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lunes, 13 de enero de 2020

Triste Gobierno de coalición


Estos serían los Ministros si Podemos se hubiese abstenido en 2016
Con una investidura lograda con el último aliento de un neodiputado de Teruel Existe (atención al efecto contagio en los muchos terueles de España, ya presagiado aquí) el PSOE vuelve al poder tras ganar unas elecciones.

Es el momento y el lugar para recordar a todos esos de la Hizquierda Berdadera que allá por 2014 apostaban por la pasokización del partido troncal de la vida política española, que ha pasado una crisis tremenda por el auge de Podemos y el golpe de estado interno llevado a cabo por la secta socialista andaluza.

Por entonces, nadie daba un duro porque en el año 2020 pudiese volver al Gobierno, pero así es el Régimen del 78: ha gobernado en bastante más de la mitad de los años de vigencia de la actual Constitución, y es un partido que ahora afronta gobernar en coalición con lo que ha quedado del Partido Comunista tras la deriva de la Historia y de su propia historia.

De cómo se lleven entre ellos y lo que puedan hacer efectivo en estos cuatro años dependerá en gran medida el futuro de eso que llaman "izquierda" en este país, donde una gran parte de su electorado natural está desmovilizado porque simplemente no ven nunca nada nuevo ni significativo, mientras sus contrincantes políticos están plenamente movilizados y con unos planes muy concretos y sabidos. Quien quiera saber más sobre este panorama que mire la Comunidad de Madrid y su Ayuntamiento.

El nuevo Ejecutivo tampoco invita al entusiasmo. Por una parte se ha prescindido de cosas groseras como Màxim Huerta, pero por otra se ha optado por una serie de personajes grises y no menos grotescos para compensar la juventud y empuje -sí, empuje- de los ministros que han caído para Podemos. El mismo empuje que se quiso dar anunciando el pacto para un Gobierno de coalición a las 24 horas del fin del recuento electoral, intentando emular el efecto portugués, ahí donde es obligatorio constituir Gobierno inmediatamente después de las elecciones.

Este lento recocido, que se lleva fraguando desde la anterior cita electoral de abril, hará que todos los nombrados en estos días lleguen al poder con el currículum libre de mácula, pero tampoco se puede descartar del todo títulos falsos, casas no declaradas -o declaradas a través de una empresa- y demás trapisondas que nos recuerdan constantamente que España es un gran país para algunos, especialmente para los que les va bien en la vida a base de hacer trampas.

22 Ministerios (y 27 secretarías de Estado, los cinco Ministerios neonatos son a partir de escisiones de estas últimas, que solo tienen una más) para un hiperejecutivo donde muchos de sus miembros apenas se van a conocer. 22 personas, como una clase escolar de primaria. Pon orden ahí, cuando una y otra facción va a querer destacar sobre la otra. Cuando algunos de los Ministros son narcisos de sí mismos, empezando por el Presidente, que no por casualidad ha montado un Gobierno donde nadie de su partido le pueda hacer sombra ni aspirar a delfín, en la más pura tradición de este Régimen.

Carmen Calvo: Ministra de la Presidencia y Memoria Democrática, en un claro indicio de que el nuevo Gobierno va a impulsar este tipo de Memoria contra la que se ha arrogado la derecha en exclusividad, y que va a usar constantemente ("han pactado con terroristas"). Inútil -Catedrática de Derecho Constitucional por la Universidad de Córdoba- y de dicción atribulada, es un fiel reflejo de lo que es el país y su meritocracia.

Dignidad, decían. Qué sinvergüenzas entonces y ahora
Pablo Iglesias: Derechos sociales y Agenda 2030, que son cargos crematísticos y que no aportan nada. Lo primero, porque depende de todos los otros ministerios; lo segundo, porque es un invento de ese organismo caduco que es la ONU para que alguien los tenga en cuenta, y que únicamente están adoptando los países débiles y guays. Dice haber leído a Gramsci, veremos cómo lo aplica. Lo más divertido va a ser su proceso de burocratización, ya iniciado aceptando la actual Constitución: esa que venían a cambiar, y ahora gestionan la "Agenda 2030".

