¿Dónde estará el conmutador de la luces de la piscina? |
La noche pasada morían varias personas en una nave industrial abandonada en el barrio del Gorg (Badalona), demostrando por una parte que en Barcelona y su área todavía hay terreno para mucha más gentrificación -y ojalá venga pronto y sea extensa- y, por otra parte, los males que atenazan a este país, en su extensión.
Al parecer, el incendio se produjo porque se cayó una vela en uno de los colchones donde dormían los numeroso ocupantes ilegales de la nave, porque ningún ser humano es ilegal, pero es ilegal que estén donde están. Noten en la lastimera crónica de La Vanguardia enlazada -un periódico en barrena, con analfabetos funcionales como Pedro Vallín ejerciendo de vates- cómo se destaca que "Los inquilinos de la nave no constituían ningún problema de inseguridad en el barrio", cuando ni siquiera eran inquilinos, pero hay que poner la propaganda buenrollista siempre.
Se da la circunstancia de que en Badalona gobierna el PP con el conocido lepenista García Albiol, el único político preVox que agitó la siempre peligrosa bandera de los peligros de la inmigración. Vilipendiado por todos -y con razón-, ha vuelto a la Alcaldía después de que una coalición lo impidiese al poner al frente a un alcalde de la tercera fuerza más votada que resultó ser un borracho crónico. Y fijénse la fecha de cúando lo pillaron.
No se, parece que en Badalona pasa algo que va más allá de llamar "inquilinos" a okupas, esa clase de problemas que las fuerzas políticas del turnismo y sus muletas (llámense Ciudagramos o Podeis) siempre evitan porque es mejor hablar de los transexuales -una minoría dentro de una minoría-, la ablación, las políticas de género, los libros de texto gratuitos, o la eutanasia. Es por eso mismo que los votantes de Badalona, oh pesar de los pesares, han vuelto a depositar su voto en Albiol. Porque a lo mejor la convivencia no es tan apacible como la pintan. Nunca lo es.
De manera similar en Madrid ha vuelto a la actualidad la Cañada Real. De manera resumida se puede decir que es el mayor asentamiento chabolista de Europa occidental, una vergüenza y aberración dejado medrar por las diferentes administraciones, hasta el punto de que alcanza más de 20 km. de longitud, en un terreno que debería ser público, pero que está okupado de facto desde hace mucho tiempo, demasiado. Como esa extensión abarca diferentes Ayuntamientos -Madrid capital uno de ellos-, y como a nadie le interesa resolver la situación, ahí sigue, para vergüenza de una ciudad y un país que en los años ochenta invirtió ingentes recursos en acabar con el chabolismo, y casi lo consiguió.
Todos se pasan pasan la pelota. Nadie tiene la culpa de la Cañada Real, una no go zone que haría las delicias de esos que van a los barrios del sur de Chicago o de Minneapolis para enseñar la segregacion racial y económica, cuando la tienen aquí al lado. Ahora la Cañada Real y su vergüenza continua son noticia porque están sin luz eléctrica desde hace dos meses y medio.
Hartos de los continuos pinchazos y colapsos de la red por los cultivos industriales de marihuana, la compañía eléctrica ha cortado el suministro a toda la zona. Un suministro que no era tal porque, al ser viviendas ilegales, no pueden tener fluido eléctrico regular. Es algo que se tenía que haber hecho mucho antes, pero aquí topamos de nuevo con la connivencia de las autoridades.
Los okupas de la Cañada Real se han ido hoy mismo enfrente de la sede de la Concejalía de Vivienda de Madrid a pedir "sus derechos" -ninguno, de hecho- y, aquí viene lo grave, la asquerosa izquierda les ha secundado, hasta unos límites nauseabundos. Han sacado todo su arsenal vacío y de sensiblería noña y, visto que lo del asentamiento ilegal es irresoluble en una democracia -en otros sitios se haría con bulldozer-, el asunto tiene visos de convertirse en uno de los recurrentes durante la legislatura.
Díaz Ayuso da para lo que da -apenas un monigote-, pero hoy hay estado brillante en la Asamblea de Madrid -precisamente ubicada a sabiendas en Vallecas en los años 80, como símbolo de la lucha contra el chabolismo- cuando la carcundia de una ideología que se muere le ha sacado argumentos como "niños que no pueden estudiar" o "niños que pasan frío", porque no valen para nada más. Merece la pena reproducir lo dicho por la presidenta regional:
"Para tener los Porsches ahí aparcados, bien; para pagar las facturas que es lo que está provocando esos cortes, no"(...)"Si para ustedes Otegi es un hombre de paz, estos delincuentes serán ingenieros agrónomos que estarán haciendo algún tipo de estudio"
Aquí, al margen de lo chabacano y lo impresentable que pueda ser Díaz Ayuso, volvemos al tema de qué quiere hacer la izquierda con los problemas de seguridad y de delincuencia que se plantean en una gestión de Gobierno. Ya se vió lo que intentó Carmena en Lavapiés con aquella especie de "jurados populares" que eran una puta aberración, más digno de una publicacion de los Testigos de Jehová donde las personas aparecen comiendo fruta con los leones, que de alguien con responsabilidades políticas.
