martes, 19 de julio de 2011

Ayuda a los pobres empleados por cuenta propia: pide siempre la factura

Ayer se conoció uno de esos datos estadísticos que claman al cielo, por lo que suponen y por lo que se infiere de ellos. Según la Agencia Tributaria, los autónomos y las PYMES en España declaran al fisco unos beneficios netos de 11.036 euros al año, lo que dividido entre doce (ya saben que el primero de estos colectivos siempre se queja de no tener pagas extras) da la ridícula cifra de 920 euros al mes.

Los datos son de 2009, los últimos disponibles, y son difícilmente rebatibles en su versión cruda. Para ahorrar tiempo a quien los quiera rebatir, señalar que es una serie histórica y una noticia que pasa prácticamente desapercibida año tras año, como se puede comprobar con los datos de 2008.

Ya lo dice el notable periodista que firma ambas informaciones de los enlaces: "esto es un hecho, no una opinión". Y en este terreno nos vamos a mover, a veces descendiendo al farragoso terreno del ejemplismo tan perjudicial en este país ("es que a mí", "yo conozco a uno que", "mi prima, que es autónoma"), pero nunca olvidando el dato principal: los autónomos y PYMES declaran en 2009, de media, unos ingresos netos anuales de 11.036.

Una de las cosas más paradójicas es que la serie histórica de este sorprendente dato se remonta a los tiempos pre-crisis, donde los autónomos y PYMES llegaron a declarar una media siempre un 60% -como mínimo- inferior a los asalariados. Actualmente está en cerca del 80%. Vamos, que la excusa recurrente de la crisis sólo explica un 20% de variación, dejando ignoto el abismo que supone el otro 60% de diferencia de ingresos netos.

El  Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) que elabora este informe, y que también es el responsable de la tenaz persecución y denuncia de los contribuyentes defraudadores descubiertos en Suiza, lo tiene bien claro: esta cifra sólo se entiende si detrás opera un "fraude fiscal estructural", que creo que también es una definición objetiva y no opinable.

En este otro artículo, del mismo autor, se explica sucintamente cómo opera ese "fraude fiscal estructural", bien conocido por todos los ciudadanos en su condición de usuarios de los servicios que prestan, y especialmente por los propios autónomos. Eso no lo dice el periodista, que por lo que se ve mide muy bien sus palabras porque está en una cuerda floja y debajo están los sufridos autónomos y empresario de PYMES, siempre dispuestos a defender su contribución a la patria. Si lo leen bajo esa óptica, los artículos dan el doble de miedo: al dato escalofríante añade la carga de la presión social de esta mafia del fraude.

Son sólo el 10% del total de contribuyentes con la obligación legal de presentar declaración de la renta, unos 20 millones en España, porque esta cifra no varía mucho con la crisis: el parado también presenta declaración de la renta, y pobre como en el mismo año haya cobrado paro y siendo trabajador por cuenta ajena; el pensionista también presenta declaración de la renta; el autónomo presenta la declaración de la renta por módulos o por cojones, de ahí los 20 millones constantes desde que a partir de finales de 1995 la economía española empezó a aumentar su base laboral.

Y serán sólo el 10% porque viven muy mal los pobrecitos: nada menos que 8.300 euros de sueldo medio inferior al sueldo medio de un asalariado. El 80%. Con estas condiciones, ¿quien puede siquiera permanecer como autónomo? Ofende al más puro sentido común -hacía tiempo que no usaba la frase- esta vergonzosa declaración para el IRPF.

Evidentemente, detrás del sistema de módulos y de estimación directa se esconde un gigantesco fraude "estructural" con el que llevamos arrastrando bastantes años, los que median entre la instauración de la democracia y la tan cacareada reforma fiscal. Mientras tanto, los indignados en las calles pidiendo una reforma electoral: sobran los motivos para indignarse, pero es mucho mejor meterse con los políticos, que son una ínfima parte incluso comparando con los dos millones de trabajadores por cuenta propia que hay en España.

