domingo, 29 de noviembre de 2009

Bartolín ya tiene heredero

Vivimos en una sociedad donde las anécdotas más famosas se están repitiendo continuamente: las nuevas generaciones conocen perfectamente lo de la empanadilla de Martes y Trece o la bronca de Umbral, a pesar de que nunca lo vivieron y difícilmente podrán ubicar en su contexto a tal o cual. A través de programas de zapping o youtube.com se reproponen continuamente estos momentos señeros de la chanza y el ridículo.

No son los mejores. Siempre me ha sorprendido como ha caído en el olvido el caso de Bartolín, sin duda uno de los más divertidos y ridículos de la historia reciente de este país. Puede ser porque no haya una imagen que sintetice todo el asunto, pero es que tampoco hay ninguna parodia (y eso que se presta bastante), quizás por el tabú del tema.

El 28 de mayo de 1998 un concejal del PP de La Carolina (Jaén), aparece en Irún asegurando haber sido secuestrado por ETA. Era la época en la que Mayor Oreja era Ministro de Interior y había auténtica psicosis por ETA, sus secuestros y cualquier cosa que quisiese Don Jaime, que para eso tenía siempre el ojo avizor. También pertenece a la misma época el supuesto secuestro de Martín Prieto, que simplemente se había ido de señoritas sin avisar -evidentemente- a la señora. El periodista no estaba viviendo su mejor época, si es que ha vivido alguna desde sus famosas crónicas del juicio del 23-F, cuando trabajaba en El País.

Bartolín contó a la Policía que había aparecido prácticamente en la frontera francesa porque dos terroristas de ETA le habían narcotizado, lo habían montado en el AVE para llevarlo a Madrid y después lo habían llevado en furgoneta hasta Irún, donde se había logrado zafar de los secuestradores. La historia se caía por su propio peso, y más cuando se empezaron a conocer detalles del personaje: fundador de la Nuevas Generaciones en el industrioso municipio jienense, ahijado del carismático y ya alcalde durante el franquismo Ramón Palacios e hijo de su chófer de toda la vida, y con bastantes detalles de infantilismo. Conviene recordar que La Carolina siempre ha sido el bastión del PP en el agro jienense, deudor del PER y otras cosas, pero siempre es peor el remedio que la enfermedad, sobretodo si esta no es tal: simplemente un mal endémico.

Bueno, si no conocen la historia recuperen las crónicas de la época, porque es digna de la mejor tradición española, la de Esteso y Pajares. No se volvió a saber mucho de su persona tras el juicio de 2001, pero su figura sigue ahí para el que la quiera recuperar: supongo que el cine español, que goza de tan buenos guionistas (una ha llegado incluso a Ministra), no considerará necesario narrar esta historia que tan buenos mimbres tiene, porque el tema es tabú. Una persona que vive obsesionada por el secuestro se autosecuestra.

Pues bien, hete aquí que años después volvemos a tener una historia parecida. El Guardia Civil que vive obsesionado con un atentado de ETA (y con razón: era el compañero del agente asesinado en el ataque a la casa-cuartel de Leiza en 2002) se autoatenta ayer mismo. Así lo dicen claramente El País y El Mundo, extrañamente coincidentes una asunto en el que siempre están enfrentados. Las pruebas parecen bastante claras: el agente, natural de Málaga y de 34 años, dice que le han tiroteado mientras descubría un tubo lanzagranadas en las inmediaciones del cuartel. Efectivamente, tiene cuatro tiros: uno en el brazo y tres en el chaleco, pero los casquillos son de munición del instituto armado, por no hablar de que el tubo de PVC (ETA a veces los ha utilizado como lanzagranadas baratos y cutres) ni siquiera tiene iniciador.

