viernes, 25 de febrero de 2011

¿De dónde sale la potencia de fuego?

T-55 abandonado en Bengasi
Mientras el NYT se congratula porque ya hay periodistas sobre el terreno libio (¡albricias! ¡casi una semana después!), la realidad es que estos periodistas llegan a sitios que ya no tienen ningún interés informátivo, mientras la línea de frente se ha desplazado a otra parte.

Mientras el régimen de Gadafi parece que únicamente controla Trípoli, parte del golfo de Sirte y zonas aledañas, el aeropuerto internacional de la capital sigue abierto y los extranjeros residentes saliendo del país. No parece un escenario de desmoronamiento, aunque lo que está seguro es que, cuando caiga la capital, no habrá ningún periodista dentro. Es la tónica de este conflicto. Los aviones salen llenos, pero llegan vacíos.

De esta manera, nos tenemos que conformar con las imágenes de la más rancia propaganda, como la serie de fotos distribuidas por Associated Press desde Bengazi, segunda ciudad del país. Ahí ya no queda nada, y las ráfagas de metralleta al aire que dicen escuchar periodistas bien podrían ser vítores de celebración, a la manera tradicional en los países árabes. Entre tanta propaganda destaca una foto del desastrado paseo marítimo de la ciudad -construido por los italianos hace ochenta años, y se nota- donde se ve una pequeñisima concentración de personas (es una ciudad de medio millón de habitantes) y, en un edificio, la bandera de la Libia pre-Gadafi, seguramente guardada para la ocasión.

Al parecer, esto es una multitud en Bengasi
Suena como cuando tiraron abajo la estatua de Sadam Hussein en Bagdag, donde para dar un poco de decorado cogieron a unos cuantos paisanos para que ambientasen la desoladora escena. Y de tanques también sabe Bengasi: en la imagen se puede ver un vetustísimo T-55 abandonado y colonizado con pintadas y gestos de paz. El tanque no parece haber sufrido ningún ataque violento: ahí está en su sitio el foco soviético de la torreta, los inconfundibles depósitos sobre las cadenas y la impresión de que no ha sido reformado desde que se compró, allá por los setenta: ni unas placas de blindaje, ni nada.

Abandonado. Es muy plausible que una parte del ejército, ante la coyuntura de disparar al pueblo, renegase y abandonase las armas, pero también es posible que lo hayan hecho al encontrarse ante una potencia de fuego superior. Con ese blindaje del T-55, de hace cuatro décadas, poco se puede hacer contra un buen cohete antitanques, que es un arma individual y de fácil manejo. No se está viendo ninguna imagen de armamento destruido, que daría muchas pistas sobre el tipo de munición empleado. No se está viendo nada, y perdonan que insista en esto. Sólo se está viendo propaganda. Ahora que hay periodistas en Bengazi, seguimos sin ver ni una imagen del aeropuerto destruido en los enfrentamientos.

Y, sin embargo, los rebeldes siguen avanzando. No se sabe nada de ellos, ni quien los organiza, ni si han pedido ayuda internacional, ni con equipo cuentan. Y están arrinconando a las fuerzas de Gadafi que, por muchas desafecciones que haya sufrido, todavía conservará algún mando en tropa, ya que no lo tiene en plaza.

BMP de transporte de tropas capturado sin signos de combate
Parte de la construcción de las leyendas románticas de las revoluciones pasa por decir que los rebeldes, siempre opuestos a un tirano y ellos mismos buenos, consiguen la victoria de manera autónoma y guiados por sus altos ideales de libertad y justicia. Así pasó en la toma de Kabul por parte de los fieles del caudillo que resistía a los talibanes ("La Alianza del Norte", qué bonito) que, tras una década aguantando a duras penas, fue pasar el 11-S y tomar Kabul y derrocar a ese régimen medieval en unos semanas.

Como demostró Bob Woodward en un magnífico libro, esa toma de Kabul no hubiese sido posible sin el concurso del suministro de armas rusas efectuado por Putin a petición de EE.UU: les dio simplemente 40 carros de combate de desguace soviéticos y tomaron la capital. Eso, y técnicos especialistas, personal de fuerzas secretas y asesores tácticos. Ese material iba camuflado y parecían despojos dejados por los soviéticos durante su ocupación (1979-1988), para así dar la imagen rebelde. Se supo después, claro. Por un periodista.

