miércoles, 9 de noviembre de 2016

Donald Trump, el triunfo que nadie vio

Magnífica viñeta sobre la candidata Clinton
Donald Trump, un palazzinaro -constructor, en maravillosa definición italiana para definir a esa subespecie de empresarios-, ha ganado las elecciones de EE.UU por el Partido Republicano, que vuelve al poder tras el paréntesis de Barack Obama, apenas un gran orador que en ocho años de mandato no ha acabado la Guerra de Irak, ni la de Afganistán, y ha alentado una peligrosisíma revuelta en países que, mal que bien, operaban bajo lógica estatal-westfaliana, como Siria o Libia.

Eso en política exterior, claro. La que nos afecta a nosotros, porque EE.UU es el centinela del mundo libre, que en absoluto en la mayoría del mundo. Sin embargo, el electorado de EE.UU vota bajo preceptos de política interna, igual que el de todos los países salvo en España en 2004, y aún con reservas, porque lo que pasó fue que la política exterior se convirtió en política interior.

En los últimos años ha florecido en España, además del enteradillo de siempre, la vil especie del politólogo, que no es más que un futurólogo con escasa formación -solo hace falta ver como son las facultades del ramo en este país-, un amplio campo que va desde el actual tertuliano estrella de Prisa, y secundariamente catedrático de la UAM, hasta los idiotas genuinamente españoles de Politikon, pasando por Belen Barreiro o la mismísima cúpula de Podemos.

Un plaga bíblica. Toda esta gente se basa en cuatro o cinco consignas de corte populista -lo mismo que dicen ver en candidatos políticos, pero nunca en sus aportaciones de tertulianos o comentaristas- y en no decir jamás cosas -aunque las piensen- que se desvie mucho del flow general, bien sea el marcado por el grupo mediático donde hacen sus deposiciones, el del departamento, o el del partido político donde aspiran a medrar.

Están limitados, por tanto, para prever -que es su trabajo, puesto que en gran medida son futurólogos como los economistas, y no tanto analizar- los diferentes escenarios posibles. ¿Quien en el panorama mediático español apostaba por una victoria clara de Trump, como finalmente ha pasado con un contundente 276 frente a 218 votos electorales? Nadie, porque el seguimiento de la campaña se ha basado en reproducir las groserías de Trump, en enviar a corresponsales a su enésima visita a Detroit y en eso de que Hillary Clinton es mujer, algo que ve cualquiera.

Trump ha ganado viniendo políticamente de la nada, algo muy bien visto por el electorado americano, un país que desde su fundación ha premiado ese tipo de trayectorias, al menos mucho más que pertenecer a una dinastía como los Bush -recuerden que uno de los derrotados en las primarias republicanas fue Jeb, el hermano de George Bush, que llegó a gobernador de Florida-, la trágica de los Kennedy o lo que intentaban ahora con los Clinton: que la exprimera dama y exsecretaria de Estado fuese presidente de los EE.UU.

Es una historia muy americana. En Demolition Man, una película injustamente olvidada y ambientada en un futuro idealizado, el personaje principal interpretado por Sylvester Stallone se despierta después de un montón de año hibernado, y se sorprende al ver un cartel electoral donde Arnold Schwarzenegger es el presidente de EE.UU. Es una película rodada mucho antes de que se convirtiese en Gobernador de California, pero que capta perfectamente el posibilismo americano, ese que hizo de un actor como Reagan presidente, o a un luchador de lucha libre gobernador de Minnessota.

Trump, a pesar de los esfuerzos de la propaganda, era presidenciable. Encaja perfectamente con ese gusto por lo grotesco de los americanos, y encima tenía enfrente a la mejor rival posible, una persona repugnante a la que todos los grandes medios americanos han hecho la corte -todos, incluso los conservadores Washington Post o Wall Street Journal- y responsable directa de torturas a detenidos, una práctica de la que no se puede acusar a Trump.

De todo lo demás ha sido acusado: mujeriego, explotador de trabajadores, racista, agente del KGB -¡se lo juro! ¡Y hasta en medios como el londinense The Economist-, que si el Zutabe del Ku-Kux-Klan lo apoyaba, corruptor de menores, y todo en una orquestada campaña típica del circo electoral estadounidense, y siempre con la consigna de que es un "populista", como si hubiese organizado en persona el Obamacare que quería continuar la Clinton, y que ahora se enfrenta a su desaparición, como gran parte del ridículo legado de Barack Obama.