Nadia Calviño: como buena gallega no ha hecho nada. Una calamidad de persona y de Ministra, incapaz de reducir el déficit fiscal español y de cumplir con los objetivos de la Comisión Europea. Incapaz de tomar una sola medida innovadora. Una gallega ejerciente, por tanto. Ahora añade a su cargo lo de "Transformación Digital", qué cosa más patética.

Teresa Ribera: una de las favorecidas por Pedro Sánchez. Una integrista ecologista radical y abyecta, que debería estar en la cárcel por haber firmado de su puño y letra la declaración de impacto ambiental de la plataforma Castor: le pareció que era una gran idea enterrar el Co2 y hacer rico a Florentino Pérez, porque su ideología enferma cree en el milagrerismo. Ese milagrerismo combinado con catastrofismo. Ahora incorpora a sus atribuciones el "Reto Demográfico": un chiste macabro encargar algo así a alguien neomalthusiana.

Mª Jesús Montero: combinará Hacienda con portavoz del Gobierno, donde sustituye a la inútil y mendaz Celaa, la del chalet de dos millones de euros en Euskadi. Arrogante y lenguaraz, exporta el modelo andaluz al conjunto de España: tiene ante sí el reto de lograr sacar adelante los primeros presupuestos propios desde 2017. Seguro que lo logra a cambio de más déficit, la única fórmula que conoce.

González Laya: para AA.EE una técnica de comercio, conocida en el ambiente como una hincha españolista -un saludo a las embajadas catalanas- algo que ya ha refrendado en público al jurar su cargo con un Spain is back! (¿de dónde?) Ese tipo de gente que si el PP o Cs les hubiesen ofrecido un cargo lo hubiesen cogido. Sustituye a Borrell y, salvo por las chifladuras de gagá del catalán, lo va a hacer mucho peor. Carece de cualquier finezza y tacto, pero ¡qué más da!

Juan Carlos Campo: el diputado juez, igual que hay diputados militares (¡un saludo a Zaida Cantera, si es que todavía estás viva!) y demás cosas de una democracia perfectamente asimilable a las de su entorno. Pues no: elegir para Justicia a un soldado -¿Qué lleva a un juez a hacerse diputado? ¿El compromiso por su país?- indica claramente lo que les va a pasar a los presos políticos y exiliados que tiene España. Disfruten lo votado.

Más España como solución. Más España, Más País
Margarita Robles: otra que es jueza. En su año y medio al frente de Defensa no ha hecho nada, incluyendo chapuzas horrorosas como el contrato a dedo -hay que favorecer a las empresas españolas, siempre- para el nuevo vehículo blindado de transporte de tropas. Mientras tanto, la corrupción y la inmoralidad han seguido campando a sus anchas entre la tropa y sus mandos.

Grande-Marlaska: apenas sabe hablar, y muchas veces se le ha visto superado. Por todo. Otro juez -y ya van tres- en el Gobierno. De la Ley a la Ley, dejaron escrito los franquistas que impusieron este Régimen, y parece ser que ahora toman cuerpo presente. Cumple varias cuotas en este Gobierno, la menos evidente la de ser el más tonto del mismo.

Ábalos: Ministro de Transportes, Movilidad Urbana y Agenda Urbana, cuando antes era de Fomento. Todo propaganda, claro. En un país donde el transporte de viajeros por carretera no está liberalizado van a liberalizar antes el tren, que usa una infraestructura mucho menos flexible que una carretera. Esto es socialismo. Y así, todo.  Esta legislatura llega el AVE a Asturias, Murcia y Galicia con este tripón al frente. Qué miedo.

Celaá: es increíble que siga en el cargo. Tras su globo-sonda contra la educación concertada, no hará nada, porque el PSOE dice muchas cosas cuando está en la oposición -o en la interinidad de estos dos últimos años-, y nada cuando está en el poder. Si el informe PISA ha salido hecho unos zorros es "por un problema informático", y santas pascuas. Aquí hemos venido a hacer negocio, como hizo en Euskadi.

Yolanda Díaz: una Podemita para sustituir a la Valerio, junto a Carcedo la única sustituida por Sánchez, y eso que nos vendieron una historia de superación personal sobre su pobreza infantil y su cáncer. Pues nada, ahora una gallega para tratar la derogación de la reforma laboral de 2012 -no hará nada, su origen le condiciona- y subir el Salario Mínimo -no hará nada, por los mismos motivos-.

