miércoles, 12 de marzo de 2008

El socialismo vasco pide paso

En la noche electoral, Llamazares habló de "tsunami bipartidista". El auténtico tsunami sucedió en el País Vasco, y no refiero a la combinación de temporal y marea alta que ha destrozado el frente marítimo de San Sebastián, Zarautz o el espigón de Bermeo. Fue una ola gigante que ha dejado al PNV en mínimos históricos, y también al resto de partidos con los que gobiernan.

El PNV ha perdido 118.000 votos, y en el conjunto nacional le supera incluso UPD. Esa cantidad de votos, y en un electorado como el vasco, es una sangría equivalente a que el PSOE o el PP perdiesen 2´5 millones de votos en el contexto nacional: ha pasado de contar con 420.000 a poco más de 300.000. Por su parte, EA, que es un partido surgido de una escisión del PNV en los años 80, ha pasado de contar con 80.000 votos a quedarse en 50.000, perdiendo su escaño. Después hablan de descalabro de IU y Esquerra, pero es que lo de EA es de traca. Y Ezker Batua ha perdido ¡la mitad de sus votos! ¡Han pasado de 102.000 a 50.000!. El electorado castiga al llamado tripartito vasco, y lo castiga durísimamente, sin paliativos.

No han sido los únicos. El PP vasco, que es un partido que vivió sus jornadas de gloria en la repugnante y nausebunda pinza con el PSE de Redondo Terreros en las autonómicas de 2001, vuelve a desangrarse. María San Gil, como si la cosa no fuese con ella, sigue sonriendo con su licenciatura en Filología Bíblica Trilingüe. Pierde 29.000 votos. Aralar, la alternativa nacionalista moderada sin representación, también pierde 9.000 votos. Y, significativamente, UPD solo obtiene el 0´94% de los votos, por debajo de la media nacional de 1´4%, porque por esos pagos saben perfectamente de la trayectoria de Rosa Díez, que ha pasado de increpadora a llorar cuando la increpan. Repasemos: los partidos nacionalistas, socios y PP han perdido 237.000 votos.

¿Y cuantos ha ganado el PSE? 86.000 votos. Una sencilla resta hará que algún analista se pregunte a dónde han ido a parar 141.000 votos (restados los 10.000 de UPD), pero lo que más le gusta a los analistas es hablar de "trasvase de votos al PSE". Y un cuerno. Son más los votos que se han quedado por el camino que los que han ido al partido que ha ganado a nivel estatal las elecciones. No caigan en esa trampa cuando se la planteen. La conclusión más evidente es que la mayoría del electorado vasco apoya la política seguida por el PSOE y el PSE en estos últimos cuatro años. Ya saben cual es, la misma por la querían enchironar a Patxi López solo por el simple hecho de sentarse en la misma mesa que representantes de ANV. La misma por la que le cruzaron un tiro a Isaías el de Mondragón hace menos de una semana, porque esas políticas de fuego tienen dos caras.

Al electorado no parece importarle. Han mantenido su apoyo al PSE, que tiene una trayectoria ascendente que dura ya bastantes años, y se lo han quitado, más masivamente que un trasvase de votos al enemigo, a los de los pactos locales con ANV, los del plan Ibarretxe y los de Dios y tradición, que tiene cojones la cosa. El PSE gana en Vizcaya, una de las cunas históricas del socialismo en España, conquistando Bilbao y toda su área urbana, menos Getxo (eso ya sería de traca y Gargantúa). En Álava saca el 40% de los votos, diez puntos más que en 2004. Y en Guipúzcua llega al 39%, subiendo trece puntos, que se dice pronto. Esto es un tsunami electoral, y lo demás meras aproximaciones.

El socialismo vasco sólo aportó una cara al ejecutivo 2004-2008. Fue Javier Rojo, presidente del Senado, alavés. Si, es la tercera representación del Estado por orden jerárquico, después del Rey y el Presidente del Gobierno, pero ya saben lo que cuenta el Senado (por cierto, el PNV pasa de siete senadores a tres, y ahí no dimite ni Dios). Demasiado poco. Este lunes Pedro Piqueras preguntó a ZP, en su primera entrevista tras la reeleción, si pensaba gratificar al PSE por su magnífico resultado. El presidente se quedó en silencio, sonriendo, y como preguntando con la mirada al periodista, en plan "que joputa, como me ha pillado", para después pasar a decir las típicas respuestas esquivas de político profesional, no de Pizarro.

