viernes, 10 de enero de 2014

Si todo ingreso es declarable, todo remuneración también tiene que serlo

Por fin estarán gravados los petromortadelos
Al grano: entre la propaganda de la cacareada recuperación económica, lo cierto es que la situación de la Seguridad Social sigue siendo calamitosa. En el año recientemente finalizado ha habido que recurrir al  tesoretto para pagar la extra de Navidad a los pensionistas, que ya tiene cojones que tengan extra cuando probablemente muchos de ellos no la tuvieron durante su vida laboral (esto es: de aportaciones), y actualmente en España hay 16 millones de trabajadores por 9 millones de pensionistas, una proporción de 2:1 que pone en serio riesgo el sistema piramidal (sí, es así) de la Seguridad Social.

El año no ha empezado mejor, aunque la noticia viene de antes. El sábado 21 de diciembre se publicó en el BOE lo aprobado en el último Congreso de Ministros del año, pero a pesar de que esta país nutre una clase ociosa que puede dedicar esfuerzos y juventud a escrutar diariamente el BOE para ponerlo a parir -les juro que hay cuentas especializadas en twitter y páginas web- nadie se dio cuenta: ni medios generalistas, ni especializados, ni los bochornosos sindicatos, como se verá más abajo. Nadie. Eso es España.

Evidentemente, acostumbrados a que la propaganda venga directamente en vena y suministrada por el poder, cuesta leer y entender. Sin embargo, con esta medida el Gobierno -que se vende como "reformista"- era normal que estuviese callado, al menos desde la óptica del cálculo político-electoral, aunque es de las pocas en las que puede sacar pecho.

¿De qué se trata? Pues nada menos que de hacer que las empresas tributen de una maldita vez por eso que se conoce como "retribuciones en especie", y que era una triquiñuela por la que se retribuía el trabajo de un empleado pero no se cotizaba por esa cuantía, constituyendo un agujero negro libre de recaudación directa por impuestos.

"Retribuciones en especie" populares son el cheque-restaurante, sanidad privada,  el transporte y aportaciones que la empresa haga a planes de pensiones privados. Puede que a usted este tipo de prebendas le suene a ciencia-ficción, pero existen y constituyen una parte importante de la negociación de algunos empleados. Sin querer hacer un ejemplo maniqueo, esos planes de pensiones incluyen esos tan famosos de los banqueros, que en el 100% de los casos superan a la retribución por su trabajo.

Como era esperable en un país con el debate político infantilizado (¡un saludo a los quincemistas!), el asunto se ha planteado bajo la óptica del plañiderismo -baste ver el enlace de más arriba- y de lo mal que lo pasan las empresas, que ahora deberán declarar esas retribuciones o -lo que parece más probable- anularlas, aunque estén registradas en convenios colectivos. Ya lo verán, ya, y con la anuencia de su sindicato. Que siempre es mayoritario, aunque no pase de un 5% de afiliados en una empresa.

De lo mal que lo pasan las empresas, y de lo mal que lo pasan sus empleados, que en eso consiste el auténtico plañiderismo. Sí, esos mismos empleados con retribuciones en especie. A mí esta medida me parece necesaria y justa: aportará a las arcas de la Seguridad Social unos 1000 millones de euros. Dado que el tema de reformar un sistema tan injusto es intocable, qué menos que reforzarlo. Se vende como redistributivo, y simplemente es incautador de la población virtuosa y que cumple hacia las clases ociosas y marginales que pueblan nuestra sociedad. Pues que lo siga siendo. Pero a todos y bajo todas las partidas.

Es mucho esperar. Como siempre pasa en este Gobierno que legisla para sus intereses, la Ley viene con trampa. Quedan excluídos de la medida aquellos que ya cotizaban a base máxima (3.425,7 euros al mes), esto es: el suelo electoral del Partido Popular. En plata: perderán prebendas y alhajas el becario con el talón de cupones, el pequeño empresario y el asalariado de una compañia de seguros con póliza dental, pero el banquero referido más arriba no.

Y aún así estará bien. Está socialmente aceptado que esas regalías y prebendas son remuneración no metálica, y así la lucen los afortunados poseedores. Que el empresario pague por eso es de justicia, porque en muchos casos es una parte importante del contrato que tiene con el trabajador. Con suerte, acabaremos con esa plaga del currito medio que, saliendo un jueves, quiere pagar los gintonics con toque de regaliz con los Sodexho u otra mierda de papelitos.

Pero lean de nuevo el enlace a la noticia de El País, y especialmente esto:

Una de las cosas que más ha indignado a sindicatos y empresarios de la medida es que no la han conocido hasta que se publicó en el BOE el 21 de diciembre y, de hecho, ha sido esta semana cuando la han analizado con calma y han calibrado su impacto
Es porque estaban de vacaciones. Porque este país es así, y los defensores del trabajo son únicamente defensores del trabajador que tiene trabajo.  Por cierto, brillante capote del periodista a su propio trabajo. Qué asco de país.
***
(relacionado con el texto principal) Esta empresa de papelitos a cambio de comida quebró hace año y medio dejando un buen pufo, típicamente ibérico. Alardeaba de "seis millones de transacciones anuales". Pues eso. Gravar este sector y su base de negocio es algo necesario. Ah, y también un útil Q&A sobre el asunto.