La victoria de Trump ha sido fruto de varios factores, que seguramente vuestro politólogo de cabecera ya está preparando para su intervención de esta tarde -copiando de medios de internacionales, nunca pensando por sí mismo-, pero los principales son estos: ha conseguido retener gran parte del electorado tradicional republicano -las únicas defecciones fueron precisamente de cabecillas, y bastante irrelevantes como Powell o Condolezza Rice- y ha conseguido atraer a ese americano anti-establishment, que se ha visto insultado durante TODA LA CAMPAÑA por no haber sido educado en Yale como la Clinton, y que se siente más identificado con alguien como Trump -al que le gustan las mujeres guapas y el dinero, como a la inmensa mayoría- que con la torturadora.

Ahora queda la resaca, que va a ser grande. Entre las promesas electorales de Trump se encuentran las realizables -como el muro en la frontera con México- y las irrealizables -como volver a abrir los astilleros de Philadelphia- y la mayor amenaza para nosotros, que al fin y al cabo es lo que cuenta en lo que son las elecciones de otro país que dista miles de kilómetros: la promesa de Trump de hacer un repliegue del paraguas militar estadounidense.

¿Cómo? ¡Pero si es republicano! ¡Mi medio de propagana me ha dicho que son imperialistas y que les gusta la guerra! ¡Que les apoya la industria militar! Sí, si, pero no. En el pensamiento político americano siempre ha existido la pulsión al aislamiento, favorecido por su envidiable posición geoestratégica -al norte, un país primo hermano, al sur, un país que vive en otro siglo, al este y al oeste, los dos mayores oceános del mundo-, y es algo que se ve tanto en demócratas -Rooselvelt no entra en guerra hasta finales de 1941, y cuando es atacado vilmente- como en republicanos, porque no hay que olvidar que Bush Jr. tenía ese mismo plan -favorecido por el final de la Guerra Fría, que logró su padre- hasta que se topó de bruces con el 11-S. Con otro ataque directo.

Trump lo ha dicho en campaña. America first. EE.UU es un país de grandes constrastes, donde la pobreza extrema -y hay pobreza de blancos, impresiona mucho- convive con la opulencia más extrema, a veces con apenas una milla de diferencia. Será difícil que acabe con eso, pero una de las medidas prometidas es hacer un repliegue de las tropas, esas que cuestan al año 600.000 millones de dólares, y la cifra está bien puesta.

Eso es lo que más va a afectar a España, si realmente lo lleva a cabo. Somos un país de frontera, y de frontera continental, cultural y económica. Si efectivamente EE.UU vuelve a su introspección natural, los presupuestos militares europeos tendrán que incrementarse, a costa del Estado del Bienestar ese con el que le gusta llenarse la boca la vergonzosa izquierda europea, como si fuese un Derecho Natural adquirido. Ese Estado del Bienestar, que en muchos casos supone el 50% del gasto público, es gracias a que EE.UU ofrece su protección militar. EE.UU, el mismo país donde no existe nada equivalente, porque en parte destinan esos fondos a Defensa.

Por otra parte, no se preocupen en exceso. Como demostró Weber, las estructuras burocrático-estatales tienden a la estabilidad, y ni siquiera un presidente inepto es capaz de cambiar las inercias y equilibrios de la lógica estatal establecida. El sistema americano es presidencialista y Trump va a tener competencias personales muy importantes, pero estará rodeado de un equipo de gente conocedora de El Sistema, que es lo que permanece en el tiempo, allí y aquí. Ya insisto en que el mayor peligro para nosotros -que nos tiene que dar igual el muro con México o el Obamacare- es la promesa del repliegue americano, que no se traducirá en un cierre de Rota, pero si en dejar de hacer de gendarme mundial. En dejarnos, simplemente, con nosotros mismos, con lo que eso conlleva en la Historia europea.
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Interesante reflexión sobre el futuro del periodismo de calidad, y lo que tiene que costar.
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Muy interesante: en una época con tipos de interés cercanos al 0%, ¿donde invierten los fondos de pensiones? En casinos,en refugiados, en depuradoras...
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Luis del Rivero, que seguramente recordarán por Sacyr, el intento de asalto al BBVA en 2004 auspiciado por el PSOE, su colección de coches antiguos dignos de una petromonarquía y el 20% de Repsol, habla ante sus paisanos, los murcianos. Definir esto como grotesco es poco.
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Un sindicato agrario extremeño se queda ilegalmente (roba, en argot) con 1´8 millones de subvenciones europeas para agricultores.
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Un artículo sobre demografía que no cae en el alarmismo, casi es milagroso. 

