miércoles, 8 de septiembre de 2010

¿Universitarios rentables?

La OCDE acaba de publicar uno de sus interesantes informes donde compara país por país en algunas magnitudes básicas de desarrollo, en este caso educación. Education at a glance hace honor a su nombre y se puede consultar libremente aquí, muy bien expuesto. Los datos son del curso 2007/2008.

Una de las conclusiones más claras que se extraen es que España forma a universitarios que su mercado laboral no puede acoger. Entre los titulados superiores españoles en la franja de 25 a 29 años un 44% está con un trabajo inferior a su formación, frente a un 24% de media en los países de la OCDE, que tampoco es para tirar cohetes.

El dato muestra muchos relieves. Por ejemplo, que entre que se acaban los estudios y se encuentra una posición adecuada hay un vacío laboral del que es muy difícil salir, porque se alarga hasta bien entrada la treintena. Es la famosa generación de los teleoperadores con licenciatura. Este fenómeno indica un problema estructural de la educación en España, un sumidero de fondos públicos y un despropósito como país.

El licenciado -ahora, Bolonia mediante, graduado- sale al mercado laboral pensando que tiene un puesto de trabajo esperándole, pero el mercado laboral no es así. En un país que vivía del boom de la construcción lo que se necesitaba eran técnicos con formación de FP, pero esta enseñanza siempre ha estado desprestigiada en España. Y eso que mucha gente va a la Universidad pensando en elevados sueldos, cuando estos son mucho más comunes entre técnicos bien formados.

La creacción del Estado autonómico propició la proliferación de Universidades por todas partes. Cada Comunidad Autonóma quería tener la propia, y así fue. Que después esos licenciados tuviesen que emigrar a la ciudad dinámica más cercana con su título de universidad de provincias bajo el brazo no interesaba a los políticos locales, que pensaban que iban a retener la juventud creando la institución. Y cuando todas las CC.AA tuvieron su Universidad, cada ciudad en torno a los 100.000 habitantes quiso tener su campus. O una Universidad.

Se ha producido así fenómenos tan curiosos como que en un radio de 100 kms entre Alicante y Murcia se pueda estudiar Derecho en hasta seis centros diferentes entre públicos y privados. O que, como recordaba hace poco el muy inteligente Ministro de Educación Angel Gabilondo, en Madrid haya más estudiantes de Derecho que en todo el Reino Unido. Madrid, 6´6 millones de habitantes. Reino Unido, 60 millones. Y así con muchas otras titulaciones, aunque merecería un tratamiento aparte esta obsesión con el "Derecho".

Evidentemente, aquí no influye nuestro modelo productivo, es sencillamente un problema de oferta y demanda. España fabrica muchos licenciados y muy pocos técnicos. Y es difícil la reconversión de los primeros en los segundos, aunque cada vez se da más frecuentemente el fenómeno de un licenciado que se matricula en FP para tener un oficio. Estaría bien conocer la estadística, pero no se si existe, aunque la conclusión es evidente: una dilapidación del dinero público por una mala planificación.

Considerando que la mayor parte de los licenciados lo son por universidades públicas, donde el interesado paga únicamente el 20% del coste total de su formación (y esa también es otra pata del problema), el problema se atajaría en la oferta, cancelando titulaciones. El problema es que se han creado Universidades, y sus departamentos inherentes, con su buena cantidad de funcionarios en categorías que van desde Catedrático de Derecho Internacional Público en la Universidad de Huelva con Profesor Asociado. Evidentemente, no se pueden despedir, por esas cosas del Derecho Administrativo.

La solución sería a largo plazo: no convocar más plazas y dejar que se vayan extinguiendo, pero ninguna CC.AA querrá que le cierren su preciosa Universidad, a pesar del sumidero de recursos que supone. Las Universidades han llegado y ahí se van a quedar: ahora con la caída de la natalidad algunas lo están pasando francamente mal para lograr una matrícula digna, pero les da igual. Como no se rigen por criterios de mercado, sino por la pura y dura subvención pública que no rinde cuentas, seguirán pidiendo fondos para compensar la caída de matrículas, en vez de hacer un ERE como sería lo lógico.

Y si no se puede actuar desde la oferta, y la demanda es difícil que se active (¡cambio de modelo productivo! ¿Cúantas generaciones lleva eso? ¿Ese cambio hará que se asuman todos los licenciados en Derecho?) esto tiene una solución muy difícil. Al Estado, al parecer, le salen las cuentas: por cada euro invertido en Educación a lo largo de todas las etapas formativas -tengan en cuenta que la educación es obligatoria hasta los 16 años, y lo paga el Estado- dicen que vuelven tres al erario público.