7 comentarios:

Fernando dijo...

Sergio

Un apunte, sin haber entrado a fondo a estudiar la normativa; para que la modificación sea completa la afección tendría que extenderse al IRPF; a primera vista, tal y como está planteado, se aumentan las bases de cotización pero esas retribuciones en especie siguen exentas en IRPF. La responsabilidad del trabajador (es decir, que le exija al empleador que le pague todo en dinero y se deje de zarandajas de cheques guardería, cheques restaurante o seguros médicos privados, que ya me los buscaré yo si lo considero necesario) no será completa con esta medida, porque con la reforma el empleado en principio sale bastante beneficiado: aumenta su base de cotización con lo que aumentará su prestación por desempleo, incapacidad, jubilación, pero no aumenta su base imponible por IRPF; es cierto que tendrá un poco menos de cantidad líquida a fin de mes, por ese aumento de base de cotización, pero en IRPF no lo nota (ya te digo, una primera lectura y sin profundizar, y salvo mejor opinión)

Una vez más, felicidades por el blog

Anónimo dijo...

Pues en mi ignorancia, he de decir que yo pensaba que siempre (en términos recientes) había sido obligación del empleado tributar por todos estos conceptos.

Es decir, en la declaración de la renta había que incluir ese tipo de cosas: cheques de comida, seguros médicos, coches de empresa, etc.

Una cosa es que no se hiciese y que ahora Hacienda quiera asegurarse esos ingresos mediante la retención inmediata, en nómina. Pero a mí me suena que el deber de incluirlos en el IRPF, y por tanto tributar al sumarlos al resto de ingresos ordinarios, ya existía.

O, es que esto sólo afecta a la aportación de la empresa a la SS. Grosso modo 35% del salario dónde esto se incluiría.

Si alguien me lo puede aclarar, se lo agradecería. Prefiero una aclaración de algún lector del blog o de Sergio antes que leer el BOE o algún artículo "explicativo" en prensa que sea peor que no leer nada.

Gracias y, de nuevo, disculpen la ignorancia.



Miguel dijo...

Hombre, la seguridad social claro que es un sistema piramidal, pero mientras sigamos fornicando y/o trayendo inmigrantes en edad de trabajar, la cosa tira. Pero con un 25% de paro y la esperanza de vida por las nubes, la estructura empieza a crujir.

Si fuese un cinico, diria que la ley del aborto y la privatizacion de la sanidad intentan resolver este problema de una forma "alternativa".

Aunque entiendo como funcionan los sistemas de pensiones, no me habia parado a pensar como funcionan los sistemas de cheques-bebe. Supongo que al final es como todo. Recibes X pasta, que no pagas en Y dias, lo que te permite sacar un rendimiento del Z%. Asi que es mejor no "ahorrar" en estas especias. Por lo menos bitcoin empuja a la deflacion.

Por cierto, los cheques bebe son muy populares en UK, y permiten una desgrabacion importante (en mi caso, casi el 30%). Dado el precio de las guarderias en UK, un 30% no es moco de pavo. Ah! Y las "caridades" para las que he trabajado tienen planes superagresivos para mantenerte en sus esquemas de pensiones a toda costa: son todos "opt-out" y tienes que reafirmar tu "opt-out" cada tres anhos o asi.

PS: No tengo ni idea de si el sistema me ha aceptado o no los mensajes anteriores. Viva blogger.

Anónimo dijo...

Yo tenía entendido que por las retribuciones en especie sí que se pagaban impuestos, ya que existe una casilla en la declaración de la renta para indicar este tipo de emolumentos. ¿O quieres decir que el trabajador sí que tributa por ellos, pero el pagador no?

Anónimo dijo...

Al final, creo en auto contestación a mi pregunta del segundo comentario, el incremento se debe a las aportaciones a la SS como consecuencia de subir la base de aportación al incluir estas prebendas, no al IRPF que siempre se han hecho.

Esa sería la diferencia. Es decir, el trabajador ya tiene la obligación de incluir esos conceptos en el IRPF, pero hasta la fecha no contaban dentro de la base de cotización de la Seguridad Social. A partir de ahora, esos adicionales se incluirán en la base de cotización.


Anónimo dijo...

"Sin querer hacer un ejemplo maniqueo, esos planes de pensiones incluyen esos tan famosos de los banqueros, que en el 100% de los casos superan a la retribución por su trabajo."

Supongo que sabrá que existe una base máxima de cotización (3.597€/mes o 43.164€/año). Superada esa base, da igual como y en que te paguen, que no cotizaras para la SS.

Sergio dijo...

Sí, lo cito en el blog.