Lo ideal sería comenzar esta entrada recordando las frases de ese gran tahur -pesimamente asesorado- que es Zapatero, el de "tenemos el sistema financiero más sólido del mundo". Pero bueno, como la frase es autoexplicativa del personaje -¿conoce los demás? ¿sí?- vayamos a la noticia del domingo: Caja de Castilla-La Mancha (CCM) ha sido intervenida por el Banco de España ante el pésimo estado de todos sus balances, empezando por el del sentido común.
En los últimos días el Gobierno había intentado salvarla con una fusión con la andaluza Unicaja, pero el viernes esta entidad no quiso saber nada del asunto, y prefirió exponerse a las represalias políticas que asumir el pasivo desconocido -ahora se empezará a saber- de CCM. Imagínense como debieron ver la situación. La noticia de la mala salud de la caja más jóven -1992, fusión de las cajas locales manchegas menos la de Guadalajara- ya circulaba desde hace tiempo, y en la última semana el PP la sacó varias veces en el Parlamento: nada de preguntas formales, eso son rémoras del siglo XIX, sino con insidias y dentro de una batería de ataques que van desde Kosovo hasta el aborto, pasando rumores de dimisión. Lo que sea, prietas las filas.
Las primeras reacciones explicativas de los medios están en la línea de "la crisis internacional": no se las crean. En CCM no hay ni el más mínimo pelagatos que sepa quienes son Lehman Brothers, un swap default o la convertibilidad de bonos. La crisis de CCM es una crisis genuina española, y la crisis española es inmobiliaria. El ladrillo. Aquí la cosa está clara: Castilla-La Mancha, comunidad de una belleza increíble e inmensa para su escasa población -hay más hijos de manchegos en Madrid que en toda la Comunidad Autónoma- había apostado en los últimos años por una locura cementificadora auspiciada en su cercanía a la capital de España.
Se ideó -sin plasmarlo en ningún documento, porque eso de la planificación urbanística en grandes áreas no es de esta tierra- un llamado "tercer cinturón" metropolitano de Madrid, más allá de los límites de la región. No es casual que la famosa ciudad de El Pocero -Seseña- esté en Toledo, pero bien pegadita al límite provincial con Madrid, o que la famosa parada del AVE en Yebes -vendida como si fuese Guadalara, de la que dista 8 kms.-, donde se iba a edificar una barriada faraónica -dense una vuelta por Google Maps y después me cuentan- se situase en ese espantoso páramo, perdido de la mano de Dios, porque los terrenos pertenecían al ajuar familiar del esposo de Esperanza Aguirre, noble de rancia alcurnia, tierras baldías y escaso cash, como la mayoría de los de su estirpe.
Y bueno, esos son los ejemplos más notorios, pero dense una vuelta virtual -la tecnología lo permite- por Illescas, Numancia de la Sagra y tantos otros poblachones toledanos y pasa lo mismo: construir y construir, muchas veces sin una demanda real. Cuando los orondos y rellenos suplementos inmobiliarios de los periódicos (¡ay!) la mayor parte de la abundante publicidad era para promocionar fantasmagóricas promociones en pueblos citados en El Quijote bajo el gancho de "a 50 minutos de Móstoles". Y pisando bien el acelerador. Todo eso que se ha construido y se ha vendido -pero no habitado ni pagado- se acabará convirtiendo en nuestras banllieus: ghettos aislados, sin ningún tipo de servicios o comunicaciones pero con la sacrosanta propiedad barata -de saldo-, caldo de cultivo para el asentamiento del colectivo de trabajadores que más está notando la crisis y el paro. Y mira, por fin se cumplirá el sueño zapateriano de parecernos a Francia. En lo peor.
Otro hecho paradójico de estos años en Castilla-La Mancha ha sido la fantochada del aeropuerto. A pesar de que las zonas con densidad demográfica están relativamente cerca de los aeropuertos de Madrid y Valencia, hubo un golpe en la mesa de la clase política para dotarse de un aeropuerto, una infraestructura de altísimo coste y dudosa rentabilidad. También muy propagadística, por eso el esfuerzo de la clase política manchega, la de los 20 años de Bono y el cabeza de lista del PP cambiando cada cuatro años. En España la magnífica gestión central de AENA -hasta que el Gobierno de turno decida trocearla y dar competencias a las comunidades, creo que ya lo han hecho en Cataluña- compensa los aeropuertos deficitarios -la inmensa mayoría- con los rentables, conocidos por todos. Es un sistema público. Un monopolio estatal, pero de los necesarios.
En Castilla-La Mancha decidieron hacer el primer aeropuerto privado de España. Tardó mucho, pero ahí estaba su potencial para los inversores. Para el resto de la gente, de natural más escéptica, ese potencial nunca se vió. Ciudad Real. Lo colocaron al ladito del AVE, para después suplicar la parada correspondiente. No se cedió a esta reivindicación. Lo intentaron llamar "Madrid Sur" -y tan sur- pero tampoco coló. Después Don Quijote, y quijotesca fue la idea, por eso se llama así. Mientras tanto, se anunciaban esperpénticos planes de casinos, de inversores millonarios y todo para sacar adelante la idea de Sancho Panza. El aeropuerto despegó hace unos meses, saltándose el área de protección de aves, todo en aras del progreso. Opera Air Nostrum con sus aviones de hélices -todo un homenaje a los molinos de la Mancha- y Air Berlin, para llevarte a Mallorca, donde tiene su hub: vamos, que mejor vas a Madrid. ¿Cúanto apuestan a que esta ruinosa inversión acabará siendo asumida por el Estado?.
