jueves, 31 de enero de 2008

Propaganda para el que le quiera oir

Jo, mira que me gustaría hablar de otro en la campaña electoral, pero es que Pizarro lo aglutina todo. Es carne de blog, mucho más que empresario de raza. Ayer se le ocurrió la jaimitada de explicar al empresariado catalán sus propuestas económicas. Las de ahora, no de cuando decía que Gas Natural vendía "papelitos" y "estampitas", o esas cosas tan despectivas hacia la comunidad autónoma, sus habitantes y, particularmente, su empresariado.

Si tenemos que hacer caso a la crónica de El País, logró reunir en un auditorio de 400 personas a 270. Claro, estás reuniones con empresarios no son como los mítines en plazas difíciles, donde se fletan unos autobuses, se pagan los bocadillos a los jubilados y ya tienes asegurado un lleno hasta la bandera. No es por abundar en el fracaso, pero es que no estaban los presidentes de Abertis, Gas Natural (faltaría más) o Agbar, que es algo como ir a París y no ver la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo y ver el Sena desde el autobús. Para que me entiendan.

Más interés que la crónica social del acto reviste lo que se dijo. El País apenas apunta esa cuestión. El Periódico, un diario que hay que sujetar con pinzas y mascarilla, publica una crónica nada benevolente. Antes de reproducir nada, conviene recordar lo del post de ayer, donde Pizarro demostró que no tenía ninguna palabra y que no se cree lo que predica. Fíjense que perla: "Defiendo la transparencia, que se sepa qué aporta cada uno, qué vende, qué recibe por IVA, pero se sabrá también que los andaluces y extremeños son los más subvencionados". Muy del gusto catalán, incluso si me apuran del sentido común, pero ¿quien apostaría a que dice lo mismo en Andalucía y Extremadura? ¿A que no? Pues eso. Carnaza para la fieras. Y si se pone a hablar de subvencionados, que cite a los asturianos, los más subvencionados -con mucha diferencia- en toda España. Por cierto, no se pierdan el detalle de que el propio Rajoy ("Don Mariano") le tuvo que matizar a las pocas horas.

A la derecha que encarna Pizarro, esa derecha que no es equiparable a la europea pero que al mismo tiempo la supera porque no es racista, le gustan las fórmulas populistas. Hemos pasado del "hacer que España funcione", que es un perogrullada propia de un anuncio de 3 en 1, al pizarriano "Pocas leyes y muy claritas, y tribunales rapidísimos". ¡Que miedo da lo de pocas leyes en un empresario que negocio en plena OPA! ¡Que miedo da! ¡Tribunales rapidísimos! ¡Qué miedo!. Y por cierto, que vago. Esas cosas las oigo yo en el bar de la esquina, en el taxis y en las cafeterías llenas de funcionarios a las 11:00 de la mañana.

Pero lo importante, que ningún otro medio refleja, aparece en las páginas de Cataluña de El País. En plena embriaguez populista, que refleja muy bien la crónica, Pizarro habló de recuperar los once diputados que el PP sacó en Cataluña en el año 2000. Vamos, recuperar cinco. Hace falta no tener ni idea de lo que pasa para soñar con eso. Entre esos diputados se incluye recuperar uno en Girona, una provincia en la que ni AP ni el PP han sacado nunca un solo diputado, excluyendo las circunstancias excepcionales del año 2000. En las elecciones de 2004 sacó 41.000 votos de 359.000 emitidos. Un 11%. En Lérida, otra provincia en donde Pizarro aspira arañar un escaño, logró un 14,6%, 34.000 votos de 234.000 emitidos. Aquí lo tienen un poco más factible, pero difícil. ¡Que manera de vender humo la de Pizarro!.

miércoles, 30 de enero de 2008

El dinero, el bolsillo y el contribuyente

Durante los escasos días que duró el efecto Pizarro este simpático turolense, del que ya avisé que daría mucho juego por su locuacidad insensata, tuvo tiempo de decir un eslógan programático: "el dinero, donde mejor está, es en el bolsillo del contribuyente". Era toda una declaración de intenciones, como ese presidente de la CEOE (sí, Cuevas se ha ido, pero porque lo retira un cáncer) que dijo, de tarjeta de presentación, "la mejor empresa pública es la que no existe".