Escrivá: presidía la AIRef (la "i" es de "independiente"), un organismo para el control del gasto público, pero no ha tenido problemas en quitarse esa molesta "i" y pasar a un gobierno con comunistas, y en una neocartera de Seguridad Social, "Inclusión" y Migraciones, creada con lo que no querían que acabase en Podemos del antiguo Ministerio de Trabajo. Dice que hay que reformar la quebrada Seguridad Social: no hará una mierda, salvo quitar prestaciones a los que se vayan a jubilar dentro de 30 años, porque todavía no votan pensando en eso.

Reyes Maroto: ¡qué bonito! En un país cuyo sector industrial residual bascula en gran medida en torno a la automoción continua una Ministra que se tendrá que coordinarar con otros cuantos Ministerios (Movilidad, Agenda 2030, Transición Ecológica) para que este poderoso lobby mantenga sus privilegios. Es perfecta para el cargo.

Darias: una canaria para Política Territorial. Una canaria para la reforma de la financiación autonómica, para los vuelos subvencionados a las islas -ese sí que es voto cautivo y no el del PER-, para la reforma del Estatut catalán -el otro, el votado en 2006 no existe ni para el Constitucional ni para nadie- y para los funcionarios. No hay más que decir.

Ajá. Uhm. Claro que sí.
Rodríguez: el PSOE pone el frente de Cultura y Deportes -uno de los Ministerios más visibles- a un hombre gris del PSM, para así promocionarlo y poder presentarlo de a alcaldía de Madrid en 2023, como intentaron con Lissavetzky y también con Pepu Tristón.  Saldrá mal, claro. Produce arcadas, sin paliativos.

Illa: un filósofo al frente de Sanidad. Como lo están leyendo. Su gran reto es incluir el dentista en la Sanidad pública, quizás como medida presocrática o hegeliana: en vez de hacerte cargo de tu propia salud dental, el Estado también acudirá en tu auxilio aunque seas un puto vago que no sabes ni cepillarte los dientes. Si esto no es lo que es gobernar en el siglo XXI, no se lo que lo es.

Garzón: Consumo. Es muy divertido que el primer Ministro del PCE desde la Guerra Civil vaya a tener como responsabilidad ministerial lo que es el epítome del capitalismo, el consumo. Risas aseguradas con este tonto útil -la hydra comunista se ha tenido que reinventar tras las eclosión de Podemos y su juventud- cuyo inutilidad se va a plasmar rápidamente en sus competencias sobre el juego, donde CIRSA y otras multinacionales untan a poderosos agentes sociales.

Montero: Ministra de Igualdad porque es la concubina de Pablo Iglesias. Ministra de Igualdad porque es la concubina de Pablo Iglesias. Ministra de Igualdad porque es la madre de los hijos de Pablo Iglesias. Ministra de Igualdad porque es la segunda de Podemos, el partido de Pablo Iglesias. Si algunos decíamos lo mismo de Ana Botella como alcaldesa de Madrid, no vamos a dejar de decirlo en este caso. No hará una mierda, pero mucho gritito y pancarta. Por este orden.

Duque: ¿saben ustedes que una de las primeras cosas que hizo como Ministro este incapaz fue pegarse un viaje a la Antártida? Sí, pero de trabajo, a bordo del Hespérides. Dice mucho de alguien que venden como científico y es un astronauta. Afronta la vida como un eterno viaje, y está en un Ministerio ideal.

Castells: Ministro de Universidades, desgajado de Ciencia. Es tan mayor (77 años) que no hará nada, un puesto creado de la nada y para nada para que una de las pocas instituciones que perviven desde la Edad Media continue como hasta ahora. Por su perfil profesional y veteranía dará las mejores declaraciones del Gabinete, en plan me la suda todo.

