¿Martin Parr? ¡No, Chris Killip! |
Durante la primavera y el verano la institución que preside, y que se ha volcado en los últimos tiempos a la fotografía, tuvo en exhibición una muestra de Robert Adams (no confundir con Ansel Adams) titulada El lugar donde vivimos, la típica obra de fotógrafo americano documentalista: en blanco y negro, frío como el hielo y que transmite la misma emoción que una caja de cartón.
Sin embargo, para los organizadores, sus insulsas series de fotografías de malls de los setenta son denuncias de "los efectos perversos de la expansión urbanística sobre el territorio del oeste norteamericano", entre otras cosas. Lo más destacable de la exposición eran las series sobre la destrucción de bosques primarios en los estados de Oregon y Washington, por lo que tienen de valor documental.
Ahora, para la temporada de otoño e inaugurada el 2 de octubre, la dirección del MNCARS se ha superado a sí misma y tiene en muestra una exposición con más de 100 fotografías -para lo que suelen montar, es bien poco- de Chris Killip, un fotógrafo británico que desde 1991 es profesor de lo suyo en Harvard.
Por supuesto, casi toda la obra expuesta es anterior a esa fecha, cuando Killip -nacido en la Isla de Man- se dedicó durante varios lustros a fotografiar el noroeste de Inglaterra, concretamente la cuenca del Tyne: sus series de fotos son de paisajes industriales, un retrato de Martin Amis joven, yonkis, punkis, Ford Taurus con perros, esnifadores de pegamento, ancianos comiendo bocadillos -muy en la línea de Martin Parr- y demás parafernalia habitual, donde no falta la huelga de los mineros de Durham.
Su obra posterior, que ocupa la sala final y un espacio mínimo, son fotos en color de grafitis en baños y cosas asi: se nota que ya era profe en Harvard. Por cierto, profe en Harvard de fotografía es importante, pero la prestigiosa universidad no es conocida por sus disciplinas artísticas, al contrario.
¿Martin Parr? ¡No, Chris Killip! |
De las diversas series de Killip expuestas -conocí al autor por la imprescindible y muy asequible serie de Phaidon 55-, la única meritoria es la de los extractores de carbón en el mar, gracias a un veta que se adentra en el Mar del Norte, y que sacan carbón mezclado con algas en carros de tiro. El resto, incluyendo unos retratos de una fábrica de Pirelli, no valen un carajo. Es mi opinión, claro, aunque en el propio MNCARS no pueden disimular el asunto con la elocuente frase "la influyente aunque no demasiado conocida obra de Killip", por ponerlo de manera educada.
La exposición ni siquiera es original, del tipo "oh, hemos descubierto un fotógrafo que ha sido muy influyente en la nueva generación de fotógrafos británicos, y nos inventamos que tiene relación con los fotógrafos de los años 30", sino que viene con comisaria y todo desde Essen, y pasando por París este verano. Por no ser, ni siquiera es innovadora en la temática, incidiendo de nuevo en algo ya nauseabundo tras varios años de muestras continuas sobre el tema en Madrid.
En el MNCARS ahora cobran entrada: lo que antes eran grandes muchedumbres de urbanitas y modernos pasando la tarde del sábado y la tarde del domingo en romería y conga cuando se inauguraba una nueva exposición (se tratase de lo que se tratase: lo importante era estar, y que fuese gratis), se tradujo en una tarde de sábado con sólo otras diez personas viendo las insulsas fotos de Killip. Algo hemos ganado, ya sólo faltan los contenidos.
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Ya veo el piropo en el catálogo: "Tiene obra comprada por importantes instituciones, como Caixa Girona, de la que era presidente".
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Jose Ignacio Torreblanca, intelectual del grupo Prisa que tiene columna semanal en El País -y suele estar bien, incluso escrita bien-se desmarca con esta gran aportación. Aquí hay nivel y legalismo. No sólo los perros deberían ir atados.
6 comentarios:
Interesante, aunque me quedo con el suelto de los perros.
Porque de un tiempo a esta parte hay ciertos temas que provocan un activismo tan beligerante que como se te ocurra llevarles la contraria en lo más mínimo sales escaldado y quedas peor que si dices que en tus ratos libres comes niños. Son varios. Uno de ellos es el deporte, que a día de hoy es la panacea que cura todos los males y el que no lo practica no merece un lugar en este mundo. Y otro de ellos es el de los animales, que por arte de lo políticamente correcto se han convertido en objeto de adoración a los cuales hay que otorgar más derechos incluso que a las personas, so pena de convertirse en un ser despreciable al que hay que repudiar, y cuyo lema es "los animales son mejores que las personas". Y por supuesto hay más, aunque no vienen al caso.
Pero lo que tienen en común, desde mi punto de vista, es algo que has señalado muchas veces cuando le has sacado los colores a los modernillos amigos de la bici: que son un caso claro de "fe del converso", esa lacra de ayer, hoy y siempre. Y al igual que los de la bici no conocían ese vehículo hace 5-10 años, los de los animales son meros urbanitas que no han pisado el campo en su vida ni saben cómo es la vida en un pueblo, donde de verdad se convive con los animales y se les respeta porque hay una dependencia mutua, pero donde a nadie se le ocurre dejar entrar al perro en su cama por muy compañero que sea y donde nadie se rasga las vestiduras si hay que matar unos pájaros que te están estropeando el huerto o una culebra que le ha entrado a alguien en casa. Situaciones estas que están mucho más cerca de lo que es la naturaleza en estado puro que el proteccionismo sumiso que practican estos bienpensados ciudadanos.
