sábado, 30 de mayo de 2020

Diario de la falsa normalidad (XIII): vuelta a la rutina informativa


¿Donde lo habíamos dejado? Ah sí, con la escultura del Covid-19 como reflejo de toda una gestión. Apenas han pasado unos días y ya la han cubierto con una lona y retirado a un esquina, previo paso a un almacén municipal y, se supone, retirada por parte del artista, dado que puso como condición que jamás se moviese de su privilegiada ubicación.

Con todo el país en Fase I se han acentuado los males ya anticipados en el post titulado Los mismos temas que hace un mes y medio. De eso ha ido esta semana, ni más ni menos: de la incompetencia suprema de nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad, de la baja estofa de nuestra clase política, del olvido total y absoluto de las víctimas, de la vuelta a los informativos con enviados especiales a playas y terracitas, y de la inexistencia de intelectuales españoles. También de la paguita.

Temas todos ellos ya tratados con amplitud y detalle -menos el último-  cuando se manifestaron por primera vez en esta crisis, y que ahora van dando sus coletazos. Como es largo y prolijo entrar en lo del Guardia Civil, presentado como víctima incluso por la Casa Real por el inútil e imbécil gesto de ponerse un pin con un tricornio, simplemente resaltar lo más interesante del asunto.

No es otro que ver como los periodistas que tiene Interior bajo nómina (Terradillos, Olmo del medio de ultraderecha El Confidencial) y que siempre celebran con castañuelas los informes que hacen estos incapaces, han ido mucho más cautos en esta ocasión, cuando la materia prima del documento es la misma: sesgo político, incultura, incapacidad, redacción nivel escolar, y miseria española.

Lo saben bien todos los que hayan leído informes anteriores, desde el de la Operación Puerto -donde teniendo el número de Marta Domínguez no incluyeron a la atleta, "porque solo había ciclistas"-, hasta la vergonzosa cadena de informes sobre el referendum del 1-0, donde no incautaron ninguna urna y después de dedicaron a crear pruebas como el destrozo de dos Patrol de hace 30 años (valorados en 232.000 euros, precio de Maserati), delitos económicos que ni siquiera veía Montoro, malas traducciones del catalán, y veto a una ideología.

En esta ocasión se manifiesta todo eso, y más. Confunden epidemia con pandemia, retuercen testimonios hasta que parezca que digan lo que quieren y, si falta algo, "esto la Fiscalía te lo afina".  Me da igual si lo han destituido por "pérdida de confianza" para salvarse las espaldas, pero estaría bien que lo destituyesen por incompetencia,  igual que el dimitido y cobarde Laurentino Ceña, a una semana de la jubilación efectiva.

Después viene la bronca política, esperada desde que se conformó el Gobierno ("ilegítimo" o "Frankestein"), y que alcanza nuevas cotas día a día. Ya parece anecdótico las amenazas a Adriana Lastra, visto el nivel alcanzado entre la ultraderecha de la señora de los Reyes Magos y el vendebajos como si fuesen pisos, y el repugnante Pablo Iglesias, al que le encanta el salseo y se olvida que es Vicepresidente.

Poco interés aquí, salvo el crescendo inevitable que habrá. Se vive una crisis de sistema y de modelo, y es imposible revitalizar el Régimen del 78 con esta clase política. Recuerden que hace un mes se hablabla de "Nuevos Pactos de la Moncloa" (y de arcas de Noé) y la realidad es esta, por mucho que los tertulianos se empeñen en publicitar lo contrario. No salimos más fuertes, sino con más desconfianza de un sistema político con una Jefatura del Estado corrupta medularmente, unos expertos que decían "es sólo una gripe", y unos partidos políticos que eligen para sus cargos a auténticos indigentes mentales como Carmen Calvo o Irene Montero.

Y todo esto mientras los medios han relegado al fondo de la información el balance final de las víctimas diarias y contagiados. Se suponía, hace diez días, que con la proyección existente el virus estaría extinguido en España dentro de una semana, y todavía habrá casos hasta principio de julio, cuando se abre la veda al turismo extranjero que quiera venir, quemando fases y etapas anunciadas previamente.

Muertos e infectados a diario, y cadenas de trazabilidad todavía muy débiles. Eso sí, bares y playas atestados, rebrotes en comarcas concretas, y los pueblos de las provincias macrocefálicas -todas- atestados en este primer fin de semana de desplazamiento intraprovincial libre. Hasta los moteros, quizás el mayor ejemplo de actividad de ocio improductivo y realmente prescindible, están quemando rueda y haciendo tumbaditas.

Las muertos ya están enterrados. Tanto, tanto, que un intelectual español que durante la fase álgida de la crisis se preocupó y obtuvo atalayas mediáticas por el tema del confinamiento de los menores (y fue publicitado por intelectuales de su mismo nivel), se atreve a decir esto: que el hecho de que la Fiscalía esté investigado la directriz Wannsee aplicada en toda España para los enfermos de Covid-19 en residencias es propia de "parásitos de una cloaca".

Se debe creer que van a empurar a médicos. Lo que se busca es establecer la responsabilidad de ¿quien? ordenó esa norma común a todo el territorio español -el país del mundo con mayor tasa de infectados por 100.000 habitantes-, pero parece que eso le ofende. Que pueda haber responsabilidades penales en la gestión de una crisis con evidentes fallos y decenas de miles de muertos, cuando en Portugal no ha sido así.

Así está el país. Los grandes temas y carencias ya se trazaron en los dos meses anteriores, ahora solo queda chapotear en la charca. Vean sino lo activos que están los auténticos "parásitos de la cloaca", muchos de ellos citados en el post de hoy. 
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El Servicio Extremeño de Salud ha dado de alta 3.000 tarjetas sanitarias de desplazados desde el 14 de marzo, fecha de inicio de confinamiento. Es muy probable que esas 3000 personas desplazadas hayan venido de Galicia, Canarias y Cataluña, y jamás de Madrid, la región que no exportó la peste a todos los puntos de España.
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En Italia lo tienen claro incluso en los medios periodísticos: "esos 20.000 ancianos dejados morir".  En España todavía no hay titulares así, y dudo que los llegue a haber.
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La recuperación de Madrid pasa por ladrillo y más ladrillo. Y terracitas. Lean esta noticia donde se recogen una jugosas declaraciones de la Consejera de Medio Ambiente, donde se encoje de hombros y dice que, si es por la recuperación económica, le pueden dar por saco a la ecología. Menos mal que gran parte de la protección de la naturaleza depende de Europa...
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De la serie "Mercadona nunca invierte en publicidad [lo hace en propaganda]", el diario de ultraderecha El Confidencial tiene desde hace tres días esta noticia en portada
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Tiene el mismo talento escribiendo que Florinda Chico bailando, pero ahí sigue intentando vender algo. Conozcan la historia de este ser repugnante, que no duda en afirmar que sus multiples adicciones tiene origen familiar, y que el se ha librado...Idiota como pocos, y de Grado. Por cierto, las fotos están retocadas para camuflar las múltiples cornadas de la botella y la turuta.
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La periodicidad que ha tenido este espacio durante la crisis sanitaria del Covid-19 va a terminar tarde o temprano. Estoy abierto a cualquier tipo de sugerencia económica que, dentro de la educación y el respeto, me puedan proponer para dar continuidad y que no volvamos a los 20 post al año, 18 de ellos escritos entre noviembre y diciembre. Cuando no hay ciclismo. Confío en ustedes, no me decepcionen.

domingo, 24 de mayo de 2020

Diario de la falsa normalidad (XII): Madrid homenajea como nadie

Una de las definiciones que se suelen dar el homo sapiens, al menos para diferenciarnos de otras especies, es que somos animales simbólicos. Viene a cuento por la exhibición de banderas de estos días, o por qué nos puede conmover la destrucción de unos budas gigantes en Bamiyán, o que arda Notre Dame.

Estaba claro -al menos desde que con 350 muertos al día se sacó dinero para una campaña de publicidad sobre Madrid, y no fue la última- que iba a haber una escultura, placa, monumento o estela conmemorativa de esta crisis sanitaria. Se comentó por aquí que sería el pago a los más de 10.000 muertos por coronavirus, y que iría en la sede de la Comunidad de Madrid justo debajo de las placas a los héroes del 2 de mayo, y a las víctimas de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004.

Lo que no me esperaba, sabiendo perfectamente el sitio, es que todo fuese a ir tan rápido. Una buena pista es que ya se estuviese haciendo un funeral oficial cuando todavía no estaban permitidos los actos litúrgicos por el estado de Alarma -y que Díaz Ayuso se fumó una conferencia de presidentes para asistir y dejar la imagen de La Llorona de Chavela Vargas-, y otra buena pista es el chapucerismo institucional que caracteriza la gestión de la Comunidad de Madrid.

Hace unos días se supo que el artista Victor Ochoa había regalado una de sus obras a la Madrid. La presidenta regional no tuvo problemas en fotografiarse con una estatua vagamente antromórfica el pasado lunes, en el atrio de la sede de la Presidencia. En la peana se leía "A las víctimas, héroes y heroínas del Covid-19".

El título de la obra, en contra de cualquier uso común en el mundo artístico, lo ha puesto el receptor. El artista ha puesto como única condición que la obra no se cambie de sitio, por lo que se quedará ahí para siempre, dado que el Partido Podrido jamás dejará la Presidencia de Madrid. Era todo muy raro, incluso dentro de la estrategia de colaboración público-privada (Telepizza, Rodilla) que tanto le gusta a Díaz Ayuso.

Ya unas semanas antes se había instalado una especie de llama perpetua en otro sitio centralísimo como Cibeles, una llama alimentada por bombonas de gas butano dado que en la zona no hay una toma de gas natural, como es -obviamente- natural. Otro de los chapucerismos de los que le hablo, pero que entronca perfectamente con Madrid.

Les explico sucintamente, aunque el asunto daría para un libro. Madrid es la ciudad capital del imperio catolicísmo que no tenía Catedral ni nada que se le pareciese, y así arrastra una historia de símbolos inventados o tergiversados. Es en este tipo de cosas donde se ve el espesor y la calidad de una ciudad y un país, y les conmino a que visiten el Panteón de Hombres Ilustres, que no aparece nunca en las guías oficiales que publica el Ayuntamiento, a pesar de todo lo que dice de la historia de este país, especialmente si hacemos la comparación con el Valle de los Caídos.

Otro ejemplo es el Arco de Triunfo de Moncloa, muy bonito y esbelto -como buena obra de López Otero- que se alza impertérrito desde hace casi 70 años sobre los restos de un vertedero, y cuya tipología arquitectónica es igual aquí, que en París o en Pernambuco: un arco de la victoria, según el modelo de romano, ¿pero de la victoria sobre quien? Sobre los propios españoles, no precisamente los partos, los corintios o los hebreos.