Indignarse con este sistema de fraude fiscal masivo está al alcance de cualquiera, y aquí viene el ejemplismo que anunciaba; no significa salir a la calle a tocar la sarten, estropear las sábanas con pintadas näif o sentarse en las plazas públicas: como con tantas otras cosas, basta con pequeños pasos individuales que todos pueden hacer.

El problema con los autónomos es lo que declaran y lo que realmente hacen. La única forma de comprobarlo es por las facturas, que ellos mismos se las guisan y se las comen, nunca mejor dicho.  La forma más efectiva de conseguir acabar con el vergonzoso fraude fiscal estructural es pedir siempre la factura, siempre.

Lo que debería ser automático se convierte, cuando se trata con el colectivo de los autónomos y las PYMES, en un doloroso dolor de muelas. Mientras las denostadas grandes empresas siempre entregan el ticket o la factura, tratar con los de los 11.036 euros netos de media al año es un desafío a la paciencia.

Caso 1: un técnico de lavadoras viene a casa a reparar una avería. Cobra desplazamiento y mano de obra, pero a la hora de pagar entrega un recibo sin número de serie ni domilicio fiscal: todo es ganancia neta, porque siempre puede alegar (son sus propios jefes) que ese día no trabajó. Y las facturas no suelen ser bajas.

Caso 2: alojamiento de turismo rural, esa PYME que ha proliferado por doquier. ¿Hay alguien ahí al que alguna vez le hayan dado una factura? A mí no, y cuando la he pedido suelen inventarse las excusas más absurdas. Al contrario que los hoteles, que por ley tienen que registrar todas las entradas y salidas, en estos establecimientos piden un DNI por si acaso (y da igual si son dos a dormir o diez), que no se apunta en un impreso oficial como en los hoteles y, por tanto, pueden perfectamente decir que ese día no hubo nadie hospedado. Y mejor no hablo de los servicios añadidos (comidas, alquiler de equipos).

Caso 3: las terrazas de verano. Facturan como cosacos galopando por las estepas -no parecen conocer la crisis- y no suelen dar recibo fiscal. Si lo pides, van a la cocina, hablan con el encargado, y vuelven con un papel de talonarío comprado en una gran superficie de papelería, escrito a mano y muchas veces con un sello ilegible o anticuado, cuando vienen.

Mejor no les hablo de cuando es un autónomo o PYME consumiendo servicios o productos de un congénere, porque ahí ya entramos en los "gastos deducibles", una auténtica cloaca de gastos suntuarios; o cómo declarar estos bajos réditos hace que acumulen las ayudas fiscales, porque ya saben que en este país en cuanto ganas más de 24.000 brutos (¡un potosí inalcanzable para cualquier autónomo!) eres rico y el estado del bienestar redistribuidor (o incautador y confiscador, según) se ceba en la nómina: ayudas fiscales variopintas que van desde las becas al comedor para los hijos hasta las deducciones por vivienda, o incluso los famosos 400 euros, todavía vigentes para rentas que no llegan a 8.000 euros, donde habrá muchos autónomos.

Curiosamente, he conocido regiones donde se esperaba un fraude fiscal masivo (sur de Italia, Grecia) donde me han dado muchos más recibos que en España, y la mayor parte de las veces sin pedirlo. Esto es país del nunca jamás, donde sale un dato como el de hoy y nadie reacciona -apenas ha tenido repercusión en los medios, y sólo en los económicos-, pero mientras tanto se piden recortes en todas partes, hay un ataque continuo contra la clase política y convivimos con estos pobres depauperados que son los empleados por cuenta propia: están ahí, inanes, y nosotros les podemos ayudar pidiendo siempre la factura. Siempre. Y si no, pagar con tarjeta: siempre deja rastro fiscal. Ayúdales. Lo necesitan.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Y tres cuartos de lo mismo pasa con el IVA, porque en muchos casos (pienso por ejemplo en lo generalizado que está esto en los talleres mecánicos), al no hacer factura, no lo repercuten al consumidor final y es un dinerillo muy juegoso que luego les devuelven.

