertulia que se precie! El Gobierno de España está lanzando globos-sonda sobre la posibilidad de implantar peajes directos en las autovías y autopistas de su competencia. Al parecer, así se lo ha hecho saber a las autoridades europeas, siempre preocupadas por la mejorable capacidad recaudatoria de nuestro país. 

Noten que no hay nada concreto, igual que no hay nada firme sobre la documentación enviada a Bruselas, y que el Gobierno se empeña en mantener bajo siete llaves, más o menos igual que el plan ese con el que se van a gastar los 70.000 millones de euros a fondo perdido, y del que solo se conocen generalidades y propaganda. En el fondo, todo forma parte del mismo plan. 

Un plan consistente en meter en un batiburrillo ecología, cambio climático, impuestos, a la loca de Teresa Ribera y, de soslayo, otro respaldo al coche eléctrico, que seguro que no tendría que pagar en este nuevo plan. Ya sabe, "para dar respaldo", y camuflar todo con mensajes cruzados, buenas intenciones, tontería a nivel muy intenso, y lo que nos ha tocado vivir con esta izquierda posmoderna que camina con paso firme hacia la irrelevancia. Lean:

 Con una red estatal que supera los 26.466 km de extensión, de los que unos 12.000 son de carreteras de alta capacidad, lo que hace que tengamos la más extensa de Europa, los costes de conservación son crecientes y no es posible que sean asumidos de manera directa por los recursos presupuestarios. Esto está generando un déficit acumulado de mantenimiento de la red, con una pérdida de su valor, así como con el consiguiente deterioro de la calidad del servicio y consecuencias en la seguridad vial.

Noten el lenguaje criptofranquista, consiste en decir cúanto tenemos -como cuando en plena epidemia Pdr Snchz decía que teníamos miles de kilómetros de fibra óptica- y el remache habitual de "los primeros de Europa" (o del mundo), como con lo de la Sanidad pública. No se a ustedes, pero a mí eso me parece lo peor en todos estos casos, porque son tan tontos que inmediatamente surge la pregunta adecuada. 

¿Por qué tantos km? Primero, porque somos un país muy extenso para lo que es la escala europea. Esto es así, y es incontrovertible. También que gran parte de la población vive cerca de la costa, mientras el interior está vacio desde hace siglos, con la excepción del gran agujero negro que es Madrid, donde no por casualidad se han centrado gran parte de las infraestructuras -o las que se han hecho con mayor celeridad-, y ese modelo de "las radiales", que estamos pagando todos vía Presupuestos Generales del Estado.

Adivinen la región de España
Jamás reconocerán que ha habido una mala planificación de infraestructuras también en las carreteras, igual que lo que ha pasado con el AVE. A la vista esta: carreteras nacionales desdobladas con gran esfuerzo presupuestario en los años ochenta y que, con los fastos de los noventa, se vieron arrinconadas por una autopista de nuevo cuño apenas una década después. A veces vas viajando por Españita y de repente ves la nacional paralela a la autopista, perfectamente desdoblada para camiones, y que ahora no la usa nadie, pero tiene que estar en perfecto estado de revista. 

¡Y que decir de esas vías logradas por acuerdo políticos inconfensables, como la "Autovía del Mudéjar" (sic), o esa otra que une Valladolid con Segovia, y que tiene un tráfico digno de Laponia, precisamente la zona por la que discurre! Ahora, de sopetón, descubrimos que tenemos muchas carreteras, que son caras, y que hay que pagarlas de manera directa. Y todo en plan ideológico del que no se concreta nada, solo un año (2024, veremos), y ni siquiera la forma en la que se va a recaudar ese dinero. 

Un dinero que, en otro globo-sonda de libro, se estima en un céntimo por kilómetro, con los típicos cálculos para anormales que hacen los medios de propaganda: "ir de Madrid a Barcelona saldría por 6´21€", como si fuese un trayecto de lo más común,  y no uno de los más estúpidos que se pueden hacer en este país. ¿Van a pagar por usar las circunvalaciones de grandes ciudades? ¿Por usar la inconclusa SE-30? ¿O la estúpida VA-30, que solo sirve para ver promociones inacabadas? Si finalmente se aplica la medida anunciada con globo-sonda, seguramente ese tipo de vías queden excluidas, porque en muchos casos son ya vías urbanas. 