EE.UU no podía poner un equivalente de ese material y esas tropas de improviso en medio de Asia, y recurrió a sus aliados, aunque fuesen coyunturales. En un hipotético paralelismo con la situación Libia, tampoco podría hacerlo, porque las décadas de propaganda antiimperialista inventada han hecho mella, no tanto entra la población civil que sabe cúal es la única esperanza tras cuarenta años de dictadura, sino entre las élites que gobiernan el resto de las cleptocracias árabes: cuando las barbas de tu vecino veas quemar...


Camión con mortero múltiple. Caja de madera.
 De ahí que las operaciones secretas, la ayuda militar bajo la manta y todo ese tipo de cosas siempre se tenga que hacer de manera muy sutil. Y mejor sin testigos. Es más: para la batalla final de Trípoli, y mira que han tenido oportunidad de llegar (o quedarse) no habrá ni un testigo de confianza que lo cuente.

A mí me parece muy bien que los rebeldes -en breve libertadores- avancen a tan buen ritmo -hoy está cayendo Misurata-, pero me gustaría saber con qué potencia de fuego cuentan. A tenor de las imágenes, se pueden permitir dejar atrás carros de combate en funcionamiento, ir con camiones de caja de madera y tirar para adelante.

Sin aviones operativos -un clásico en estas dos últimas décadas, gozar de la supremacía aérea- y con los periodistas afectos -todos- deglutiendo a grandes bocados la propaganda, sólo queda esperar las siguientes buenas nuevas que seguro vendrán. A lo mejor dentro de algunos años sabemos algo de lo realmente está pasando.
***
En este interesante informe de la Fundación Alternativas, vinculada al PSOE y sin embargo con muy buenos análisis, se ofrece un dato que debería llevar a: 1) tirarse de los pelos 2) acabar con este sistema injusto de Universidad pública cuasi-gratuita como prolongación de la enseñanza media.

Cada año cuestan al contribuyente 2960 millones de euros todos aquellos estudiantes que asoman el hocico en una carrera, no les gusta y se cambian a otra. Si pagasen íntegramente la matrícula de lo que cuesta realmente esa formación no lo harían con esa facilidad. La semigratuidad produce monstruos.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Te veo puestísimo en teoría militar... una grata sorpresa y por supuesto un placer leerte!

Unknown dijo...

Soprende su dedicación de los últimos días en ambos frente. Enhorabuena por los post. Su politica menor parece que se ha hecho ya mayor.

ramontxu dijo...

Exactamente, Sergio, esa es la pregunta.

Primero eran las manifestaciones al estilo Egipto y Túnez, pero en este caso el ejército reprime a los manifestantes.

Lo que por lógica debía acabar en una masacre (unos armas y un tarado al mando, los otros sólo buena fe) se ha convertido en unas fuerzas rebeldes que han tomado una parte del país. ¿Qué nos hemos perdido? Y lo jodido es que hace días que busco esta pregunta por los medios (no la respuesta, ¡sólo la pregunta!) y no la encuentro.

Habrá que esperar.

luis dijo...

Gracias por el post, Sergio. Atento a las agresiones contra subsaharianos por parte de los rebeldes de la que se hace eco Al Jazeera; ya era hora de que se recuperara la palabra esclavo.

Hynreck dijo...

Sergio, has visto la película "La cortina de humo" (Wag the dog)?

Si no lo has hecho por favor hazlo, te gustará.

La relaciono con la desinformación, y con la propaganda oficial (No con otra cosa)

Habrá post sobre las resoluciones del consejo de ministros del viernes y el cámbio de limitación en la velocidad en autovías?

Saludos!

Anónimo dijo...

Lo que me sorprende es la caída de las fichas de domino, es decir, hasta que no hemos acabado con un país no pasamos al siguiente. En los medios es así y en cuanto a la realidad ns/nc...

Anónimo dijo...

Lo de los gastos en la universidad de un alumno pueden decir que cuesta 600 o 1.000.000 de €.

Lo que habría que saber es lo que de verdad cuesta, ya que un profesor para 200 alumnos y la amortización de un edificio con aulas, mesas, sillas, pizarras no creo que valga tanto como dicen.

bidea