Yo estoy de acuerdo con ambas afirmaciones. Porque los hechos lo demuestran. Sin embargo, en el caso de las dos frases meadafueradeltiesto citadas arriba, los que las pronuncian lo dicen porque han oído campanas y no saben donde. Conocida es la trayectoria funcionarial de Pizarro ("y he sacado dos oposiciones, ojo", le espetó a un incrédulo Gabilondo), siempre en la administración, y que se hizo hombre de empresa (sic) en la empresa pública por excelencia, la eléctrica Endesa, construida a base de masivas inversiones de recursos y capital de varias generaciones de españoles. En el fondo, no se creen lo que dicen. Utilizan una retórica vacía que ellos mismos vacían.

El come-come político de esta semana, un poco más sosa de lo que se esperaba, es la propuesta electoral de los famosos 400 euros, una propuesta que comparte nombre con la película de Truffaut Los cuatrocientos golpes. La propuesta es bien clara: 400 euros irán directamente al bolsillo del contribuyente no autónomo. No necesita más explicación, pero el Gobierno se ha metido en camisas de once varas a la hora de explicarlo, y se ha tropezado con no poca incredulidad, cuando no indignación. En estos debates es cuando se ve el absoluto analfabetismo económico -gemelo de otros muchos analfabetismos sectoriales- de la mayoría de la población.

Algunos dicen que no es un impuesto progresivo, cuando lo es muchísimo más que una reducción porcentual de la cuota de IRPF: la gente que realmente lo necesita estirará mucho más esos 400 euros que los que, todos lo sabemos, 400 euros es un día de fortfait en la montaña o la factura de la cena; en cambio, una reducción porcentual haría que unos se ahorrasen los 400 euros, y otros podrían ahorrase 30.000. Así funcionan las matemáticas, y no las he inventado yo. Además, estas políticas del cheque en mano, tan de la Escuela de Chicago, se ven muy matizadas en el sentido de que el pago se haría en pequeñas cuotas mensuales, en vez de un pago único que se podría ir, como todos conocemos casos, directamente a una pantalla plana, una semana en Lanzarote o a droga, como pasa con la devolución del IRPF.

Otros dicen que, dado que el Estado no parece necesitar los 5.200 millones que va a costar la medida, que directamente no lo recaude. No es eso. La medida permitirá fiscalizar a mucha gente que no declaraba, y permitirá hacer un seguimiento. Quizás la crítica más razonable es la del absurdo electoralismo del anuncio. Es la tradición de Zapatero, que ha adoptado algunos de los clichés más grotescos de la anterior mayoría: no ha habido una rueda de prensa anunciando la subida de las pensiones, pero casi. Todo empezó cuando, en Rodiezmo, anunció la subida de las pensiones. No fue rueda de prensa, pero casi. Allí estaban los mineros -futura pieza de museo antropológico- para aplaudir.

Pero bueno, volvamos al principio. Reducido a propuesta básica, los cacareados 400 euros no son más que devolver al bolsillo del contribuyente el dinero, ¿les suena?. Pues ni mú. El turolense loco no ha dicho ni siquiera algo tan normal como "eso ya lo había dicho yo". Que vá. Su jefe político ("yo estaré al servicio de Don Mariano") no perdió ni un minuto en descalificar una propuesta fiscal orientada a estimular el consumo. ¡Eso es tener un criterio establecido! Da miedo pensar la política económica y fiscal de una gente que ni siquiera es capaz de mantener su supuesto credo (oyen campanas y no saben donde) cuando ven que su enemigo aplica las mismas políticas. Que país, y que políticos.

