martes, 9 de octubre de 2012

Otra campaña contra Ryanair

Lo mejor de Ryanair: cuando no hay pasajeros
Como buenos consumidores de medios de comunicación de masas que son ustedes -además de este extremadamente minoritario-, les supongo enterados de la enésima campaña anti-Ryanair desatada al final del verano contra la compañía irlandesa de vuelos a precio justo, una campaña donde confluían intereses políticos y mediáticos, con estos últimos siguiendo la claque que marcan los primeros.

Ryanair es mala, perversa, como quedó bien explicado en un post de hace tiempo. Tan mala que ofrece vuelos a precios justos (si establecemos que son baratos, es que los demás son caros: hay que preguntarse por qué) y encima ¡la gente los compra! ¡y repite! ¡y la compañía cada vez abre más rutas y se expande! ¡Esto es increíble! ¡Una empresa de éxito!

A la habitual retahíla de noticias sobre aviones que piden aterrizar con prioridad (que no emergencia) porque cargan la cantidad justa de combustible (¿saben que hasta no hace mucho tiempo los aviones se desprendían de su combustible sobrante antes de aterrizar?) y que se presenta como una catástrofe, a principios de agosto un avión de Ryanair perdió la presurización de la cabina de vuelo.

Con todo el mundo con teléfonos móviles con cámaras, salieron las imágenes de las mascarillas desplegadas y todo eso; no pasó absolutamente nada de riesgo, pero ahí estaba el alarmismo: parecía la típica serpiente informativa del verano, como las asesinas motos de agua (creo que este año no ha salido), la desaparición del Mar de Aral, o la cerveza y sus propiedades nutritivas.

El Gobierno, de la mano de la gallega y monjil Ana Pastor, tomó cartas en el asunto pero ¿cual es el asunto?  Pretendía poner sanciones a Ryanair por poner en peligro la seguridad aérea, desconociendo que carece competencias en esta materia, que sólo corresponden al país donde esté radicada la empresa. ¿Lo desconocía? Puede ser, puesto que es una persona que ha aterrizado en Fomento como un paracaidista, cuando su formación es en Sanidad, pero es mucho más probable que la puesta en escena fuese muy estudiada para dar la impresión de que el Gobierno hace algo.

El ridículo fue tan espantoso -con la ministra con cara de Mr. Potato haciendo un juego de palabras entre low cost y low security que no le salió bien porque no sabe hablar inglés- que la UE tuvo que señalar que el Gobierno español no puede hacer eso; tantos años de liberalización del tráfico aéreo para que ahora los gobiernos nacionales empiecen a poner barreras alegando las conductas más variopintas.

Quien lo ha tenido claro desde el principio ha sido el impresentable presidente de Ryanair, que ha calificado con las palabras que merece toda esta serie de incidentes magnificados: "es una campaña". Efectivamente: a Ryanair le acusan de tener más de 1.200 incidencias en lo que va de año, metiendo en ese sumatorio asuntos como pérdida de equipaje. Es una campaña con todas las de la regla, y si no vean estos datos.

Iberia, que es una compañía en extinción y que opera menos vuelos que Ryanair (si, es la realidad) en España, acumula más incidentes de los de verdad que la compañía de coste efectivo irlandesa. En este blog especializado, copiado de un piloto que se hizo muy popular hace diez años contando divulgativamente asuntos de uso común en la aviación, se explica muy claro como los medios de comunicación -en parte por el analfabetismo de sus redactores- se confunde incidencia, emergencia y urgencia.

Lo que hay es una campaña contra Ryanair. Como sabrán, la aerolínea Iberia está lanzado su filial de vuelos baratos Iberia Express, que vende más caro que Ryanair o Easyjet, en el enésimo intento desesperado por salvar un modelo de negocio que ha reventado por la competencia y por la aplicación de los más sanos principios del liberalismo.