Por lo demás, muy de acuerdo en lo que dices. Fraude al por mayor, sin disimulo, pero cuidadito con alzar la voz contra los autónomos.

Suárez.

Luis Unzaga dijo...

En italia, es obligatorio llevarse el scontrino, si no lo haces te pueden multar.
Aquí, al declarar por módulos, los autónomos no emiten facturas. Pero si te pones muy pesado (yo siempre lo he hecho), te la dan, incrementando el precio en el porcentaje correspondiente. Sin embargo, ellos no presentan esas facturas, simplemente, se embolsan más dinero y siguen declarando lo mismo (en función de los metros de negocio, número de mesas, o lo que sea). Así, por ejemplo, un café al final de la comida en el restaurante, lleva iva, y por tanto sale más caro que si pagas la comida y te lo tomas en la cafetería del restaurante, donde te cobrarán 'sólo' su precio, no incrementado por el impuesto. Corrígeme si me equivoco.

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Suárez: el IVA lo tratan en las noticias, el mítico "a mí esto me lo haces sin IVA", y pasa tanto en talleres mecánicos como en chapuzas en casa. Los autónomos son sagrados e intocables. ¿Te imaginas una huelga de taxis? ¿O de médicos a los que obliguen a hacer factura de las consultas que pasan en sus clínicas privadas, a veces sin ni siquiera subir las persianas?

Luis Unzaga: es cierto, desplazan la responsalibidad al consumidor, igual que hacen con la prostitución en Suecia. No me parece una medida mala. La otra situación la clavas.

Anónimo dijo...

nada que añadir sobre el "sin factura" y demás cosas, pero se te olvida un grupo de autónomos que imagino que es el que baja la media de ingresos NETOS (vuelven a entrar en juego los gastos deducibles) que son los llamados FALSOS AUTÓNOMOS, que como sabrás son gente que en vez de estar contratada (pagas extras, bajas, seguridad social, paro, etc) se les "anima" a hacerse autónomos de manera que del mismo sueldo tienen que salir muchas menos cosas...

jefe dijo...

Enhorabuena por el artículo. Ni que decir tiene que un gran porcentaje de los autónomos que se comentan en el escrito son los que están hartos de las corruptelas políticas y alzan la voz por ello. Que viva España, oiga.

Anónimo dijo...

Suscribo el artículo al 100%. Aunque hay un aspecto, que como bien dice un comentario, que se ha dejado de lado y es el de los falsos "autónomos".
Pero, como bien dice Sergio, la clave es la utilización de medios de pago como tarjetas, transferencias, cheques, etc. que dejan constancia de la actividad económica y obligan a declarar al profesional/autónomo. Aunque parezca mentira, las entidades bancarias se convierten en verdaderos "inspectores" de Hacienda. Yo siempre pago con tarjeta, además el uso de datáfonos ya está generalizado en el pequeño comercio debido a la reducción en las comisiones y tarifas de intercambio que se ha producido en los últimos años

Anónimo dijo...

¡Al sector al que habia que obligar a emitir facturas y declarar era a la prostitución! La politica actual es .... poned el adjetivo que querais, los tiene todos

Edu

Anónimo dijo...

http://www.cotizalia.com/en-exclusiva/2011/autonomias-fiscal-forales-20110718-71448.html

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con que hay que pedir factura, siempre, pero el análisis que haces me parece un poco parcial, te cuento aquí mi experiencia.

Como autónomo:
He tenido temporadas de ingresar mucho (y declarar TODO lo que ingresaba) y temporadas de no ingresar casi NADA (llevo así medio año) y seguir pagando religiosamente como autónomo mientras pueda vivir de mis ahorros.

Como familiar de autónomos:
Conozco a varios autónomos de sesentaytantos que no ingresan un duro desde hace varios años, pero siguen cotizando para poder tener derecho a una jubilación cuando lleguen a los 65, porque no tienen derecho a paro y son inempleables. Supongo que esa gente baja mucho la media, te podría decir media docena de conocidos, mucho no habrán defraudado cuando las vacas gordas si se las ven justas para llegar hasta los 65 y tener una pensión de 600 euros.