viernes, 25 de enero de 2008

Los méritos de Ana Mato

Rajoy sigue confeccionando su lista electoral. Esa es la versión oficial: que la lista la hace Rajoy. Como se vió en el caso de Madrid, dotar de algún movimiento autónomo al único político de Europa con barba es creer en las 11.000 vírgenes. La Ley de Igualdad, una más de las muchas de este legislatura, y de la que todavía no he visto sacar pecho a nadie del PSOE (¿por qué?), le obliga a colacar dos mujeres por cada cinco puestos. Y Ana Mato irá de número tres por Madrid. ¿Los méritos? Ejem.....

Ana Mato estudió Ciencias Políticas en la convulsa Complutense de los primeros ochenta. No le pilló el Cojo Mantecas, pero casi. Allí fue captada por Jorge Vestrynge, entonces enfant terrible de AP y -podrán encontrar múltiples testimonios por ahí- muy dado a captar a alumnas en sus tutorías. Mientras su mentor ha acabado asesorando a Chávez sobre "guerras asimétricas" -como lo oyen-, la joven Mato fue creciendo en el escalafón del PP. ¿Su familia? La de Acebes.

Por entonces era alcalde de Ávila y Aznar presidente de la Junta de Castilla-León. En 1991 vuelve a su Madrid natal, como diputada autonómica en la última legislatura de Leguina. Tenía 32 años. No le debió gustar mucho la situación, porque en las elecciones de 1993 obtuvo un escaño en el Congreso. Ya ven que carrera más meteórica. Y menos estable: siempre un escalón más allá. Estuvo en la Cámara Baja tres legislaturas seguidas, y bien podían haber sido cuatro, pero ya saben lo que pasó el 14-M de 2004. Para no quemarla en los quehaceres de la política nacional la enviaron al Europarlamento, que para eso hubo elecciones al mes de la debacle electoral.

El Europarlamento es el Valhalla donde el PSOE envía a sus muñecos rotos (Borrel, Almunia, ambos con mucho éxito), a gente con "gancho mediático" (Rosa Díez, el muy nauseabundo Mendiluce) y a un puñado de gente con tablas (Enrique Barón). Para el PP es el lugar ideal para las retribuciones por servicios prestados: Díez de Mera, el jefe de la Policía; Luis Herrero, el periodista independiente de la COPE; Pilar del Castillo, la catedrática de Ciencia Política que dijo el 16-M "el pueblo se ha equivocado"; y Ana Mato. Este su expediente de sus casi cuatro años como eurodiputada.

16 preguntas escritas en diez días de intevenciones. Al menos hubo días en los que preguntó más de una vez; 1 informe, en el lejano mayo de 2005; 1 opinión, en marzo de 2006; y, atención, ¡7 intervenciones plenarias!: dos en 2005, tres en 2006 y otras dos en 2007. Bonito panorama. No voy a caer en el discurso típico de la antipolítica de ¡y encima les pagamos por eso! (y en la UE les pagan muuuuuucho), porque el panorama no es que sea mucho mejor en cualquier otra persona de esos que meten con calzador en Europa. Yo lo que me pregunto es por qué va como número tres por Madrid.

Casada con el alcalde del municipio más rico de España, Pozuelo de Alarcón, Ana Mato encara este nuevo desafío en su brillante carrera política de la misma forma que en otras ocasiones. A mí, donde me manden. De la facul a Castilla-León, la reserva de la biosfera de AP durante los durísimos ochenta. De allí a Madrid. De Madrid al cielo, perdón, al Congreso. De la Cámara Baja a Bruselas. Y ahora al Congreso de nuevo, esperando dar el zarpazo. Nos dicen que Rajoy coloca a 11 alcaldes en el Congreso. Bueno, pues le faltaba la primera dama de Pozuelo. La alcaldesa.

jueves, 24 de enero de 2008

P(e)P(e) Blanco-White


Pepe Blanco. Así le gusta que le llamen. Pepe. Su apellido es muy común en su tierra de origen, Galicia. Lo que no es tan común es la forma en la que habla. A sus conocidas intervenciones televisivas, en donde parece que esté buscando la audiencia como en un programa del corazón, une un blog propio de un adolescente.

