lunes, 22 de diciembre de 2008

Una historia de Navidad

Se llama Manuel García Coego y es un pobre diablo que ha caído en gracia a los medios. ¿La razón? Una adecuada dosis de frikismo, la necesidad de noticias entrañables de la fiesta y la hipocresía propia del oficio del periodismo, que cuenta más mentiras que verdades. Este pobre diablo, desecho de la vida, busca a su perro perdido por Barajas, para solaz y esparcimiento de las televisiones y los periódicos en fechas navideñas.

Supe de la historia en la sección local de El País. Será la versión que use para recomponer la historia, aunque en la distinguida competencia pueden observar un vídeo patético, como la propia web que lo aloja. No es que el antiguo Diario independiente de la mañana se quede atrás, es que en muchos casos se supera y logra facturar una noticia -lo de facturar no es un guiño al aeropuerto, sino al mecanicismo- que deber permanecer en la memoria de todos.

El periodista semianalfabeto Javier S. del Moral titula con una declaración, lo que ya es sí es toda una declaración de intenciones: "No puedo abandonar a "Trus", es mi compañero". ¡Dios mio, que habrá pasado! ¡Pobre "Trus"! Los mecanismos de la empatía se ponen a funcionar e inmediatamente me pongo a devorar el artículo: "Tiene el aspecto de un Robinson Crusoe moderno"....y así sucesivamente.

Les resumo: un hombre de 46 años, y parece que pocas ocupaciones en la vida, envia a una pareja de beagles -perro de raza y de moda- desde las Canarias a Galicia, pero uno se pierde por el camino. Desde entonces, lo busca por Barajas. El periodista, que compone un retrato humano (llama a los trabajadores de Iberia "operarios", en terminología pseudofranquista) donde la estrella es Manuel García Coego, de profesión buscador de perros, desliza en el segundo párrafo una información bastante curiosa: "Subió a un avión el pasado día 12. Iba a visitar a su hermano, criador de perros"

Interesante. Su hermano, residente en Canarias, es criador de perros. Y el bueno de Manolo se lleva a sus dos chuchos con el. Será casualidad. Bueno, el periodista S. del Moral (¿la S. de que será? ¿de Suárez? ¿de Solís? ¿de subnormal?) no le da mucha importancia. Está más preocupado de mostrar a un mártir y la frialdad de la Guardia Civil: "Establecimos el protocolo habitual: llamamos a la Guardia Civil para comunicar la pérdida", agrega. Algo que el instituto armado confirmó ayer, aunque suspendieron la búsqueda tras "los primeros días". ¡Que injusticia! ¡En vez de buscar al perro "Trus" habrán vuelto a sus labores de controlar la inmigración ilegal y el tráfico de drogas!

También Iberia no se libra de la fina ironía de S. del Moral, un bardo de la lírica fina: "Ayer, la aerolínea no podía precisar si la pérdida implicaba una indemnización". Pues no, porque habrá que ver las características del envío, pero por si acaso cuela el "no podía precisar", que contrasta con el automatismo de los "operarios". ¡Pobre "Trus", rodeado de inhumanos operarios y aviones!. Pero lo mejor llega al final.

Cuando casi han logrado que el lector normal se solidarice con este gallego medio loco y con mucho tiempo libre -y con un hermano criador de perros- aparece el párrafo final. "Desde ayer Manuel cuenta con la ayuda de Amnistía Animal. Su portavoz, Almudena Beltrán, aseguraba ayer: "Las compañías tratan a los animales como si fueran equipaje"". ¡Amnistía Animal! Pretenderán que traten a los animales como algo más que un bulto. Un bulto que ladra y caga, como Almudena Beltrán. Pero bueno, ese es otro tema. Ahí va el remate de S. del Moral:

"Manuel no se rinde, seguirá buscando si puede. "Es un perro blanco y negro, de estatura media, orejas grandes y muy cariñoso. Con tiempo podríamos encontrarlo, porque está entrenado para rastrear", insiste. Será difícil: el can, al que llevaba a Santiago para vendérselo a un amigo, no tenía chip, precisamente por esa razón. Pero hoy Manuel seguirá en Barajas buscando a Trus".

¡Ahivá! ¡Jopelines! Resulta que el perro está entrenado para rastrear. Que no tiene chip. Que el hermano de Manuel García Coego es criador de perros. Y que este propio desecho social quería vender a "Trus" a un amigo. Ahora se explica su interés desmedido. ¡Felicidades a Amnistía Animal! ¡También al periodista, que cita estos datos con razonamiento forense y que no conecta nada! ¡También a todos los medios que se han hecho eco de la noticia y vindicado la causa de los hermanos García Coego! Mi último pensamiento está dedicado a "Trus": Corre. Corre por tí y por tu libertad, y no te fies jamás de lo que dicen esos que dicen querer a los animales. No sois más que mercancía, como los lectores.
***
(Actualización del 23/12 a las 08:46) Trus ha sido encontrado y ya ha vuelto con su compañero, un breve lapso de felicidad hasta que lo venda a un amigo. Ahora sabemos también sabemos por qué Manuel García Coego tenía tanto tiempo libre: era "trabajador de la construcción hasta hace unos años". Vamos, que ni siquiera ha vivido el boom de la construcción, sino de los perros de raza. !Que vida más perra!