De ahí que no haya ningún problema en hacer un cutre-monumento con botellas de butano a las víctimas del Covid-19, cuando la llama eterna es un invento de la Gran Guerra para honrar al soldado desconocido, debido a la gran mortandad del conflicto. Usar el símbolo de la llama eterna en una crisis sanitaria en pleno siglo XXI es reconocer que nunca sabrán el número exacto de muertos, y que tampoco les interesa mucho: por eso esa simbología de la llama purificadora, porque todo lo convierte en polvo, cuando muchos todavía están en la mortaja.

Porque quizás esto sea lo más sangrante de todo: ya están haciendo monumentos y homenajes y todavía siguen apiolándose ciudadanos en los hospitales. Quieren dar por cerrada el desastre sanitario para volver a llenar los bares, las terrazas y los descapotables con bandera, y al igual que George Bush Jr. aterrizando en el portaaviones en 2003 con el "The war is over", el lenguaje y los símbolos rara vez tienen una labor performativa, al contrario. Cerrar en falso, a lo cutre, por las prisas, produce dolor y venganza, como saben perfectamente los familiares de las víctimas del Yak-42, a los que llegaron a entregar los primeros huesos que encontraron para zanjar el asunto. Todavía el año pasado aparecieron restos adicionales en las montañas que rodean Trebisonda.

¡Pero que se puede esperar de Madrid! ¡La ciudad que hizo el monumento más cutre que se recuerda a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004! Un condón que se desinfla, un proyecto ganado por concurso por unos jóvenes arquitectos que no habían construido nada hasta entonces. La ciudad es así, y hay una constante histórica que se perpetua generación tras generación, con el feísmo y el cutrerío como nota más característica, al margen de ideologías o regimenes: noten si no el monumento a Calvo-Sotelo en la Plaza de Castilla (rebautizada en los años 80 como "Puerta de Europa", gracias al horrendo adefesio de las Torres KIO), haciendo juego con un depósito de agua, un zurullo que no se mueve de Calatrava (¡otro regalo a la ciudad! ¡Hay que saber decir que no!), una torre del desarrollismo, y los juzgados más saturados de España.

Madrid es así
Conviene recordar todo esto para enmarcar, una vez más, el contexto de la obra de Victor Ochoa, un escultor que ya había dejado su impronta en la ciudad con el horrible busto a cera perdida de Juan de Borbón, erigido por "suscripción popular" tras una campaña del ABC de Ansón a mitad de los noventa. Espantoso bajo cualquier definición, está ubicado justamente en la avenida -atención, no es broma- "Madrid, capital de España". No se, creo que en Roma, Berlín, París o Londres, ciudades con las que gusta compararse, no hay nada semejante. Ni freudiano.

Otra foto histórica para el Régimen del 78
Lo mejor se ha ido sabiendo esta semana. Victor Ochoa es otro escultor en la línea de Juan Ripollés, aquel cumbayá valenciano que se hizo famoso por encasquetar por millonadas sus obras entre naif y cutres a la rama levantina del Partido Podrido, y que alcanzó el cénit de su fama con la escultura de tamaño colosal erigida con la efigie de Fabra en el aeropuerto de Castellón. Un escultor que vive del dinero público, y que consigue moviéndose con estética de artísta entre los círculos de influencias políticas.

Mascarillas muy necesarias
Bien, pues resulta que la obra bautizada por la Comunidad de Madrid la había parido Ochoa hace nada menos que 25 años, e incluso la había colocado en otra copia a un ayuntamiento catalán. Representa una especie de cría de Alien en blanco -pero Giger es un artista de verdad, y no un farsante- ataviada con una máscara de protección NBQ, y se erige sobre un pie que recuerdan a las heces en forma de melena del último parte médico del dictador Francisco Franco.

O sea, este escultor horrible ha encasquetado en un área noble del poder público regional un refrito. Según sus propias palabras, representa "el ser humano que se sobrepone de la angustia y la tragedia. El bronce [el pie] sería la antigua humanidad y la parte de arriba el fantasma en el que nos ha convertido esta pandemia. Si te fijas no tiene rasgos, es un rostro ideal que nos representa a todos".

Hombre, no tendrá rasgos, pero tiene un tufo indistinguile a mamandurria pepera y sus artistas favoritos, como ese otro que hacía osos Haribo gigantes en plexiglás con epoxy y que vendió por una millonada unos cuantos al IFEMA. Ese gusto por lo pop y lo kitch que tanto triunfa en gente con la formación de Díaz Ayuso y los de su cuerda, no olviden jamás la obsesión de Aznar con Gerardo Rueda, que después pedía no casualmente para sí mismo un museo único. Los artistas del régimen.

Ochoa, que como buen artistas de palo no tiene abuela, compara su obra con la Estatua de la Libertad o -agárrense- el David de Miguel Ángel, en el sentido de que no fueron creadas para el lugar en el que están, de la misma forma que Calatrava dice que habrá que esperar mil años para valorar sus obras, como con las pirámides o el Panteón de Agripa.

El ego de artista, y también pocas luces. Por ejemplo, también dice que su valor es de "273.000 euros, como el número de contagiados por Covid-19 en España".  Eso no da ni para el 1% de las comisiones que se habrán embolsado los de siempre con las mascarillas con la bandera, el aparthotel, los trajes y todo lo que rodea la corrupción este país, incapaz de esperar un poco para hacer un monumento digno de tal nombre a esta crisis sanitaria.
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¡Tachán! Es cierto que es vergonzoso que en Andalucía la matrícula universitaria en los centros públicos fuese gratis, pero no dejen de reparar en una región que aporta un cuarto de los parados españoles -cifra susceptible de ser revisada al alza en breve- y un modelo de desarrollo  basado en la baja cualificación de su mano de obra va a recortar 135 millones en sus universidades.Un 10% de su presupuesto.

Todo por culpa de la crisis sanitaria, por supuesto. No porque el Gobierno del PP con el apoyo de Vox tuviese este plan previsto de antemano. Y mira que hay partidas donde recortar -¿esos trajes de Moreno Bonilla se los paga él con su sueldo? Porque son italianos de los caros-caros-, pero la primera va a ser por el único sitio donde Andalucía podría salir de su atraso. Casualidades, eh.

La Universidad de Huelva -sí, tienen universidad, con especialidades como Ciencias del Mar o Derecho Internacional, por eso de Palos de Moguer-, la Universidad de Córdoba -¡un saludo a Carmen Calvo!-, la Universidad de Málaga con Facultad de Periodismo para parados con título, la Universidad de Granada, la Universidad de Almería, la Universidad de Jaén, la Universidad de Cádiz, la Universidad de Sevilla y la Universidad Pablo de Olavide. Hay una más, tan chiringuito que no merece la pena reseñarla.

"El recorte supone que las universidades abonarán el 19% de los 700 millones que forman el Fondo de Emergencia Social y Económica contra la covid-19".  O sea, la partida más importante. Es un castigo. Un aviso para todos. A los votantes de Vox, y a Vox, le interesa mucho una Andalucía cateta
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Más evidencias del plan Wannsee a nivel nacional.
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Cada una de las noticias y enlaces recogidos aquí son una nueva humillación, pero ellos sabrán. Ojalá acaben titulando "Los bares, la auténtica plasmación de la democracia que nos dimos entre todos".
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¿Qué se puede deducir de una capital de comarca que está 10 años sin construir obra nueva? Pues que Cangas de los Serenos siempre será Cangas de los Serenos: emigración, pobreza, ruinas, montes pelados "para dar trabajo" y clanes famliarees que ríase usted de los sicilianos.
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Ahhhhhh, la dulce servidumbre del barrio. Qué bonito. Reparto de alimentos a domilicio, por obra y gracia de un millonario que todavía vive con mamá porque eso es parte de su imagen, aprobada por la discográfica que posee sus derechos. ¿Cúantas veces se ha vivido la misma historia, y hasta cuando picarán los incautos? Porque es la misma estrategia que hace Hogar Social.

Todo ese elogio del barrio -alcanzó uno de sus cénit en la vomitiva Días de Fútbol, allá por 2002- vive periódicos rebrotes en gentuza como Quique Peinado o Pablo Iglesias. Tiene fácil solución: leer Trainspotting y entender bien la enseñanza final.

viernes, 22 de mayo de 2020

Diario de la falsa normalidad (XI): Re-Reforma Laboral porque no hay dinero para más ERTE

Pacta sunt servanda
Un resumen rápido del vodevil de estas últimas 48 horas tiene que pasar por la enésima votación de prórroga del estado de Alarma. Como se anunció por aquí cuando era la ocasión -en la primera comparencencia pública de Pdr Snchz tras los primeros 15 días-, el desarrollo del artículo constitucional se quedó en 1981, y es poco práctico con un estado autonómico avanzado -entonces ni se había formado-, y muchas competencias transferidas.

La exigua mayoría parlamentaria del Gobierno, ya plasmada en la investidura y que el representante de Teruel Existe tuviese que estar en un lugar secreto protegido por la Policía, hace que la búsqueda de mayorías de 175+1 se haya ido convirtiendo en un ejercicio angustioso, toda vez que el principal partido de la oposición, y supuesto garante del turnismo de facto de nuestro sistema y de los aspectos vitales del Estado, haya hecho mutis de sus funciones y se dedique a agitar el descontento en las calles, mientras su líder está de gira electoral por las empresas, disfrazándose para cada visita con encomio digno de Mortadelo.

El estado de Alarma es el medio legal más útil para asegurar dos aspectos claves del confinamiento en el que seguimos (incluyendo toque de queda a partir de las once de la noche, aunque rara vez lo presenten así los medios de propaganda), como es la restricción del derecho de reunión, y de libertad de movimientos, para impedir los desplazamientos interprovinciales, que una vez aplicados supondrán de facto el fin de cualquier confinamiento, porcentaje, y Fase II o Fase III.

Eso lo sabe perfectamente el Partido Podrido, que ha usado el victimismo diciendo que el estado de Alarma se usa para coartar la "libertad" y esas cosas tan de darse golpes en el pecho; si realmente les importasen los abusos del estado de Alarma, se preocuparían por el ¡millón! de multas impuestas durante estas diez semanas, y no porque no se pueda abrir un bar o un restaurante en su bastión fuerte madrileño.