Si realmente ese es el plan, es imposible saber qué tipo de aparato de medida usarán. Descartado por completo las cabinas de cobro como en las autopistas de pago, está el método portugués, consistente en instalar pórticos por todas las entradas y salidas, para así poder cobrar por vía telemática a cualquier vehículo que use las vías de alta capacidad. El país vecino instaló el sistema tras la crisis del 2008 y, aunque parecía que iba a ser imposible de llevar a cabo -por el despliegue, por la falta de costumbre- se ha consolidado y ya no lo van a quitar jamás, y eso que se anunció como una medida temporal. 

Con las tecnologías actuales sería fácil de implementar, otra cosa es si realmente sería efectivo. Estamos hablando de España, un país donde se reconoce abiertamente que un 8% del parque de vehículos circula sin el seguro obligatorio, causando al año más de 20.000 accidentes. ¿Esos van a pagar el peaje obligatorio? No se lo cree nadie; ni esos, ni los de la etnia. Eso ya lo damos todos por descontado con el Gobierno de "no dejaremos a nadie atrás", incluyendo transportistas y cadena de logística, porque dispararía el IPC y hay algunas cadenas de suministro que ya miran el céntimo de euro en la gasolina para ser rentables, como las macrogranjas de porcino en Aragón y Lleida. 

Como el chocolate y el queso Gruyere

Existe otra método para incrementar la recaudación menos lesivo e insultante para los votantes, que por supuesto se han llevado el globo-sonda como una cornada, porque muchas personas viven el coche como una extensión de su personalidad y de su mismísima vida. A mí me parece increíble que no se haya aplicado ya en España, un país por el que tienen que transitar obligatoriamente todos los vehículos que vayan o vengan de Portugal (un país con dos millones de emigrantes en Europa, y no vean como les gusta el coche), todos los que van al Magreb en la Operación Paso del Estrecho, y millones de turistas que vienen todos los años en su propio vehículo a nuestro país. 

Es el sistema de pago por viñeta, que se aplica en Austria o en Suiza. Es fácil, cómodo, no requiere el despligue de parafernalia añadida, es universal para todos, y no es nada complicado. Es mejor, en definitiva, para un país como España. Consiste en que a principios de año los residentes de ese país comprar un distintivo (la viñeta, del vignette francés) similar al que se pone por la ITV, y que permite el uso de la red de alta capacidad. Si te pillan circulando sin él, multón. 

Para asegurarse de que los vehículos de no residentes que entran en el país lo pagan, en todos los controles fronterizos se vigila y se pone, y también se puede comprar anticipadamente para no hacer cola. Es un sistema que favorece a los usuarios frecuentes -pagas una vez, y puedes usar las autopistas todo el año- y penaliza al usuario esporádico, como un turista o un vehículo en tránsito hacia otro país, y que en el caso de nuestro país es muy notable, como atestiguan los carteles en árabe en el País Vasco y Burgos. 

¿Y cúanto cuesta? En Austria, en 2021, para diez días consecutivos 9´5 euros, para dos meses 27´80€, y para todo el año 92´50€; en Suiza no hay tanta parcelación: un pago único de 40 CHF, vayas a usar las autopistas un día o 365 días. Actualmente en España hay 32 millones de vehículos -¡suerte en el PAU y en la unifamiliar de la periferia, con dos o tres vehículos por familia!-, lo que aplicando una viñeta de 70 euros porque nuestro país es mucho más extenso que los ejemplos alpinos, daría unos ingresos fiscales limpios de 2240 millones, en el mejor de los casos.

Eso únicamente con los vehículos de residentes, a los que habría que sumar todos los de los vehículos con matrícula extranjera. Antes de que un representante de la patronal del turismo se queje, dudo mucho que un turista que elige España por lo barato que le resulta, deje de venir por tener que pagar 70 euros -el precio de un depósito lleno-, igual que este verano van a pagar todos contentos 80 o 100 euros por ir con la PCR. En todo caso, no dudo que este sector lanzará el grito al cielo, como lo hizo con la tasa ecológica que iba a acabar con el turismo en Baleares (risas).