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido contigo en lo del repliegue militar, por mucho que se lean por ahí cosas como que va a empezar la tercera guerra mundial, o cosas similares. En su discurso de victoria ha dicho cosas como que se va a dedicar a construir autopistas, cosa que me recuerda a Miguel Primo de Rivera y sus presas y demás obras públicas

Miquel dijo...

Que aprendan los analistas. Fijese en la fecha del articulo y su escritor.

http://www.huffingtonpost.es/michael-moore/trump-va-a-ganar_b_11212536.html

Anónimo dijo...

EXTRA-Ordinario artículo. Objetivo y pragmático, y ahora a rascarnos las pulgas, las que están por venir.
No me gusta Trump, espero que solo sea animadversión y no intuición.
Peyo.

Anónimo dijo...

Y de quien nos defiende Estado Unidos, ¿de Marruceos?, ¿de Francia?, ¿de Portugal? ,¿de China?, ¿de Rusia?, ¿de Arabia Saudi?, ¿del Estado Islamico?.De ningúno de ellos. ¿Y de quien nos defendió en el pasado?. De nadie.
De Clinton sabemos que es una psicópata despues de su labor cómo secretaria de estado. Yo diría que Trump es igual o peor. Pero cómo bien dices las estructuras burocrático-estatales tienden a la estabilidad y en el caso de Estados Undos tienen más capacidad de resistencia que otras potencias del pasado.

Clavado en el paves dijo...

Gran análisis sobre lo de la política internacional y la ineptitud europea. Aún recuerdo cuando tuvieron que venir a solucionar el asunto yugoslavo ante la inacción europea.Por cierto, hablando de promesas a cumplir de Trump espero que una de ellas sea la reversión de la política Obama frente a Cuba.

Un saludo y gracias por recuperar Política Menor.

oilasev dijo...

Buena entrada, a ver si mantienes el ritmo. Estoy bastante de acuerdo con el análisis. Por una parte me alegra la victoria de Trump, aunque solo sea para ver cómo hacen el ridículo estos politikons-polítólogos que no son más que vendehumos. Ayer decía uno el lasexta: «en las cadenas de tv americanas tienen a un montón de matemáticos y estadísticos, es decir, gente que sabe mucho de política». Este es el nivel, y es una deliciosa ironía que el modelo cuantitativo de la politics, que los paletos españoles (por mucho máster en la Ivy League que tengan) han importado de EEUU, fracase también allí. Se sitúan ya al mismo nivel que los economistas, es decir, en la lectura de manos.
También me alegro por el fracaso de Clinton. No podía haber candidata más inepta, más nula. Lo tenía todo en su favor para ganar: la casi totalidad del apoyo mediático y del stablishment en general, el apoyo y el legado de Obama, que a pesar de todo está bien valorado allí tras estos ocho años, y enfrente a un tipo diciendo bastantes barbaridades y con un historial no precisamente impoluto; le habían puesto la presidencia en bandeja de plata. Una mínima habilidad retórica y oratoria habrían bastado (a Obama, que como dices es un buen orador, por más que no haya cambiado mucho políticamente, le bastaron cinco minutos en una cena de esas que hacen con la prensa para dejar en ridículo a Trump con elegancia e ironía. No habría sido un rival para él). Clinton estaba puesta ahí a dedo, se sabía desde hace años que iba a ser la próxima candidata, y el electorado yanqui le ha visto la careta a millas de distancia: su sonrisa falsa, sus continuas mentiras, sus turbias amistades con saudíes y catarís, sus 30 años en las altas esferas del poder, su único mérito de "ser la mujer de". Por cierto, qué lamentable el argumento de «votadme porque soy mujer, ergo seré buena y derrotaré el machismo». Como si las mujeres fueran entes de luz morales ‒justo como se consideran a sí mismos los periodistas: atacarles a ellos es atacar la libertad de expresión‒. Y como si, solo porque el presidente Obama sea negro, ya de por sí tuvieran que desaparecer el racismo, los asesinatos policiales impunes o el encarcelamiento masivo.
Y sin embargo, no puedo alegrarme del todo por la vitoria de Trump (o la derrota de Clinton). Porque no me olvido de que existía la opción de Bernie Sanders. Su camapaña casi me reconcilia con EEUU. Quizá uno de los mayores errores históricos que ha cometido el partido Demócrata ha sido deshacerse de Sanders con esas primarias amañadas. Habría machacado a Trump, no me cabe duda. También cumplía el requisito de hombre independiente, venido en cierto modo de fuera, "hecho a sí mismo", y desde luego anti-stablishment. Además me consta que mucha de la gente que se movilizó por Sanders en las primarias no votó a Clinton (lo entiendo, yo tampoco lo habría hecho). En cambio al revés si habría ocurrido: quien fuera a votar a Clinton (no sé por qué motivo: es una candidata que no concita ninguna pasión, más allá de su círculo cercano), también votaría por Sanders, aunque fuera por pragmatismo. En este punto se ha pasado de todo a nada: la posibilidad de un presidente interesante (¡autodenominado socialista democrático en EEUU, inaudito!) desapareció, para dejar sólo dos opciones: la mierda o la mierda.
En fin, se avecinan tiempos interesantes. De nuevo la realidad supera a la ficción, y lo que hace año y medio parecía un mal chiste hoy se ha hecho realidad. Ya nada nos sorprende, si Terminator fue Governador de California. — No había leído en ningún otro lado lo que dices sobre las tropas americanas, ¿de verdad crees que las va a replegar así? Un aspecto crucial será el de las relaciones con la Rusia de Putin, y en esto no creo que Trump lo haga peor que Cliton.
Perdón por la extensión (aunque el tema lo merece). No creo que se me eche en cara, al menos en este blog sí se lee.