Toda. Portada firmada por Alandete y Torreblanca, pero paga 120 euros al año por esta puta mierda
Han pasado de apoyar el estado de Alarma a abstenerse y después directamente votar en contra, cuando todavía se producen contagios comunitarios incontrolados del Covid-19. Una deriva muy lógica, cuando la enfermedad y su contagio ha permanecido inalterable; lógica en la extraña mentalidad de este partido, que llegó a tildar de "pedigüeños" a otros Gobiernos del PSOE por ir a pedir dinero a Europa, exactamente lo mismo que hicieron ellos cuando estuvieron en el poder.

Esa falta de apoyo ha obligado al Gobienro a ir estableciendo alianzas coyunturales para ir sacando adelante las prórrogas. A una de ellas, o a dos, se ha sumado Ciudadanos y sus nueve diputados, intentando encontrar vida tras el veto total al PSOE propugnado por la anterior dirección, y que el electorado supo pagar con creces en la urnas: de "partido bisagra" a poner un veto por-que-sí, y de ahí a la irrelevancia política, más allá de embarazos, diputados millonarios faltones, y el gramo en la papelina.

En busca de esa mayoría parlamentaria para las dos prórrogas que quedan hasta la Nueva Normalidad, Bildu anunció tras la votación del miércoles que había alcanzado un acuerto con el Gobierno (PSOE y Podemos) para su apoyo parlamentario hasta el final del estado de Alarma, a cambio de una derogación "integra" de la Reforma Laboral.

Un paso arriesgado con por parte del Gobierno, al que siempre acusarán de aliarse con los herederos de Herri Batasuna, porque ya lo hacían incluso lustros antes de que sucediesen los acuerdos en Navarra, o en otros sitios. En la investidura se abstuvieron, y ahora dan su apoyo directo a cambio de algo que,  y aquí está lo importante, ya iba en el programa electoral del PSOE, de Podemos, y también en su acuerdo de Gobierno.

¡ERTE social! ¡ERTE social!
¡Sorpresa! ¡Un partido político que promete algo en el programa y se apresta a cumplirlo! Entiendo que esto todavía provoque no pocos cortocircuitos con fundido a negro en la mayor parte de la casta periodística -ayer la aborrecible y extremeña a no más poder Pepa Wueno en la SER, cada día más Encarna Sánchez-, la política, y la totalidad de la derecha sociológica española y gran parte de la izquierda aseada, esa que va desde los que tienen entronizado al meapilas de Alsina hasta los que disfrutan y jalean a policías aporreando a votantes.

Porque si algo va en el programa electoral, nadie puede darse por sorprendido. Está el reciente ejemplo catalán, donde los partidos que representaban y representan a la mayoría del electorado por escaños en el Parlamento regional fueron a unas elecciones con el plan de conseguir la independencia, y cumplieron ese programa dentro de sus limitaciones. El precio a pagar fue la cárcel y el exilio.

Ahora son los insultos y las descalificaciones gruesas al PSOE y Podemos, simplemente por querer hacer lo que prometieron al electorado que iban a hacer. ¿Entienden ahora el poso democrático que hay en el electorado español tras 40 años de régimen? Pues el mismo que en un café turco, el país que serviría de modelo a los que están tan enajenados, más que nada porque les gustaría meter en la cárcel a la mitad de los Ministros ("¡Asesinos!") y a la totalidad de Bildu, y volver a ilegalizar la opción política que representa. Y seguramente cosas peores, pero no me he pasado por Nuñez de Balboa a escuchar las propuestas democráticas que plantean.

Una muñeira. Porque sí.
Si hay algo criticable no es intentar cumplir su programa, ni con quien pactan -¿todavía con el cordón sanitario? O sea que no era condenar la violencia: era mostrarse genuflexos y obedientes, como conquistados-, sino en el vodevil montado. A las dos horas del sorpresivo comunicado que pilló a todos con el pie cambiado, incluso en el habitual foxtrot de estos meses, el PSOE emitió otro donde quitaba la palabra "integra" de la frase "derogación [integra] de la Reforma Laboral".

A la mañana siguiente Pablo Iglesias dijo que un pacto es un pacto, y que esa derogación tiene que ser íntegra, mientras el PSOE intentaba apagar fuegos en público y me imagino que en privado, acotando los términos -con otra chapuza como decir que quitarían lo del despido por absentismo, que fue lo primero que hicieron al llegar al Gobierno, tras la interpretación judicial de un caso concreto-, e invitando a la calma.

Aquí estamos con el primer Gobierno de coalición de la historia de este Régimen, que apenas constituido se ha topado de bruces con una crisis que va a condicionar la totalidad de la legislatura y las elecciones de 2023, si llega a agotarse. Un Gobierno que accedió al poder con un programa concreto, y que quiere avanzar en el mismo puesto que el tiempo pasa para todos.

Pdr Snchz dijo, todavía en la oposición, que "lo primero que haré será derogar la Reforma Laboral". Tuvo un año y medio, y no hizo NADA. Ha sido tener que compartir el poder para que se espabile y recuerde lo prometido, y por eso ojalá no vuelva a gobernar en España ningún partido con mayoría holgada, y mucho menos con mayoría absoluta: ya sabemos lo que ha pasado en esas situaciones.

Galician style of life
Sin embargo, dentro lo lógico y esperable de estas actuaciones y muchas otras (los sindicatos a sueldo del capital y que responden a las siglas UGT y CC.OO, en vez de celebrar la medida, se han quedado callados y dicen que se rompe "el diálogo social", en un discurso público que podría firmar la CEOE), hay algo que merece la pena destacar.

Actualmente hay millones de personas en ERTE, esa figura de protección laboral elogiada por los palanganeros e hinchas de Yolanda la Gallega y del PSOE en general, bajo la cual el Estado paga el 70% del sueldo de un trabajador mientras la empresa está en dificultades. Dicen que así "están protegidos", la empresa no los puede despedir, y unicornios brincando sobre arcoiris de gominola.

Es un instrumento excepcional, y vergonzoso, tanto que su deriva natural -el ERE- puede ser aprobado por una empresa de forma unilateral (sin que tenga que ser aprobado por la administración laboral) incluso aunque ganase un euro menos que el ejercicio fiscal anterior. Ojo, no por incurrir en pérdidas: con solo ganar un euro menos.

Pero antes del ERE, a chupar ayudas públicas con el ERTE, incluso a veces obligando a trabajar al empleado. Los ERTES, muy publicitados por el Gobierno dentro de su escudo social, iban a durar dos meses, ya los han prorrogado hasta el 30 de junio, y la incapaz e indigente Yolanda La Gallega dice con toda ufanidad que se estudiará que lleguen al 30 de diciembre. ¡Seis meses más!

Bien, no hay dinero. Recuerden la frase, porque será la piedra de toque en los años venideros. No hay dinero para tantos ERTES, para tanto empresario que teniendo beneficios envia al ERTE a toda su plantillas -sabiendo que el Estado ha anunciado 100.000 millones-, ni para tantas promesas. Es en este contexto, y no en otro, donde se inserta la relativa urgencia de la derogación de la Reforma Laboral.

¿Y qué Reforma Laboral? Aunque Pablemos llevaba en su programa la derogación de la Reforma "del PSOE y la del PP", solo se refiere a la de 2012. Lo de 2010 queda intocable, ya es pasado. Además, ya saben que para sus respectivos electorados siempre queda mejor poner al Partido Podrido como el gran demonio, cuando esas reformas las pactan directamente en otras instancias, esas que primero dan la turra durante un lustro sobre "no hay suelo residencial barato" (solución: recalificar) y después con "el despido es muy caro en España" (solución: abaratar el despido).

Eso fue lo que se hizo en 2012: la indenmización por despido improcedente pasó de 45 a 33 días por año trabajado, las causas de despido objetivo se jibarizaron de manera vergonzosa, las empresas con dificultades se podían pasar el convenio por la entrepierna, no había que mantener el convenio mientras no hubiese acuerdo para su renovación, y la inolvidable Andrea Fabra, hija de una dinastía más de un siglo en Castellón, celebrando la aprobación en el Congreso con un "¡que se jodan!". Para eso sirven las crisis.

Ahora la gallegoide Nadia Calviño dice que no son tiempos de meterse en esos berenjenales. Supuesta guardiana de la ortodoxia, no se leyó bien el programa de su partido. Ah, que no es su partido, que es "independiente", como el maldito astronauta, la fanática ecologista y el zampabollos de la Seguridad Social. ¡Es lo que tiene la política actual! ¡Ni se leen el programa! ¡Son independientes pero representan a los lobbys empresariales en el Consejo de Ministros!

Bien, pues la derogación total o parcial de la Reforma Laboral de 2012 -y ojo con estos asuntos, el intento de cargarse los salarios de tramitación por parte de Zaplana llevó a una huelga general y uno de los raros casos en los que el Partido Podrido reculó- no esconde otra cosa que devolver a su terreno natural lo que nunca debió alterarse: el ERTE vale para un puñadito de meses, no se puede cronificar. Bastante vamos a tener con la Renta Vitalicia por la Puta Cara como para otro instrumento que es parecido, y encima eludiendo la responsabilidad del empresario.

Y lo que nunca debió alterarse, y encima no hay más dinero, es que una crisis el empresario pecha con su empresa; con despido a 33 días va a despedir, cuando se acabe el maná del ERTE, mucho más que con el despido a 45 días; con supuestos de despido tan laxos como los implantados en 2012 va a despedir mucho más que si se deroga la Reforma Laboral, y así sucesivamente.

La derogación -total o parcial- de la Reforma Laboral, afrontada ahora y estas circunstancias, apenas esconde que es para evitar que el Estado siga pagando lo que tiene que pagar el empresario. Porque no hay dinero. Porque es una vergüenza que empresas con beneficios dejen toda la carga al Estado, y que las que no lo hacen -como Inditex, elogiada por su paisana Yolanda- sean elogiadas cuando es lo que tendrían que hacer siempre.

Y si hay una oleada de despidos para aprovechar los 33 días mientras existan, que lo investigue la autoridad judicial de lo laboral. Que investigue porque estaban en un ERTE para despedir justo cuando se acabe. Y las empresas que no tengan liquidez, al FOGASA, que para eso está. Basta ya de pagar con dinero público a las empresas privadas.
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¡Sorpresa! Al parecer, las mascarillas nacionalistas -es más grande la bandera del envase que la mascarilla en sí- que reparte la Comunidad de Madrid (una por persona, no más) no surte efecto alguno de protección FFP2 en el 40% de las unidades. Les han vuelto a timar, y ellos a su vez han timado a los ciudadanos, algunos haciendo cola el primer día de reparto cuanto iban a estar quince días disponibles.

