viernes, 16 de noviembre de 2018

Vivir de vender libros en un agujero del mundo

En el fondo y la forma el libro es uno de más de esa enraizada tradición británica de vida de pueblo. Si han visto cualquier sitcom o leído cualquier libro del género están todos los tópicos: un personaje central, una ubicación muy circunscrita y una plétora de personajes que pululan, a cada cual más estrafalario o exagerado.

La diferencia de este libro (Diario de un librero, Shaun Bytell) es que es un diario, y está basado en experiencias reales. Se estructura sin ningún tipo de añadido: a cada mes sigue una cita del maravilloso librito de Orwell de sus propias experiencias como librero, y cada entrada de los días viene con el esquema de "Pedidos por Internet-Libros encontrados" seguido al final por un "Recaudacion-clientes".

El interés está en las reflexiones que pone el autor, que adquirió una librería de viejo en 2001, por explicar cómo se desarrolla su negocio, y los problemas que afronta. Evidentemente, con eso no es suficiente para lograr un best seller (género que detesta, por cierto), y me imagino que el éxito se deba más bien a sus destempladas opiniones sobre los clientes y su descripción de la country life en lo que es "la zona más abandonada de Escocia".

Wigtown y la comarca de Galloway están más cerca de Irlanda que de Glasgow o Edimburgo, y demasiado alejados de las vías de comunicación entre Inglaterra y Escocia. Ni siquiera en la Edad del Oro del tren, que tapizó todo el país, ninguna línea se trazó por la zona occidental. Es en muchos sentidos un paraíso, como toda la región.

De manera bastante improbable, y copiando el modelo de Hay-on-Wine, se nombró a Wigtown "ciudad del libro", una iniciativa que en España se ha reservado para Urueña, un pueblo de mala muerte en Valladolid y donde no merece la pena detenerse jamás. Lo que era un pueblo renqueante desde los años ochenta se convirtió en un sitio con un festival literario, un puñado de librerías de viejo y cierta "presencia".

El libro-diario trata de eso: de la dificultad de sacar adelante un negocio así en un sitio así en plena era de Internet, Amazon y el comercio online. Muchas reflexiones son punzantes, y ninguna se enreda demasiado: el estilo es conciso y va directo al centro del problema, y esa es su mayor virtud. Al margen de lugares comunes al alcance de todos (la falta de relevo generacional, cómo la gente cree que tiene tesoros y sólo tiene basura) son especialmente interesantes sus apuntes sobre las tiradas, la valoración de un libro y las historias que puede tener detras.

La impresión general que deja el autor, que empezó en 2010 en Facebook a criticar a sus clientes, es que es el típico librero amargado, una figura casi legendaria. Es un poco un Narciso ante el espejo, porque aunque se entiende que le mosquee que le intenten regatear en el precio, no se entienden tanto esas apreciaciones sobre la indumentaria, la forma de hablar o el olor de la gente que,al fin y al cabo, se acercan a ese culo del mundo a mirar libros. 

Mención aparte merece la edición española, a cargo de Malpaso y con traducción de un tal Antonio Lozano. Apenas pilla los abundantes juegos de palabras y significados que usa el autor, a veces pone notas para explicar una bebida inglesa pero deja sin explicar que es el Irn Bru o da por hecho que todos los lectores saben que es Holyrood, y otras cosas más horripilantes como cuando, al hablar de los libros de los que se deshacen las bibliotecas usa la palabra "Descartado" -del inglés Discarted- en vez del correcto "Expurgo".

Es un mal muy extendido en el edición española -también hay erratas, por supuesto-, donde son abundantes los libros traducidos por dos o más personas, a cada cual más inculta y donde es fácil encontrar errores de personas poco familiarizadas con el tema o que directamente han olvidado lo que han traducido un puñado de páginas antes. Y no es cuestión de una editorial u otra: es un mal extendido.

Es un libro muy recomendable para cualquiera que sea aficionado a los papeles viejos, donde se verá reflejado en bastantes ocasiones. Por otra parte, aprovechen para ir Galloway y todos los pueblos que aparecen en el libro: me lo agradecerán.
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Maravillosa entrevista a los Bakic.
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Quieren recuperar la mayor laguna desecada de España. En su época se convirtieron en tierras de cultivo para evitar el paludismo, ahora no tiene sentido que sigan así.
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A pesar de ser millonaria a niveles de New York, recoge latas reciclabes cada día -y las convierte en dinero, unos 30 dólares- para "mantenerse en forma".
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¡Cuantas veces nos venden la patraña de que la frontera entre España y Portugal es la más antigua de Europa! ¡Un saludo a Olivenza! Pues resulta que hace nada han delimitado la frontera fluvial...
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"Asturias es la autonomía con mayor tasa de engaño a las aseguradoras"  
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Andalucía presumiendo de ser la única CC.AA donde el transporte escolar es totalmente gratuito. Presumiendo, sí.
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Un raro ejemplo de arquitectura contemporánea que alcanza un alto grado de protección, al menos en este país.
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En Suiza han hecho un túnel para AVE por donde no va a pasar ningún AVE. Ningún problema: ofrecerá un buen servicio, y solo mide 2 km....

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un poco un Narciso ante el espejo, porque aunque se entiende que le mosquee que le intenten regatear en el precio, no se entienden tanto esas apreciaciones sobre la indumentaria, la forma de hablar o el olor de la gente que,al fin y al cabo, se acercan a ese culo del mundo a mirar libros.

Ha sido leer esa frase y pensar que el autor del libro eras tú.

Con respecto a la traducción de "Discarted", que sería "discarded", no sé si en ese contexto se podría traducir por expurgar, ya que la palabra que suelen usar las bibliotecas para esos libros de los que se deshacen es "Withdrawn", como cualquiera que compre libros de segunda mano puede comprobar. Tambien a veces el menos prosaico texto "No longer property of ... Library". O en alemán "Mängelexemplar" (ejemplar con defectos) o "Ausgesondert" (apartado, descartado). Que sí, que en castellano podría haberlo traducido por expurgar. Bueno, tampoco es que esa palabra se utilice actualmente, y más teniendo en cuenta que posee connotaciones negativas aunque la definición de la RAE sea más o menos neutra.

Y sí, la frontera entre España y Portugal es la más antigua de Europa en términos generales. Este tipo de ajustes que se han hecho son de detalle, tal y como se hace en muchos sitios por las comisiones particulares al efecto. De las mediciones se encarga el Servicio Geográfico del Ejército

Anónimo dijo...

Lo mejor que se puede hacer con toda la arquitectura contemporánea es demolerla

Sergio dijo...

La diferencia es que yo no vendo cosas, y desde Hammurabi existe una cierta tradición y sentido común en tratar bien al cliente.

En cuanto a las fronteras, pues el "en términos generales" ya lo dice todo

23 dijo...

Relacionado: una biblioteca inglesa que nadie usa https://www.google.co.uk/amp/s/www.bbc.com/news/amp/uk-england-cumbria-46234480

Gracias por otro gran artículo.