Anónimo dijo...

Hombre, tampoco seas ventajista, que tú no hiciste predicción alguna sobre el resultado

Priapista dijo...

Efectivamente, la tradición norteamericana tiende a épocas de aislamiento cíclico tras períodos de intervencionismo exterior (Wilson años 20 tras la I GM, Truman tras II GM, Carter tras Vietnam).

Y aunque la clave del voto siempre es interna, Obama ha sido intervencionista, y encima en la tradición peor percibida por los americanos, en seguidismo.

Detrás de la barbaridad perpetrada en Libia, el americano medianamente inteligente puede percibir seguidismo hacia intereses franceses, detrás de la barbaridad de Ucrania, el ciudadano conservador informado y preocupado de sus intereses verá un problema de alemanes/ucranianos contra Rusia, algo similar pasa en Siria y seguidismo hacia intereses turcos.

Además de esto, el no haber sido capaz de finalizar los asuntos de Iraq y Afganistán, incluso dejando Iraq bastante peor que hace 8 años además, cuando parece que George Bush Jr los dejaba encauzados por la vía del solar...Porque la justificación moral de intervenciones en el exterior como las de Iraq y Afganistán eran evidentes para el estadounidense (no sólo la manida amenaza contra nuestra segudidad, sino apelando a la esfera de los sentimiento "they tried to kill my dad" y otras alusiones CharlesBronsianas a que era algo "personal" contra el primer comandante del país).

Si a una sociedad aislacionista, le unes una política exterior basada en intereses de terceros, la necesidad de otro "America First" se hace perentoria para el ciudadano.

Anónimo dijo...

Buen artículo, pero por favor corrige ese preveer que hace daño...

Alejandro. dijo...

Gran post Sergio. Lo que hace no ver la tele.

Que pasara con Snowden?

Alejandro. dijo...

Y el huerto de Michelle?

Cuando gano Bush padre al poco la invasion de Irak a Kuwait. A los 10 meses de la victoria de Bush hijo 11 de septiembre torres gemelas. Lo mejor de Trump es el buen rollo con Putin. Teniendo en cuenta que vivimos en la era Marvel casado con Disney todo puede pasar. TODO.

Lo mas hipocrita y cojonudo de todo es que los multimillonarios artistas y deportistas que iban en su contra pagaran mucho menos de lo que han pagado con Barack Obama.

El sol nunca sale Barack. Siempre esta ahi.

Anónimo dijo...

Interesante artículo. Estoy en desacuerdo con su visión de EE.UU como "centinela del mundo libre", y los beneficios para el Reino de España. Es decir, las intervenciones de EE.UU en Europa, dígase Kosovo, u otras guerras de los Balcanes, que beneficios trajeron? Dieron soporte al llamado "yihadismo", y a la masiva immigración de estos païses a la UE. Luego llegó Afganistán, Iraq, Libia, en todas particó el ejército español, que beneficios ha traïdo dejar Afganistán como un solar?.
Puede que el presupuesto oficial en defensa deba aumentar, però discrepo en que dejar de ser lacayos de EEUU sea tan negativo.

Lucaturilli

@__ivangenaro dijo...