Al margen de si CCM está en estas operaciones o no, lo que me interesa es plasmar los 15 años de crecimiento económico en España, que en Castilla-La Mancha se han plasmado de esta manera: quiebra la caja. Y mejor no les hablo de la implantación que tenía Afinsa en el territorio. Pero bueno, pasemos a la traca final. Hace unos días salió esta noticia: "Castilla-La Mancha, primera autonomía en rondar la deflacción". Si, un -0´1% de precios en 2008. La explicación del Ministerio de Economía es increíble: el precio del petróleo. Vale, pero el petróleo en la comunidad es el mismo que en el resto de España, ya no están las arenas bituminosas de Puertollano para dar alegrías locales. Ah no, la explicación es esta: "es la comunidad en la que se destina más parte del presupuesto familiar a carburantes y combustibles (128 euros por persona, frente a los 38 de media nacional), lo que los expertos del INE relacionan con un mayor gasto en calefacción".
¡¡¡¡¡¡OHHHHHH!!!!! ¡Qué grandes cifras! ¡Unas decenas de euros! ¿Y no será que la deflacción es por culpa del peso del ladrillo en la región? ¿No? ¿Cuanto vale una de esas casuchas que se construyeron en el "tercer cinturón"? ¿200.000 euros por cuatro ladrillos? ¿ese producto no ha sufrido deflacción? ¿no costará ahora 120.000, y eso si encuentra comprador? ¿Es comparable a llenar un depósito menos de gasolina, a ahorrarse 50 euros en la factura de calefacción? ¡Qué verguenza de explicación cuando está bien claro la auténtica causa! Y lo peor de todo es que la explicación viene de los que manejan las estadísticas oficiales. Ya ni eso nos queda. Como en los regímenes comunistas, con las cifras de producción falseadas.
Castilla-La Mancha y su caja oficial y pública se embarcaron en un proceso contranatura de edificar y de vender su mayor patrimonio, en lo que realmente es abundante además de en buenas gentes: su territorio. Todo el mundo en chalet, todo el mundo cerca de Madrid, aunque cerca sea un concepto elástico e implique 100 kms. Ahora, de todo eso queda la hipoteca -por cierto: no se extinguen si desaparece la entidad que las concedió, la anarquía os vende mundos que no existen-, inmensos desatinos urbanísticos que no se van a arreglar en generaciones y un excelente caldo de cultivo para la marginalización y el pauperismo. Mientras el Emmenthal y el Gouda me dan confianza, y así también los sistemas bancarios suizo y holandés respectivamente, un queso manchego con agujeros produce desconfianza. Aquí falta algo.
Y mañana, atentos a las imágenes de la gente haciendo cola ante las oficinas de CCM. Darán la vuelta al mundo, para descrédito de "el mejor sistema bancario", el mismo donde existen esas entidades paternalistas y alcanforadas que son las Cajas de Ahorro.
Blog personal sobre cuestiones sociopolíticas. No es un blog de antipolítica. El autor tiene sus opiniones, que casi nunca coinciden con las de ningún partido ni ningún medio de comunicación.
lunes, 30 de marzo de 2009
lunes, 2 de marzo de 2009
Apagando llamas
¿A alguien le ha interesado las dos elecciones regionales de este domingo? Los gallegos parece que se empiezan a interesar por sus órganos de gobierno autonómicos, y ya son dos elecciones con participación cercana al 70%, todo un éxito en la CC.AA. Los vascos, lejos ya la infame campaña de 2001, han votado en el clima más tranquilo que se pueda recordar. Ahora, con los resultados a la vista, comienza el interés.
Galicia ha vuelto a su estado natural, lo que en una de las regiones más rurales de Europa dice mucho. El PP es Galicia, y Galicia es del PP. El fundador del partido es gallego. El actual dirigente del partido es gallego. En los difíciles años 80, Galicia y Castilla-León fueron la reserva espiritual y de votos de la derecha. De 700.000 militantes del PP en toda España, 100.000 están en Galicia, algo que no guarda relación con su tamaño poblacional, pero si con las prebendas y servicios que se obtienen con el carnet.
Basta ver a Baltar, el caudillo de Orense, o recordar al malogrado Cuiña -no llegó ni a los sesenta años- para notar el panorama. La campaña electoral, con Rajoy agasajado por sus paisanos en visitas a aldeas remotas con una edad media de 70 años, recordó mucho a las de Gamazo y el Partido Agrario. El nuevo líder no tiene nada que ver con ese ambiente: miren la foto de cuando, recién elegido para suceder a Fraga, se armó de ropa y pertrechos para combatir los incendios forestales con los que se saludó la llegada de os comunistas. Es muy divertida.
