sábado, 19 de marzo de 2011

Ganas de guerra, vía aérea libre

Visera y gafas de sol: bajen los focos, por favor
Ayer Gadafi, en un claro ejemplo de perfidia moruna, dijo que detenía las operaciones ofensivas para intentar aplacar las poco ocultas ganas de bombas y sangre de esa entelequia que es "la comunidad internacional". Evidentemente, nadie le creyó, porque es inútil creer a una persona con el historial del libio. Como en tantos otros ámbitos, lo que se pretende con estas medidas de "alto el fuego" cuando se está llevando la iniciativa, es simplemente ganar tiempo.

Al menos hoy uno se despierta con noticias de que se ha bombardeado Bengazi, y ya dicen que ha sido Gadafi. Difícil comprobarlo en la guerra de propaganda, porque Gadafi dice que no ha sido él. No es una persona muy de fiar, y menos en su estado mental, pero lo que parece claro es que una vez desplegadas las fuerzas -ayer la base de Morón de la Frontera era un hervidero de aviones- es muy difícil que se replieguen sin ejecutar su misión.

Hasta nuestro presidente del Gobierno ha anulado su agenda oficial y permanece en Madrid atento a la crisis. Ya ha ofrecido seis F-18 (¿los mismos que bombardearon Belgrado, para que puedan seguir poniendo bombitas de éxito en sus flancos?), y el martes pedirá autorización al Congreso, una medida que fue de las primeras en implantar en su primer mandato, y que me parece muy acertada y democrática. Total, ya están todos convencidos de la necesidad de la intervención, y así la medida democrática se convierte en una claque unánime.

Es de suponer que la maquinaría bélica de EE.UU, mucho mejor engrasada que la española y con un presidente con poderes ejecutivos de guerra, no va a esperar hasta el martes. Entre hoy y mañana empezarán a atacar objetivos en Libia, siempre sin víctimas colaterales y con eficacia quirúrjica: ya nos informarán de ello, esperemos que con el mismo tino y acierto con el que han ofrecido esas imágenes de barrios arrasados, edificios ametrallados y las "masacres".

Ante este nuevo escenario hay varias cosas interesantes a tener en cuenta. Al parecer, según el Tratado de Buena Amistad firmado entre Italia y Libia en 2009, no se puede atacar al país africano desde bases instaladas en el país europeo. Habrá que estar atentos a ver desde donde van a operar los aviones "aliados" que gentilmente se han ofrecido para bombardear: los americanos pueden operar desde el portaaviones de la VI Flota. En el bombardeo de Belgrado la gran mayoría de los aviones de la OTAN salían desde Aviano, el macrocomplejo aéreo -almacenan hasta armas nucleares tácticas, una hipocresía en un país denuclearizatto como Italia- situado en Vicenza.

También puede ser que Italia, haciendo gala de una tradición irredenta, haga del tratado papel mojado y cambien al son de la voz que va ganando. Lo llevan en sus genes y en su historia. En la I G.M tenían que haber entrado en guerra, en virtud de los pactos y alianzas previos, con las potencias centrales. Para cuando lo hicieron, en 1915, lo hicieron con el otro bando. En la II G.M más de lo mismo: tras ir de la mano con Alemania, en 1943 y tras el desembarco aliado en Sicilia, el Gran Consejo Fascista destituye a Mussolini y se pasa a los aliados de la noche a la mañana, ¡intentado pasar en la posguerra como potencia vencedora y no derrotada!

Mig-23 derribado esta noche en Bengazi. Nótese la altura.
La argucia, genuinamente italiana -si cuela, cuela, y si no, nos quedamos como estábamos- no pasó, pero al menos evitaron un juicio equivalente a los Nuremberg o Tokio, y gran parte de los jerarcas del fascismo se reciclaron en la vida civil, una especie de Transición a la española avant la lettre: reconciliación, paz, consenso y mucha, mucha mierda por tragar, la equivalente a ver a los responsables que llevaron al país al desastre disfrutando de un espléndido retiro en el mismo país, intocados, intocables e invulnerables.