Lo ideal sería concluir con un disfruten lo votado. No va a haber tiempo de disfrutar nada, por la propia naturaleza sombría de todos los elencados, y porque la oposición no va a dejar ni un mínimo espacio para la tregua. Aquí, en los estertores de un régimen que todavía no sabe lo que va a venir, solo se trata de resistir el mal menor, el de un Gobierno construido con apoyos contranatura -Esquerra absteniéndose en la investidura con presos políticos en las cárceles-  para impedir unas terceras elecciones  que diesen el triunfo a la derecha y la ultraderecha, capaz incluso de presentar a un elenco aún más inútil que estos encabezados por Sánchez. Y eso es lo único positivo que puedo decir de este Gobierno gris y triste.
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Uno de cada cuatro alumnos matriculados en la Universidad de Extremadura no lee libros.
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Aquí lo dicen claramente: desde los años 70 "el aumento de la población y la mejora de las condiciones de vida" han puesto al equilibrio ecológico contra las cuerdas. No es cambio climático, es que nuestra especie es depredadora y no tiene ningún depredador.
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Polvorones para vegetarianos. Al margen de la gracia, un reportaje muy interesante, y no especialmente abundante en la prensa española.
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Interesante artículo sobre el cementerio que ideó Oteiza para San Sebastián.
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Espectacular pinchazo de la burbuja inmobiliaria de Londres . Es de principios de 2017, y el catastrofismo apuntado no ha sido para tanto: téngalo en cuenta ante la próxima salida de la UE del gigante (burbujil) londinense.
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El medio de ultraderecha El Confidencial, escrito por y para subnormales influencers, deleita y agrada hasta la carcajada con frases antológicas como esta: [El plan para invadir Portugal] "contaría con 250.000 efectivos por tierra (más que la población de todo Móstoles)".

Móstoles como unidad de medida. Incluyendo hipervínculo para ver las noticias relacionadas con el poblachón madrileño.


jueves, 17 de mayo de 2018

Asaltar los cielos desde un chalet

Noten que linda con descampados, donde irán los vecinos a cagar
Este post es la continuación de este y este, que se podrían agrupar bajo el denominador común de cómo gastan los políticos su dinero. Cómo gestionan su patrimonio aquellos que aspiran a gestionar el patrimonio de los demás, y que tantas y tantas pistas da sobre su desempeño, el país que representan, y los tiempos que nos ha tocado vivir.

En las elecciones europeas de 2014 eclosionó un partido sin filiación previa, montado en apenas un mes y que llegó a alcanzar un 7% de los votos emitidos. Sin ningún respaldo mediático, rápidamente emergió la figura visible de Pablo Iglesias, un brillante Doctor en Ciencia Política y protegido de Juan Carlos Monedero, el intelectual más relevante de la formación, y que veía en su joven delfín el candidato perfecto para lo que no habían podido conseguir en Izquierda Unida, de donde habían salido rebotados.

Poco a poco se fue reconstruyendo la biografía de Pablo Iglesias, con destacadas aportaciones por su parte. Hijo de uno de los escasos militantes reales del Partido Comunista durante la dictadura de Franco -y verán que la figura del padre volverá a aparecer-, había logrado las mejores becas que otorga España para los estudiantes brillantes, para a continuación emprender la carrera académica al mismo tiempo que la militancia política.

La segunda se impuso a la primera, como es bien sabido. El Iglesias joven que se iba a las tertulias de ultraderecha a llevar la contraria a la caverna se fue haciendo, de manera acelerada, en un político profesional: así no extrañaba que se dejase entrevistar por Ana Rosa Quintana en la casa en la que vivía en Puente de Vallecas (Madrid), que era la de su abuela.

De ese momento queda una de sus mejores frases. La señora pija líder de las mañanas catódicas, espantada ante el entorno cotidiano de una casa no reformada -pero tampoco cochambrosa, ojo- preguntó al político que por qué no cambiaba las puertas, aunque en el fondo preguntaba que por qué no tiraba abajo todo: "yo soy partidario de que, si una cosa funciona, no hay por qué cambiarla". O algo así.

Era el año 2015, y tres años después Pablo Iglesias, con una nueva pareja con la que ya convivía en una casa de alquiler, firmaba una hipoteca por una casa escriturada en 600.000 euros de vellón,  una cifra inalcanzable para la inmensa mayoría del electorado que aspiran a cazar, que no es otro que los perdedores de la crisis.

