Supongo que algo no iba bien con el conocido tertuliano y sociólogo -por este orden- Amando de Miguel cuando sus memorias aparecieron publicadas en la desconocida editorial Infova, en una edición casi artesanal y chapucera. Recuerdo haberlas visto en un VIPS (lo más parecido a un drugstore en España, donde se mezclan libros con compresas), un lugar donde no iban a vender ni un ejemplar. La pregunta es en qué lugar iban a vender ese libro.
Fue en 2010. Ahora se ha sabido que Amando de Miguel pasa por una supuesta grave situación económica, hecho denunciado por él mismo, algo insólito en alguien de su condición y en estas circunstancias. Recuerdo que hace unos años el mismo medio que ahora sirve de espacio de propaganda para De Miguel se inventó una historia parecida con Fernando Morán: habían visto que ojeaba los periódicos sin comprarlos en un kiosko de la localidad donde residía -El Escorial, Madrid- y se habían inventado que estaba en la indigencia. Con la pensión de ex-ministro y diplomático, claro.
En este caso sí que hay base real. A pesar de su pensión pública por encima de los 2500 euros -De Miguel fue catedrático de sociología durante muchos años en la Complutense-, dice que no llega a fin de mes, y que solo puede destinar 25 euros a su alimentación. La raíz de su mal, por ir a la más inmediata, es un casoplón que ideó y le construyó su hijo arquitecto cuando ya pasaba de los 60 años, nada menos que con 12 habitaciones y cuatro plantas, situada en un risco en la sierra de Madrid, y a cota mil metros.
El recinto, que ha costado 2 millones de euros pero que seguro que ahora son mucho menos (¡un saludo a Pedro Sánchez, teleñeco del PSOE!), paga de IBI 2.600 euros al año, que no es gran cosa si se tiene en cuenta su pensión. El problema es que su considerable paga pública se va en "la pensión de mi mujer, de la que me separé; la ayuda a mi hijo, en el
paro; la señora que limpia mi casa una vez a la semana; el guardia de
seguridad; el abono de metro.."
Es un relato patético: un hijo que debe tener cuarenta años o más, y al que todavía le tiene que pasar dinero; una señora de la limpieza cuando se toma duchas frias por ahorrar parece un lujo prescindible; el guardia de seguridad para una casa que tiene unos muros enormes, también; el abono de metro, una concesión sentimentaloide....
A medida que se avanza en el texto, se descubre el objetivo del famoso tertuliano de medios de ultraderecha: vender su biblioteca de 13000 libros, para la que parece que se edificó la casa: pide por ella 225000 euros, una cifra fabulosa que da un precio por ejemplar de 17´3 euros por volumen. Los libros mejor valorados en el mercado de segunda mano son los de literatura, y no parece la especialidad de este "autor de 130 libros", la inmensa mayoría de ellos complemente prescindibles.
"Ya he tenido algunos interesados, como la Diputación de Zamora". En un pueblo de mala muerte de una de las provincias más pobres de España nació este intelectual en 1937. Quizás esas fechas den la clave de lo bien que se adaptado a su dieta de fruta y duchas frías, porque fue con lo que pasó su primera infancia, adolescencia y juventud. Creo que Zamora tiene muchas otras prioridades antes que comprar la biblioteca de este hombre.
Conocido el caso, especialistas en la miseria moral como Isabel Gemio han llegado a cambiar la escaleta de su programa para ahondar en lo que parece una campaña de propaganda para empaquetar unos libros. Si tan mal está el sociólogo, ¿por qué no vende la casa y se va a una más pequeña y acorde a sus necesidades? Para haber estudiado tanto la sociedad española, demuestra ser un auténtico españolazo de esos pegados al ladrillo por encima incluso de su manutención básica. O de su decencia moral, porque ha acabado mendigando con pensión de 2500 euros, chacha, segurata y coche.
Un reportaje en Libertad Digital, su medio amigo -ese que recibía financiación en sobres del PP, por mucho que Jiménez Losantos lo niegue-, permite ahondar en la supuesta valiosísima biblioteca de De Miguel: son 10 minutos que enseñan una casa lóbrega y con estanterías llenas de folletos. De hecho, hasta tiene una estantería con sus propios libros, muchos de ellos repetidos, como si no hubiese encontrado nadie a quien regalar los ejemplares que dan los editores a los autores. O porque los haya atesorado pensando que se iban a revalorizar.