Ya verán como nadie se hará responsable del Tratado de Buena Amistad firmado con Trípoli. Ni Berlusconi -ya tiene abogados especializados en todo tipo de casos, incluyendo corrupción de menores-, ni Frattini, ni La Russa, ni Maroni, ni ninguno de esos impresentables que iban de francachela con su amigo el libio, que en los pocos años en los que ha durado el tratado lo celebraba como un cumpleaños personal, especialmente para pedir más regalos.

Esto decían en fecha como el 24 de febrero, pero con los aviones ya armados y dispuestos a bombardear, ya pueden apelar al mandato del Consejo de Seguridad de las NN.UU o al Santo Espíritu, que todo valdrá como vale cualquier acuerdo con este peculiar país. Fíjense que ayer mismo, 18 de marzo, el discurso ya se había modulado para adecuarse con los nuevos tiempos, e Italia ya estaba dispuesta a ceder sus bases -imprescindibles para evitar rodeos-, ejerciendo una vez esa capacidad para el doble juego que les ha permitido cambiar de bando en las dos guerras mundiales.

Otro aspecto a tener muy en cuenta cuando empiece la operación de tiro al blanco es ver cómo se utiliza el espacio aéreo de los países confinantes con Libia. Tras saber que había agentes británicos sobre el terreno desde al menos cinco meses antes, y que un holandés estaba perdido en Sirte y no había ido a Trípoli como el resto de sus nacionales a coger una avión de vuelta a su próspero y riquísimo país -por eso hubo que enviar en secreto un destructor y un helicóptero con tres marines a rescatar a él y a su misterioso acompañante, del que no han facilitado la nacionalidad, manda huevos-, espero que a nadie le parezca casualidad la graciosa sucesión de acontecimientos que han llevado al cambio primero en Túnez y después en Egipto.

No es probable que ambos países hubiesen dejado su espacio aéreo para un bombardeo sobre Libia. Aparte del precedente de 1986, donde ningún país dejó pasar a los F-111 que partieron desde Inglaterra, hay uno mucho más reciente, rara vez recordado, y que afecta a todo el mundo musulmán, si es posible aplicar esa categoría a países tan heterogéneos. Y es un precedente muy querido en esos países porque habla de un país con el que comparte religión que se enfrentó a EE.UU de una manera gravísima, venció y apenas ha sufrido las consecuencias.

En 2003, cuando la agresión a Irak que se había ganado por méritos propios Sadam Hussein y para lo que se inventaron lo de las armas de destrucción masiva (perdiendo toda legitimidad), la maquinaria de guerra de EE.UU había desplegado nada menos que al Séptimo de Caballería (sí, existe) en Turquía. Lo habían hecho incluso antes de esperar a la resolución de la ONU que finalmente nunca se produjo, dando buena muestra de sus aviesas intenciones sobre el derecho internacional, el unilateralismo y la forma de explotar a un aliado fiel como Turquía.

A pocas horas de comenzar la invasión del 20 de marzo, el primer ministro turco Erdogam negó el permiso para que se realizase ningún ataque sobre Irak con tropas acantonadas en su territorio. Atención: un líder de un país subordinado a EE.UU le niega ese permiso en las horas previas, con todo ya preparado. Hace falta tener lo que hay que tener para hacer eso, bastante más significativo que no levantarse ante el paso de la bandera de las barras y las estrellas, o que ir al rancho de Texas a fumar puros y practicar inglés de Quintanilla de Onésimo.

Aunque al asunto no se le dio ninguna relevancia, si que la tuvo. La más inmediata, que el ejército de EE.UU no pudo hacer la operación de pinza sobre Bagdad y que, en vez de tomar la capital en cinco-seis días, tardó doce. Las tropas del VII de Caballería tuvieron que volver a ser embarcadas y llevadas a Arabia Saudí. Los turcos, también, tuvieron mano libre para capturar a varios cientos de kurdos muy activos del norte de Irak. Sin embargo, más allá de los efectos prácticos, la lección fue muy comentada en el mundo árabe: unos que desafían a EE.UU y se salen con la suya. Demasiado importante como para dejarlo correr. Se pudo hacer y se podría volver a hacer.