Materialismo dialéctico a la vera de la piscina
El bastante perspicaz político español ha caído en la trampa del nido. Espera hijos con su pareja, y al parecer es un fenómeno bastante común: desde los posters que siempre han estado colgados con chinchetas que, de repente, tienen que estar enmarcados, a comprar una casa "para que en el futuro los hijos tengan algo". Un chantaje emocional que hunde sus raíces en procesos biológicos de amplio calado en los que es mejor no abundar, porque a nadie le gusta ver expuesta la naturaleza animal de nuestro ser, aparentemente racional.

Aparentemente. Es prácticamente inconcebible que un político de un partido como el que representa Podemos, que empezó con lo de la "casta" y la "deuda ilegítima" o las "auditorías ciudadanas", haya pasado en tan breve periodo de tiempo a comprarse una casa de esa cuantía, y cayendo en las mismas trampas ya indicadas en los posts enlazados al principio.

La aspiración legítima de tener algo en propiedad -un valor innato al ser humano, y basta ver como los recién nacidos lo tienen muy marcado-, así como la de gastarse el dinero en lo que le de la gana a cada uno, chirría sobremanera en este santón, que ofrecía un modelo de vida alternativo (no olviden lo de las camisas compradas en Alcampo) en una época de materialismo y consumo desaforado como centro de la existencia de tanta gente.

¿Había casas más baratas? Sin duda, y también que cumplían las características que, al parecer, buscaban. Eso sí, sin tanto jardín -nada menos que 2352 metros cuadrados de propiedad, de los que solo 268 están edificados- y probablemente sin piscina. Recientemente se ha sabido que Susana Díaz evita comer marisco en público, algo que entre la población del Gran Sur se asocia a vicio y corrupción, pero parece que Pablo Iglesias no vió su propio reflejo en la piscina de la nueva casa.

La pareja va a pagar 540.000 de hipoteca a 30 años, unas cifras que están muy por encima de la media que ofrece el Colegio de Registradores de la Propiedad (121.000 euros) y no tanto en duración (23 años y 8 meses), dejando la belleza de 1700 euros al mes a pagar durante tres décadas. Como suele pasar en estos casos, y está en la base de la burbuja inmobiliaria española, la gente no es muy consciente de lo que significa ni estas cifras, ni estas fechas: hace 30 años, por ejemplo, existía el Muro de Berlín.

360 meses pagando el sueldo medio español (cifrado en 1800 euros, más o menos) por la casa, que en teoría se acabará de pagar cuando Pablo Iglesias tenga 70 años, su pareja 60 años, y sus hijos 30 años. Una puta locura, para entendernos. Como tantos y tantos estafados en la aspiración de tener una casa, estos tolais han alargado el crédito para pagar menos, en vez de buscar una casa más pequeña y asequible, de resultas que la casa que no tienen en propiedad -es del banco hasta que acaben de pagar, otra cosa que se olvida fácilmente- ya cueste, en el momento de firmar la hipoteca, 800.000 euros, porque 200.000 euros adicionales son para la amortización del crédito.

Yo no tengo ninguna duda de que la joven familia podrá asumir el crédito. Como demuestran con esta compra, son políticos profesionales, y de eso van a vivir. A pesar del propagandista y populista "sueldo limitado a 3 veces el Salario Mínimo Interprofesional" -unos 2200 euros por cabeza, equivalente a lo que cobra un profesor universitario sin complemento alguno-, es una buena cifra de ingresos mensuales, y que significa que destinarán a la vivienda en torno al 30% de sus ingresos.

No hay toldo para una piscina tan irregular. Hay que cambiar el agua cada año
El problema es que estos no están asegurados. O sí, porque se ven de políticos hasta dentro de 30 años, que en el caso de Pablo Iglesias será con 70 años cumplidos. Solo así se explica que hayan asumido un crédito hipotecario tan prolongado, concedido por la Caja de Ingenieros, una entidad que sobrevivió a la gran quema de cajas por ser una cosa sectorial, limitada y enclenque, y que seguro que ha sido escogida por la joven pareja para no tener vínculos con bancos de los conocidos, y que alguien les reproche algo.

