Algunas cuestiones. La crisis de gobierno es un proceso normal en que la palabra "crisis" significa cambio. Y el cambio suele ser bueno en política. Afortunadamente, queda lejos esa práctica del aznarato de no dejar que ningún ministro dimitiese, para poder lucir lo de "la legislatura más estable", lástima que Manuel Pimentel burlase a última hora aquella plusmarca imbécil, la misma que dejo a un vegetal como Abel Matutes al frente de exteriores a pesar de su mermada salud. Y todo por completar una legislatura entera sin ningún cambio.
Dicho esto, es significativo que el presidente del Gobierno, que tiene la facultad de cambiar su equipo sin consultar con nadie, lo cambie en un tercio (cinco ministros ahora, más Bermejo pimpampum hace un mes) apenas un año después de presentarlo. Y con esas filtraciones a los medios tan comunes en toda su acción de Gobierno. Un año parece poca cosa, aunque todos los ministros ya viniesen de la anterior legislatura, casi todos enganchados a mitad de la misma. Con la perspectiva del tiempo, parece que la auténtica crisis fue la que llevó a Bernat Soria o Cesar Antonio Molina a ocupar una cartera ministerial. Seguro que es así. Por último, el presidente del Gobierno se arroga para sí mismo todas las competencias en Deportes. Es lamentable que una persona con tantas ocupaciones y tantas tareas pendientes tenga que dedicar parte -no cuantificable, pero significativa- de su agenda a cuestiones como estas. Y que haga queriendo. Y en estos momentos. Pasemos a los cambios.
Ministerio de Economía y Vicepresidencia Segunda: Pedro Solbes, uno de los mejores políticos de la historia de este país, deja sus responsabilidades políticas. Con él se van 15 años consecutivos de gestión económica, porque Rodrigo Rato era su discípulo y siempre se han guardado profundo respeto, además de aplicar las mismas políticas, las mismas que han permitido crecer a este país a una media del 3% durante un periodo tan prolongado, el mejor de la Historia y difícilmente igualable. Lo estaba deseando, maniatado por las políticas populistas emprendidas a la loca carrera y con un desánimo creciente, no precisamente una buena imagen al frente de un ministerio vital. En todo caso, su gestión refulge. Su puesto lo ocupará la Ministra talibán Elena Salgado. Al frente de Sanidad y Consumo intentó prohibir el consumo de Whooper XXL, en esos tics tan propios de un ex-fumadora y de cualquier converso, por no hablar de la Ley del Vino. Fue lamentable su candidatura fallida a la presidencia de la OMS. Más tarde pasó a AA.PP, donde ha impulsado el Plan E (conocido como Plan Zapatero para los Ayuntamientos) medida populista y de ridícula efectividad, pero por el premio otorgado, muy del gusto del jefe. Dios nos pille confesados de lo que pueda hacer esta fervorosa creyente al frente de Economía.
Vicepresidente Tercero (Cooperación territorial): Había que hacer algo para quitar a Chaves al frente de la Junta. Jamás ha incubado un delfín, y recientemente no descartaba volver a presentarse a las elecciones de 2012. Increíble, pero cierto. Zapatero lo ha llamado y vuelve a Madrid, porque ya fue Ministro de Trabajo en el Gobierno de 1986, años duros y de huelga general. Es curioso el cargo otorgado al Presidente del PSOE: el mismo que ha incluído en el Estatuto Andaluz la propiedad del Guadalquivir al frente de Cooperación Territorial. Nadie duda de las capacidades negociadoras de Chaves -su último éxito al frente de la Junta Andaluza ha sido comprometer el pago de los 1200 millones de euros de la deuda histórica, una vergüenza que cuesta mucho explicar a los extranjeros- y de que quizás sirva para vigorizar el voto andaluz (en fin...), pero la pregunta es ¿una nueva vicepresidencia? ¿Ahora?