Pues bien, en vista de la refriega libia, es simplemente casualidad tener expedito el espacio aéreo de Túnez y Egipto, que desde luego no estaba asegurado hace mes y medio en caso de una situación similar. Menos mal que las revueltas han sido "espontáneas", por "twitter", por un vendedor de fruta que se quemó y que han sido en Túnez y Egipto y, queseyo, no en Mauritania, Siria y Omán. Mejor juntitas y agrupadas, como en el dominó.
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"TEPCO ha anunciado que aumentará a 150 milisievert el límite de radiación al que pueden exponerse los empleados de sus centrales debido a la necesidad de atajar la situación en Fukushima. Hasta ahora este límite estaba fijado en 100 en cada turno de trabajo"

Y cuando pase otra como esta, las autoridades ya irán alzando los límites máximos para decirnos que estamos todavía dentro de lo normal. ¿Que no? ¿Y que hacen actualmente con las mediciones de contaminación en las grandes ciudades? Lo dicho: en las democracias lo hacen más fino
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España profunda y milenaria. Atención al cuidado urbanismo de las edificaciones. El complejo, obvio es decirlo, no se derribará.

10 comentarios:

Karpets dijo...

pedazo de Post, se agradece
hilas fino

Borf dijo...

Creo que se te ha colado un Berlusconi por Mussolini.

Borf dijo...

Gran post Sergio, explica muchas cosas, por ejemplo el "¿pero porque ahora?" que insistentemente me repetía mi mujer cuando intentábamos buscar una razón lógica a las twitterrevoluciones...

Anónimo dijo...

Hace sentido la hipótesis; las casualidades no existen. La explicación tecnológica de las revueltas es un sinsentido. Sin embargo, es meramente eso, una hipótesis: ahora se puede atender a cómo se "construyen" los conflictos y cómo los gobiernos se significan.
PS: maquinaria por maquinaría.
Gracias Sergio

Anónimo dijo...

Sobre los liquidadores de Chernóbil:

http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20110319/sociedad/liquidador-chernobil-cuenta-como-20110319.html

José dijo...

No me puedo creer este artículo:

http://blogs.elpais.com/llui
s_bassets/2011/03/no-es-una
-guerra-todav%C3%ADa-pero
-es-justa.html#more

Sencillamente no me lo puedo creer. Espeluznante.

Un saludo.

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Borf: corregido, gracias. A esas preguntas habrá que ir respondiendo poco a poco, dentro de las limitaciones propias de la propaganda a la que nos vemos sometidos.

Anónimo: sí, seguro que ya sabes que en cualquier momento nos encasquetan a todos lo de "paranoicos", que es el insulto habitual en estos casos.

Jose: es así, y vendrán más. El corresponsal "de guerra" Sr. Lobo también se está luciendo, es nuestro Kapuzinksy de txikiteo, caña tirada con espuma y callos a la madrileña. Qué vergüenza de periodismo, qué absoluta vergüenza.

Sergio dijo...

Mira, es que estoy leyendo lo de los Tomahawks de EE.UU y británicos, y lo de los franceses -parece que Hillary habló con Sarkozy y van a tener parte importante de la iniciativa- y es que es indignante.

Por otra parte, nuestros cuatro F-18 ya van camino de Italia, a ver si esperan al martes para la autorización del Congreso. ¡Cómo mola tirar bombas!

El plan de ataque, huelga decirlo, es absolutamente improvisado.

Anónimo dijo...

Y la prensa de derechas titula "Si a la guerra" intentando enlazar esta situación con la invasión de Irak.

Anónimo dijo...

No tiene desperdicio. Abunda en el tema de la desvergüenza de un cierto periodismo - decadencia es aquí una categoría demasiado benévola- en el que la ignorancia, el maniqueismo y la total incapacidad para la (auto)crítica son la norma. Si son un ustedes sensibles, pueden ahorrarse su lectura, y sólo prestar atención a su primer y último párrafo. Qué desolación...
http://www.elpais.com/articulo/opinion/realidad/aumentada/elpepiopi/20110320elpepiopi_5/Tes