Y es que otra característica de estas personas es la falta de respeto por las demás personas, ya que ni se paran a pensar que igual su perro/gato/hurón/jabalí puede molestar a otras personas, igual que el fumador chulesco no se para a pensar que su humo puede molestar a otra gente, ya que su derecho a fumar está por encima del de los demás a no ser molestados, o ya que el derecho del perro/gato/hurón/jabalí a estar suelto está por encima del de la gente a no ser molestada. Es decir, lo mío está por encima de los demás, algo muy español.
Evidentemente dentro de todo esto hay términos medios, que como siempre es donde está la virtud, pero eso es algo que no se lleva mucho hoy en día. Y que quede claro que a mí particularmente me gustan mucho los animales y la naturaleza, pero distingo entre animales, y lo que es propio de ellos, y personas, y lo que es propio de ellas.
Un fiel lector.
Hola, soy un asiduo lector de tus blogs. De las pocas cosas que no comparto en cuanto a opinión contigo es la forma en que propones solución a los problemas. Es una sensación que no puedo argumentar con precisión, pero te desmarcas con que hay que prohibir y endurecer la pena. Se que lo que digo es muy genérico. Soy consciente de que argumentas y piensas no como muchos otros, pero aun asi no me convence esa solución Me ha venido este tema a la cabeza porque me ha congratulado que hayas enlazado el artículo de los perros. ¿De verdad no sientes una axfisia prohibicionista por partes del Estado y las insticuciones?
Como ejemplos puedo proponerte la nueva ordenanza municipal que propone la derecha en Madrid, el endurecimiento del código penal cuando tenemos la población reclusa más alta de Europa en porcentaje o el caso del "empresario" muerto en Barcelona (que trataste). Soy consciente que puede sonar hippilondio pero me da la sensación de que existe una deriva autoritarista posiblemente generalizada en Europa con la que en ocaciones, no siempre, comulgas (por ejemplo el casco obligatorio en la bici). Lo siento por el rollazo pero llevaba un tiempo con esto en la cabeza. Sé que es posiblemente me haya expresado con vaguedad o no veas la relación entre todo, de todas formas quería saber tu opinión.
Un saludo y mis enhorabuenas por los dos magnificos blogs que tienes y cultivas (si, este solo ultimamente jaja).
Gracias por vuestros comentarios. Fiel lector: más o menos es mi opinión. En el caso de Torreblanca, ir con el perro sin correa en un Parque Nacional se castiga con multas muy severas, pero me temo que el PN de Guadarrama va a ser como Eurovegas: una tierra donde se aplicará la ley de manera muy laxa, porque tiene seis millones de habitantes al lado que van a ir al PN como si fuesen al erial que llaman parque al lado de su urbanización.
Anónimo: bueno, yo soy de mano dura a la hora de proponer soluciones, aunque me gusta más señalar el hecho y meter el dedo en el ojo que llevar una política proactiva y de soluciones.
Si te parece asfixiante lo de ahora, espera a más adelante. Cada vez estoy más convencido de que, cuando seamos mayores y miremos atrás, está nos parecerá una época de libertad.
Gracias por vuestros comentarios. Fiel lector: más o menos es mi opinión. En el caso de Torreblanca, ir con el perro sin correa en un Parque Nacional se castiga con multas muy severas, pero me temo que el PN de Guadarrama va a ser como Eurovegas: una tierra donde se aplicará la ley de manera muy laxa, porque tiene seis millones de habitantes al lado que van a ir al PN como si fuesen al erial que llaman parque al lado de su urbanización.
Anónimo: bueno, yo soy de mano dura a la hora de proponer soluciones, aunque me gusta más señalar el hecho y meter el dedo en el ojo que llevar una política proactiva y de soluciones.
Si te parece asfixiante lo de ahora, espera a más adelante. Cada vez estoy más convencido de que, cuando seamos mayores y miremos atrás, está nos parecerá una época de libertad.
Hola Sergio,
estaba releyendo tus entradas "antiguas" hace un par de días y hoy casualmente he visto una exposición de Killip en el Tate Britain. Por tu descripción creo que si no es la misma, comparten una gran mayoría de fotografías.
También coincido contigo, la serie de extractores de carbón en la orilla del mar es muy muy buena. El resto, lugares comunes a lo Martin Parr y toda la generación de fotografía urbana hasta la mitad de los 80 - excepto McCullin -. Ese estilo Parriano es muy apreciado aquí en el Reino Unido, pero a mí sinceramente no me llega.
Por cierto, no sé cómo estará en España, pero en Londres la combinación barba - tatuajes - bici - cómo mola Sir Wiggins me tiene hasta la coronilla. Y mejor que no airees tus sospechas de doping que te miran con la típica arrogancia (esta sí) anglosajona.
"Si te parece asfixiante lo de ahora, espera a más adelante. Cada vez estoy más convencido de que, cuando seamos mayores y miremos atrás, está nos parecerá una época de libertad"
Tal cual. El problema es que siendo mayores, podemos ser carnaza.
Gracias por el esfuerzo que has estado poniendo desde el 2005 (empecé a leerte entonces!) y por tu estilo y pensamiento, que considero muchas veces brillante.
Javier
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