Lo tiene muy fácil para hacerlo bien. Hace poco nos decían que es pariente del erudito del siglo XVIII de mismo apellido. Sin embargo, no es necesario irse tan atrás en el tiempo. El gobierno del PSOE con el indolente Touriño, un hombre que solo puede provocar somnolencia y que se ha aferrado a algo tan fantasmagórico como el AVE, y el cromagnon de Anxo Quintana -espectacular el populismo de sus mítines "a pie", arengando a las masas de pensionistas agrarios- fue un contrasentido histórico en Galicia, una región que vota lo que vota porque vota. Y en esta frase está todo.
En cuanto al País Vasco, el PNV ha mejorado sus resultados de hace cuatro años, pero como el voto de la izquierda abertxale no ha podido concurrir a las elecciones, pierde un apoyo clave para gobernar, y es muy probable que Patxi López, el representante del PSE, sea el próximo lehendakari. Si es así, tendrá que contar con la abstención en la sesión de investidura del PP -que pierde un escaño- y del engendro de UPD, la hidra que crece por toda España y que en las próximas europeas va a quedar como tercera fuerza política. Por supuesto, huelga comentar que el escaño de UPD viene de Álava y es a costa del PP. No se si algún día habrá tiempo y lugar para hablar sobre Unión del Pueblo Alavés.
Patxi López podrá gobernar en solitario, pero con la sombra del PP y UPD, que son capaces de hacer marrar un gobierno a las primeras de cambio. No olviden que el partido de la gaviota permitió que los presupuestos del País Vasco para 2003 fueran aprobados porque su líder, el tizón Mayor Oreja, había decidido no ir ese día a la Cámara. Con la estrecha victoria del frente constitucionalista (¡hay que ver que etiquetas se acuñaron en la bazofia de 2001!) puede haber muchas de estas situaciones. Y bueno, en todo caso siempre estará Rosa Díez (y los que manejan su marioneta), que del País Vasco viene y al País Vasco tiene, por fin, en sus manos. Qué miedo.
Galicia ha vuelto a su estado natural, lo que en una de las regiones más rurales de Europa dice mucho. El PP es Galicia, y Galicia es del PP. El fundador del partido es gallego. El actual dirigente del partido es gallego. En los difíciles años 80, Galicia y Castilla-León fueron la reserva espiritual y de votos de la derecha. De 700.000 militantes del PP en toda España, 100.000 están en Galicia, algo que no guarda relación con su tamaño poblacional, pero si con las prebendas y servicios que se obtienen con el carnet.
Basta ver a Baltar, el caudillo de Orense, o recordar al malogrado Cuiña -no llegó ni a los sesenta años- para notar el panorama. La campaña electoral, con Rajoy agasajado por sus paisanos en visitas a aldeas remotas con una edad media de 70 años, recordó mucho a las de Gamazo y el Partido Agrario. El nuevo líder no tiene nada que ver con ese ambiente: miren la foto de cuando, recién elegido para suceder a Fraga, se armó de ropa y pertrechos para combatir los incendios forestales con los que se saludó la llegada de os comunistas. Es muy divertida.
Lo tiene muy fácil para hacerlo bien. Hace poco nos decían que es pariente del erudito del siglo XVIII de mismo apellido. Sin embargo, no es necesario irse tan atrás en el tiempo. El gobierno del PSOE con el indolente Touriño, un hombre que solo puede provocar somnolencia y que se ha aferrado a algo tan fantasmagórico como el AVE, y el cromagnon de Anxo Quintana -espectacular el populismo de sus mítines "a pie", arengando a las masas de pensionistas agrarios- fue un contrasentido histórico en Galicia, una región que vota lo que vota porque vota. Y en esta frase está todo.
En cuanto al País Vasco, el PNV ha mejorado sus resultados de hace cuatro años, pero como el voto de la izquierda abertxale no ha podido concurrir a las elecciones, pierde un apoyo clave para gobernar, y es muy probable que Patxi López, el representante del PSE, sea el próximo lehendakari. Si es así, tendrá que contar con la abstención en la sesión de investidura del PP -que pierde un escaño- y del engendro de UPD, la hidra que crece por toda España y que en las próximas europeas va a quedar como tercera fuerza política. Por supuesto, huelga comentar que el escaño de UPD viene de Álava y es a costa del PP. No se si algún día habrá tiempo y lugar para hablar sobre Unión del Pueblo Alavés.
Patxi López podrá gobernar en solitario, pero con la sombra del PP y UPD, que son capaces de hacer marrar un gobierno a las primeras de cambio. No olviden que el partido de la gaviota permitió que los presupuestos del País Vasco para 2003 fueran aprobados porque su líder, el tizón Mayor Oreja, había decidido no ir ese día a la Cámara. Con la estrecha victoria del frente constitucionalista (¡hay que ver que etiquetas se acuñaron en la bazofia de 2001!) puede haber muchas de estas situaciones. Y bueno, en todo caso siempre estará Rosa Díez (y los que manejan su marioneta), que del País Vasco viene y al País Vasco tiene, por fin, en sus manos. Qué miedo.
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