Cada titulado superior acaba pagando al fisco, a lo largo de su vida laboral, una media de 141.000 euros en impuestos, el doble de lo que ha costado su formación. En el resto de la OCDE es el triple, pero aquí se cotiza menos. El dato tiene trampa, porque muchos de esos titulados superiores, como se ha explicado más arriba, se acaban colocando -y el proceso va a seguir así mucho tiempo- en puestos de categoría inferior y, consecuentemente, con bases de cotización inferiores. Pero bueno, no le quitemos la ilusión a algunos, que se atreven a afirmar muy alegremente que "los universitarios son rentables".

Así, en general, es mentira. Menos universitarios y más formados son más rentables. Más técnicos y con cualificaciones más acordes al mercado laboral son también más rentables. No parece que sea la situación de España. De hecho, en el Doctorado el panorama es desolador. En España mucha gente se engancha al Doctorado como continuación a su licenciatura porque, como no aprende una profesión y su única profesión es estudiante a tiempo completo -la media de españoles que compatibilizan estudios y trabajo es muy baja, al revés de otros países con una cultura de trabajo más asentada-, parece la opción más lógica. También por su bajo precio.

Bueno, que cada uno haga con su tiempo lo que quiera. El problema es cuando son estudiantes de doctorado becados, bien sea con las becas FPI o FPU, de formación de personal investigador o de formación de personal universitario. Únicamente un 45% del total de los agraciados con una FPI (cuatro años a una media de 1.350 euros mensuales, matrícula gratis: una pasta para el Estado) acaba presentando la tesis. Y en FPU, sólo el 38%. Lo pueden leer aquí. 2.000 becas al año.

Y eso que el estudio contempla hasta 5 años desde que inician el proceso, esto es: un año suplementario a lo normal. La medida más normal sería que estos caraduras devolviesen el dinero con el que el Estado les ha pagado sus vacaciones en la gran ciudad, sus viajecitos de ejecutivo a congresos y todo eso, pero no parece que vaya a ser así. Esto es consecuencia de la subvención pública: en España hay un acendrada tradición de atacar el sistema de estudiar por créditos bancarios de los países anglosajones, pero precisamente el saber que te estás jugando tus futuros ingresos hace que seas más responsable con lo que te estás jugando. Evidentemente, cuando el dinero no es tuyo, se logran esos porcentajes de fracaso del 55% y del 62%, que tienen cojones.

No siempre se puede llegar a una conclusión académica, pero cuando ya vas becado tienes el camino expedito para presentar la tesis. Casi siempre, cum laude por unanimidad. No parece que sea así, o que al doctorando le interesa acabar. Y el que acaba, a mendigar hasta la cuarentena un puesto fijo. O emigrar, con lo que estaríamos formando a gente que después aplicará esos conocimientos, y cotizará, fuera de nuestro país. Como ven, un sistema brillante y magníficamente planificado.

Como esto es una vergüenza y un despropósito, una de las medidas que quiere tomar el Ministerio es reducir el periodo de Doctorado a tres años. Eso acortaría la agonía, lo que no está nada mal, pero de nuevo se sigue sin abordar que si se sigue con 2.000 becas al año el mercado no va a poder asumirlos. También dejar la calificación en "apto" o "cum laude", porque ya era un cachondeo. Sólo son parches, porque la única solución es reducir la oferta: que sólo hagan el Doctorado los más brillantes, cosa que ahora no pasa, dado que a todo el mundo le asusta que le ponga la etiqueta de elitista, cuando lo único que se quiere es ser más eficiente.