Ministerio de Educación:Ángel Gabilondo, hermano del conocido periodista de las homilías nocturnas y que ya es rector de la UAM y presidente de la CRUE (¿renunciará a algún cargo? ¿lo hará?) se hace con el Ministerio en pleno Bolonia y recupera las competencias de universidades, que apenas han durado diez meses en manos del Ministerio de Ciencia e Innovación. Es una absoluta vergüenza la política errática en este sentido, y al bueno de Gabilondo le va a tocar desfacer todo el entuerto montado por Zapatero cuando creyó que de la Universidad iba a salir I+D+i como el que planta boniatos. Como ha sido un buen gestor al frente de los otros dos organismos referidos, tiene mi plena confianza, aunque también tanto trabajo que lo más normal será fracasar. Por su parte, la Ministra cesante Mercedes Cabrera volverá a su Cátedra tras bregarse en política con escasos resultados: fue la número dos por Madrid en las elecciones de 2004, y después pasó al Ministerio. El trabajo sucio ya lo había hecho María Jesús San Segundo, y ella se ha dedicado a sonreir, dar el último saludo a su pariente Calvo-Sotelo y confirmar que un académico rara vez sirve para la política. Llamarla ministra gris sería piropearla.
Ministerio de Cultura: César Antonio Molina, pésimo poeta gallego y aún peor escritor de viajes por Italia publicados en Babelia, accedió al Ministerio por la plataforma del Cervantes. Su primera misión fue cesar a la desequilibrada de Rosa Regás al frente de la BNE, y fue prácticamente su único éxito: lo tenía fácil y lo hizo de la peor manera posible, con gritos y cabreos telúricos propios de su condición galaica. Ahora andaba enzarzado en una campaña de promoción de su persona, por medio de una revista carísima que publicaba convocatorias caducadas y demás fruslerías. Además, tenía una agria polémica con Exteriores por el monopolio de la promoción de la lengua y cultura española fuera de nuestras fronteras. Le ha costado la cabeza. Eso, y sus formas. Un Ministro pésimo, pero pésimo de verdad. Le sustituye la presidenta de la Academia de Cine Ángeles González-Sinde. Dios mío, una directora de cine al frente de Cultura: como si no tuviesemos bastante con financiar con nuestros impuestos cien películas de calidad ínfima al año (pero españolas). Ahora serán doscientas. A veces dan ganas no de levantarse y volver a las pesadillas habituales: la realidad siempre supera a la ficción. Incluso la cinematográfica.
Ministerio de Sanidad (y Políticas Sociales): La Trini ya tiene Ministerio. Se enfrentó a su pariente Gallardón en las municipales de Madrid 2003, y estuvo ejerciendo la oposición con mucha sonrisa y poca chica hasta que ZP la metió a Secretaria de Estado para Iberoamérica, porque nos dicen que es especialista en relaciones internacionales: allí estaba, con cara compungida en la famosa cumbre del "¿por qué no te callas?". Ahora galardona a su amiga con un Ministerio con competencias ampliadas a una parte muy sensible a los años que nos quedan de propaganda estatal y del "no vamos a dejar a nadie atrás". Políticas Sociales. Vamos, que la vamos a ver hasta en la sopa. A ella y su sonrisa, su mayor capital político, porque oirla hablar y plantearse dónde vamos con esta tropa es lo mismo. Ya la veo inaugurando, con coros y danzas ad hoc, cualquier plan o edificio de propaganda y nula utilidad. En cuanto a Bernat Soria, el ministro saliente, que se vaya con buen viento: dogmático y prácticamente iletrado, mintió en su currículum y después lo intentó negar; se embarcó en la tontería de la vacuna del cáncer cervical sabiendo que era un sacacuartos de gran coste (400 millones) no justificado por su eficacia; y no ha hecho nada, claro.