El supuesto censo español que se "han llevado los americanos" -supongo que serán los mormones, y su intención de hacer el árbol genealógico mundial- y que es tan valioso pues...no se; las primeras edicones de Blasco Ibáñez o el Abel Sánchez de Unamuno tampoco es que sean Petrarcas o una edición de La Galatea del s XVII. Ojo, y eso es lo que enseña: imagínense lo que no enseña.
La bibliofílía es una patología como otra cualquiera, mucho menos extendida que la discofilia o la numismática. Lo común a todas estas aficiones es que se tienden a valorar por encima de su valor real lo que uno tiene, y que rara vez los vástagos siguen esa aficción: el hijo arquitecto que hizo ese casoplón por encargo, el que recibe la paga de su padre con más de cuarenta años, no debe ser muy aficionado a los libros, pero sí a quedarse con la casa de su progenitor cuando la diñe. Si antes no lo hace el banco.
Circula por internet que la razón de que La Caixa quiera embargar la casa de De Miguel es que había sido puesta como aval en un préstamo hipotecario. Seguramente también del hijo porque, ¿a quien otro habría de avalar alguien tan españolazo como el sociólogo zamorano, el mismo que duerme en una cama de monje y tiene una banderita de España encima de su escritorio?. Dice que ha quedado atrapado en la burbuja, "como tantos otros españoles", en lo que es una broma macabra viniendo de un sociólogo.
Del Díaz-Plaja de la sociología. Sus libros son acientíficos, y los más famosos se remontan al final del franquismo, donde fue el primero en analizar los cambios en la sociedad española. Desde entonces, libros estrambóticos -incluyendo uno analizando refranes- y mucho despliegue en medios de la ultraderecha. No en vano, siempre estuvo en la órbita del Sindicato del Crimen, apelativo despectivo y muy real que fue dado a la Asociación de Periodistas y Escritores Independientes (AEPI), fundada en 1994.
Tan independientes, que lo primero que hicieron nada más constituirse fue ir a visitar al PP a Génova 13. Sus integrantes, entre otros, eran los consabidos Cela, Pedro Jota, Del Olmo, SuperGarcía, los Herrero, García-Trevijano, Pablo Sebastián, Martin Ferrand, Martín Prieto, Umbral....Ya ven como han acabado muchos de ellos. De Miguel acabó escribiendo una hagiografía a Aznar en 2002. Y ahora está en una indigencia fingida, usada para hacer propaganda de la venta de una biblioteca que nadie quiere.
¡Qué cosas más raras pasan en este país! ¡El sociológo que hace exactamente lo que hace toda la masa a la que estudia! ¡El liberal que decía que en este país los jóvenes no quieren trabajar, pasando una paga a un hijo de más de 40 años! ¡El de la corrupción en las administraciones, intentando colar a precio de oro una biblioteca sobrevalorada a una de las provincias más pobres de España! Parafraseando uno de los títulos más conocidos de De Miguel, 40 años después, todavía muertos de hambre.
Buen artículo, pero un detalle en pro del rigor: los ex ministros no cobran pensión vitalicia (a diferencia de los ex Presidentes del Gobierno), sino una pensión consistente en el 80% de su sueldo como ministro, durante los dos años inmediatamente posteriores a su cese en el cargo.
ResponderEliminarLa paga se la pasa al hijo arquitecto o al de Edelweiss, no lo dejan nada claro.
ResponderEliminarEn eso estaba pensando al leer el articulo .. de este tertuliano habituado a dar consejos y a pontifica con aires de superioridad siempre me llamo la atencion como una cutre secta capto a uno de sus hijos y lo sometio a bueno...a eso ( no mencionare detalles escabrosos )
EliminarGracias por los comentarios. Anónimo: ya lo he corregido, con la cantidad de cargos que tenía Morán -y de hijos poderosos- era una situación irreal.
ResponderEliminarAnónimo: no lo sabía, pongo aquí el enlace
http://elpais.com/diario/1994/03/17/sociedad/763858806_850215.html
Pues muy de acuerdo, es todo surrealista. En realidad lo que está haciendo es lo que ha hecho toda su vida: mentir. Vale que lo hace de manera estructurada, pero no deja de ser mentira. Como toda su supuesta sabiduría sociológica y como los sondeos absurdos que hacía con su empresa para medios afines y que erraba en órdenes de magnitud siempre hacia el mismo sitio.