No es que no utilice los retrúecanos y fórmulas alambicadas propias de su lengua natal, es que parece que sus palabras son perdigonazos. Secretario de organización del PSOE, le toca el difícil papel de seguir manteniendo viva la llama de la militancia, a la que aporta carnaza viva en cualquiera de sus pasajes. Y no parece que le disguste. De hecho, pondría la mano en el fuego porque es uno de los pocos españoles a los que le gusta su trabajo.

Se aplica con fruicción.

La foto no es la típica de un despiste. Es su postura habitual. Como un profesor de provincias, se dedica a adoctrinar desde el insulto más primario. Lean este pasaje íntegro de su blog, del día 16 de enero de 2008, "El PP vuelve al búnker": "Los mismos rostros del 2004. Los de la mentira, el decretazo, la guerra de Irak….. aznarismo en estado puro.El aznarismo decide. Por la mañana incluye a Pizarro, su hombre de negocios. Por la tarde excluye a Gallardón, el moderado. Por cierto, su salida del Ayuntamiento después del 9 de marzo puede propiciar que Ana Botella termine siendo la alcaldesa de Madrid. ¡Bingo!Antes ya había colocado a toda su gente, Zaplana, Montoro, Rudí, Trillo, Ana Mato, González Pons, Pilar del Castillo, Teófila… Todo esto en clave de sucesión. Nadie ya en el PP da un duro por la victoria de Rajoy. Sólo se piensa en la sucesión, y para ello todo tiene que estar atado y bien atado para el día después.Las listas del PP desprenden la esencia más concentrada el aznarismo. Sirva un ejemplo, en la lista de Madrid, mejor Zaplana que Gallardón.Huele a covacha, huele a caverna de fiera: huele… al pasado: huele a perfume Varón Dandy."

Me dirán que en esa cosa difusa que es la blogesfera se leen cosas peores. Ya, pero no las firman responsables políticos del partido que está en el Gobierno. Y así lleva unos cuantos años. Antes su función la desempeñaba Caldera: la función del rompeolas, el que se rompe la camisa para defender el honor mancillado, la del bocazas. Curiosamente, el salmantino se ha domesticado muchísimo desde que es ministro, y salvo el detalle de llevar a varios minusválidos al acto de presentación de la Ley de Dependencia, poco hay que reprocharle al que parecía un Bono en potencia. Supongo que siempre habrá alguien que haga esas labores de fogonero (siempre están echando más leña) y pocero.

Ahora bien, ¿no hay nadie en el PSOE que se haya planteado que Pepe Blanco resta más votos que suma?. Pertenece a esa tradición de la izquierda venenosa española, como Rosa Regás, siempre dispuesta a sacar el monotema: la guerra de Irak. En el blog de Pepe Blanco, y ya es la tercera vez que lo cito, aparece en la mitad de los posts. Y hay mucha gente que ni se identifica con la tradición de la derecha venenosa española (¡paro, corrupción y despilfarro!) ni con esta que encarna Pepe Blanco. Si realmente existe el electorado de centro, cosa por demostrar y que hasta los más aguerridos politólogos no cifran más allá del 20%, estoy convencido que no se identifican ni con unos ni con otros. Y menos con esos portavoces altaneros.

lunes, 21 de enero de 2008

Los bancos también botan

Emilio Botín saludó el fichaje de Manuel Pizarro como un gran acierto y asegurando que será un gran gestor. El viejo cántabro, del que nos dicen que sigue siendo tan sagaz como siempre, gusta meterse en política de la manera más peligrosa: hablando a destiempo, de lo que no es lo suyo, con frases lapidarias. A la cántabra, en resumen.