Esto me lleva a traer aquí la estúpida propaganda organizada por los sindicatos para que se donasen esas mascarillas a los sanitarios, "quienes realmente las necesitan". Cúanto mamón está cayendo con esta crisis. 
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Esta fauno del periodismo se lamenta de la mala imagen de su gremio, sin tener en cuenta cúanto ha hecho ella misma por labrar esa imagen. Ese tono pizpireto, ese no decir nada, ese todos los de derechas son tontos, la izquierda es lo único guay, el "dentro vídeo", y todo lo demás.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Diario de la falsa normalidad (X): los que nos gobiernan

Colores cálidos en Gutiérrez Solana
Hace mucho tiempo que la política se ha convertido en un espacio terrible, expuesto a odios morunos y de cualquier tipo. En un país con una historia bastante trufada de violencia política -incluyendo cinco guerras civiles en los últimos 200 años-, sorprende hasta cierto punto la retórica revanchista, matona y guerrillera de estos días. Hasta cierto punto, pero tampoco mucho.

¿Quien empezó qué? No, no es el tema de los escraches dirigidos, que ya sabemos que los empezó Podemos cuando hacía una impugnación general al Régimen del 78, y que ahora lamenta tanto cuando se ha convertido en otro partido de Régimen, hasta el punto de formar parte del mismo y lavarse las manos con todos los asuntos de los que son copartícipes por el elemental hecho de sentarse en la misma mesa del Consejo de Ministros.

El tema es la violencia verbal de los últimos días, extremadamente preocupante y que no parece obedecer a consignas de los típicos spin doctors contratados por los partidos para importar técnicas de marketing electoral que funcionan en otras latitudes. A continuación viene una pequeña relación de lo visto en las últimas 24 horas.

El primero, Pablo Iglesias, que ante la cuestión de la movilización de la ultraderecha en las calles y ante las casas de políticos del Gobierno, afirmaba en su altavoz de Axco de la Sexta:

"Esto de recibir presión no es grave, el problema es que esto se puede generalizar. Y esto va a terminar ocurriéndole a otros líderes políticos. Hoy es gente de derecha manifestándose en la puerta de mi casa; mañana será gente de izquierdas manifestándose enfrente del apartamento de Ayuso, o enfrente de la casa de los Espinosa de los Monteros, o incluso enfrente de la casa de Abascal"
Vamos, todo un llamamiento a la acción "popular" y "espontánea", señalando con nombres objetivos concretos. Bastante grave en su condición de Vicepresidente, ese autendo que le viene grande, y que se quita o se pone según el convenga.  Lo que tendría que hacer el dueño de la dacha de Galapagar es preguntarse por qué todavía no ha habido escraches frente a esos objetivos señalados, y seguramente es así porque están en el Gobierno.

Respecto a la otra cuestión, si esta crisis hubiese pillado a Iglesias en la oposición y a la derecha tricéfala en el Gobierno, ¿qué hubiese pasado antes?. ¿El atosigamiento a líderes de la derecha o a los de la izquierda? Como la respuesta ya fue expuesta en este espacio, y es tan evidente viendo la filiación y trayectoría política de Pablemos, lo proferido por su boca es pura y directamente una amenaza del género "ojo por ojo", que según un profesor que tuve fue un gran avance en la concepción de la justicia.

El razonamiento es simple. Antes una afrenta de cualquier tipo se podía saldar con la muerte, validada a posteriori por la fuerza de las armas. Después de ese avance jurídico, al menos se establecía un principio de proporcionalidad: un ojo equivale a un ojo, y nada más. El problema es que esa concepción de la justicia ha sido superada hace mucho tiempo, y Pablo Iglesias no debería bajar a esos lodazales, precisamente porque es Gobierno y se espera algo más de él, aunque demuestre ser incapaz.

Peor aún ha sido lo de hoy en el Congreso de los Diputados, en la votación de la enésima prórroga al estado de Alarma. Adriana Lastra estaba interviniendo en su calidad de portavoz del grupo parlamentario del PSOE cuando interrumpió su discurso y se dirigió a la tribuna del Partido Podrido con un "¿Me estás amenazando?" amedrantador.

En general este tipo de actitudes deberían haberse visto anteriormente en el Congreso, y son más normales que cuando el enfermo mental de Borrell se inventó que le habían amenazado desde los escaños de los partidos catalanes. Desde hace unas décadas se ha instaurado en la bancada del Partido Podrido la enojosa construmbre de reírse, interrumpir o humillar al diputado interviniente, y que llevó a que gente como Labordeta hiciese su mayor aportación a la cultura popular tras muchos discos, documentales y libros.

Son siempre los mismos, y con la misma actitud, porque consideran que todo les pertenece: la razón, los medios de producción, los ciudadanos, la bandera y, por supuesto, el conjunto del país.  Si hay algo reprobable en la intervención de Adriana Lastra -a la que tienen cruzada porque los anteriores portavoces del PSOE eran corderos mansos-, es ese tono de reyerta, pero nada más.

Tuvo que ser la posterior intervención de Rufián, más acostumbrado a tener que explicarse siempre y defenderse de todos, la que pusiese el adecuado matiz: señalando al diputado Echániz del Partido Podrido -ya identificado por Lastra- reprodujo para las taquígrafas del Congreso lo que los no presentes teníamos que colegir. Al parecer, le había dicho a Lastra "¡Te vas a enterar!".

Es probable que en las próximas horas Lastra, señalada desde hace tiempo, le hagan un escrache. Solo así se explica la amenaza de Echániz, siempre que no lleguemos a la famosa definición de la democracia y el repartidor de leche que nos legó Churchill. Pero quédense con el clima que se respira en la calle y en el Congreso, y por los de siempre.

Durante los momentos de muda de piel del franquismo al actual Régimen del 78 (lo llaman la Transición), se incorporaron a la política líderes de sus respectivos campos, de economistas a abogados -ahora se llamarían juristas, un término de pura indigencia mental-, pasando por otras profesiones. Ahora tenemos apparatchikniks más afortunados que otros, impresentables que apenas saben leer y escribir como Abascal, y toda suerte de buscavidas y vividores, como el recién dimitido Marcos de Quinto, anunciado como fichajazo.

Bajo cualquier punto de vista estamos viviendo los estertores de un Régimen que no da para más, con procesos secesionistas en curso, partidos políticos sistémicos condenados por robar, una izquierda comunista en el poder que quiere poner una paga universal por el puto jeto, una ultraderecha en auge, y una Jefatura del Estado corrupta desde el origen, sin ningún ánimo de exhaustividad.

Son procesos que ya estaban en curso, y que la crisis del Covid-19 ha acentuado sobremanera, incluyendo la humillación pública y buscada por ellos mismos de los uniformados. Es en este contexto donde se enmarca el tercer testimonio que viene a colación en un post como el de hoy, y que resume perfectamente todo esto.

Carmen Calvo fue nombrada Catedrática de Derecho Constitucional por la Universidad de Córdoba en los años ochenta, cuando no había cumplido los cuarenta años. Cosas normales de la época, de la zona y del vasallaje. De esa época, o de antes, fue cuando escogió Muface para su cobertura sanitaria, y no la Seguridad Social.

Inútil de una manera evidente para todos, no pierde ocasión de mostrar su estulticia en público. Ya como Ministra de Cultura de ZP dejó detalles como aquel "Pixie y Dixie", típica reacción andaluza cuando no saben algo y creen que les están tomando el pelo, pero nada tan glorioso como lo de ayer, en una Comisión del Congreso.

Le salió el duende místico y, quizás tras una conversación con la loca iluminada de Teresa Ribera (la de que el virus no ha impactado tanto en Portugal porque está más al oeste), dejó patente de una manera inolvidable que la clase dirigente de la democracia española está compuesta de imbéciles y majaderos, y por eso ella es vicepresidente.

"Yo no...yo no me había dado cuenta nunca. La verdad que, a veces, los mapas [se señala la sien con el dedo] los tiene uno en la cabeza y los tiene mal. Yo no me había dado cuenta que...que...Nueva York, París, Teherán y Pekín [va moviendo el dedo por el aire] están casi en línea recta [pone gesto de asco como una tendera ponderando] No exactamente, pero casi en línea recta, en horizontal [hace un gesto andaluz intraducible] Son tres [sic] de las grandes ciudades donde se ha dado un problemón [sic] del demonio. El otro día, leyendo [lo dudo], porque parece que tiene que ver con unas determinadas temperaturas [hace un gesto de autoridad], que no son ni muy frías, ni muy cálidas. [Mirada perdida y ojo dando vueltas] Habían acabado dándose cuenta [se atusa el pelo], a base darle muchas vueltas, de cómo esto afecta. A diferencia de otros países que están por arriba o por abajo [sic] de ese tramo [sic] ¿no?".
Aquí está todo. La élites académicas españolas -Catedrática-, las políticas -Vicepresidenta-, el magufismo, el milagrerismo, la falta de la cultura más básica, el tono de confidencia como si estuviese revelando algo transcendente pero invisible, la pseudociencia, el Gobierno desnortado y aferrándose a cualquier hipótesis exculpatoria del desastre producido, Andalucía y sus cuarenta años de progreso, la chalanería y el Régimen del 78.

Si una majadería de ese calibre la hubiese dicho Trump, sus aborrecedores profesionales tendrían para abrir los telediarios. Lo dice la Vicepresidenta del Gobierno, y apenas ha tenido mayor transcendencia, porque ni El Wyoming ni Javier del Pino sacarán punta en sus programas de humor, mucho mejor seguir sacando a Rajoy con lo de "¡Viva el vino!". Yo simplemente lo quiero dejar aquí para que vean en manos de quien hemos estado durante esta crisis, y lo que nos queda por sufrir.
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Otra hipótesis que se confirma, tras lo de la de orden Wannsee: si no recomendaron las mascarillas en febreroy marzo y abril y gran parte de mayo es porque no había suficientes para todos. Lo dice así, sin pasmo alguno, Fernando Simón, el mismo que decía con el mismo jeto que "no estaban recomendadas desde un punto de vista sanitario". Les avisé que las mascarillas iban a ser el símbolo de esta crisis: pocas cosas resumen mejor la acción gubernamental.
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Después de varios días informando sobre que compartir el periódico no contagia el virus, el rotativo de la Narcociudad anuncia que regalará su producto hasta el 30 de junio a todos los hosteleros.  No hay mejor forma de valorar un producto que regalarlo, especialmente cuando su viabilidad depende en gran medida de esos tres o cuatro ejemplares diarios que compran los bares, para que no haya colas (catorce o quince en las bibliotecas). Porque saben que si dejan de comprarlo en los bares, el parroquiano no volverá al kiosko a por su dosis diaria de propaganda institucional.

martes, 19 de mayo de 2020

Diario de la falsa normalidad (IX): los mismos temas que hace un mes y medio

En un descampado

Lo que ya era noticia hace un mes y medio vuelve con fuerza, mientras por aquellos tiempos -va todo tan rápido que parece lejano- los medios de propaganda se dedicaban a ensalzar las virtudes del tenderete de IFEMA, el mejor sistema sanitario del mundo (que estaba "al límite", pero según ellos nunca colapsó) y la famosa curva que jamás salió en El Parte hasta que empezó a descender.