Ministerio de Fomento: La traca final. Zapatero cede a las presiones y las encuestas y cesa a Magdalena Álvarez, cuyos cinco años de gestión al frente del Ministerio han sido e-jem-pla-res. Esto causará no poco escepticismo a los lectores, y me gustaría explicarlo más en detalle: baste con decir que cuando accedió al Ministerio se encontró con que el presupuesto estaba comprometio hasta más allá de la mitad de la legislatura, con AVE inaugurado (Madrid-BCN) que no funcionaba, con una terminal con un arquitecto local endosado al legítimo arquitecto, y demás chapucerías que dejó la gestión personalista y caudillista de Álvarez-Cascos, perteneciente a esa raza de asturianos encantados de conocerse. Y tengo muchísimos más argumentos. Por lo que a mí respecta, se va una Ministra ejemplar y con un balance espectacular, in-ta-cha-ble.
Aquí llega el apagón, la extrema decepción. Aunque ya circulaba en los mentideros, se ha confirmado. Jose Blanco, Ministro. Y de Fomento. La aspiración máxima del gallego que después se candidará a la Xunta: hacer llegar el AVE -como si eso fuese a solucionar los problemas endémicos de Galicia, empezando por la pobreza miserable de amplias zonas rurales- a su patria. Imaginénse la de fotos que se hará este siniestro personaje de la política española con los trenes-bala y los viaductos. Y todos las obras que quiere emprender este Gobierno, empeñado en ver en el New Deal de hace setenta años la solución para el siglo XXI. Lo vamos a ver más que ahora, cuando se dedicaba a azuzar a las masas con su verbo insultante y su absoluto desprecio a la inteligencia del elector, especialmente si no es de su partido. Lamentable. no tengo palabras.
Zapatero pone a un soldado al frente de un Ministerio que va a tener todavía más protagonismo. Un hombre fiel hasta el lametón, servil y extremadamente limitado, un hombre que no va a saber decir no -porque es un caladero de votos- a locuras ya emprendidas como Punta Llagosteira, el irracional puerto exterior de La Coruña, o fantasías como el AVE del Cantábrico, una estupidez que no tiene cabida. Y todo porque su objetivo es convertirse en caudillo de Galicia. ¡Qué mejor que el Ministerio de Fomento! ¡Si La Voz, como cariñosamente se llama a la hoja parroquial de los gallegos, parece el periódico de Fomento, siempre pidiendo subvecioes y axudas, y siguiendo al milímetro cualquier obra o avance!. Zapatero ha metido al PSOE (Chaves y Blanco, los máximos responsables, ahora se queda Pajín al frente operativo, otra radical) en el Gobierno, y encima ha metido a sus amigos. Quizás sea porque no hay nada mejor ahí fuera. Eso si es que es terrible, que quizás sea verdad.
8 comentarios:
pffff... me parto. Por lo pronto, te informo que Gabilondo ha comunicado a la comunidad universitaria su intención de dejar designado a un rector en funciones y de convocar elecciones. De todo este ridículo embrollo, es de lo único que me alegro. Como tú, pienso que es una persona competente y bastante 'polite'. Y sí. De repente parecía que todo en España iba a ser innovación... pero no voy a tirarme piedras tan pronto
El ministerio de cultura pasará a ser ministerio anti-piratería...
Bueno, podía haber sido peor... al menos Zerolo continúa esperando su turno.
Sergio,
afortunadamente veo como has hecho alguna actualización del blog desde mi última visita.
Aprovecho este comentario para escribir alguna consideración al respecto de los temas que planteas en tus últimos post.
Al igual que a mucha gente, me parece ridículo la asimilación por parte de Presidencia de las competencias de deportes. En una época como la actual, es absurdo que un Presidente asuma competencias con carácter populista en detrimento de obligaciones mayores que, a buen seguro, quedarán desatendidas. ¿Acaso no resulta una ardua tarea cambiar el modelo productivo de un país?
El necesario cambio del sistema educativo, productivo y social requieren de una dedicación de décadas. Un esfuerzo que sólo verdaderos hombres de Estado osan comenzar, ya que difícilmente estarán ahí para ver su efectividad y difícilmente proporcionan réditos político a corto-medio plazo. Todo ello por no hablar de la necesaria reforma político-administrativa que requiere este país o de otros temas “sin importancia” como la respuesta energética venidera.