Al final hay que ir a la cuestión de fondo. ¿Para que quiere España tantos licenciados? ¿Los necesita? ¿Para que quiere formar científicos? El sistema es ruinoso en sus objetivos y resultados, y ni siquiera queda el consuelo de que esté formando mejores ciudadanos, porque no creo que pueda ser mejor ciudadano alguien que considera que le tiene que estar esperando una plaza de trabajo en propiedad, aspiración final no confesada de todos los que se meten en estos berenjenales.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Buf, lo de las becas predoctorales es acojonante. Yo soy uno de los agraciados y seré uno más de los que engrose la lista de los que NO presentan la tesis (esto ya es seguro). Soy (fui) un alumno brillante de ingeniería (si medimos la brillantez por las calificaciones y la opinión general del profesorado) y caí en una facultad de matemáticas con mi beca (la competencia es grande y hay que echar fichas a lo que salga).
La responsabilidad de los fracasos, como casi siempre, compartida. Cuando empiezas (y, casi casi, durante toda loa beca) estás como un pulpo en un garaje, pero si tu director pasa de ti y no te dirige, esperando que un día llegues con la tesis ya escrita para poner su nombre, entonces se jodió la cosa definitivamente.
Yo barro para casa y digo que el porcentaje de culpa mayor lo tienen los supuestos "científicos" que la mayoría tenemos por tutores. Lo que hace falta (por favor, que no se tome esto de manera literas) es una purga tipo Stalin: todo el profesorado de la vieja escuela (mayores de 40-45 años), a su puta casa, todos despedidos. Pasaríamos 20 años de desierto científico pero, tal y como estamos ahora, no podemos hundirnos más en la mierda. Como cantaba Paco Ibáñez "estamos tocando el fondo/seguimos tocando el fondo".

MC12 dijo...

En líneas generales estoy de acuerdo con tu opinión; me gustaría saber que piensas del dichoso EEES. ¡Ah! y por cierto, soy estudiante universitario.

Anónimo dijo...

Me gusta :-)

Aqui hablan del tema i con razonamientos similares al tuyo.


http://rac1.org/versio/podcasts/economia-6/


MP

Anónimo dijo...

¿Para qué queremos licenciados? Para que escriban interesantes blogs y mantengan el grado de inconformismo en un nivel aceptable...Algún tipo de rentabilidad en sentido amplío cabrá esperar de esto, Sergio.

Borf dijo...

Muy buen post Sergio, creo que encaja muy bien en el concepto de Política Menor, esos asuntos gestionados desde la política (que no políticos) que no generan titulares y interés, y por lo tanto son "menores", cuando en realidad son bastante importantes.

Y el post toca muchos temas diversos, estando de acuerdo en casi todo.

Respecto a lo de cada región y cada ciudad con su propia universidad, también tenemos el paradigma de cada partido teniendo su universidad, como demuestra la aglomeración en el sur de Madrid o en Levante…

Lo de gastar pasta para formar gente que luego se va fuera y no retorna esa inversión en quien la hizo, tengo que citar una frase que me llego al alma de nuestro querido presidente regional: “Antes marchaban sólo con una maletuca, por lo menos ahora marchan con un portátil debajo del brazo…”

En cuanto a la tasa de fracaso de los FPU+FPI, flipo con los números (yo fui uno de ellos).

Finalmente, respecto a la desproporción entre oferta y demanda de titulados superiores, creo que una parte importante de la culpa, y relacionado con el desprestigio de la FP, está en la tara de nuestros progenitores que vivieron tiempos peores en los que la educación superior no estaba al alcance de todos. Y, queriendo legítimamente un futuro mejor para sus hijos, creían que eso lo conseguirían a través de un título. Y ahí entra también en juego lo que yo llamo el gran fracaso de la educación secundaria: se centra en “dotar de competencias” (usando la jerga logse) a la juventud, pero sin saber para qué. Es como si te dan unas tenazas y un destornillador, pero tú ni siquiera te has planteado para que lo quieres. Así que te pones a hacer algo con ello, aunque sea pellizcarte los cojones… Yo creo que la educación secundaria debiera no solo proporcionar herramientas básicas para el futuro laboral o simplemente como ciudadano, sino lograr que cada uno descubra dentro de sí que es lo que quiere hacer en ese futuro; para qué usar esas herramientas; que quiere hacer con su vida, pero de verdad. Y decidir que camino seguir en base a eso, no en base a que la universidad es “mejor” y que a FP solo van los “tontos”. El gran fracaso de la educación, ya digo…

Borf dijo...

Muy buen post Sergio, creo que encaja muy bien en el concepto de Política Menor, esos asuntos gestionados desde la política (que no políticos) que no generan titulares y interés, y por lo tanto son "menores", cuando en realidad son bastante importantes.

Y el post toca muchos temas diversos, estando de acuerdo en casi todo.