Hoy, lo que por entonces ya era noticia, sigue de actualidad. Quizás estaba esperando a que madurase y fermentase, como todas las cosas en proceso de putrefacción, y estos son los términos adecuados para lo que sigue, porque mes y medio después seguimos hablando de los ancianos dejados morir conscientemente en las residencias, de las mascarillas, y de un país tercermundista que no sabe contar sus muertos, o que practican un timing y otras cosas menos confesables para rebajar su impacto.

Vayamos con lo primero, los ancianos con derecho a cobertura sanitaria (esa sanidad universal, pública y gratuita de la propangada institucionalizada, y también de los BOE) a los que no vió ningún médico en su agonía final, ni visitaron ningún recinto hospitalario. Se sabía entonces, y en este espacio se calificó como lo que era: una operación consciente para ayudar a los hospitales, y un Wansee en toda la regla, aunque nadie se atreviese a poner el paralelismo.

No era casual que en todas las regiones -incluso las menos afectadas- los ancianos muriesen como pulgas (hasta ochenta, noventa o cien en un mismo recinto: como chinches) y que esto no respondiese a una operación conjunta. Una cosa así jamás se deja en documento escrito, y así debieron ser las órdenes superiores y las de primer nivel autonómico, exactamente igual que hicieron Heyndrich y sus secuaces en su reunión en el lago entre Postdam y Berlín.

Pues resulta que hay documento escrito, y ayer lo reveló el medio de ultraderecha El Confidencial -estos días jaleando el Tea Party madrileñita-, sin mayor eco en los grandes medios de propaganda, por las implicaciones evidentes que tiene. El Hospital Infanta Cristina de Parla es otro de esos nuevos hospitales ideados por Esperanza Aguirre para sacar comisión y votos en barriadas de casas con estatuto de municipio que rodean Madrid, y que antes tenían que desplazarse a los grandes hospitales de la capital para asistencia médica.

Hospitales que muchas veces tienen muy cerca la alternativa privada, y así fue ideado en el catálogo urbanístico al dejar las parcelas adyacentes para ese tipo de negocios. En esos sitios la sanidad pública funciona de una manera peculiar, con unos equipos humanos bastante diferentes a esos que aparecen en la propaganda. Pero no es el tema, aunque daría para mucho.

El documento que presenta el medio de ultraderecha es un informe de ingreso en urgencias del 25 de marzo donde aparece la frase "ante la situación de saturación actual, y por indicación de la dirección médica dada esta mañana, no se permite el ingreso de pacientes de residencia en este Hospital". Imposible ser más claro, y yo añado otro aspecto: la paciente no pasó el triaje de entrada, a pesar de tener una saturación del 78%, neumoría bilateral, dos casos positivos en su residencia de origen y 80 años. No lo pasó porque estaba en tratamiento de diálisis. La empaquetaron de vuelta con morfina, para que al menos no sufriese.

Murió tres días después, sin auxilio alguno de la mejor sanidad pública del mundo.

Por supuesto, este documento abre la vía a demandas judiciales contra la Sanidad pública, que será a lo que se reconviertan esos bufetes de abogados que tienen a Casillas en su propaganda, y demandas millonarias. En la Constitución del Régimen del 78 aparece eso de "todo español tiene derecho a la sanidad", y ya ven lo que pasa cuando hay "saturación": tanto de oxígeno en la sangre, como de pacientes.

Por supuesto, este caso no aparece en las estadísticas oficiales porque no hay PCR que confirme el Covid-19, igual que otros 4705 ancianos muertos en la Comunidad de Madrid de las pizzas y aparthoteles. O de los banquetes con cochinillo en una residencia donde han muerto 80 ancianos, en Móstoles, según ha revelado El País, indicando varias veces en la crónica que el centro es de "un grupo catalán", cuando jamás ha puesto nada de los intereses de Florentino Pérez en este negocio. Por cuestiones evidentes.

A ver...Parla, Móstoles...y se manifiestan los del Barrio de Salamanca, donde todo esto les ha pillado de refilón. Al revés que en Leganés, la gran ciudad española más afectada en relación a su número de habitantes, y donde no consta ninguna manifestación por la libertad a bordo de un Mercedes descapotable conducido por chófer. Hay una geografía y una indecencia de la crisis sanitaria, y es la misma de siempre, pero el virus no entiende de territorios, ni de clases sociales.

Hace mes y medio también se hablaba de las mascarillas, que no eran necesarias. Hace un mes Torra y Urkullu la pidieron y exigieron en sitios públicos y transportes. Ahora el Ministerio de Sanidad estudia como hacerlo obligatorio en todos los espacios públicos (nota: incluye la calle), algo ya explicado por aquí en su momento: si no se ha hecho antes es porque no había mascarillas para todos, y de ahí también viene la polémica con las FFP2 y la "falsa sensación de seguridad" que se ha inventado Fernando Simón, como al parecer parte de su currículum

En el entretiempo famosos palanganeros del PSOE han defendido eso de que las mascarillas no son necesarias en un virus respitorio y que se contagia mayoritariamente por las "gotitas" -droplets- al hablar. Ha sido un espectáculo vergonzoso en que uno podría regodearse durante horas y horas, pero basta con dejar testimonios como el del cuñado Pau-Mari Klose (profesor de la Universidad de Zaragoza, ahora diputado), que exigía papers científicos donde se justificase la necesidad de mascarillas.

Esta gentuza verá pagados sus servicios con nuevas canonjías públicas, porque la decencia moral la han perdido hace tiempo, y se prestan a servicios de propaganda de la peor catadura. Hablan desde una autoridad autoconferida -este caso en concreto está especializado en "pobreza infantil", tan del gusto político actual-, y les da igual que haya 28.000 muertos oficiales, muchos de ellos contagiados porque la consigna era decir que las mascarillas no sirven para nada. ¡Cúanto tiempo perdido, y cúantas vidas!

Y por último llegamos a los datos, tema de intenso debate desde el inicio de la epidemia. En el fondo y forma, es un tema transversal, porque los datos explican la "saturación" hospitalaria, y también las mascarillas. Ha habido demasiados muertos y demasiados contagiados por la falta de autoridad, de equipos y de criterio científico, y eso que se basaban en schienshia y en datos, convenientemente manipulados al antojo de cada uno.

Ahí están los señeros ejemplos de lo pasado con la OCDE, la CNN y el informe de la John Hopkinks que no existe, los cinco mil muertos con "síntomas compatibles con el coronavirus" que no aparecen en las estadísticas, el efecto fin de semana que dice tanto de nuestro país, los 140 muertos gallegos que salen un día, las tres alteraciones del registro histórico por cambios de criterio, el estudio serológico que tardó dos semanas en hacer la población muestral -y que cuando ha salido vale para bien poco-, y demás chapuzas estadísticas.

Ahora se conoce que la Comunidad de Madrid, que en las últimas tres semanas presentaba estadísticas sencillamente increíbles sobre contagiados e ingresos en la UCI, ha estado estirando y haciendo ingeniería numérica para rebajar la intensidad aparente de la epidemia en la región, porque lo importante es abrir los bares. Nada sorprendente en un sitio que creaba camas UCI a voluntad, o que no admitía a enfermos en los hospitales, porque es la otra cara de la misma moneda.

Lean el interesante artículo de eldiario.es, donde según datos de la Comunidad de Madrid ayer no hubo ningún nuevo caso de Covid-19 en toda la región, pero se sumaron cinco que se habían quedado en la antesala en días anteriores, por una herramienta de propaganda que hará que los números reales registrados ayer no sean cero, sino bastantes más. Y bueno, nadie se cree que en Madrid solo haya cinco contagios, pero ahí sigue la Presidencia pidiendo pasar de fase, igual que si fuese una candidatura olímpica.

Los tres temas traídos hoy (Wansee, mascarillas, estadísticas) ya estaban en boga hace mes y medio. No se ha avanzado nada, como mucho confirmado lo que ya se intuía. Creo que dice bastante de nuestra clase política, la gestión de este crisis, y da una buena indicación de cómo serán los años que nos quedan por delante, guiados por la misma fiabilidad de datos, número de parados, y de calidad de la sanidad pública.
***
Por si había alguna duda de cómo Madrid ha infectado a toda España, aquí un dato revelador:  en marzo de 2019 se expidieron 15.457 recetas médicas en Castilla-La Mancha a tarjetas médicas madrileñas. En marzo de 2020 subieron a 53.997; en abril (en pleno confinamiento) se multiplicó por cuatro respecto al año pasado, hasta 197.790. Nah, casualidades. Serían todos estudiantes volviendo a su pueblo. ¡La Semana Santa, ya se sabe!
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A los comunistas les pasa con Anguita como con Molotov-Ribbentrop: como no pueden cambiar la Historia a su antojo (o borrar a Troski de las fotos con Stalin), se dedican a retorcer lo realmente sucedido para pasar de puntillas sobre su Ídolo que pactó con la derecha heredera del franquismo para botar del poder a otro partido de izquierdas.

A este comunista de tomo y lomo le molesta que en los obituarios de Anguita se recuerde esa pinza, y habla de "una narrativa creada por sus enemigos para destruirle". Hombre, la metáfora de la pinza sí que es creada, pero esa figura retórica que se ajusta como anillo al dedo a su pacto con Aznar no anula el pacto en sí, y lo que significa, igual que pasó con Molotov y con Ribbentrop.

Eso es lo que les jode. Eso, y perder siempre las batallas de la historia, hasta la derrota final (se está viendo desde 1989).

sábado, 16 de mayo de 2020

Diario de la falsa normalidad (VIII): las consecuencias de ser el principal foco de la peste

Buitre Buitaker del gran Miguel Gallardo
Mientras Pdr Snchz dice que quiere un mes más de estado de Alarma, la mayor parte de España avanza el lunes hacia la Fase 1, dejando descolgadas a Madrid, Barcelona y gran parte de Castilla-León, la Comunidad Autónoma que no quiere ir rápido porque sabe que se llenará de madrileños en cuanto haya un café para todos de las fases.

Está al caer, y baste ver la virulencia de la reacción madrileñita al ver que el Gobierno central no ha vuelto a someterse a la presión constante ejercida para pasar de Fase: hace una semana se cobró el puesto de Yolanda Fuente, y esta semana han vuelto a presentar básicamente lo mismo (en una semana no se pueden obrar milagros), con una importante diferencia.