Ya en 1995 pidió el voto para el PP. Tal cual. Felipe González le respondió, en un inolvidable mitín, que la grandeza de la democracia es que el voto de Botín vale igual que el de Martínez, Rodríguez o López, que no tienen apellidos relacionados con la banca (esto último es mío). Un hombre, un voto. Aunque sea Botín. Sus relaciones con el actual ejecutivo del PSOE no han sido tormentosas. Quizás sea a que su imagen corporativa comparte colores con el partido político. O a mero oportunismo.

Recibió a Rodríguez Zapatero en su Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid), donde tuteó al presidente. ZP, que es un quedabien, le devolvió el tuteo. "Presidente, me gusta mucho la apuesta que estás haciendo por el I+D". Y no debía estar mintiendo: su constructo Universia domina espacios crecientes en las universidades públicas, y si algo tiene el Santander es dinero, el que necesita la Universidad para ser competitiva y atractiva. A espuertas. También dijo que lo que necesita el empresario es optimismo económico, y que no era cierto que hubiese una crisis. Otro capote, pero que también le cubre a él.

O le cubría. A finales de año algunos medios publicaron una noticia que, al menos en lo que a mí respecta, provocó grandes carcajadas. "Botín fija como objetivo para 2008 que Santander supere a Citigroup". Tal cual. Una serie de circunstancias, bastante parecidas al sorpasso de Italia sobre Reino Unido en los ochenta, podrían provocar ese sin Dios, una contradio in terminis, una aberración. Por aquel entonces, y por un breve período, la economía italiana de Bettino Craxi superó en PIB a una Ingleterra en plena reconversión industrial. Lo que era presentado por la izquierda como el fracaso del modelo Thatcher no era más que sentar las bases de una reforma económica hacia la sociedad del conocimiento. Y ya ven donde está hoy Reino Unido y donde está Italia.

Con estos bancos ha pasado algo parecido. Botín se llenó la boca no tanto por méritos propios -que los hay-, como por demérito del mayor banco del mundo, Citigroup. La crisis de las hipotecas basura, que a nosotros no nos afectan. Bueno, entre ayer y lo que perderá hoy, el Santander debería replantearse sus objetivos. Y eso de que no hay hipotecas basura en España, ejem, ¿hay alguien que se lo crea? Visto el panorama, que a nadie le extraña que una vez más Botín se ponga a votar fuera de plazo. A pedir el voto. Porque botar de alegría lo tiene difícil. Crack de su banco, crack de su petrolera (Cepsa), crack del banco de su hija (Banesto), crack del banco de su hermano (Sabadell), crack de su banco en EE.UU (Sovereing) y futuro crack, y más duradero, de Bancomer y sus bancos de sudamérica. Al tiempo.

domingo, 20 de enero de 2008

El nuevo Miguel Ángel Revilla

Ya se sabe que en España, el que es millonario es culpable. A mí me da igual que Pizarro cobrase casi el triple que todo el Gobierno, noticia que hoy publica El País. Me da igual porque lo hizo al frente de una empresa privada (con un 3% todavía público, en manos de la SEPI) que respondía a sus accionistas, esos mismos a los que untó en plena refriega por el troceo de Endesa.

Esperen, que esto es un blog de política. Quizás convendría recordar que Manuel Pizarro ha sido presentado como número dos del PP en la lista de Madrid. ¿Sus méritos? Por demostrar. Es un fichaje mediático. Atrás quedaron los tiempos de hacer vida, desde veinteañero, en un partido para ir subiendo en las listas. Que se lo digan a Gallardón. También hay que recordar que el pionero en esta dudosa práctica de poner de número dos en la lista más simbólica para unas generales a una persona de otros ámbitos la inició el PSOE, como tantas otras cosas. Fue en 1993 cuando Felipe González anunció que Baltasar El SuperJuez Garzón sería su segundo de a bordo. Después pasó lo que pasó.