ResponderEliminar¿Lo peor de todo esto?, pues que conseguirá lo que se propone. Y como buen liberal español, logrará que un organismo público se haga cargo de sus gastos
Lo de vender o siquiera alquilar la casa e irse a un pisito ni se le debe haber ocurrido.
ResponderEliminarLas cantidades desde luego no cuadran: con 30000€ limpios al año, debería llegarle sobradamente para la asistenta,el de seguridad y tropecientos caprichos más.
¿Con qué edad se hizo construir la casa? ¿Qué clase de ingresos (y expectativa) tenía este hombre para hacerse una casa de 2 millones de euros y luego tener que "mendigar"?
En realidad, en el tema Edelweiss llegaron a estar implicados los dos hijos de Amando de Miguel. El menor, Sergio -el arquitecto-, fue puesto en libertad tras declarar en el juzgado: http://elpais.com/diario/1985/01/13/madrid/474467058_850215.html Al mayor sí que lo condenaron, aunque luego fue indultado, como se puede leer en el enlace que pone Sergio
ResponderEliminarLo del amor al ladrillo por parte de algunas personas es directamente enfermedad mental. Los números son fáciles: casa valorada en 2 millones de euros y deuda de 225000. Obviamente, si la tasación es burbujista, que seguro que lo es, podemos decir que incluso está inflado el precio al doble de su valor real, esto es, que de verdad vale 1 millón. Incluso si la malvendiera por la mitad, 500000 euros, aún le sobrarían 275000 tras saldar la deuda, con los que se podría comprar una casa normal y vivir a cuerpo de rey con su pensión, aunque tuviese que darles parte a su mujer y a su hijo. Y eso que he tirado muy muy por lo bajo, que más de 500000 euros se los dan fijo, eso si no llega al millón, que también es factible.
ResponderEliminarY por no hablar de otras posibilidades, como negociar con el banco el usufructo de la vivienda hasta su muerte, a cambio de de cederle la propiedad una ver fallezca.
Pero, no, lo de deshacerse del ladrillo ni se contempla en toda la entrevista. Ni se le pasa por la cabeza...
Hola Sergio:
ResponderEliminarCelebro que te prodigues más por aquí, sobre todo ahora que has restringido el tuiter (espero con ansiedad que publiques algo sobre la minería asturiana). Sólo una pequeña corrección: creo que la obra de Unamuno que mencionas en la entrada es "Abel Sánchez", no "Abel Hernández".
Saludos
Sueve
A DON AMANDO DE MIGUEL
ResponderEliminarDon Amando de Miguel
cuando aborda lo social
queriendo ser racional
acaba por ser cruel.
Tiene tanta confianza
en el sistema vigente
que a la mitad de la gente
le niega toda esperanza.
No tolera inmigraciones
si rebasan cierto cupo,
pero Amando nunca supo
regañar a las prisiones,
cuyo cupo se desdeña
desde tiempo inmemorial
aunque es del todo ilegal
según el Código enseña.
Como es listo y está vivo
De Miguel detecta el mal
pero lo ve natural
en cuanto explica el motivo.
De Chicho Sánchez Ferlosio. Canciones, poemas y otros textos. Hiperión. 2008 (págs. 243-244)
Espero ansioso al pequeño Nicolas por estos lares.
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ResponderEliminarEstaría muy bien que Sergio escribiera un post sobre la decadencia del panorama musical desde hace por lo menos diez años. Vale, en 2002 salió Operación Triunfo, y los que salieron de allí han acabado casi en su totalidad perdidos, pero la calidad de los mejores sigue. También se debería hablar de cómo cada vez hay más cantantes femeninas a las que les gusta enseñar carne, (creo que ésta, http://es.wikipedia.org/wiki/Taylor_Swift sea la excepción). En resumen, la decadencia musical (antes había boybands y girlbands carismáticas -aquellas dos bandas irlandesas-..., ahora hay dos lamentables) es casi tan grande como la decadencia ciclista o política, eso por no hablar de que los grandes se van, bien por drogas (símil ciclista), bien por accidentes; en cambio, los malos no hay forma humana de que se mueran.
ResponderEliminarUn saludo.
Amando de Miguel: "Sigo en la ruina" (19 nov. 2016)
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=d_YETCRTLnA
Que cantidad de anónimos y apodos, opinar es gratis; y mejorais el mundo, claro
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