Respecto a lo de cada región y cada ciudad con su propia universidad, también tenemos el paradigma de cada partido teniendo su universidad, como demuestra la aglomeración en el sur de Madrid o en Levante…

Lo de gastar pasta para formar gente que luego se va fuera y no retorna esa inversión en quien la hizo, tengo que citar una frase que me llego al alma de nuestro querido presidente regional: “Antes marchaban sólo con una maletuca, por lo menos ahora marchan con un portátil debajo del brazo…”

(continúa)

Borf dijo...

(continuación)

En cuanto a la tasa de fracaso de los FPU+FPI, flipo con los números (yo fui uno de ellos).

Finalmente, respecto a la desproporción entre oferta y demanda de titulados superiores, creo que una parte importante de la culpa, y relacionado con el desprestigio de la FP, está en la tara de nuestros progenitores que vivieron tiempos peores en los que la educación superior no estaba al alcance de todos. Y, queriendo legítimamente un futuro mejor para sus hijos, creían que eso lo conseguirían a través de un título. Y ahí entra también en juego lo que yo llamo el gran fracaso de la educación secundaria: se centra en “dotar de competencias” (usando la jerga logse) a la juventud, pero sin saber para qué. Es como si te dan unas tenazas y un destornillador, pero tú ni siquiera te has planteado para que lo quieres. Así que te pones a hacer algo con ello, aunque sea pellizcarte los cojones… Yo creo que la educación secundaria debiera no solo proporcionar herramientas básicas para el futuro laboral o simplemente como ciudadano, sino lograr que cada uno descubra dentro de sí que es lo que quiere hacer en ese futuro; para qué usar esas herramientas; que quiere hacer con su vida, pero de verdad. Y decidir que camino seguir en base a eso, no en base a que la universidad es “mejor” y que a FP solo van los “tontos”. El gran fracaso de la educación, ya digo…

Anónimo dijo...

Para mí la receta no sería aumentar el precio de la matrícula universitaria, sino reducir el número de universidades y reducir también el número de plazas disponible en las restantes. En los Países Bajos la universidad es gratuita y la tasa de fracaso es menor que en España, además de que a pesar de que sea gratis hay menos gente que acude a estudiar una carrera universitaria.

Cuentas el ejemplo de Derecho en el Levante, pero lo de "Empresariales" no le va a la zaga. Cada provincia tiene una facultad pública, si no dos; el caso de Madrid es ya demencial.

Lo de la FP es algo increíble. Para mí el problema son los políticos al frente de los departamentos de Educación, que son casi todos del mundo de las letras y las humanidades y tienen muy poco conocimiento de las necesidades reales de las empresas. A la FP no se la quiere prestigiar y en dos décadas se han cambiado los planes media docena de veces: el superior que se hace después del bachillerato dura ahora menos que su equivalente previo. Conozco a un ingeniero que da clases en un centro público de FP y se come las tripas con el trato de los gobernantes, especialmente si se compara con otros países de la UE.

Lo de los Doctorados es ya un cachondeo. Y lo de las "colocaciones" de los que preparan su tesis como profesores asociados por la puerta de atrás un escándalo, igual que todo lo que rodea los departamentos y las contrataciones.

Por último, una cosilla: con la última reforma de la ESO y la división en ramas según el interés del alumno o sus padres, uno puede acabar la educación obligatoria sin haber estudiado conceptos científicos básicos como los descubrimientos de Newton y Darwin, o sin saber qué es realmente el ADN (aparte de algo que aparece en CSI) o la tabla periódica, porque puede elegir latín y otras humanidades que le pongan directamente enfilado a estudiar Derecho o alguna otra cosa de Letras.

Los dirigentes educativos españoles no tienen ningún interés en la ciencia, y así abonamos el terreno para que surjan engendros creacionistas, pulseras powerbalance y demás. Y un aplauso al CSIC, que tan brillantemente está defendiendo la ciencia en este país (¿o era sólo su financiación?).

PD: gran post, Sergio. Cuando aciertas también se valora.

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Anónimo: realmente, el término "caradura" es exagerado y no he tenido en cuenta tu caso, harto frecuente. Especialmente en biomédicas, física o química te cae un director de tesis que sólo quiere que hagas experimentos sin resultados.

Anónimo: grado de inconformismo...uhm, creo que se encuentra mejor en otros ámbitos, estoy pensando en la recuperación del "quinqui" como icono juvenil...y no son precisamente universitarios...

Borf: lo de las Universidades políticas daría para mucho, y como la Carlos III le ha ganado la partida a la Juan Carlos I por goleada salvaje...