Bueno, pues eso, que ahora mismo Pizarro es un político con carnet y todo, realizado poco después de su primera rueda de prensa. Avalistas: Rajoy y Aznar. Como dijo muy atinadamente Fernández de la Vega, "ya venía haciendo política desde mucho tiempo antes". En teoría, sería el nuevo Ministro de Economía de ganar el PP. En teoría, claro. Habiendo sido parte interesada en Endesa y Telefónica (aunque sólo fuese por un mes) en tiempos recientes, no podría pronunciarse sobre algo que afectase a estas compañías en los dos próximos años. Eso de las incompatibilidades, ya saben. Vamos, que tendríamos un ministro de Economía con las piernas y las manos atadas, visto el peso que tienen ambas empresas en el país.

Después se nos ha vendido que es un hombre de empresa. Es mentira. Es un opositor. Además, dos veces opositor, como no se cansa de repetir cuando desgrana su palmarés-currículum. Se convirtió en hombre de empresa cuando Aznar le puso, a dedazo (igual que a Villalonga y a otros más) al frente de la empresas pública Endesa, la joya de la corona del INI. Ahora dirá eso de "la mejor empresa pública es la que no existe", sobre todo si te la has cargado. Durante su gestión, las acciones de la eléctrica estuvieron a 17-18 euros. Invariablemente. Bastó una OPA para que se disparasen. Y el se vende como buen gestor. Que lo diga en Cataluña, donde la red de Fecsa-Endesa es una basura que salta a la más mínima.

El 1 de septiembre de 2005 Manuel Pizarro compró 50.000 acciones de Endesa por 900.000 euros. Cuatro días después se conocía la OPA de Gas Natural ("yo nunca seré un empleado de La Caixa"), y el patrimonio de este "brillante gestor" (sobre todo de su cartera) se multiplicaba. Ya tenía otras 50.000 acciones, o sea que su apuesta fue arriesgada. O simplemente fue un chivatazo de lo que iba a pasar. La CNMV no investigó. Ya saben lo que pasó después con Manuel Conthe. Insisto en que a mí me da igual que sea millonario, pero si que me interesa como consiguió su fortuna. Por lo visto, debo ser el único en este país.

Pero si por algo destaca Pizarro es por su locuacidad. Turolense, con todos los complejos de inferioridad que eso supone, su comportamiento público oscila entre Ruiz-Mateos y el simpático presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla. Chabacano ("¿me han visto dar alguna vez un paso atrás?"), servil ("a las órdenes de Don Mariano", y fíjense bien en el "Don") y populista (eso de sacar la Constitución a pasear...), no dudo que Pizarro conecte con parte del electorado. Habrá que estar atentos al porcentaje de voto que saca el PP en Teruel, provincia que perdió -en cuanto a votos populares- en las pasadas generales. Y en el resto de España, además de la divertidísima campaña electoral de una persona que entronca directamente con la política de la Restauración, habrá que estar atentos al porcentaje de voto que moviliza Pizarro. A favor y, sobre todo, en contra.

viernes, 18 de enero de 2008

Tenemos chica nueva en la oficina

Se llama Rosa Diez y es divina. No, no es la de foto. La instántanea es de Cindy Sherman, una de las artistas contemporáneas más reputadas. Siempre hay que poner los nombres de las grandes mujeres, cuando las hay. Cindy Sherman es una gran artista. Rosa Díez también.

En general, hay que desconfiar de los políticos gritones. Rosa Díez grita y se cabrea mucho. En las elecciones europeas de 1999, donde fue como cabeza del PSOE, se pasó la campaña gruñendo y rabiando. También en el Congreso del PSOE del 2000, donde jugó la baza de su feminidad, con escaso éxito. A partir de ahí, inició la misma trayectoria errática del sextante en una carabela.