Y yo trasladándome a México a hacer carrera el pasado verano. a ver en que queda esto.

Anónimo dijo...

Buenas sergio, te leo desde hace un año o así en ciclismo 2005 y desde hace poco también aquí. He de decir que me encanta lo certeras que son tus críticas, la claridad en la redacción de tus argumentos y tu estilo alejado de lo políticamente correcto. Se agradece poder leer algo así en entre tanto buenismo, convencionalismo y seguimiento al rebaño. Quería aprovechar el comentario para agradecerte tu labor y animarte a seguir mucho tiempo, es un placer leerte aunque no siempre coincida con tus opiniones. Miguel

Miguel dijo...

Yo pensaba que Trump iba a ganar a una semana de las elecciones. Solo había que ver los programas estadounidenses de izquierdas (como el de Bill Maher) en los que ya hablaban de la posible victoria trumpista, cuando unas semanas antes daban por imposible que pudiera luchar con Clinton. Lo que ha pasado aquí con nuestros "expertos" es, en mi opinión, que ninguno de ellos sabe en realidad nada de la política americana, y de su sociedad, y todos estaban cegados por las patochadas y ridiculeces de Trump, dando por imposible que persona inteligente pudiera votarle. Además, todos, como sucede aquí, no saben ver más allá del posibilismo europeo. EEUU tiene una de las sociedades más libertarias del planeta. Y si algo no les gusta es que le digan lo que tienen que hacer. Y eso era votar a Clinton, había que votarla porque votar al otro era de patanes. En esos programas de izquierdas se les insultaba directamente. Y en insulto espolea al insultado, no le amedrenta ni le convence.
Como bien han dicho, Sanders se hubiera merendado con patatas a Trump, ambos estaban fuera del sistema, pero Sanders hablaba de política, y ante eso Trump no tenía ni un argumento. El pasado de Clinton era perfecto para el llamado "magnate".
A quien crea que Trump la va a liar, debe confiar en la democracia estadounidense, cuya estricta separación de poderes impide la dictadura de nadie.
Pd: me encanta que el día de las elecciones a presidente los ciudadanos tengan que votar por mil cosas más, por la elección de casi todo cargo público con poder. Eso que aquí está considerado anatema, pero que es la certeza de que el pueblo es soberano. No como aquí.

23 dijo...

Gracias por el post, hemos echado mucho de menos politicamenor. Debo comentar respecto al crecimiento de países como China e India que su crecimiento es artificial y profundamente dependiente de una producción energética que es ya menguante. El tema de que la pobreza disminuya a nivel mundial debe de ser un chiste cuando Europa está dando más pena que nunca y sin embargo desde África y Asia menor se juegan la vida por llegar aquí.

Lo de China es pan para hoy y hambre para mañana en cuanto la crisis energética se haga más evidente todavía. Lo de India es hambre para ahora y para mañana.

No hay que ser un sabio: mayor población precisa de mayores recursos con especial énfasis en los energéticos, y estos están en evidente recesión por mucho que nos pese a los europeos y aún más a los chinos.

Un saludo y, de nuevo, gracias por otro muy interesante artículo.

John dijo...

Pero hombres de dios, lo lógico, a tenor de lo que llega por mass media, es pensar que ganaba la Rita Barberá americana, y de hecho tiene más votos. Los que preconizaron victoria de Trump (Michael Moore por ej), y otros que alertaban acertadamente como los podemitas, lo hacían por intuición, nadie sabe a ciencia cierta los mecanismos neuronales del votante egoista, temeroso, acomplejado, envidioso, aburguesado, pobre...así veo en este artículo y sus comentarios mamporreros lo mismo que en el cuñadismo de bar, solo que adornado con alaracas Weberianas obvias.
La politica exterior estadounidense varia con cada presidente en unos cuantos de miles de civiles muertos al año, poco más.
La única duda que tengo es cuando Trump dará el sí a los verdaderos tejedores de golpes en latinoamerica. Si Obama nunca pudo decir que no a todo, a Trump se le va a poner pinocha cuando vea que él es solo un psicópata más en el gobierno de "el mejor país del mundo".

jefe dijo...

Felicidades por los nuevos posts, ya los echaba de menos :)

Me alegra mucho la mención a "Demolition man", también pienso que es una buena película, ciertamente visionaria: las ciber relaciones sexuales, el absurdo e infantil código verbal, la sociedad ridículamente buenista...

Como casi siempre, aire fresco y poco convencionalismo en tu artículo. Gracias.