Evidentemente, la formación de la generación que nos precedió era muy inferior, y el salto dado es abrumador. Son temas todos muy amplios que espero volver a tratar.

Anónimo: bueno, el caso de Holanda influye también lo dinámico de su mercado laboral, donde el part-time está muy extendido y puedes vivir dignamente trabajando cuatro horas al día, o cuatro días a la semana. Como para ir a la Universidad...

De acuerdo en todo lo demás, ya digo que son temas que dan para mucho...

David Barreiro dijo...

Me interesa mucho tu teoría sobre la obsesión por estudiar Derecho.
Yo, sinceramente, no me lo explico.

Anónimo dijo...

La idea de la universidad pública- subvencionada- como garantía de la igualdad de oportunidades y mecanismo esencial de movilidad social es muy querida para la progresía; el modelo de universidad privada alternativo en España es para echarse a llorar, titulaciones ad hoc para cretinos con pedigrí, para muestra:
http://www.ucjc.edu/index.php?section=estudios/titulaciones/Carreras-universitarias-areas/Arquitectura-Design-Tecnologia

Infierno del Norte dijo...

X muchas cosas q haya q corregir en el sitema educativo español, a mi el hecho de empezar recortando las inversiones por temas como este -o por la salud como comentabas en un post anterior- me chirría bastante.

La gestión de las inversiones públicas está más q visto q muchas veces no se hace con la diligencia con la q se haría si hablásemos de dinero privado, xo la solución no pasa por eliminarlas, la solución pasa por revisar los procesos para hacer éstos más eficientes.

El exceso de universidades es de dificil solución, xo repito, se me ocurren unas cuantas partidas q recortaría antes de tocar esta. Me parece un privilegio vivir en un país en el q el que quiera estudiar en la universidad pueda hacerlo sin tener q hipotecar a su familia , ¿qué hay gente q se aprovecha?, seguro, pero creo q eso se podría corregir sin cambiar el modelo completo.

Me parece bastante más importante y urgente tomar medidas para cambiar el modelo productivo xq si algo está mas q demostrado es q el q tenemos en la actualidad volverá a meternos en el pozo -si es q alguna vez conseguimos salir- .

Guiller dijo...

David, hace años se decía que una licenciado en Derecho se podía colocar de lo que quisiera; oposiciones, director de sucursal en una entidad bancaria, cualquier puesto de directivo en una empresa... que ni el 5% de los licenciados en Derecho acababan ejerciendo porque había mil trabajos mejores.
No se si en algún momento fue así, pero al acabar la carrera me encontré que para opositar no era requisito la licenciatura en derecho, ni siquiera las de justicia, y ahí se apuntaba todo dios; los bancos querían licenciados en económicas, las empresas querían ingenieros, los departamentos de RRHH preferían un técnico con alguna formación específica, Prevencion de riesgos laborales, Ley de protección de datos o similar, que no un licenciado en derecho que no hubiera dedicado ni un trimestre al tema, y al final, al licenciado en derecho, con suerte le cogían de pasante en algún despacho, e intentar ser abogado, algo que ni el 80% pensaba al empezar la carrera.
La mitad de compañeros de promoción acabaron de comerciales de algo, montaron una asesoría (con un par, ya que de fiscal poco se enseña en la carrera) o otros, como yo, acabaron en alguna empresa haciendo informes para lo que de nada sirve la licenciatura en derecho..
Creo que ahora mismo hay un bajonazo en las facultades de derecho de impresión...parece que han espabilado...

David Barreiro dijo...

Entonces, Guiler, es el momento de hacer Derecho, ¿no?

Sergio dijo...

Al hilo de lo que venimos hablando

http://www.elcomerciodigital.com/20100912/asturias/crisis-incrementa-matriculas-derecho-201009121234.html

Anónimo dijo...

En términos generales estoy bastante de acuerdo, quizá habría que preguntarse más sobre el por qué ese miedo a las élites que esbozas al final. Desde luego en este pais lo hay porque si no no me explico el empeño que ha tenido el gobierno en fusionar ingenierías técnicas y superiores por ejemplo...
Otro apunte, en otros países estudiar derecho significa ser la élite del país maldita manía con estudiar a toda costa que tenemos aquí...

Anónimo dijo...

David, si, tal vez sea el momento, pero solo si quieres ejercer... a cambio en lugar de pegarte con 400 solo te pegaras con 80...

En mis tiempos había ostias por entrar en Deusto; ahora se tienen que anunciar en prensa y radio..