El nuevo Bartolín se llama Salvador Menéndez. Los medios -con razón- han decidido dar muy poca relevancia al asunto, porque sólo abunda en el descrédito de cuerpos y fuerzas que no lo deben tener nunca, por razones obvias. Sin embargo, en la tranquila mañana de domingo lluvioso en toda España fue la noticia protagonista, y fue francamente curioso ver como se iba desinflando con las horas. Sin embargo, estaría bien que informasen cual va a ser el expediente o la sanción propuesta al agente autolesionado, sobretodo para hacer de aviso a navegantes y que no haya imitadores.
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Qué noticia tan divertida y esclarecedora, sobre todo la última línea.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Piratas del Índico

Lo que parece una novela del gran Emilio Salgari se lleva materializando desde hace una larga temporada: piratas en el oceáno Índico. En el siglo XXI. Poniendo en jaque a la comunidad internacional (ejem) y consiguiendo ser el tema preferente en la información nacional: el ya famoso Alakrana, los dos somalís de turismo judicial por España y los mercenarios en los atuneros, que de todo hay.

Para dar más lustre al esperpento, últimamente aparecen en la sección de cartas al director de varios periódicos reversos de la moneda realmente sorprendentes: que los piratas somalís son en realidad guardacostas que están protegiendo las aguas de su soberanía de los auténticos piratas, los barcos que esquilman sus caladeros y no pagan derechos de explotación.

Parece de humor pero no lo es. Me pregunto si estos lectores, tan celosos de los derechos de la Zona Exclusiva Económica de un país que ni siquiera está constituido, habrán reparado en que estos guardacostas no tienen como objetivo exclusivo los pesqueros, sino que les encantan los petroleros, los buques cargueros y todo lo que flote y sea fácilmente asaltable. El día que secuestraron un petrolero de 300.000 toneladas en su primer viaje la comunidad internacional (ejem) lanzó la denominada Operación Atalanta, consistente en enviar barcos de la mejor tecnología a dar vueltas por el Índico a ver si cazan algún cayuco con muertos de hambre y Kalasnikov a bordo.

El éxito ha sido dispar. Los secuestros se han seguido produciendo y no ha habido efecto disuasión. Cuando estás desesperado, como es el caso de los piratas somalís, da lo mismo que te envien al USS Enterprise. Además, la efectividad táctica de la operación es muy dudosa: pudiendo disparar y hundir los barcos, que es como se ha combatido históricamente la pirateria, se envian salvas de aviso; pudiendo establecer un bloqueo en los principales puertos que quedan en la devastada Somalia, se ha preferido hacer dar vueltas a los barcos; pudiendo acabar con el problema, se ha decidido prolongarlo.

¿Las razones? Como siempre bastante ocultas y al mismo tiempo al alcance de todos. Gracias a la piratería los seguros de fletes (Lloyd´s sabe bastante de eso) se han disparado, produciendo pingües beneficios en uno de los sitios de mayor tráfico comercial del mundo. Beneficios para las aseguradoras y las compañías de seguridad privada, y también beneficios para los auténticos piratas, los que están tierra adentro: ¿cómo se creen que cobran los fabulosos rescates de millones de doláres? ¿en billetes no consecutivos y sin numerar, entrega en mano en Mogadiscio?

Eso sería bueno, pero el mundo no es así. Cobran en cuentas radicadas en bancos de Londres, porque ya era raro que una noticia de piratería no tuviese como un actor principal a los compatriotas de Lord Elgin y Thomas Drake. ¿Y por qué no se actua siguiendo esas cuentas o bloqueándolas? A saber. También se amenazó, en los días posteriores al 11-S, con bloquear los paraísos fiscales (EE.UU indicó expresamente a Chipre, un país con grandes intereses navieros) porque tenían bastante certeza de que mucho de la financiación económica del terrorismo islámico se movía por esos conductos. Se hicieron cuatro cosas y todo siguió igual.

Si empezaba con Emilio Salgari habrá que concluir con Julio Verne. No deja de ser otro signo de nuestros tiempos que modernas fragatas con el AEGIS no sean capaces de controlar a esquifes y que se movilice todo el aparato judicial de un país por un par de desesperados intentando paliar el hambre. He aquí un caso de conflicto entre lógicas estatales y lógicas de la globalización, el poder difuso y los actores no categorizables bajo el cánon clásico. Bienvenidos al siglo XXI: piratas en el Índico y también en la Audiencia Nacional. Vivir para ver.
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La resaca del 20º aniversario
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Galicia, "una gran aglomeración europea" y "un aeropuerto con tres (Coruña, Vigo, Santiago) terminales". Desde luego, la prensa regional es una fuente inagotable de humor. "Es lo que tenemos": humor a los cuatro vientos.