Desde mi punto de vista, Zapatero se ha contagiado de los modelos presidenciales de países como EEUU, Francia o Italia, queriendo ostentar en su persona toda la carga del Estado en lo que correspondería a una segunda legislatura americana donde los presidentes rara vez tienen más de un cometido final que no sea su propio realce y mitificación. Un mal político, líder o jefe siempre se hace rodear de gente ineficaz y gris que no le haga sombra para destacar más. Ahí es donde debería aprender algo de su “amigo” Obama.
Respecto a Pedro Solbes querría realizar un pequeño comentario. Coincido contigo en algunos detalles de tu valoración. Sin embargo, no coincido en la honestidad de Solbes. Evidentemente, Solbes acudió “forzado” a la segunda convocatoria electoral victoriosa de Zapatero como gran valuarte de su “exitosa” política económica en previsión de una cercana jubilación. Ahora bien, al no estar de acuerdo con la política populista de Zapatero en los últimos tiempos, o eso es al menos lo que ha mostrado, debería haber dimitido de su cargo mucho antes. No haciendo esto sólo ha cosechado desprestigio unido a su aparente apatía o abulia. Aunque, como en el ciclismo, cada uno tiene su forma de correr, con más o menos desarrollo y vistosidad.
Su sucesora no hace sino cumplir el criterio de Zapatero a la hora de escoger a sus ministros: el oscurantismo. Su único cometido: ser la cara de la política económica que hagan otros.
Chaves. Suficiente tenemos el resto del país con destinar innumerables recursos, muchas veces dilapidados, para un desarrollo que no llega a Andalucía como para seguir haciendo favores a esta comunidad. (Este último de quitar a Chaves es impagable). Ahora bien, poner en un órgano público que debería ir destinado a unificar criterios en el Estado, en aras de mejorar la productividad global, deshaciendo (para guasa de cualquier extranjero) mucho de lo hecho en 30 años de políticas territoriales a un personaje empeñado en crear un Estado Andaluz a imagen y semejanza del País Vasco me parece ridículo. Para eso podía haberlo mandado a presidir el Congreso.
El resto de ministros salientes han sido totalmente intrascendentes. Con todo el delito que en un país con la educación de España el Ministerio de Educación pase a ser intrascendente. Ahora bien, si desvinculamos la I+D de la universidad con varios ministerios echaremos a perder otra legislatura en un tema clave. La reforma es muy urgente la haga quien la haga.
Por último, tu apreciación de la ministra de Fomento saliente.
Tema estético. No se puede ser ministro ofreciendo esa imagen pública. Si bien no todos podemos tener la oratoria de Alfonso Guerra, al menos que haya un mínimo exigible a un cargo público.
Gestión. Hasta que no haya un Ministro capaz de hacer que la obra pública española no sea una vergüenza de atrasos y sobrecostes con licitaciones ajustadas al coste real no habrá un solo Ministro intachable de fomento. Por otra parte, no se han realizado, hasta ahora, importante trasposiciones europeas que agilicen los tramites burocráticos para el acceso de concursos públicos. Mal endémico de nuestras AAPP.
Por otra parte, no comparto muchas de las decisiones de la política global de transportes e infraestructuras de su gestión, aunque considero que esto no es responsabilidad suya.
Un saludo.
El cine español ha de desaparecer de no ajustarse a los gustos de los espectadores. Si no es rentable por sí sólo habrá de ajustarse o desaparecer.
Es indignante la subvenciones públicas, y privadas de obligatorio cumplimiento, para sostener este negocio y el alto nivel de vida de muchos de sus integrantes.
el AVE del Cantábrico, una estupidez que no tiene cabida.
Bueno, esto será una cuestión de realizar un estudio de tráfico ferroviario y rodado que pueda ser susceptible de cambiar a ferroviario. De no haber demanda será estupido, si hay demanda no creo que lo sea. No conozco estos datos.
