miércoles, 22 de mayo de 2013

El modelo ferroviario vasco

Museo del tren en Azpeitia
¿A ustedes que les parece que, hasta las obras de la alta velocidad, en el País Vasco no se hubiese hecho ninguna nueva línea de ferrocarril desde 1926? Significativo, ¿verdad?

La zona de España más industrial, más densamente poblada, más conformada por pequeños municipios y con mejores conexiones internacionales se manejaba muy bien (es un decir) con un trazado del siglo XIX.

La conexión de Madrid con Francia pasaba por el País Vasco, y la compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España dejó trazado en el proyecto de 1856 lo que es la estructura básica del ferrocarril en la zona.

Desde Miranda de Ebro el ferrocarril entraba por Vitoria-Alsasua-Tolosa-San Sebastían-Irún, por un lado, y por el otro lado, el ramal de Orduña y Llodio llegaba a Bilbao atravesando todo Vizcaya occidental. El pueblo del norte de Burgos se convirtió en eso que se llama "un importante nudo de comunicaciones", simplemente porque se bifurcaban las líneas, pero en España eso ya es mucho.

Como habrán notado si trazan el mapa en su cabeza, no había comunicación ferroviaria directa entre San Sebastián y Bilbao. Esto se solventó con un tren de vía estrecha, el llamado minero que, yendo por la parte norte de Castilla, pasaba por las comarcas mineras orientales de León y Palencia para surtir de carbón a las siderurgias vizcaínas.

A partir de ahí se trazó un recorrido entre las dos ciudades más importantes del País Vasco, que ya habían desarrollado sus propios caminos de hierro para atender a las comarcas limítrofes: fue cuestión de ir uniendo y dando continuidad a una red dispersa y fragmentada, en gran medida por la complicadísima orografía vasca, particularmente en Guipúzcoa. No estuvo operativo hasta la segunda década del siglo XX.

La solución fue extremadamente deficiente, pero se ha dado siempre como válida: el EuskoTren (ferrocarril de vía estrecha equivalente a los FEVE) tarda dos horazas y pico en unir la Concha con el Botxo, parando en todos los pueblos costeros guipuzcoanos y, posteriormente, en todos los pueblos interiores de la parte oriental de Vizcaya.

En Guipúzcoa llaman al tren que va a Francia El Topo, dado que va enterrado, pero bien podría haber sido por su lentitud y por la ceguera de los que han permitido una situación así. En los setenta se abre la autopista entre las dos capitales y bueno, así visto, suerte han tenido de conservar el tren y que no haya acabado como el del Urola (cerrado en 1985, ahora dicen que lo quieren reabrir) o peor aún.

De esta manera llegamos al siglo XXI, donde el maná en forma de inversión ferroviaria -pero sólo para Alta Velocidad, ojo- cae en el País Vasco con la tradicional consideración que estas tierras han deparado a estos asuntos. Itoiz, la autopista de Leizarán o Lemóniz dan buenas muestras, entroncando con esa última guerra carlista de 1872-1876 que retrasó y envió a la ruina a la concesionaria del ferrocarril Miranda de Ebro-Irún.

Amenazas, extorsiones e incluso asesinato de empresarios relacionados con lo que se ha llamado "la Y vasca", por la forma en que se unirán ferroviariamente las tres provincias vascas, han jalonado el tortuoso proceso de dotar a las irredentas provincias -donde muchos siguen viendo en la mecanización y la industria el fin de sus tradicionales formas de vida- con una comunicación ferroviaría que no rememorase el siglo XIX, tan araniano y tan mitificado.

Por esas cosas se ha retrasado tanto la infraestructura que, al revés que en la mayor parte de los sitios de España, es necesaria y está justificada: por la importancia económica de la zona, por su densa población y por la comunicación con Francia. Prácticamente desde que se estaba haciendo el AVE Madrid-Sevilla para los fastos de la Expo Universal de 1992 se daba marcha al proyecto, que todavía hoy no tiene fecha de finalización.

Como dice el Gobierno central, se trata de "la mayor infraestructura jamás ejecutada" en la zona, en parte porque, debido a las exigencias técnicas y a la orografía vasca, el 70% de los 170 km. de recorrido van en túnel o viaducto. Aquí está justificado, pero el desarrollo AVE en toda España se debe al ingente coste/km de la infraestructura, que solo permite viaducto o túnel para salvar accidentes geográficos, y cuando se trata de un vehículo articulado a 300 km/h es mucho: hay que empezar a trazar la curva 20 km antes. Por eso las constructoras estaban tan contentas con el loco plan de Alta Velocidad.