Como cualquiera puede ver, es una medida fácil de aplicar, y que podría servir a los objetivos de propaganda del Gobierno, porque aquel que no vaya a usar la autopista siempre puede dejar su vehiculo sin la pegatina. De hecho, creo que se debería haber implantado hace mucho tiempo, y si no se ha hecho es porque el coche es un animal totémico y el objeto de muchos intereses cruzados, incluyendo los de vertebración nacional. Entonces, ¿por qué se explica todo tan mal? ¿Por qué se ha perdido ya irremediablemente la iniciativa al hacer una comunicación tan desastrosa? Eso ya es algo fuera del alcance del conocimiento tangible.

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Atentos al nuevo caso de #MafiAsturias. Un diputado regional de Podemos -ojo a la foto y las pintas: para cambiarse de acera si te lo encuentras de noche-  denuncia un desalojo a una "persona vulnerable". La autoridad regional replica que no ha pagado jamás el alquiler de la vivienda social de la que disfruta, realquila habitaciones, vive de la paguina de 400 euros by-the-face, y está denunciada por sus vecinos por violencia. 

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Buen artículo-resumen sobre el sistema electoral que se aplica y el que se ha querido aplicar en la Comunidad de Madrid.

martes, 4 de mayo de 2021

La mayoría ha hablado

 

Los familiarizados con este espacio para minorías ya conocerán mi teoría de que si el PP presenta un estropajo a los elecciones de la comunidad o el ayuntamiento de Madrid, ganaría igualmente. La gente por aquí es conservadora, bien por herencia familiar -la gran expansión vino con el anterior régimen, donde muchos prosperaron-, bien por desconfianza de las alternativas, si las hubiere. No sirve de nada llamar a una "movilización histórica", porque los votantes de derecha también se movilizan, y los de centro cambian su voto si ven su estabilidad amenazada. 

El PP ha ganado en Madrid en un contexto de una guerra internacional donde no pintabamos nada (2003), y donde recibimos la peor de las consecuencias. El PP ha ganado en Madrid, o conseguido mayoría para gobernar, en medio de una corrupción espesa y nítida al mismo tiempo, y en sucesivos ciclos electorales (2011, 2015, 2019). El PP ha ganado en Madrid, en definitiva, con decenas de miles de muertos atribuibles a su gestión, e incluso ha doblado sus resultados (2021). 

Eso es hoy. No necesita ni presentar programa -basta un lema, "libertad", y un folio en blanco enviado a las casas de todos los electores-, porque no hace falta. La teoría del estropajo, plasmada de manera contundente. No tendría por qué hacerlo de manera diferente. Díaz Ayuso es la continuación natural de la chabacanería y el populacherismo implantados por Esperanza Aguirre y continuados por la ladrona de cremas y de títulos. Ellas ganaron, Díaz Ayuso también. A su electorado no le importa su baja formación, ni sus evidentes lagunas cognitivas, de todo tipo y amplio espectro. Gana, y arrasa. 

Ha reintegrado todo el voto perdido en Ciudagramos -un partido burbuja, como también se dijo por aquí-, y ni uno solo de esos votos cedidos durante algunos ciclos electorales ha ido a parar al PSOE, reflejo evidente de que era un partido nodriza -o marca blanca- y que ha servido para su función. Además, a la espera de lo que digan importante pholithologos con másters en la universidad Vanderbildt, ha tomado votos de la izquierda moderada, ante el frentismo caduco y estúpido con el que se ha presentado la oposición en esta campaña. 

¿Votar al PSOE de un líder inane -que ya tenía puesto en el Defensor del Pueblo, y al que el adelanto electoral pilló de sorpresa- que iba a ser un rehén de Pablemos en caso de una fantasiosa victoria de la izquierda? ¿Uno que hace gala de ser gris, como la propaganda electoral y la foto sacada de un casting de película de Fesser? Y más cuando la campaña se ha centrado en que la candidata del PP iba a ser rehén de Vox: pues la mejor forma de que no lo sea, es dándole una mayoría holgada, o mayoría suficiente, en lenguaje pepero. 

A la espera de los resultados definitivos, el PP se va a quedar a cuatro o cinco escaños de la mayoría absoluta. No necesita ni siquiera que Vox entre en el Gobierno, por mucho que ladrase el dueño de Villa Tinaja durante su aventura de mes y medio. Basta con que Vox se abstenga en la investidura, y habrá un Gobierno monocolor, y los negocios y las comisiones seguirán siendo la moneda de cambio común en Madrid. 