Iberia, aunque digan que es privada, no lo es. Es una compañía asistida públicamente, por su representatividad. Recuerden que en este país se ha hecho durante los Quince Años de Despilfarro una inversión desmedida en infraestructuras aeroportuarias que ahora, con la quiebra de Spanair -menuda historia ahí, con la Generalitat quebrada financiado a fondo perdido los aviones-, esa Air Europa que es de chiste hasta en el nombre y la evaporación de Iberia, corren el riesgo de caer en la pérfidas manos extranjeras, en gran medida por la incapacidad nacional para gestionarlas eficientemente.

Estos días los periódicos están llenos de ese gran inversor en publicidad en medios que es Iberia: no es casual que en una época en que los medios tienen más autopublicidad (el nuevo coleccionable, el suplemento, el chándal del R. Madrid) que publicidad de empresas salga esta campaña contra la compañia irlandesa, que se anuncia muy poco en medios, especialmente comparada con Iberia e Iberia Express.

Además, ¿cúal es la prueba definitiva cuando hay una campaña en marcha? Mirar lo que hace El Mundo: aquí relata como a unos pasajeros no les dejaron entrar en un avión por la cara con unas ensaimadas, que debían considerar que no eran bulto. A mí de Ryanair lo que más me disgusta son los pasajeros, que piden servicios de jet set cuando han pagado menos de una comida en un restaurante de los malos: exactamente la misma actitud que tienen como ciudadanos ante el Estado. 
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Curiosamente, Sagunto es la misma ciudad donde dio sus primeros pasos el famoso Enrique Bañuelos, el de Astroc, Brasil y ahora el pelotazo en Cataluña.Y todavía siguen hablando de los Altos Hornos, que cerraron en 1984....
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Nicho laboral para licenciados universitarios en una Universidad de provincias norteñas: teleoperador. Eso sí, en tu propia región, lo más valorado. La noticia hiede a franquismo rancio en toda su redacción y estructura, además de las declaraciones.
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A esto se dedica Santiago Niño, uno de los economistas de referencia -es un decir- de los agoreros, quincemistas e inversores en sellos: la Ufología.
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Pinchazo comercial en La Coruña. Reproduzco íntegro esta parte: "las cifras, a día de hoy, muestran una ciudad de 250.000 habitantes con 12 centros comerciales y 427.596 metros cuadrados de superficie bruta alquilable, lo que sitúa la ratio de metros cuadrados comerciales por cada mil habitantes en 1.725, una media que quintuplica la del estado. Todo ello teniendo en cuenta que, desde 2008, la superficie de metros cuadrados comerciales se incrementó un 257%, con la especial aportación de Marineda City, que alberga el 46% de la oferta total de la ciudad"
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De la serie Esto no es como Grecia, no llega esta noticia: el Gobierno heleno financiará con 29 millones de euros la construcción de un circuito de Fórmula-1. Aquí ya lo hicimos, con los resultados esperados.
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"Paseando chapa", esa expresión ferroviaria para cuando un tren parte y llega a una estación sin pasajeros, se hace realidad todos los días

jueves, 4 de octubre de 2012

Pelotazo en Oviedo

Magníficamente integrado en su entorno: color y estructura
En mi afán por divulgar otros ejemplos de pelotazos habidos en España durante los Quince Años de Despilfarro, al margen de los manidos del aeropuerto de Castellón y similares, hoy toca detenerse en Oviedo.

La pequeña ciudad, capital de Asturias, contaba con un campo de fútbol municipal donde jugaba el equipo local, situado en pleno casco urbano. A finales de los noventa se derribó y el equipo se trasladó a un flamante nuevo estadio en el extrarradio, a las faldas del Monte Naranco.

Tan sabia decisión coincidió con el descenso de categoría de la entidad deportiva, que en un año pasó de jugar en Primera División a hacerlo en Tercera, merced a méritos deportivos y económicos: desde luego, era el estadio más flamante de su categoría, con 30.000 asientos para rivalizar con equipos de aldeas. Por ahí sigue, quince años después, en 2ª B. También el estadio, claro.