Tras pedir con denuedo "transparencia" y "criterios claros" -como Ximo Puig, ya apaciguado- mientras ellos mismos no proporcionan el informe que remiten al Gobierno central, esta misma mañana se ha filtrado a Lo País y otros medios la contestación oficial del Ministerio de Sanidad a Madrid.

Se ha conocido mientras se desarrollaba la enésima rueda de prensa de la banda podrida que gobierna Ayuntamiento y Comunidad, mientras escupían consignas y victimismo de mano negra, además de augurios que vienen del mismo think tank económico que decía que la independencia sería la ruina de Cataluña ("si dejan quebrar a Madrid, quebrará España"). Se han quedado planchados, y a ver si dentro de una semana Madrid pasa a Fase I.

Por lo menos ya está por escrito. A otras CC.AA se les comunicaba el veredicto verbalmente, pero dada la actitud levantista y chula de la banda mafiosa madrileña -que pide pasar de fase pero no abre los grandes parques públicos, por algo será-, es mejor dejar las cosas por escrito, especialmente con el ataque generalizado que hay hacia cualquier cosas que sean números y ciencia, plasmado perfectamente en los cayetarras de Nuñez de Balboa y sus teorías conspiranoicas.

El informe es digno de ser leído. Lo más espeluznante es que la capacidad teórica madrileñita de hacer pruebas PCR está al 90%, por lo que sería muy difícil aumentarla en caso de rebrote o de simple seguimiento de brotes aislados en un centro de trabajo, donde habría que hacer un rastreo a todos los contactos de los infectados.

Es un fiel reflejo de esta crisis. Mientras la OMS pedía "test, test, test", aquí el principal foco de la peste quería desconfinarse a las terracitas teniendo comprometida el 90% de su capacidad de hacer test. Esa capacidad podría ser mucho mayor, especialmente después de nueve semanas, pero si eso dejamos para otro día cómo los muchos centros públicos de investigación biomédica de Madrid han sido ninguneados en la gestión de la crisis, todo en aras de concentrar los esfuerzos en cosas como IFEMA o Telepizza.

En Madrid se están haciendo 9.918 PCR/día, para una capacidad máxima 11.000 PCR/día. ¿Qué habrá sido de los famosos cuatro robots encargados hace ocho semanas por Illa? ¡Seguro que están en otras regiones amigas! No se sabe, pero si se sabe que en sitios como Asturias han podido alcanzar cifras muy notables gracias a haber confiado los análisis a su propio laboratorio de microbiología, y no a la importación de reactivos desde China. Otro tanto para la impecable gestión madrileña, y también para los comisionistas que tan bien viven aquí.

Según el inútil del consejero de Sanidad madrileño -sus siete antecesores en el cargo no cumplieron su mandato entre dimisiones por corrupción y colusiones frontales con sus intereses en la Sanidad privada, pero seguro que él es diferente, como Ayuso lo es de Aguirre y Cifuentes- van a ampliar la capacidad de realizar PCR hasta 20.000 al día, pero no dice cómo. Nunca lo dicen.

El informe también indica que el 20% de las residencias de mayores en Madrid no están bajo ningún paraguas de coordinación asistencial sanitaria, a pesar de haber aportado 13.000 fiambres al conteo de muertos de la crisis. Será que desde el aparthotel de Plaza de España hay tiempo para salir a aporrear cacerolas contra el Gobierno, pero no para reparar en ese detalle.

Ni en ese detalle, ni en ningún otro, como que en Madrid la gente vive apiñada y todos los municipios que rodean la capital carecen de entidad alguna y, por tanto, también van frecuentemente a apiñarse aún más a la ciudad, concretamente al centro. No aparece así recogido en el informe, sino con las educadas palabras de:

La conectividad de la Comunidad en general, y de la capital en particular, es muy elevada, lo que incrementa el riesgo de propagación de la enfermedad a los municipios y provincias a su alrededor
Donde "conectividad" se tiene que leer como "interdependencia mutua", o lo que también es conocido como el agujero negro de Madrid, la comunidad que fagocita y agota los recursos en 300 km. a la redonda, y que se vende como locomotora de España. Y Madrid sigue infectada, con una incidencia de 39´74 por cada 100.000 habitantes, cuando la media de España es del 25´71. Naderías, bah, minucias, especialmente en una enfermedad altamente contagiosa.

Esta comunidad ha sido de las más castigadas, llegando a una incidencia acumulada de todo el periodo de 976/100.000, en torno al doble de la media nacional, siendo uno de los territorios más afectados de España (487,20/100.000). Ha sido la comunidad autónoma con mayor nivel de transmisión y con mayor incidencia
Pero ahí están nuestras autoridades pidiendo pasar a Fase 1 porque Madrid es Madrid. Por arte de magia, la misma que permitió doblar las camas UCI ("UCIs habilitadas") para que así se obrase la multiplicación de los panes y los peces que evitasen decir que el sistema sanitario quebró por completo a finales de marzo. Y aún así todavía se lee en el informe del Ministerio que la trazabilidad de contactos no existe (ni en diseño, ni en dotación de recursos), porque seguramente era más importante repartir bocadillos de calamares en IFEMA.

El informe va firmado, a diferencia de los que envía la Comunidad de la arrogancia al Ministerio. Es toda una diferencia de actitud, exactamente igual que en Cataluña, donde solicitan motu proprio que Barcelona no pase de Fase, sin que salgan los pijos de derechas a las calles de la Bonanova a golpear con palos de golf las señales ni a hablar de hostigamiento y acoso, cuando tendrían muchos más motivos para hacerlo.

Y, sin embargo, el Ministerio concede a Madrid el privilegio de poder abrir los comercios sin cita previa a partir del lunes, por lo que se quedarán sin argumentos sobre la asfixia económica y demás. El que quiera vender, podrá hacerlo. 24 horas al día, 365 días al año, únicamente manteniendo las distancias de seguridad y las limitaciones de aforo en tienda.

Será una bacanal. El madrileñita opera así: como vivían sojuzgados por el Gobierno chavista y sus ansías de venganza contra el Valhalla de libertad que es la región con forma de triángulo, irán en tropel a las tiendas, a pasear y ser vistos, que para algo es la región por excelencia de rentistas y gente en El Corte Inglés a cualquier hora.

Hubo un buen anticipo de esto en la semana en que el alcalde Martínez Almeida se cargó el sistema de regulación de aparcamiento y áreas de prioridad peatonal y de residentes, y todo porque tenía que acabar con el legado de Carmena. Se produjeron atascos en calles que llevaban 20 años cerradas al tráfico, simplemente porque un día laboral algún rentista o clase pasiva vio que era su oportunidad de demostrar la libertad circulando por un atolladero de tres metros de ancho, tocando el cláxon porque estaba atascado.

El lunes se contagiará mucha gente, más que en las dos semanas anteriores (hoy en España solo ha habido 10 ingresos en la UCI). De aquí al lunes no habrá sistema de trazabilidad alguno, y si supercontagiadores -un simple trabajador de uno de esos locales estrechos y oscuros que tanto abundan en el centro- capaces de enviar ellos solos a 10 personas a la UCI. En dos o tres semanas, eso sí.

Recuerden para cuando venza el plazo de incubación y desarrollo que se pone a cero este lunes, porque el principal foco de la peste en España, y el foco desde donde se ha exportado a muchas otras regiones y países (como Ecuador, como Namibia) vuelve a la libertad: la libertad de comprar una cacerola a las doce de la mañana, para por la tarde salir al balcón a estrenarla contra la nefasta gestión del Gobierno. El chavista, porque el regional lo ha hecho fetén y de níquel, ¿te enteras?.
***
Como todos los comunistas, se ha muerto de viejo sin ver realizada su utopía. Bastante ha aguantado teniendo en cuentas sus adiciones, el hecho de llevar pistola -que eleva en gran medida el porcentaje de caer muerto de manera violenta- y tantas otras cosas, como haber perdido a ese hijo periodista que ni siquiera estaba en nómina de El Mundo, sino subcontratado. Jamás habló sobre eso, de tan defensor de los trabajadores que era.

Guardo escasa simpatía por Julio Anguita, un loco peligroso más allá de su ya de por sí peligrosa ideología. Se vendía como honrado, y cuando fue alcalde de Córdoba practicó el enchufismo tan habitual del Gran Sur, pero lo hacía con justicia: dicen que los que entraron en el servicio de recogida de basuras en los ochenta eran de los barrios más pobres, y entraban precisamente por eso. Con sueldos de 220.000 pesetas de la época. Después compraron los chalets esos de Sandokán, mientras Rosa Aguilar se pasó al PSOE y ejercía de consejera autonómica cultivando una estética entre monja y lesbiana, tan propia de cuando va envejeciendo una ideología maximalista como el comunismo.

Escribo esto sin leer ninguna de esas necrológicas escritas desde hace meses. No se si recordarán el momento más ejemplificativo de lo que fue Anguita, la pinza. Obsesionado con el PSOE, los ideólogos de la derecha tuvieron que hacer muy poco para convencerlo de que podía realizar el sorpasso por la izquierda a González, y ahí se fraguó la alianza Molotov-Ribbentrop de 1994-1996, donde Anguita y Aznar iban de la mano (y tenían reuniones familiares con sus esposas en casa de Pedro J. Ramírez o Álvarez-Cascos, el muñidor).

El madrileño de bigote acabó conquistado el poder por 300.000 votos y el apoyo de Puyol y Arzalluz, el andaluz de la barba mefistotélica se quedó en 21 diputados de 350. Un sorpasso en toda regla. Normal lo de los ataques al corazón, cuando hace tiempo que no lo tenía: le había devorado otro sueño, aún más irrealizable que la dictadura del proletariado. El Poder que jamás ostentó (quería ser Ministro de Economía, ¡de Economía!) más allá de la alcaldía de Córdoba.

jueves, 14 de mayo de 2020

Diario de la falsa normalidad (VII): derecho a manifestarse, incluso en Nuñez de Balboa

Antes de nada me gustaría recordar que este espacio se llama Política Menor no por casualidad, y es más de su naturaleza tratar asuntos triviales que grandes movimientos. Es por eso que hoy, por segundo día consecutivo, habrá ración madrileñita, y de la buena. Disculpas a los afectados, y aprovechen la ocasión para bucear un poco más en la siniestra ideosincrasia de la ciudad que entró en el siglo XX siendo un poblachón manchego.

Sepan, en todo caso, que el conocido como Movimiento Barrio de Salamanca ha pasado a rebautizarse, pocas horas antes de escribir este post, como Resistencia Democrática de España, en un giro de los acontecimientos poco sorprendente, porque Madrid siempre encarnará los más altos valores de España, desde el tenderete de IFEMA como "icono" hasta la noria más grande de Occidente.