La izquierda presentó estas elecciones como un plebiscito de muchas cosas que no eran Madrid. Que si la única gran ciudad europea que no es progresista, que si la ultraderecha en las instituciones -y lo dicen los que callaron con el 1-O catalán y la persecución político-judicial posterior-, que si que "hable la mayoría". Y vaya si ha hablado. Madrid, y especialmente la región, es de derechas. Punto. Ya se sabía, y hoy ha quedado demostrado de una manera muy evidente. 

Es difícil, sin embargo, que se vaya a entender la lección. En dos años habrá de nuevo elecciones, esta vez diluidas con el resto de las CC.AA que no tienen sistema de voto particular, y también las municipales. No habrá tanto de ese "Madrid, Madrid, Madrid" que tanto molesta fuera de aquí, y con razón. Ojalá para entonces no se presenten de nuevo los contendientes con el cansino ahora o nunca que ha impregnado todas estas elecciones, pero es mucho esperar en el bando perdedor. Por eso es importante dejar reflejado algunas cosas relevantes para explicar lo sucedido hoy. Dos años no son nada, pero la memoria falla incluso en plazos tan cortos. 

En el momento de escribir esto, el PSOE apenas saca un diputado por encima de Más Madrid, y ambos se quedan a más del doble del PP. Los de Errejón, que ha llevado un papel muy discreto en esta campaña, apenas suben 4 diputados. Se podría decir que se consolidan -los cuatro años al frente de la alcaldía, aunque con otras siglas, fueron muy positivos-, pero eso no basta. No basta con esa campaña estúpida de "Mola Mazo Madrid", y el culto a la figura de una pinturera que parece llamada a empresas menores. 

Al menos sacan más del doble de diputados que el Partido Comunista y su marca electoral Pablemos, que apenas pasa de siete diputados a diez, un aumento pírrico, habida cuenta de que han presentado a su mayor activo (ojo, a lo mejor no lo es) con un discurso mesiánico y un scendo in piazza ridículo. Madrid podrá ser de derechas -algo que jamás podrán entender-, pero no es tan tonto como para creerse el discurso caduco, gañán e infantil de uno que se presentaba como decisivo, y que obtiene 10 de los 136 diputados en liza. 

Quizás sea ahora el momento de pensar por qué los partidos no han sacado en campaña la gestión de las residencias durante la epidemia de Covid-19. Como en tantos otros procesos electorales de este Régimen del 78 se ha pactado dejar a un lado ciertos temas de la agenda pública, a saber en función de qué cálculos electorales. Hace poco más de un año que morían miles de ancianos en Madrid bajo un auténtico plan Wansee que empezaba por no darles atención hospitalaria -en algunos casos, ni médica ni paliativa-, y el tema ni ha salido en campaña. Un-maldito-año,y ya se ha olvidado, vía amortización.

Era mucho mejor plantear la campaña en términos de democracia o fascismo (sic), apelar a unos supuestos obreros en chándal que no son más que clases pasivas y extractivas no muy diferentes de los que odian por clase, y arrastrar detrás suyo por puro seguidismo a un PSOE incapaz de proponer ideas o siguiera algo de izquierdas ("no tocaremos la fiscalidad", fue uno de los mantras de Gabilondo), esperando un colapso de las derechas, ante tan abrumadoras ideas. Colapso ha habido, pero era el esperado. 

Ciudadanos vive los estertores de su existencia, un poco más duradera e intensa que la de UPyD. Siguen manteniendo, a nivel de España, un poder regional y municipal que desaparecerá en 2023, porque lo suyo no lo remonta ya nadie. Como dijo acertadamente Pablo Iglesias en el único debate electoral a seis, el candidato voluntarioso del partido del Ibex-35 no había renunciado a su acta de diputado nacional  porque "las encuestas dice que no sacará acta de diputado regional". 

Tampoco era una predición como para ganar un premio. Como tampoco lo será decir que Pablo Iglesias, Premio Nacional de Licenciatura, durará mucho como diputado raso en la Asamblea de Entrevías (Vallecas). Su ego no va a poder con la irrelevancia que le ha concedido el electorado, de manera abrumadora. Eso lo saben aquí, y en Lima, y quizás también lo sepa Irene en Galapagar. Ya en campaña un medio de derechas dijo que estaba planificando su salto a la televisión nacional de la mano de Roures, que es el escenario que le pega. Desde luego, mucho más que el trabajo de líder del quinto partido más votado en un parlamento autonómico. Él, que venía a asaltar los cielos, o a salvar a los madrileños de la ultraderecha. 