Además habrá que dilucidar el número de paradas y la ganancia de tiempos. Luego todo el mundo quiere parada y si el AVE tarda 30 minutos en frenar y 30 en parar luego pasa lo que pasa, que hay un AVE circulando a 100 por hora a precio de oro.
Aunque es otro debate, él modelo de AVE/TAV emprendido por España es un atraso en un país con un punto y medio de IPC por encima del europeo como consecuencia del transporte intensivo por carretera.
Existen soluciones intermedias, trenes a 250 kms/hora que permiten la compatibilidad pasajeros/mercancias. Una línea de AVE (AVE no ha de emplearse, es una marca comercial de Renfe, pero bueno)requiere de un mantenimiento que hace imposible el tráfico nocturno de mercancias. Una línea a 250 kms/hora sí que permite esta duplicidad y, además, su construcción es mucho más barata.
Evaluén Vds. las distancias que tenemos en España y la diferencia de tiempos entre ambas soluciones y hagan su reflexión.
Querría realizar otro comentario al respecto del aeropuerto de Ciudad Real.
Como comentabas en el post anterior, la realidad más siniestra puede hacer que, como en otros muchos casos, los hipotéticos beneficios hubiesen ido a parar por inversores privados y las perdidas asumidas por el contribuyente, evitando el uso condicional en esta última situación. Es el resultado de la operativa de un sistema bancario público obstinado con el crecimiento para mayor gloria de la política local y, por que no decirlo, resultante del proceso de desmembración del país. Es este último quien ha hecho que las cajas hayan competido entre sí como representantes de su terruño en un hipotético campeonato nacional.
Las grandes perjudicadas, aquellas que han entrado tarde y se han visto abocadas a financiar las últimas remesas de crédito promotor o directamente han financiado lo que las otras han desechado. Si a esto se une la carencia de un departamento de análisis de riesgos ¿qué será eso? y de una visión estratégica realista las consecuencias son las conocidas.
No obstante, el aeropuerto de Ciudad Real no era una idea tan estrafalaria cuando apareció. La idea del aeropuerto surge en una época en la que el aeropuerto de Madrid adolece de infraestructuras necesarias para absorber el tráfico aéreo futuro. Se plantea el debate de realizar un nuevo aeropuerto en Madrid (Campo Real) o potenciar Barajar (T-4). La inconveniencia de tener dos aeropuertos en una ciudad (modelo Londres, Paris, etc.) hace que se decida la ampliación de Barajas.
En ese momento es cuando yo tuve las primeras noticias del proyecto manchego. Realizar un aeropuerto privado en España suficientemente cercano a Madrid y con conexiones viarias y ferroviarias suficientes para albergar un centro internacional de carga. Con unas tarifas más asequibles que las madrileñas y una serie de ventajas competitivas (costes laborales, mayores espacios logísticos, ausencia de atascos para mercancías con destino distinto al madrileño, etc.) el aeropuerto podía llegar a convertirse en un importante centro logístico impulsador de una ciudad como CR.
Una vez realizados los necesarios estudios de viabilidad, costes, tráfico y contactado a los principales carriers internacionales para formalizar acuerdos se podía iniciar un proyecto rentable. Eso sí, teniendo siempre desde el inicio las ideas claras.
A partir de ahí perdí la pista del proyecto hasta ahora, cuando se tiene un aeropuerto de pasajeros, con tarifas idénticas a las de Aena, sin conexión ferroviaria, en una zona sin proyección turística, despreciado por los low cost, con problemas medio ambientales…
No obstante, la vida de un aeropuerto es muy larga y no se ha de evaluar el retorno de la inversión a corto plazo, no olvidemos que no ha hecho sino abrir sus puertas en plena crisis económica. Aunque lo normal será que cierre en un corto plazo. Será entonces cuando esto último ya no sea valido.
Un saludo.
Gracias por vuestros excelentes y razonadísimos comentarios, espero poder contestarlos o, mejor aún, tomar algunas de las sugerencias y aspectos tratados para futuros post.
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