En el solar del antiguo estadio, que permaneció bajo titularidad municipal,  se desarrolló una operación urbanística consistente en hacer un edificio desmesurado, escasamente pensado y muy de presumir, llamado Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo. Era de iniciativa privada, porque el Ayuntamiento ya tenía un edificio propio con esas mismas finalidades,  inaugurado pocos años antes y bastante adecuado al volumen de la ciudad, qué solo en épocas muy recientes ha conseguido pasar de los 200.000 habitantes.

Sin embargo, estamos hablando de Asturias, una región donde impera el grandonismo, hasta el punto que en el habla local se pone el sufijo -on para ese tipo de cosas. Sumen a esta característica racial de los asturianos los tiempos de despilfarro, la desenfrenada pasión por construir, un alcalde impresentable bajo todos los conceptos, la firma de un arquitecto estrella y tendrán el resultado final.

El Calatravo. Con un nombre tan pomposo que empieza por "Palacio" y acaba varias palabras después, esa otra afición local a rebautizar de manera francamente ingeniosa a las cosas no tardó en encontrar otro nombre para el engendro surgido en el solar del antiguo estadio. No es el nombre más ingenioso, pero al menos transmite parte del horror.

El edificio se compone de una parte central ovoide, rodeado por columnas en 45º que sostienen un edificio en forma de U de tres plantas, que se eleva sobre rasante sin medida alguna con el entorno o el urbanismo existente. Además, es totalmente blanco, como en toda la obra de Santiago Calatrava, autor de este engendro, ya esté el edificio en Valencia, Milwakee -como la galería de arte que hizo ahí- o Barcelona. No, en Zürich no le han dejado, pero ahí tienen criterio.

Ahí van las dimensiones de la obra: auditorio de 2150 personas con cúpula de 45 metros de alto, hall de 2300 m2, 12 salas de reuniones, y eso sólo en el ovoide principal; centro comercial de 65.000 m2 ; y en el edificio de tres plantas hay ¡11.200 m2! de espacio para oficinas, un hotel de 150 habitaciones y 17.400 m2 (habitaciones bien grandes, pues), además de 1800 plazas de aparcamiento para el conjunto.

La obra fue un desastre desde su concepción, su ejecución y su legado. Como en gran parte de las obras de Calatrava, tenía una parte móvil, que nunca se ha podido mover y por la que están en juicios y pleitos entre constructora, arquitecto y promotor; además, el arquitecto había ideado, con total desconocimiento del lugar, una lámina de agua que caía desde gran altura, pero que fue suprimida de la obra final por sus altos costes de mantenimiento, aunque hubiese quedado más justo espetarle un ¡esto no es el Mediterráneo!.

La construcción se inició en 2003 y con una concesión durante 50 años, insisto que bajo iniciativa privada, pero con consentimiento y aquiescencia del Ayuntamiento y la autoridad regional: ahí dieron los permisos de construcción y, peor aún, adquirieron los 11.200 m2 de oficinas para instalar dependencias públicas, como si no hubiese otros edificios disponibles. Fue una subvención encubierta a un complejo que ya nacía mal y renqueante.

El promotor se llama Jovellanos XXI, y es una sociedad inmobiliaria participada por la familia Cosmen, los de la empresa de transporte ALSA, conocida también como El Monopolio y auténtico poder fáctico de la región. Esta misma promotora también intentó hacer de las suyas en otro solar municipal de Oviedo (de hecho, las dos operaciones se conocía como las "de los Palacios"), con su propia y triste historia.

