martes, 30 de junio de 2009

Lo que tiene la peste azteca

O el mal de Moctezuma. O la gripe mexicana. Llámenlo como quieran, pero no olviden el origen. Ya van unos cuantos meses de nueva gripe y la pobre ha cambiado varias veces de nombre, desde el injusto apelativo de "porcina" -que en Egipto aprovecharon para exterminar la piara de la minoría copta- hasta la actual y políticamente correcta de "gripe A", no se sabe si porque habrá "B", "C" y "Z". ¡Con lo fácil que es llamarla gripe mexicana! Hasta la OMS en su página web tiene la dirección HTML con el "swineflu" de peste porcina, ya ven que credibilidad dan con la tontería esa de "gripe A".

Tiempos de pandemia. Y, por tanto, de bastante estupidez, un efecto secundario que siempre que hay una nueva peste se propaga con igual o mayor rapidez y con muchos más devastadores efectos. Lo pudimos ver con la glosopeda, con el SARS y ahora con esta variante de la gripe, que es más inocua de la que estamos acostumbrados, y que no va a desaparecer: simplemente se solaparán. Hoy ha fallecido la primera persona en España, una joven de origen marroquí que cumplió ayer 20 años y que estaba embarazada. Los médicos, visto que perdían al paciente -el cuadro se complicó por su asma y porque hasta tres veces fue al hospital y no le hicieron las pruebas, pero eso hay que leerlo en la letra pequeña- forzaron el parto y ahora el pequeño Ryan vivirá sin su madre, de la que no sabemos si quiso dar a la luz o no: me pregunto que pensará la Conferencia Episcopal de todo esto. Bah, da igual: todos sabemos la respuesta.

Cada año mueren en todo el mundo 8.000 personas por causas directas asociadas a la gripe tradicional. Con la nueva habrá que empezar a convivir, guste o no. Los gobiernos deberían acabar ya con el gasto mayúsculo que supone ir siguiendo la evolución de la pandemia, porque ya no la para nadie: lo ha dicho la OMS y lo dice el sentido común, pero parece que vende mucho más dar la imagen de que se está actuando contra algo bastante difícil de combatir, dado el carácter mutante del organismo infeccioso. Hasta el propio Stephen King, en La Danza de la Muerte, se dio cuenta de esto. Nuestra Ministra de Sanidad, especializada en política internacional (¡ay!) probablemente no tenga al autor americano entre los de cabecera -le pega más un Carlos Fuentes o una Almudena Grandes-, pero sabe perfectamente chupar cámara como la sonrisa del régimen que es.

La muerte de esta desgraciada joven marroquí vuelve a traer a los primeros titulares un asunto que se había aletargado, siguiendo el ciclo natural de la gripe: las altas temperaturas no favorecen su difusión, pero piensen en el hemisferio austral, donde ahora empieza el invierno, y dense cuenta -o consulten la página de la OMS- como prolifera por Argentina, Australia o Chile. Bueno, pues eso mismo pasará en España a partir de octubre-noviembre, cuando aparezcan los abrigos. Probablemente usted y yo contraigamos la nueva gripe, y dependiendo de nuestro estado de salud general nos irá de tal o cual manera. Bien, pues esta razón que está implícita en la declaración de pandemia decretada por la OMS hace un mes todavía no ha salido de la boca de nuestra Ministra, tan generosa para decir "solidaridad", "esfuerzo" o "contribución" (está la van a oir más, se lo aseguro), pero tan rácana a la hora de presentar la verdad, porque vende mucho más parecer que se está actuando.

Fíjense si no en la vergüenza que como ciudadano español tiene que pasar uno cuando ve anuncios como este: ya se había anunciado hace semanas, pero la casualidad ha querido que coincidiese la muerte de la pobre marroquí con el acto promocional con foto y todo. Fíjense como sonrien, y eso que lo que están montando es una fábrica que estará ¡para 2012! y será llevada por ¡una empresa privada!, concretamente laboratorios Rovi: mientras los políticos hablan de "inversión" y "puestos de trabajo", el presidente del laboratorio habla de "50 millones de facturación", porque es lo suyo y lo que le pega. Trini dice que también harán vacunas para otros países, probablemente para ser ofrecidas gratis como ayuda exterior, que al fin y al cabo es de lo que dice entender.

La planta estará ubicada en el cacareado parque científico de Granada, un erial en torno a las facultades de la ciudad -donde todos sus licenciados emigran, of course- y un Museo de la Ciencia construido para los alumnos de la Logse: por fin tendrá sentido. Y si para ello "la Junta de Andalucía aportará los terrenos, la construcción del edificio y el equipamiento, lo que conlleva una inversión de 12 millones de euros" y el laboratorio Rovi "48 millones para completar la construcción y el equipamiento y para las actividades de investigación y producción del ensayo clínico, al tiempo que asumirá los costes de su funcionamiento", pues tanto mejor no, ¿verdad? ¿A que mola que las previsiones de facturación hagan que esta empresa privada recupere más del 100% de su inversión en sólo un año? ¿A que mola saber que siempre va a encontrar comprador en el Estado, que después facilitará las vacunas por ahí, al margen de cualquier criterio de mercado?

"El acuerdo prevé también la creación de una fundación sin ánimo de lucro para desarrollar los trabajos técnicos necesarios". Phantástico. Así ya queda todo completo. Ya les digo que cuando hay una pandemia la primera víctima es la inteligencia. Miren a Trini, que saldrá sonriendo en la primera entrega solidaria de vacunas, aunque todavía no sabemos si los asesores de imagen del PSOE seguirán recomendando a la gente de este partido ese gesto irritante de las yemas de los dedos juntas que tanto se prodiga hoy en día. Esto si que es una epidemia y de las buenas: no se despegan jamás y pueden observar los síntomas en la Salgado, ZP, López Aguilar o cualquier otro. Si esta nueva gripe hay que llamarla con algún apelativo al origen geográfico, ¿cómo calificamos la manía gestual e impostada de los líderes del PSOE? ¿Por qué Trini no actua contra este mal que junta las manos de manera antinatural y condescendiente hacia los ciudadanos? ¿Por qué tanto paternalismo? Nos tratan como estúpidos y sentimos que nos están protegiendo. Esto si que es una peste.