Diario de la peste (III): ahora la propaganda cabalga sola

Perdida ya cualquier conexión con la realidad -no han pasado ni cinco días desde que el Gobierno animase a llenar las calles en la celebración del 8 de marzo, sabiendo perfectamente que ya había contagios comunitarios- y perdido cualquier asidero con la fórmula más usada en la parte inicial de la propaganda ("es como una gripe"), entramos en una nueva dimensión de la epidemia: ya todo el mundo desconfía de las autoridades y empieza la lucha individual de cada uno.

Se ve a nivel macro -los países dándose la espalda en cuanto a ayudas, porque el pico epidémico va a coincidir en Francia, Alemania y España al mismo tiempo, la inútil Unión Europea absolutamente ausente- y se ve a nivel micro. En medio, las múltiples variantes posibles en lo que va a acabar siendo una lucha de uno por uno para intentar minimizar los efectos de una epidemia global.

Ayer Marruecos decidió cortar las comunicaciones aéreas y marítimas con España. Es el primer país que lo hace, y no será el último. Es cuestión de dias que muchos países digan que no aceptan ningún vuelo proveniente de Madrid, que sigue vomitando infectados a todos y cada uno de los puntos cardinales de España por ahí, por Atocha/Chamartín y por las radiales, si alguien las usase algún día.

El país vecino del sur ha sido el pionero, y ha sido saludado por la propaganda que yo escucho de esta manera. A las ocho de la tarde ayer, con la irónica y poco profesional Josefa ("Pepa") Bueno en Hora 25 con un mohín al decir "África se cierra a España", que en otro circunstancia hubiese tildado de racista en otro compañero, ella que tantas horas dedica a hablarnos de las pateras, los refugiados y el precio del tomate en su Extremadura natal -y que nunca ha abandonado en lo vital-, se sentía dolida porque el primer país que aplica el veto total a España es Marruecos. Un país africanos.

En su medio amigo El País no son mucho mejores: hoy titulan de esta manera, como si no hubiese sido una decisión unilateral de nuestro gran y único vecino del Sur, con una excusatio non petita tal como "Madrid y Rabat trabajan en coordinación total".  ¿Coordinación total? Solo leyendo el cuerpo de la noticia se descubre que Marruecos, también unilateralmente, cerrará el paso fronterizo de Ceuta y Melilla a partir de la 06:00 de este viernes -ya está cerrado-, algo que contradice el titular y toda la propaganda de la noticia.

Marruecos hecha el candado, y hace bien. Cuando la peste llegue masivamente al país recibirán ayuda de su antigua metrópoli y quizás del wahabismo saudí, siempre deseoso de expandirse por el Magreb. Es solo un ejemplo de cómo van a ser las cosas a partir de ahora, ya adelantadas hace una semana cuando Macron nacionalizó la producción francesa de mascarillas, y continuadas por el cierre de EE.UU a vuelos provenientes de Europa continental durante un mes, o el reciente cerrojazo de Dinamarca en todas sus fronteras.

¿Coordinación? Si no la hay entre países europeos, ¿por qué el repugnante medio de propaganda gubernamental que es El País insiste tanto en la "coordinación" con Rabat, que no es ni siquiera europeo como nos recuerda Pepa Bueno? Porque ahora viene el aislamiento. Ayer España superó a Francia como el segundo país europeo con mayor número de infectados y en unas horas se tomarán las medidas oportunas. No en nuestro país, sino en los demás. En los que nos rodean. Los de nuestro entorno.

Una vieja aspiración de la casta terrateniente que nos gobierna es convertir Barajas en el hub europeo de vuelos a Sudámerica, algo conseguido parcialmente porque en Miami tienen otra impresión, más adecuada a la realidad. También en Atlanta. Una aspiración que bebe de la nada reprimida voluntad de convertir a Madrid en la "capital de Hispanoamérica", frase que he oído pronunciar al tolay de Casado y al alcalde de Madrid, ciudad que se cree esas cosas por ser el hogar temporal de la aristocracia venezolana y por haber sido la sede circunstancial de la final de la Libertadores y también de la Cumbre del Clima chilena. También, mucho más importante, por ser la sede fiscal de muchas corporaciones que dominan una parte importante de la banca y los servicios de esos países.

Bien, pues ese hub conseguido parcialmente sigue abierto. Cargando catering manipulado -y en muchas ocasiones refrigerado- y envasado en plástico, la superficie en la que es más estable el Covid-19, nada menos que cinco días. Envases que son manipulados por el personal de vuelo, los viajeros, y que después se desechan en destino. Es simplemente por poner un ejemplo más de lo que está sucediendo hora tras hora, como hay otras decenas más de vectores de propagación del virus. Vectores con origen en Madrid, la mayor ciudad de Occidente infectada.

Estén atentos a cómo van a tratar sus medios de propaganda favoritos la cadena de bloqueos y aislamientos que se van a empezar a aplicar a España, dado que España ha sido incapaz de tomar ninguna decisión política valiente en su capital (porque es Madrid), pero sí lo ha hecho antes en Igualada que en Torrejón o Valdemoro. Será porque la decisión la ha hecho la Generalitat, pero eso no será suficientemente realzado por la propaganda oficialista, que ahora cabalga desbocada.
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El banco venezolano del narcotráfico hace esta campaña publicitaria destinada a nadie. ¿Por qué? ¿Para qué?
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Vaya, vaya, vaya. Resulta que en la famosa planta de Volkswagen en Navarra el absentismo laboral diario es del 8%. Los alemanes están flipando, claro, puesto que ya estaban lidiando con un injustificable 4%, para ver que ahora se dobla. Recuerden esto: cuando Delphi se fue de Cádiz el absentismo laboral estaba en torno al 15%, y que en Carnavales subía en algunos repartos al 40%.
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En la década 2010-2020 la CC.AA que registró un mayor aumento porcentual de sus trabajadores públicos respecto al total de trabajadores fue Asturias. Todo en orden, señorías.