Conozco a bastantes autónomos y hay de todo, como en botica. De Audi y de C15.

El que tiene una nómina tiene unas ventajas: no tiene fácil defraudar en sus ingresos, pero tampoco tiene que gastarse 50 euros mensuales en un gestor. Además, puede defraudar en otros campos: si le echa un poco de morro en el médico puede cogerse unas bajas de la leche que no he visto en ningún autónomo aunque estuviera moribundo, por no hablar de indemnizaciones por despido, parados que se rien del INEM, etc.

En todas partes cuecen habas.

El sistema de módulos (del que yo no disfruto directamente pero lo he vivido cerca) tiene la gran ventaja de simplificar muchísimo la gestión de los impuestos, tanto para el recaudador como para el que paga por una actividad económica.
Eso, en conjunto, es un gran logro y una eficiencia para nuestra Hacienda, aunque pueda generar injusticias el hecho de que el recaudador calcule tus ingresos en base a estimaciones relacionadas con los metros cuadrados del local o la factura de la luz.
Si tu terraza de verano está en la Plaza Mayor igual te mola el sistema de módulos y si está a dos cuadras igual ya no te mola tanto...

Quizás en un futuro se pueda buscar un sistema más justo donde se declare todo lo que se ingresa, pero si ese sistema obliga al autónomo a perder montones de horas y dinero en gestoría administrativa... no es buena solución para nadie.

No conozco cómo está el sistema fiscal italiano y griego y si serán buenos ejemplos, pero el sistema de módulos en su momento fue un logro de nuestra economía y para cambiarlo hay que tener claro qué se propone como alternativa real.

Y no sigo más, que me enrollo, pero hasta donde yo conozco, por la propia vulnerabilidad e indefensión del trabajador autónomo o empresario individual, es una figura que está sufriendo la crisis con más dureza que el funcionario que se queja por la reducción del 5% o el asalariado que, incluso en caso de despido, siempre tiene el colchón de una indemnización y dos años de paro para buscar trabajo o, incluso, convertirse en un malvado defraudador autónomo.

Anónimo dijo...

Otra cosa más... los que se dedican a comentar contra los autónomos a media mañana... ¿Están de vacaciones? ¿En la hora del bocadillo? ¿No estarán robando el tiempo de trabajo a su empleador?

Anónimo dijo...

El de los abnegados y patrióticos emprendedores que sustentan la economía y que en un heroico futuro la rescatarían del marasmo actual- entre otros modos, a través del aumento de su número- era otro de los mitos que ya tardaba en ser removido y agitado, como los olivos, para ver qué frutos caían.
Gracias Sergio.

Anónimo dijo...

Oye, ya que sois tan listos y tan trabajadores ¿porqué no os hacéis autónomos?
Yo no voy a defenderles pero cumplen la ley, el problema es ese la ley y quién la ejecuta. A esos sí hay que pedirles explicaciones.

Anónimo dijo...

Soy autónomo desde hace casi 11 años, estoy obligado a declararlo todo por estar en régimen general y estimación directa. Como yo somos muchos compañeros, y la verdad las estamos pasando bastante mal. Alguien puede decir que podemos no hacer factura y quedarnos con el 21% del IVA y el 21% de las retenciones. Pero en caso de siniestro el seguro de responsabilidad civil no nos cubre, y entonces de drama pasamos a tragedia. Creo que lo escrito en este blog no es gusto con muchos de los autónomos, y por eso quiero presentar mi malestar con lo que aquí se ha escrito. ME SIENTO COMO UN TRAPECISTA SIN RED DEBAJO, FORZADO A HUIR SIEMPRE HACIA DELANTE. SIN SUBSIDIO DE DESEMPLEO, SIN AYUDA, SIN PARO, SIN NADA,…… PERO SEGÚN ESTE BLOG SOMOS UNOS MANGANTES QUE GANAMOS MÁS DINERO QUE EL QUE DECLARAMOS….