Patxi López tiene su misión en el País Vasco, la de ser el primer lehendakari no del PNV; Eduardo Madina, que llegará a Presidente del Gobierno, está demasiado tierno; en la foto ven a Ramón Jaúregui, que ha tenido mucha presencia en la campaña, y muy buena. La imagen con Soraya Saénz de Santamaría no está forzada: la política no es solo dientes y colmillos. Hay políticos que caen bien y no desatan odio. He aquí a un nuevo Ministro. Al tiempo.

7 comentarios:

Iñaki dijo...

Coincido en todo contigo, porque es que la situación es esa. Y lo mejor/peor es que ayer ya salió Urkullu diciendo que de retirar el Plan de Juanjo I de Euskadi nada, que adelante con los faroles. Pues bien, que sigan, que sigan...

EA, como decía el lunes en un magnífico artículo en El Correo Andoni Unzalu ("Un país sin alma"), es un partido en fase de liquidación. EB es un bluff. Lo del fracaso de Aralar jamás lo entenderé: les ponen una opción idéntica pero que no mata y ellos erre que erre a la que mata.

Yo auguro un resultado mucho más ajustado en Euskadi para las autonómicas, pero no olvidemos una cosa: en Vizcaya se recuperará el PNV sin duda, a costa de cargarse lo que queda de EA, igual que en Gipuzkoa, donde les veo empatados (eso si no empieza una campaña de atentados contra socialistas como me temo va a ocurrir, porque entonces la gente le daría la espalda definitivamente al PNV), peor en Álava (donde se reparte el mismo número de escaños para el parlamento vasco) el PSE le DOBLA en votos a la suma PNV-EA. Ibarretxe tiene un serio problema ys su solución es seguir pedaleando... jamás he conocido a nadie tan tozudo como este sujeto.

Anónimo dijo...

No haces mención a la importante subida de la abstención, que es ahí donde ha estado la clave de estas elecciones. En Gipuzkoa la abstención ha subido del 27 al 42%. Y eso que estuvieron rogando que se fuese a votar después del asesinato.

La conclusión es muy clara. El voto constitucionalista se movilizó masivamente y votó al PSE. El voto nacionalista sin embargo se quedó en casa por las siguientes razones:

En el País Vasco es bastante más difícil movilizar al electorado nacionalista para unas elecciones generales, y más con el tsunami bipartidista que ha habido. Hay que decir que ha sido escandalosa la actitud que ha tenido TVE.

Y por otro lado la izquierda abertzale pidió la abstención, por lo que en muchos sitios solo fueron a votar los nacionalistas “legales” que están muy metidos en la política y los constitucionalistas. Estos dos grupos están muy diferenciados y todos saben claramente cada persona conocida a qué bloque pertenece. Dentro del bloque de los nacionalistas están los de HB y los demás, pero hay mucha gente del PNV, EA, Aralar o IU que para pasar más desapercibida se ha quedado en casa, porque si vas a votar ya saben que más o menos que has votado. Si no es imposible explicar a donde han ido los votos de EA, Aralar… No sé si me habéis entendido.

La gente no tiene ni idea de los planes de Ibarretxe ni siquiera lo que es el tripartito. La clave no ha estado ahí.

Sergio dijo...

Muchas gracias por vuestros razonados argumentos. Iñaki: EA está en liquidación, sí, pero la pregunta es como ha aguantado tanto una escisión de un partido ya de por sí pequeño. Yo también creo que lo de Vizcaya es coyuntural, pero no deja de ser un hito, especialmente lo de Bilbao. Lo de Álava no tiene nombre.

Anónimo: si, la abstención es un dato a tener en cuenta. Por eso se pide el voto, porque si no lo cuentan los demás por tí. Es cierto que desde una óptica nacionalista, las elecciones estatales no tienen que importar (es como reconocer ese estado), pero lo cierto es que han peleado por poder estar, que ya es curioso.

Ahora bien, en mi post argumento que los partidos que no pidieron la abstención (PNV, PP, EB, EA, Aralar) han visto como perdían sus votos, en el caso de EB, la mitad de ellos. ¿Sus votantes han hecho caso de la amenaza/recomendación de la izquierda abertzale? Ya tendría narices.

En estas elecciones ha habido un trasiego inexplicable de 140.000 votos. Se calcula que los votantes de las diferentes marcas electorales de Batasuna no pasan de 130.000, aunque es difícil calcularlo porque la Ley de Partidos impide medir el peso real. La abstención es importante, pero me da que en este caso están haciendo cábalas y números también los que no se presentaron, además de contando votos que no se han ejercido.

Claro, que tu mismo das la explicación en la parte final de tu comentario....que triste todo.