La casa adquirida se puede ver aquí, en el mismo medio que pagó los 15.000 euros que pedían por la exclusiva. Está decorada de manera horrible, en un rústico de pega donde destaca el baño-tinaja en la zona de jardín, en esa tendencia a lo kitsch tan propia de Madrid y de la zona donde está, en la periferia norte de la capital. Lo que se conoce como "la sierra".

Lo cierto es que Madrid tiene sierra por tres de los cuatro puntos cardinales, pero cuando uno de Madrid se refiere a "la sierra" esta es la norte, donde pueblos sin ningún interés o arrasados en la Guerra Civil -y reconstruidos por el programa de Regiones Devastadas y el Instituto de Colonización- empezaron, a partir de los años 60 y la liberalización de la economía, a experimentar el fenómeno de la suburbanización, un urban sprawl a la americana sin parangón en Europa.

Así es Galapagar, el municipio donde está la casa de los 600.000 euros. Una calle central que era y es el camino entre dos pueblos, una estación de tren donde antes paraban los trenes al Norte y que ahora solo es de Cercanías, un "casco histórico" con una iglesia sin valía en una plaza de granito gris, y una serie de urbanizaciones que son cinco o seis veces más grandes que "el pueblo", denominación mitológica con las que los madrileños se refieren a sitios como Móstoles (210.000 habitantes) o Las Rozas (90.000 habitantes), cuando de pueblo no tienen nada, ni las gallinas.

Son metástasis de Madrid, sin mayor valor añadido. El supuesto "contacto con la naturaleza" es mayor que en una torre de viviendas, pero en absoluto se vayan a creer que eso es Inglaterra, Francia, Suiza o Alemania, donde se puede salir de las grandes ciudades andando y entrando directamente en la naturaleza. Es una pesadilla distópica de calles anónimas, de vallas cerradas, de viviendas unifamiliares encerradas en sí mismas, y de dependencia del transporte privado.

Ese ambiente es el que han escogido la pareja de Iglesias y Montero para sus futuros vástagos, y en un sitio como Galapagar, con un porcentaje de blanquitos al 98%, dice mucho de sus aspiraciones vitales. Un ambiente muy distinto, formado por wannabes, al de Puente de Vallecas o el de Rivas, lugar en donde vivían de alquiler y también con muchos aspirantes a medrar, pero de menor nivel que en Galapagar.

Pasado un día desde que se conociese el asunto, que en principio no tendría mayor interés si no fuese por lo que supone para uno que se vendía como un santón y modelo de vida, la diputada Irene Montero ha decidido explicar las razones en un comunicado en Facebook, redactado con un nivel de bachillerato malo, mezclando género y número. El escrito abunda en el desasosiego que ya dejaba la noticia de por sí misma, y es muy ejemplificativo del país que tenemos, y de la despreciable clase política.

Montero destaca que la casa "está a 40 km de Madrid", como si eso fuese en demérito de la misma, cuando lo único que va en demérito es de su propia calidad de vida, porque siempre van a tener que ir a trabajar a Madrid capital. A 40 km. de Madrid está Fuentidueña del Tajo, un sitio de gallinas y gitanos, pero ahí no se han ido a vivir, no. Se han ido a Galapagar, a una urba -en otro momento estaría bien hablar del ambiente de las urbas, especialmente el juvenil- de las de setos cortados, farolas con las bombillas puestas y rodeados de gente bien, no esa chusma que se encuentra en las casas okupas que fueron el germen primigenio de Podemos.

Pero lo más repelente llega después, tras haber apelado a los hijos y demás ñoñerías como "proyecto de vida".  Resulta que, aunque el comunicado aparece en el Facebook de la diputada Montero, lo ha redactado una tercera persona, si no se explican estas frases: "Irene ha necesitado para ello pedir un préstamo a su padre. El padre de Irene ha trabajado toda su vida como mozo de mudanza y su madre es profesora de educación infantil. Los padres de Pablo han ganado más. Su padre es inspector de trabajo (jubilado) y su madre abogada laboralista (jubilada). Tenían buen sueldo, sobre todo su padre, y le dejarán una herencia que nos ayudará."