En cualquier otro país se hubiese conservado
Se trata del solar conocido como El Vasco, por ser este el nombre de la antigua estación que se tiró abajo a finales de los ochenta, cuando se sacaron las vías de tren que atravesaban la ciudad. Era una operación de moda en la época: en Madrid se llamó Cinturón Verde (y se enterró la vía que rodeaba la ciudad entre la Estación del Norte, ahora conocida como Príncipe Pío, y Atocha) y allí Cinturón de Hierro.

En Oviedo se hizo lamentablemente mal: la ciudad se quedó sin conexión ferroviaria directa con las cuencas mineras, donde antes se podía llegar en 25 minutos, y el solar quedó vacío hasta la actualidad, con feos asuntos políticos. Jovellanos XXI intentó hacer caja, pero no coló: nada menos que tres rascacielos de 133 metros -para la escala de España lo son, imaginense en Oviedo- diseñados también por Calatrava ("edificio escultura"), inclinados y al lado del muy cuidado casco antiguo de la ciudad.

Afortunadamente, cuando se presentó esa astracanada ya era 2007 y la cosa comenzaba a desinflarse: da miedo pensar si el pelotazo se hubiese propuesto cinco años antes. ¿Miedo? No tanto: basta asomarse al Calatravo finalmente construido y ver una imagen fideligna de lo ideado. Un paisaje apocalíptico, como poco.

Ahora resulta que Jovellanos XXI ha presentado concurso de acreedores (la antigua quiebra, vamos) por 90 millones de euros, con un comunicado que da risa y asco leer, aun cuando viene extractado. El Palacio de Congresos del que alardean que ha traído a "50.000 personas" en año y medio de actividad -como si fuese una cifra para admirar- y  no tiene programación ni actividades programadas en el futuro cercano ni lejano, como es evidente cuando existen ese tipo de instalaciones en todas partes.

Como habrán podido intuir, el horrible edificio desproporcionado acabará en manos municipales, pero no es que los promotores hayan quebrado. Como indican desde Izquierda Unida, Jovellanos XXI vendió el espacio comercial por 121 millones de euros, y las oficinas del Gobierno Regional por 61 millones de euros -esto en sí sólo ya sería un escándalo, además de la subvención encubierta apuntada antes-, por lo que el negocio ya estaba hecho y ahora sólo quedaba deshacerse de lo inservible.

Es más, el Ayuntamiento de Oviedo ni siquiera será parte en el proceso concursal, ya que autorizó en 2010 a Jovellanos XXI a hipotecarse sobre una parcela que era pública, algo que me parece legalmente dudoso. Es la historia de un pelotazo, por la que nadie pasará por la cárcel y mediante la cual una pequeña ciudad de provincias se queda con un armatrostre sin utilidad, con elevados costes de mantenimiento, feo y con problemas de construcción. No es para estar muy orgullosos.
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(Relacionado con el tema principal) Un resumen de la prensa local sobre el Calatravo. Está lleno de chismes, destacando especialmente que el complejo se pretendió llamar "Francisco Álvarez Cascos".Y aquí se dice que tiene 125 usuarios al día, resultado de dividir los usuarios de los días que tiene actividad entre los 365 días del año, una fórmula tramposa pero que da una cierta idea de su función: tremendo lo de que fue inaugurado con la bendición del arzobispo. Parece una escena de La Regenta.
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(10 días después del tema principal del post) Se muere el arquitecto municipal que dio validez con su firma a la operación "de los Palacios". Casualidades de la vida: la quiebra de "El Palacio" vino un poco antes de su quiebra vital. Parece mentira que le dediquen elogios, aunque todo es posible en Vetusta. 
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Crear un macrocomplejo de supuestos usos culturales para acabar presentando la Feria del Cocido: la realidad de España y de una de sus provincias más eso: provincia y España.
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Es que Valencia es muy pequeña y hay muy pocos hoteles, normal que haya coincidencias. En cuanto se supo que sería un juicio con jurado -y las presiones que hubo para su conformación- se intuyó el desastre.
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La clase política reacciona ante el futuro éxito de plataformas como Actualizable.