El que nació como Movimiento -exactamente igual que Falange, que no quería ser un partido político- ha saltado a la fama en estas últimas 24 horas porque las imágenes de la concentración de ayer han dado la vuelta al país: miles de personas -no muchas, pero miles- llenando un tramo de la calle Nuñez de Balboa, reivindicado poder hacer lo que les salga del orto, independientemente de una epidemia sanitaria de alto contagio para la que no hay cura -y cada infectado contagia de media a cinco personas-, y del estado de Alarma.

Nuñez de Balboa avant la lettre
Inmediatamente han sido calificados de "pijos" -habría que matizar pijos de derechas, porque hay pijos de izquierdas como Sarasola- o cayetarras, mientras ellos insisten en calificarse de apolíticos -todos los movimientos, en su origen, aspiran a una gran base social y transversal, y algún gilipollas engañado pillarán en sus huestes, como los que patrocinaron El Español durante su lanzamiento-, y pedir únicamente libertad, ese concepto político tan gastado y vaciado de contenido.

El asunto es más complejo de lo que podría parecer, y tiene un buen número de aristas susceptibles de análisis. La más evidente, aunque los medios de propaganda se hayan detenido en la caricatura habitual de los pijos, es que al menos han tenido la capacidad de organizarse y salir a la calle a manifestarse: incumpliendo las medidas de distanciamiento, de acuerdo, pero es que el estado de Alarma no prohibe el derecho a manifestarse.

Es muy importante señalar esto, porque la izquierda no ha salido a la calle ni siquiera cuando se ha sabido que la Jefatura del Estado está corrupta hasta la médula (o hasta donde lleguen 100 millones de petrodólares), y el 1 de mayo obedecieron como durante estos 44 años y se quedaron en casita, a pesar de no tener suspendido un derecho fundamental como el de manifestarse. Es la derecha rancia y casposa del fachaleco y la bandera la que recupera ese derecho, y mejor no imaginemos lo que hubiese hecho la izquierda podemita de haberles pillado esta crisis sanitaria en la oposición y con el PP-Ciudagramos-Vox en el Gobierno.

El movimiento ha sido saludado por la ultraderecha representada por Vox, con Montero de Espinosa -el hijo del diplomático que presidió Marca España, la agencia de propaganda estatal- sonriendo y animando a más gente a sumarse a la manifestación, porque mientras se mantengan las medidas sanitarias no se está cometiendo ningún delito. Ni que decir tiene que, si llega a ser Pablemos el que dijese esto -ya le han atacado por alentar una inútil cacerolada contra la corrupción de la Jefatura del Estado- la que se habría montado.

Hay dos varas de medir en España, el país donde nos dijeron que ya había democracia sin haber depurado a ningún jerarca de la dictadura franquista, que en gran parte mantuvo sus resortes de poder, favores y beneficios adquiridos. Al igual que con la Ley del Divorcio, jamás pensaron que iban a usar el derecho a manifestación, y al final va a resultar que son quienes mejor lo usan.

Esas varas de medir también se notan en que la Policía jamás cargará contra esos manifestantes -se conocen la ley y no hay convocatoria anunciada ni alguien que lo haga, para que parezca espontánea- con la misma contundencia que si hubiese una manifestacion en Aluche o en Parla, como ya explicado en este mismo espacio hace una burrada de años, con motivo del asalto a la comisaría de Policía de Pozuelo de Alarcón.

Por último, también se notan en que en Barcelona no se ha producido un fenómeno similar, por mucho que la ultraizquierda nos diga que toda la burguesía es igual, y que el independentismo catalán es un fenómeno de los ricos, que los obreros están a otras cosas. Noten la diferencia palpable entre los ricos de Madrid -un movimiento uniforme y poco transversal- y los de Barcelona, que lo único en lo que se parecen es las ansias por robar y defraudar.

El fenómeno, en todo caso, es preocupante, especialmente porque hoy mismo la incapaz Díaz Ayuso ha alentado a los manifestantes y ha amenazado a la inexistente oposición madrileña con "lo de Nuñez de Balboa va a ser una broma" con la que se va a montar. Es una posibilidad real, y cuando se saca al dragón de la chistera es muy difícil volverlo a meter, como ya se ha visto con Vox y todo su soporte social.

Ahora, puesto en primera plana por las redes de propaganda, es muy probable que hoy por la tarde el fenómeno se reproduzca en muchas partes de España, y leyendo la cuenta de Twitter oficial ya ponen el freno ante lo que pueda pasar, porque hay ganas de jarana, de hartazgo con el Gobierno -bueno, estos ya estaban hartos antes del Covid-19-, y esa asquerosa sensación de seguridad de lo peor ya ha pasado, porque nadie ha entendido lo que significan los resultados del estudio de seroprevalencia.

¿Y por qué en Nuñez de Balboa, una calle más del barrio de Salamanca de Madrid? Pues porque es una de las 21 calles bendecidas por el Alcalde como de prioridad peatonal, lo que significa que en fin de semana y festivos -mañana lo es en Madrid, San Isidro- se cierra al tráfico y queda para uso y disfrute de la ciudadanía.

Por eso el movimiento tiene fecha fundacional del 10 de mayo, el domingo pasado. Me imagino a los vecinos y allegados de la zona -es muy frecuente que gente de zonas colindantes y muy diferentes como la Guindalera se acerquen a la zona para presumir que son de ahí, e incluso de Prosperidad- se encontraron y se pusieron de acuerdo para montar algo así. Y, en estos casos, no hay nada que reprochar: para eso está el espacio público, el debate y los derechos inalienables como ciudadanos. Faltaría más. 

Por lo demás, Nuñez de Balboa es una calle que recorre de norte a sur el barrio de Salamanca, el intento madrileño de crear un ensanche ordenado y equipable a otras grandes ciudades europeas, y que fracasó como tantas otras empresas acometidas a lo largo y ancho de la historia de la joyita.  Allí donde Ildefons Cerdá ideó para Barcelona chaflanes y patios interiores, en el Barrio de Salamanca hay esquinas rectas, patios interiores ocupados por talleres mecánicos -o soluciones habitacionales al estilo de Rocío Monasterio- y la sensación, permanente en Madrid, de que como barrio burgués de la capital de la nación no da la talla.

Es más, Nuñez de Balboa es una calle anónima del barrio. Al revés que Velázquez -discurre paralela a esta autopista urbana-, Serrano, Ortega y Gasset -en el primer tramo está el lujo, en el segundo hay cochambre como un supermercado Supersol digno de Dos Hermanas, y la sede del Injuve- o Goya no tiene empaque, ni tamaño, ni nada que la haga singular, y si cuenta con estación de metro propia -una de la línea 5, muy profunda y con un enlace mortal con la línea 6- es porque se cruza con Juan Bravo, el único bulevar como tal en la zona norte del barrio.

Lo pueden comprobar, si no conocen la zona, en el famoso vídeo que circula por las redes, con el tramo del cruce con Ayala lleno de gente, en gran parte porque es una calle estrecha, oscura, anónima y fea, como lo es Madrid en gran medida.  Que cada uno le de la importancia que quiera al movimiento surgido espontáneamente (¡ja!), que sin embargo refleja un malestar ya larvado desde que se constituyó el Gobierno de coalición. El mayor peligro viene del aliento que han insuflado los desaprensivos del Partido Podrido y la ultraderecha, esperando recoger unos frutos que hubiesen caído de su bando de cualquier manera. 
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El lector Fer lo dejó en comentarios el otro día, y es un enlace magnífico sobre el impacto del Covid-19 en Castilla-La Mancha, que ha dejado un incremento de la tasa bruta de mortalidad del 96´3%, por si alguno todavía se cree lo de "es como una gripe". Todo el artículo es muy interesante, con frases demoledoras como "Madrid es el principal foco de la infección" y un análisis pulcro y elegante. Recuerden que Tomelloso es uno de los sitios más afectados de todo el mundo: por la espantosa morgue institucionalizada de la residencia de ancianos, y por muchas cosas más apuntadas en el artículo.
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"Así traficaba con petróleo el Rey de España" es un tema antiguo, pero parece que va a ser recuperado con nuevos testimonios. Oye, que empiecen con ese superpetrolero que Saddam Hussein regaló a España en 1977, con 300.000 toneladas...
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¡Terrible! Habría que preguntarse si eso es un trabajo, pero ¿para qué? 
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Gran preocupación en la región donde los bares compran varios ejemplares de un mismo periódico, y las bibliotecas públicas más de diez cada día: una subvención pública encubierta en toda la regla. 
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Al Fuenlabrada´s Intellectual lo han despedido de su breve atalaya mediática. No daba el nivel, de tan locaza y tan estúpido como es. Ahora se revolverá en su ciénaga y dejará aún más joyas como esta, y la culpa de todo la tendrán los catalanes, la derecha, el clasismo, su padre de cien profesiones diferentes, la lucha obrera, y jamás él mismo. No me extrañaría nada que se muriese por causas naturales, de esas asociadas al ego.

miércoles, 13 de mayo de 2020

Diario de la falsa normalidad (VI): sucedió (otra vez) en Madrid

Vistas desde una de las terrazas del BEMate de Sarasola
Visto que antes de la crisis del Covid-19 hice un post de temática madrileña que gustó bastante, la ocasión es propicia para recuperar lo expuesto entonces. En esta ocasión no se trata de trepillas de la alta burguesía metidos a promotores inmobiliarios de garajes y almacenes reconvertidos en viviendas ilegales, y al mismo tiempo se trata de lo mismo: Madrid, la vivienda, los vividores, y la asquerosa clase política que nos gobierna.

Desde que comenzó la emergencia sanitaria la Presidenta de la Comunidad de Madrid se ha refugiado en un aparthotel, una solución habitacional (¡un saluda a la extremeña Trujillo! ¡Siempre en nuestros corazones!) muy del gusto madrileñita antes incluso del boom turístico de los últimos años: en una residencia de esas características vivía el taimado asturiano Sabino Fernández-Campo hasta que murió -tras haber sido borboneado-, y hay una geografía clásica de estos establecimientos por toda la ciudad, desde uno en la zona más noble de Argüelles-Ferraz, hasta otro en las cercanías de Azca, y todos cortados por el mismo patrón.

No son aparthoteles, son residencias habituales en donde la gente se tira años, viviendo de rentas, o para evitar que les embarguen lo poseido. El desfile de grotescos personajes que se ven entrando y saliendo de esos establecimientos -la parte más alta de los hostales, en sí mismo algo más madrileñísimo que el chotis- merecería un capítulo aparte, pero baste este esbozo: son como esa gente rara que hay en El Corte Inglés, pero aún más rara.