Queda ver que este gran Narciso se arrogue también del hecho de que Vox no vaya a entrar en el Gobierno, algo en plan "la gran movilización ha sido en gran parte por mi culpa [muchos han votado para joderte, tan cual] y, en parte, Ayuso nos debe la victoria". Peores cosas se han visto, y peores nos quedan por ver en los dos años y medio que quedan de Gobierno de coalición a nivel nacional. De hecho, lo peor está por venir. 

Cuando en enero de 2020 se formó el primer Gobierno de coalición en cuarenta años del Régimen del 78 fue con un pacto con fórceps donde algunos advertimos que, si no salía bien -si no se agotaba la legislatura, si no hacían auténticas políticas de izquierda, si se perdía el tiempo y las energías en estupideces posmodernas-, en las siguientes elecciones podría empezar un largo ciclo de hegemonía de la derecha. Muchos van a extrapolar a nivel nacional el extraordinario resultado del PP en Madrid, cuando no siempre tiene traducción directa. 

El PP, por ejemplo, es un partido irrelevante en Cataluña, Navarra y País Vasco, y parece que el cambio de tendencia logrado en Valencia tiene visos de permanencia. Y sin eso, no se pueden ganar unas elecciones generales, salvo que la izquierda en el poder las pierda por dedicar el tiempo a políticas de género, transgénero, pobreza energética, Agenda 2030 .y tantas y tantas estupideces que han jalonado, además del Covid-19, su primer año y medio en el Gobierno. Quedan dos años y medio para invertir esa tendencia, porque si no, lo de Madrid llegará a toda España, incluso la más irredenta. 

Que las políticas de izquierda no sean dar dinero a fondo perdido, y presumir de ello (Renta mínima, ERTE). Que se pueden hacer otras cosas. Que la mayoría nunca van a ser esas minorías para las que hacen las políticas más visibles, y que no representan nunca más que a ellos mismos. Que la mayoría ha hablado en Madrid, y lo ha hecho de manera contundente. Que en dos años no se puede volver a ir con el mismo discurso. Que hay temas que se quitan de la opinión pública y se sustituyen por esa perniciosa política de sentimientos que nada aporta. No es tan difícil darse cuenta. La mayoría lo ha hecho.

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Un año con las bibliotecas cerradas, siempre con la excusa del Covid-19. No podía ser en otros sitio que en #MafiAsturias. 

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Diez años de cárcel para el antiguo presidente de Asaja Valladolid, que se pulió dos millones de euros para la formación de jóvenes agricultores en vicios varios. Siempre hay que seguir el rastro del dinero para la formación, en gran parte de origen europeo, para descubrir casos como estos. Y para explicar por qué en España siguen pasando cosas de generación a generación. 

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Un día habría que estudiar cómo El Escorial, junto con Aranjuez el único pueblo de Madrid que no es espantosamente horrible, se ha convertido en una gran ciudad, perdiendo todo su carácter. Probablemente ya será demasiado tarde. Relacionado con esto, este buen artículo donde se mezclan política, urbanismo y demografía, como si pudiesen presentarse de otra manera que no fuese esta.

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Interesante actualización sobre las locas de Astorga que asesinaron a Isabel Carrasco. 

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Un Guardia Civil condenado por traficar con tres toneladas de hachís pide reincorporarse a la Benemérita porque antes y después de su detención, su conducta había sido "irreprochable". Merece la pena entrar en el enlace, donde explican que la sentencia de este caso de tráfico de drogas se retrasó nada menos que 15 años, quien sabe para favorecer a quien, o a quienes. 

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Murcia, qué bonita y hermosa eres, hará que en su Universidad pública sea aún mejor premiando a los que tengan "méritos docentes" -años chupados como profesor asociado por sueldo inferior a un camarero- sobre los que tengan "méritos de investigación", que la cosa se estaba poniendo chunga con tanto índice internacional donde no vale haber publicado en "Annals of Totana" o "Journal of Alcantarilla Review". Vamos a más.