¿El Notario? ¿Monedero? A saber. Lo importante es lo que dice: que han sableado a los padres para comprar una casa que no se podrían permitir, además de por decencia y por vinculación a su electorado y lo que decían en el pasado. Así es España: gran parte de la burbuja inmobiliaria viene inflada por esos padres avalistas, o que venden la casa en el pueblo para pagar las cuatro paredes en un arrabal de gran ciudad. Los promotores lo saben perfectamente, y añaden un sobreprecio a un producto ya inflado de origen, porque saben que la familia siempre estará ahí, y sus ahorros.

Lo de pedir un préstamo a los padres para pagar la casa es relativamente habitual. Por ejemplo, ya lo hizo la Infanta Cristina con el Rey Juan Carlos, aunque todos sospechamos que fue un ardid urdido a posteriori para rebajar ante la Fiscalía lo robado con el Instituto Noos. Pedirlo a alguien que ha sido mozo de almacén ya es ponerle ya es ponerle mucha cara. Peor es lo que se dice de los padres de Iglesias, a los que ya dan por amortizado (jubilados), pero que "dejarán una herencia que nos ayudará".

Es terrible. Si yo fuese su padre, incluso siendo un comunista de vieja impronta, me fundía todo para no dejar nada a esa nuera e hijo que cuentan con el dinero que no han trabajado para pagar sus lujos. La frase es tan desoladora que deja entrever que sí, que la hipoteca a 30 años, pero que en esos 30 años se van a morir los padres y van a usar la herencia para rebajar la duración de la hipoteca. Pero de renunciar a los 2000 metros cuadrados de terrenito y la piscina, nada de nada. Amortizados en vida. Los padres, me refiero.

No acaba aquí. El comunicado concluye con amenazas ("No deseamos que les ocurra lo mismo a otros líderes políticos ni a creadores de opinión o propietarios de medios de comunicación.", todo un aviso a los periodistas) y un espectacular "asumimos que con nosotros funcionan reglas diferentes que con los demás. Sabemos por qué es. También por eso queremos vivir más cerca del campo", que apunta a una mano negra sin identificar.

Las reglas son las mismas para todos, pero si vosotros mismos os habeis puesto un listón con lo de la decencia, la casta, el salario mínimo interprofesional x 3, hay que asumir que lo de comprar una casa así, pretender que no se iba a saber cuando todos los grupos de comunicación se dedican a bombardearos y encima pretender que aquí no ha pasado es de muy cara dura. Lo que son, y sin ningún atisbo de duda. Querían asaltar los cielos pero no les valía desde un adosado, querían un casoplón. Ya lo tienen. Por el camino se van a quedar un buen número de votantes, porque el asunto de la casa lo van a sacar recurrentemente los enemigos, y esperemos que también alguno de los amigos con algo de decencia propia.
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Espectacular reportaje sobre cómo se ha alterado la fauna de los lagos Michigan y Huron, y todo por buscar que el agua fuese más clara
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En esta noticia sobre la inauguración de una línea de tren en Grecia se condensa toda la historia reciente del país
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Funcionarios de día, empresarios por la tarde: cada vez más, y cada vez más en Asturias, donde la #MafiAsturias. 
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Había que abrir la piscina como fuese, a pesar de que la población de 50.000 habitantes ya tenía otras dos en servicio. Se abrió, y este es el resultado.
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Brillante artículo sobre la educación concertada en España
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El tranvía de Madrid, otra de las locuras de esos "expertos gestores" que eran y son una cleptocracia, costará un total de 2500 millones de euros hasta el 2036, en la previsión más optimista. Apenas tiene ocupación y fue diseñado con los criterios de un mono con un lápiz.
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Maravilloso artículo de mi admirada Anne Applebaum sobre cómo Stalin consiguió ocultar la gran hambruna ucraniana.
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Interesante: un documental sobre los Chicago boys que transformaron la economía chilena.
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Cuando se pregunta a la ciudadanía por megaproyectos arquitectónicos, esta no tiene duda: los 131 millones que Ginebra iba a gasta en ampliar su museo de "arte e historia", y para el que ya tenía apalabrado a Jean Nouvel, se quedarán en casa.
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¿La mejor compra de la Historia?  Por ahí estará...