Sin perder su condición de europarlamentaria -¡qué bien vienen esos dineros!-, realizó críticas durísimas contra su partido, por el que había sido elegida. Igual que Cristina Alberdi, otra del PSOE que se fue rebotada del partido hacia posiciones ideológicas antagónicas -o no tanto, porque permiten gritar y patalear más-, fue mimada y acunada por esos medios que fomentan la convivencia, la palabra moderada y la reflexión. Y la atracción fue fatal. Jaleada en cualquiera de sus exhabruptos, se fue creciendo y alejando. Todavía podría prestar grandes servicios al PSOE. Sin ir más lejos, podría desempeñar perfectamente el papel de PePe Blanco, aunque a lo mejor le resultaba humillante tener de cargo eso de Secretaria de Organización, como las que ponen clips y matasellos.

Ahora tiene nuevo partido. Una tercera vía. Se llama Unión, Progreso y Democracia. El nombre ya da repelús. Parece uno de esos partidos ficticios que aparecen en historias de realidad alternativa, como el mítico Superlópez y los cabecicubos, o en el Corazón del Guerrero, esa película de hace unos años. O, ¿por qué no irse más lejos, si cada vez recuerda más la política autóctona a la del otro lado? Unión, Progreso y Democracia es el supuesto programa hecho nombre. Como en los partidos de Sudamérica, que duran una legislatura y siempre tienen esos nombres tan grandes, tan vacíos.

El material humano del que está formado no le va a la zaga. Se presentan en las 52 circunscripciones, ahí es nada. En Soria, el cabeza de lista es Álvaro de Marichalar, el que cruzó el Atlántico en moto acuática saliendo de ¡El Vaticano!; también está por ahí Alvaro Pombo, el escrito cántabro que ahora va a esa tertulia del corazón que lleva Susana tengo los labios de Michelín Griso. Savater ha tenido la decencia de no meterse en ninguna lista. Y Rosa Díez, de cabeza visible. Va dando charlas por ahí del tipo "Regenerar la democracia". Que hay que cambiar la ley electoral, para que no salgan beneficiadas formaciones que quieren "la liquidación misma del conjunto de la nación". Menos mal que el actual sistema ya impide eso mismo, y por eso el efímero UPD durará estas elecciones, donde no obtendrá ningún representante, igual que la opción centrista de Roca en 1986.

jueves, 17 de enero de 2008

Para que la verdad no nos alcance

El PP se ha pasado la octava legislatura de la democracia huyendo hacia delante, intentando dejar atrás la verdad. A duras penas lo han conseguido, y sólo en esta última parte. Sin embargo, cuando se practica durante tanto tiempo, siempre quedan resabios. Aquí tienen el comunicado que el 15 de enero tuvo a bien presentar el partido que aspira a ganar las elecciones, explicando el tema en boca de todos.

Está escrito con la frialdad del forense. Sería ingenuo pensar que pudiese llegar a explicar conversaciones en el ascensor, desplantes y tensas miradas: para eso ya están los periódicos, que han encontrado en esta reyerta interna un buen caldo de cultivo para el periodismo interpretativo con altas dosis de imaginación. Eso sí, como coinciden todos entre sí, será que algo de verdad llevan, pero el documento oficial es este. Gallardón y Espe se ofrecieron al presidente, este les dijo que nones, que los ciudadanos les habían escogido "hace escasos meses" para otras funciones -toda la razón- y que "cuenta con su colaboración activa para la campaña electoral".

Y tanto. De momento, este enfrentamiento larvado durante años -en los ochenta Espe tenía su propio partido liberal, mientras Gallardón ya subía meteóricamente en el PP, impulsado por Fraga- ya ha neutralizado el mal llamado "efecto Pizarro" y seguirá dando que hablar. Eso es colaborar "activamente", hombre. La rueda de prensa de ayer, con Gallardón balbuceante en la misma medida que cuando leyó los resultados electorales en 1993, permanecerá en los anales de la política menor de este país durante mucho tiempo. Sin embargo, oficialmente -y en esto lean: para el PP- aquí no ha pasado nada. Y ahí esta ese comunicado para garantizarlo.