Anónimo dijo...

La petición de la abstención ha podido influir mucho como dice el anterior anónimo.

Se puede dar el caso de personas que "yendo de abertzales" voten a otros partidos por no sentir simpatías con el terrorismo.

En las anteriores generales el entorno proetarra pidió el voto nulo (al final un 7,69%) pero como nadie comprobaba lo que llevaba cada uno en el sobre pudo haber mucha gente que votara, por ejemplo, al PNV a EA o a EB.
El domingo, sin embargo, al haber una solicitud de abstención muchas de esas personas no votaron por temor a ser señalados.

Anónimo dijo...

Desde luego, en las Autonómicas el resultado será diferente. Decir que el PNV subirá en Bizkaia a costa de EA es no tener ni idea. No hay duda de que se reeditará el bipartito, Pero es que aunque no se reeditara, EA es un partido casi guipuzcoano, sin ningún peso en Bizkaia y Araba. En las Autonómicas PNV-EA será primera en Bizkaia, primera en Gipuzkoa si sigue sin poder presentarse HB, y tercera en Araba. Los resultados serán peores que en las últimas autonómicas, pero mucho mejores que los de las generales.
Para el PSE es un problema ganar las autonómicas, porque el pacto con el PP sería muy mal visto por una gran mayoría de sus votantes, y con el PNV es muy complicado mientras siga adelante el Plan Ibarretxe. Será interesante ver cómo el PNV se quita de encima ese Plan Lastre, porque, además de confictivo, es un plan sin ningún futuro. El referendum que Ibarretxe quiere convocar no sólo no tiene validez legal, lo cual es un gran escollo, pero superable, sino que no tendrá validez política, ya que el PP y el PSOE (y tal vez HB) lo boicotearán.

Xabier

Iñaki dijo...

Xabier:

EA en Bizkaia sacó un 6% en las últimas autonómicas. Entre los votos que se fueron al PSE por ser generales, la altísima abstención de las autonómicas que perjudica especialmente al PSE (todos los demás votos suelen ser más fieles) y que el PNV se movilizará a muerte, ganará en Bizkaia. Pero, entre otras cuestiones, terminará de cargarse a EA, que desaparecerá definitivamente del mapa.

El problema del PSE si gana es con quién pacta, de acuerdo,porque tenemos una EB menesterosa y patética pidiendo, suplicando cargos al PNV. Pero el problema del PNV de Ibarretxe se llama Álava. No puedes pretender gobernar tres territorios existiendo uno en el que te estás yendo cuesta abajo y sin frenos. Así que el problema del PNV es, en mi opinión, bastante más jodido.

Y lo de Gipuzkoa...ufff. yo no apostaría un solo euro a que haya más de 1 punto de diferencia entre PSE y PNV. En primer lugar, ZP se va a volar con Euskadi, porque le debe buena parte de su victoria. En segundo lugar, el "caso Bravo" de fraude masivo en la hacienda de Gipuzkoa va a seguir haciendo daño. En tercer lugar, los de HB empiezan a odiar casi tanto como al PSE al PNV.

Serán unas autonómicas apasionantes.

Anónimo dijo...

EA en las autonómicas se presentó junto al PNV. Por lo tanto, no sé de dónde sacas el dato de sus votos.

¿Altisima abstención en las autonómicas?

Creo que hablas de los 90, porque si no, no se explica. En las últimas autonómicas suele rondar el 30% algo normal. De altísima, nada. Eso de la abstención del voto no nacionalista se desmontó en el 2001 con Oreja y Terreros, a los que una mayor participación (79%) perjudicó para asombro de los analistas políticos de Madrid, anilistas voluntariosos, pero de escasos conocimientos.

PNV-EA ha tenido épocas más duras en Araba. De hecho, en las últimas autonómicas se movió bastante a la par que el PP y el PSOE (creo que fue segunda fuerza incluso).

Las matemáticas de las autonómicas suelen ser que el partido nacional que manda en España (hoy el PSOE) obtenga unos 18 parlamentarios y el otro (hoy el PP) unos 14.

La mayoría absoluta es 38. Sólo habrá alguna novedad si la suma PP-PSOE llega a ese número, algo imposible hasta ahora, y que será más difícil sin una candidatura de la izquierda abertzale, porque, en ese caso, parte de su voto se moviliza hacia un PNV-EA de Ibarretxe, amen de que el partido más votado (y, en esas circunstancias el bipartito PNV-EA lo será en Bizkaia y Gipuzkoa) sale beneficiado por el sistema electoral.

Xabier