Una de mis fotos favoritas del Régimen del 78
Eso es el aparthotel madrileño, tan característico en sí mismo que incluso Durán i Lleida, en sus largos años en Madrid, prefirió vivir en el Palace a pensión completa, porque hay clases y clases. Era la misma variante de alojamiento, pero sin que pareciese una pensión venida a más, la característica básica de esos establecimientos construidos a finales de los setenta (¡qué delatores son los marcos metálicos dorados y el hormigón visto!), y escasamente renovados en su fachada. 

El centro de Madrid se ha renovado muchísimo en estos diez años de recesión tras los Quince Años de Despilfarro. Calles abandonadas como Atocha han visto proliferar hoteles de postín, al mismo tiempo que desaparecían las pensiones con nombres de topónimos de la amplia geografía española. Por supuesto,  también han aparecido esos hoteles básicos para mochileros: todo, todo, exactamente igual que en otras grandes ciudades.

En esa relación no podía faltar el nuevo aparthotel. Como a mucha gente le gusta viajar y no comer la mierda que sirven en los sitios a precio de atraco, el aparthotel ha vuelto con fuerza como opción para albergar a familias o parejas que gustan cocinar en algún momento de su estancia, favorecido por su ubicación céntrica -se hace turismo por la mañana, se va al alojamiento a comer y descansar, y vuelta a patear-, y por el efecto arrastre de Air B&B, que ofrece básicamente lo mismo pero pagando muchos menos impuestos.

Probablemente los más veteranos que lean esto recuerden a Sarasola, aquel empresario que era amigo de Felipe González. Muerto ya, su hijo ha seguido su tradición mientras exhibe su condición sexual y no duda en aparecer en programas tipo Españoles por el Mundo enseñando sus nuevos hoteles en las ubicaciones más prestigiosas. Fue de los primeros en apostar por Chueca como sitio para quedarse a dormir y que no fuese una pensión con las sábanas pegadas, con el famoso hotel Óscar que domina la Plaza Vázquez de Mella, ahora conocida como Pedro Zerolo.

A partir de ahí, y ayudado con la fortuna heredada, ha ido ampliando sus marcas, especialmente la de Room Mate. Buscando ubicaciones centrales, compra edificios abandonados o sin uso desde hace tiempo, y pone hoteles de diferente categoría buscando un público urbanita, joven y al que no le importe estar en una zona un poco más desangelada porque sabe que en cinco minutos ya estará en el meollo.

Bien por él, y por la fórmula, lograda además con precios bastante asequibles. De ahí su éxito incluso en plazas tan difíciles como Italia, donde no es nada fácil abrir cuña en el sector, anquilosado porque Italia es un sitio al que hay que ir y se paga lo que sea -por eso jamás se han renovado ni la hotelería ni la hostelería-, todo lo contrario que Madrid. A Madrid se va, pero si quitamos El Prado no hay nada -y nunca lo habrá- que haga venir a las grandes masas porque hay que ir. El atractivo de Madrid reside en otras cosas mucho más difusas (perdidas a medio plazo), y que no son el objeto de hoy.

Es en este contexto donde se ubica el aparthotel BEMate Plaza de España, localizado por la redactora de Vanity Fair Eva Lamarca a partir de ir mirando una por una por internet las habitaciones que encajaban por la decoración que se veía de fondo en las intervenciones telemáticas de la Presidente de la Comunidad de Madrid. Solo tenía la pista de que estaba por la zona de Plaza de España, y a partir de ahí una buena exclusiva, que se hubiese quedado en otra más del mundo cuore de no ser por la corrupción endémica del Partido Podrido y la Comunidad de Madrid.

Pero no adelantemos acontecimientos, especialmente porque a mí me gusta contar la ciudad y sus historias, en ese libro fácil de leer una vez que conoces el urbanismo, la historia y los posos que va dejando el tiempo en las calles y los paisajes. A lo mejor saben que uno de los grandes proyectos de Carmena era renovar la Plaza de España, un espacio central de Madrid absolutamente degradado -baste decir que todas las navidades se montaba un tenderete de artesanía que no desmerecería en otras latitudes más ecuatoriales-, y cuyo proyecto ganador pasaba por poner más verde, quitar coches (más bien enterrarlos, otra característica madrileña), y volver a meter toda la pasta disponible en centro, porque con la Gran Vía no bastaba.

El proyecto sigue adelante, a pesar de que el ahora elogiado Martínez Almeida ha tenido como santo y seña de su mandato arrasar con cualquier legado de que alguna vez no gobernó la derecha en Madrid. Ahora son todo quejas -por las obras, por los atascos: lo de siempre-, y después serán todo parabienes, porque mejorará la zona en sus cuatro costados, básicamente porque peor no podía estar.

Es ahí donde se ubica el BEMate de Plaza de España, propiedad de Sarasola Jr. Las cadenas hoteleras, y más con lo que he explicado anteriormente, se posicionan antes de que se culmine la renovación de una zona, y también su revalorización. Con el gran hotel del grupo mallorquín Riu en el Edificio España, con el otro hotel en el lado derecho de la plaza y su horrible adefesio en la azotea, en la zona sur de la plaza iban a surgir otras iniciativas.

A mor de ser ciertos, ya había aparthoteles en esa extraña zona. Aparthoteles de esos setenteros, con vistas al Palacio Real, y olores y ruido de la insufrible Cuesta de San Vicente, uno de los vomitorios de tráfico rodado de Madrid. Eso, en las calles principales; en las secundarias -la zona es una estrecha porción de ciudad constreñida por las fuertes pendientes, la montaña del Templo de Debod, y la estación de Príncipe Pío- había un ambiente paralizado en el tiempo.

Comercios sacados de Mortadelo y Filemón, yonkis de camino al albergue que hay donde la Escuela de Cerámica y el olvidado cementerio de los fusilamientos del 3 de mayo, una central de Telefónica como lo son todas (un edificio sin ventanas, ¿para qué, si solo se hizo para cables y equipos?), y el horrible tráfico de la calle Arriaza, un by-pass madrileñita para saltarse los frecuentes atascos y embotellamientos de la zona. Un primor de zona, como ven, pero muy céntrica y olvidada, a pesar de tener edificos mucho mejores que la media de la ciudad.

Ahí es donde Sarasola y su equipo pusieron los ojos para montar el aparthotel, concretamente en la calle Cadarso. Decoración como de tienda china-Leroy Merlín (miren que Arrimadas es otra que reside en sitio así, con ese mapa de madera que no dice nada), servicio 24 horas y, apenas inaugurado, el mazazo para el sector de la crisis del Covid-19.

Menos mal que la clase política madrileña acudió en su auxilio y prácticamente el segundo día se inventaron eso de los hoteles medicalizados, para el que se escogió este establecimiento, que está mal comunicado, en un sitio ruidoso, feo y sucio -las obras de Plaza de España han seguido su ritmo- y lejos de cualquier hospital, pero ¡qué más da! ¡Si ya se sabe que todo era un paripé! A este respecto, recuerden que otro Hotel que vamos a pagar todos es el carísimo Miguel Ángel de cinco estrellas, usado para personal sanitario porque no había otro más adecuado.

¡Y menuda estancia en el aparthotel se ha cogido Díaz Ayuso! ¡Una de 88 metros cuadrados y dos terrazas! ¡Y en eldiario.es dicen que tiene dos alojamientos en el mismo sitio! ¡Y así lleva dos meses! Llegados a este punto, uno se preguntaría que qué pasa, que si esta impresentable no tiene casa. Seguro que tiene (consta una con valor catastral de 140k euros, sin cargas asociadas, no está mal como community manager de un perro) pero si puedes estar de gratis así, mucho mejor. Recuerden también que Cifuentes, su antecesora en el cargo, declaraba tener 900 euros en una cuenta corriente y ninguna casa en propiedad.

De gratis, porque lo iba a pagar el erario público ("Room Mate asegura en su nota que la presidenta madrileña contrató sus servicios antes de que se decretase estado de alarma "ya que esta necesitaba un lugar óptimo para la gestión de la crisis durante la situación excepcional"), o ya se pagaría a Sarasola con la recalificación de algún edificio o espacio protegido, porque no voy a entrar en el vodevil de ayer con el contrato hecho a lo Cifuentes para salvar la cara.

Nada se sabe sobre la casa que pueda tener como domicilio habitual Ayuso (recuerden que dependemos para esta información de la misma casta de periodistas que se vanagloriaban de haber mantenido un pacto de silencio sobre la hija del seleccionador nacional de fútbol), y no forma parte de la cultura política de este país cuestionarse sobre el tipo de relación que llevará con su pareja oficial, un tirado de la vida -peluquero, ahora es "ejecutivo"- que le insufla mucha "energía" y power.

Según Díaz Ayuso, se buscó el alojamiento porque "no quería contagiar a los vecinos", y mira que lo hizo antes de saber que estaba infectada.  Al parecer, la Presidenta no vivía en la casa que posee, sino en una de 50 metros cuadrados en Malasaña -como su referente Aguirre, pero esta en un palacete de la baja nobleza española- en alquiler.

Yo no voy a explicar todos los líos que siguen durante estos días con la facturación de todos los lujos imprescindibles para Díaz Ayuso,  ni sobre lo que va a desgravar Sarasola,  hoy me interesaba más componer la enésima escena barroca matritense de ladrillo, corrupción, asco, fealdad y la firme convinción de que si mañana hubiese elecciones el Partido Podrido ganará por mayoría absoluta. Y dentro de 25 años también, como los que lleva gobernando en el lodazal de trampas, favores y servicios que es Madrid.
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¿Eres consumidor habitual de drogas ilegales?  El observatorio europeo sobre adicciones está estudiando con mucho interés el efecto que sobre el consumo y el abastecimiento de estas sustancias (que van desde el costo con restos de heces fecales hasta la heroína, pasando por el clembuterol camuflado en filetes de Irún y la EPO) está teniendo la crisis del Covid-19, y por eso realiza una encuesta on-line absolutamente anónima que seguramente sea de tu interés.

Dado que es inútil convencer a nadie de que deje sus estúpidas adicciones, por lo menos que su estupidez sirva para conocer mejor que hacer en situaciones similares que se puedan producir en el futuro.  Destinar una parte muy importante de la renta personal de cada uno a un negocio opaco, ilegal y que mina la salud seguramente será un ejercicio de libertad para algunos (a ver si se muere de una puta vez Escohotado y todos los mamones de sus fans), por lo que estos seguramente no querrán participar en la encuesta; para todos los demás, hagan algo útil.