Huyendo de la verdad terminas por tropezarte de bruces con ella. El PP vuelve a presentar, básicamente, la misma gente que perdió las elecciones de 2004, unas elecciones convocadas desde la mayoría absoluta. Votar PP es votar conservador al cubo: por su ideología, y porque presentan a los mismos. De producirse el batacazo electoral que algunos aventurados opinadores de la autodenominada izquierda empiezan a manosear, podremos decir que por fin el PP ha alcanzado la verdad. Y allí estaré esperando yo el comunicado, con rigor notarial -o de registrador de la propiedad- con la que se dará constancia del brutal impacto.

miércoles, 16 de enero de 2008

Uno que se va

Vivimos tiempos de nueva política. Antes las renuncias y los abandonos se producían tras los descalabros. Los electorales, porque en la cultura política española ni Dios dimite cuando hay descalabros en la gestión. El único, Antonio Aparicio -¿alguien se acuerda de él?- , y eso que Roldán le llegaba como herencia. Aunque se dice que Gallardón esperará a comunicar su decisión hasta después del 9-M, todos los medios, sin distinción de color, se hacen eco de la noticia. No creo que todos se equivoquen. Habrá que darles credibilidad, y eso que el protagonista todavía no se ha pronunciado.

Cuando lo haga, tampoco se espera una salida del tiesto. Si por algo se ha caracterizado siempre es por su obediencia supina. "Haré lo que me diga mi líder". Y así fue incubando una carrera larguísima dentro del partido. Antes decía "haré lo que me diga mi partido", pero el aznarismo dejó como secuela que el principal partido de la oposición se rija por criterios no recogidos en los estatutos, ni decisiones tomadas en los congresos. Es el ordeno y mando. Y toda una vida esperando para recibir ese puntapié.

Gallardón ya ocupó puestos de responsabilidad. En 1993, por ejemplo, salió con los ojos llorosos y apuntando entre líneas a un complot para justificar una derrota electoral que daban por segura. Era la cabeza visible de los jóvenes y, de haber ganado esas elecciones, su carrera hubiese sido muy distanta. En 1995 ganó la presidencia de la Comunidad de Madrid, cargo en el que permaneció hasta 2003, cuando salió elegido alcalde de la capital de España. 13 años ocupando puestos regionales, ocho de los cuales su partido estuvo en el poder a nivel nacional. Y siempre esperando su oportunidad. Disciplinado. Obediente.

El traje madrileño le quedaba estrecho, incluso con la altísima proyección que otorga la responsabilidad, superior en muchos casos a la de un ministro (¿alguien sabe quien es la Ministra de Agricultura y Pesca?). Hace unos meses empezó a decir que quería ir en la candidatura para las generales de 2008. Revuelo con su amiga Espe. Ya en 2004, en el congreso del desagravio, fue el único líder de su partido que quiso admitir que "algún error habremos cometido". Le recibió el silencio de la platea. La ultraderecha no racista que va camino de ser hegemónica en el PP nunca se lo perdonó. También su amistad con PRISA, esa gorgona mediática. De ahí que hoy, desde LD, se jalee la decisión. La noticia, si finalmente se acaba produciendo, no es para alegrar a nadie.

Y hay muchas posibilidades de que así pase. Gallardón ha cumplido todos los pasos obedientemente. Estas eran sus elecciones. Que nadie sueñe con que, si el PP se descalabra en estas elecciones -cosa harto improbable-, el quede reforzado. Quizás si, pero sin poder. Al no ser congresista, no podrá erigirse en líder porque no podrá hablar en la Cámara. En estas circunstancias, lo mejor es pirarse. Total, como casi todos los políticos del PP, es funcionario en excedencia. Aunque a lo mejor va a echar en falta su posible condición de aforado si siguen adelante las investigaciones malaya y guateque. Veremos.