Y lo que quiere hacer la izquierda en estos asunto es esto: nada. Venden como ejemplar y envidiable la convivencia entre entre grupos de delincuentes que viven del robo y de la economía sumergida -y sin intención alguna de salir de ahí jamás- y entre el resto de las personas, que son las que votan. Después pasa lo que pasa cada cuatro años, y nadie se lo explica. Especialmente ellos.
Peor ha sido lo perpetrado durante la tarde por el programa de la SER en Madrid, presentado por un lametraseros profesional llamado Javier Casal, uno que hacía la pelota a su contertulio Francisco Granados, y que después se sorprendía de que fuese un corrupto. Han hecho un programa especial desde la Cañada Real -¡se viene campaña! ¡saquen el chubasquero para la mierda!- que merece la pena que escuchen, aunque no sean residentes en Madrid, o el tema les importe lo mismo que un anacardo. Se lo digo porque es una antología del disparate y la propaganda.
Niños -mucho, su voz era lo más importante-, frío, sensiblerismo barato, conculcación de la legalidad porque "las personas...", ninguna solución, un cura -en la cadena que,cuando no tienen nada que poner, ponen algún asunto sexual de la Iglesia- ,y propaganda viciada y nociva. Devolver la electricidad a un asentamiento ilegal que no debería existir no es viable, y noten como apenas se trata el tema de que consumían electricidad de gratis, porque nadie tenía contador.
Mucho ojo con esto, porque esta izquierda desnortada y sin objetivos -su Supremo Líder ya los ha cumplido todos al sentarse en un Consejo de Ministros y tener un chalet con 2000 metros cuadrados de propiedad- se juega bastante en este debate, que interesa más a los ciudadanos de lo que se pueda creer. Ya es bastante malo ser conscientes de que, en el mundo inmediato, un 20% de la población va a vivir del puto cuento (llámenlo ingreso mínimo vital o salario mínimo) como para que encima lo hagan con todos los suministros gratis, que es otra pretension de la Berdadera Hizquierda -ningún corte de suministro básico como agua, luz o gas-, o con una vivienda legalizada de facto construida sobre suelo público.
Y quédense con esta paradoja: si el incendio de Badalona se produjo porque se cayó una vela al suelo, es porque no estaban conectados a la red eléctrica. En Madrid ni se plantean que, dado que no tienen luz para estudiar, que se pongan velas; que si no tienen electricidad para la calefacción, que se pongan una estufa catalítica. En Madrid se da por hecho que tienen "derechos", cuando por estar viviendo donde están viviendo, el único derecho que tienen es a irse con 48 horas de antelación antes de que se derribe su casa y se devuelva al estado natural esa patrimonio usurpado a todos, pero que no parece importar a esa izquierda de postureo que dice hablar en nombre de todos. Esa izquierda que volverá a perder en las siguientes elecciones -anticipadas o no-, porque siempre agita los debates equivocados.
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Maravillosa Segunda Marcha Verde marroquí. Primero abren la espita que siempre estará apuntada sobre Canarias -una semana de cayucos y pateras con miles de personas que hay que enviar a la Península, porque no hay patio trasero en las islas- y después EE.UU reconoce la ocupación de facto de Marruecos sobre el Sáhara a cambio del reconocimento de Israel por parte de la dictadura corrupta alauita. Y quien no quiera ver que ambas jugadas están relacionadas es un ciego.
Ha habido más noticias en estas dos semanas relacionadas con la antigua posesión española que en las dos décadas precedentes. Esto es así.
Lo más gracioso ha sido la reacción de la inútil e incompetente al frente de Asuntos Exteriores (Spain is back!), que ha dicho que se tienen que cumplir las resoluciones de la ONU. Que lo que diga EE.UU no tiene validez. EE.UU, el mismo país que envió inmediatamente a Colin Powell -nada menos- a estrechar manos entre España y Marruecos tras el incidente de Perejil, no tardando más de 48 horas desde la desocupación del islote. Guste o no, las relaciones en esta parte del mundo -la única en donde el Islam hace frontera y no está en conflicto abierto- se miran con lupa en los sitios importantes. Lo siguiente será Ceuta y Melilla, dos enclaves indefendibles.
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Un organismo que analiza y tipifica los rascacielos del mundo. Una página web increíble.
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Se empieza con el "consume productos de tu región", y se acaba haciendo esta sandez.
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Un titular esperanzador, que sin embargo lo único que revela es una mala redacción periodística.
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Un buen ejemplo de cómo funciona la Mafia mundial de la droga.
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"La gran puta de Murcia es Cartagena". Después piden que nos los tomemos en serio.