Sin embargo, las obras están prácticamente paralizadas. Bien planificadas -incluyen ramales a los puertos de Bilbao y Pasajes, para un tráfico mixto en la red entre mercancías y pasajeros- y que dejaría las actuales distancias entre las tres capitales a nivel de un suburbano (Donosti-Vitoria 34 minutos, y cifras parecidas en las distintas combinaciones), el proyecto languidece porque en este país no hay priorización para nada.

Es más: la Y griega vasca corre el riesgo de quedarse como un metro para vascos (igual que la nefasta Alta Velocidad gallega, de la que muy pronto tendremos noticias), porque las obras entre Miranda de Ebro y Venta de Baños están en un nivel aún peor de ejecución. ¿Por donde saca las mercancías el puerto de Bilbao? Pues por el mismo sitio que en el siglo XIX ¿Por donde se comunica España con Francia vía ferrocarril? Por Port-Bou y por Hendaya, haciendo el mismo cambio de trenes que hace un siglo.

El titulo del post lleva a engaño: en cuanto aparecen las palabras "modelo" y "vasco" parece que hay una vía alternativa, pero no. Es la misma chapuza, imprevisión y dejadez que hay en todo el país, con el agravante de que aquí SI estaba justificada la infraestructura. Dentro de 10 años el EuskoTren seguirá tardando dos horas entre Bilbao y San Sebastián, para "dar servicio a los pueblos de la costa" y porque, previsiblemente, la Y griega vasca siga paralizada.
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Más información sobre el tema en este documento del Gobierno Vasco y en este otro de un estudioso.
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Seguro que el libro está muy bien. Trenes y política. Cualquier día hago una serie sobre "El modelo ferroviario madrileño".
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Increíble: la quema de iglesias durante la República y la Guerra Civil, convertida en "acción iconoclástica", como si fuese una performance artística. El enlace no lleva a una publicación ácrata, al contrario: lleva al diario más importante de España, el mismo que durante años bombardeó con cosas de la "memoria", pero que demuestra que cierta izquierda todavía no ha digerido su parte de memoria oscura y opaca.
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Noticias de El Corte Inglés, no muy buenas. Tiene 5.000 millones de deuda, una salvajada para una empresa no cotizada y sin visos de cotizar. La empresa de origen asturcubano se escuda en lo de siempre: sus activos propios -seguro que contabilizan la mercancía, como hacían los tenderos: "El género"- y sus inmuebles, "ubicados en lugares únicos". Todos los lugares son únicos.

Sin embargo, no veo nada especial (que no es sinónimo de único) en los solares donde se han edificado los centros de La Carolina (Jaén), Avilés o la horrible mole de Getafe, simplemente por poner un ejemplo. El Corte Inglés es una genuina empresa española: localizada, opaca y con olor a pescado, como Pescanova. Que tengan suerte en la reestructuración de la deuda, pero eso de argumentar la calidad de su deuda en vez de su cashflow...

Una tercera parte de su volumen de facturación es a crédito que ellos mismos conceden....

lunes, 20 de mayo de 2013

Un submarino que no flota como metáfora

Isaac Peral, aladroque
Dentro de los 15 años de Despilfarro los militares, siempre en la vanguardia de la Historia de España, no se arredraron y, dando muestras de su inveterada valentía, se sumaron a la fiesta general. Compras y compras de material bélico por encima de las necesidades de nuestro país, envío de miles de tropas al exterior para ganar una soldada de 3.000 euros por cabeza y bueno, los típicos chanchullos de lo que ha sido siempre una casta privilegiada en cuanto a los mandos.

El muy buen periodista de El País Miguel González ha ido dejando buena muestra de esta trayectoria, todo lo contrario de balística: más bien de derrota. Comparen sino este artículo de nausebunda propaganda a cargo del supuesto experto en terrorismo Barbería con cualquiera que puedan encontrar bajo la rúbrica del elogiado periodista, otro de esos baluartes silenciosos del único periódico de referencia en España, y en las antípodas de los Yoldi, Maruja Torres o Miguel Mora, que ojalá siga el mismo camino de los dos anteriores.

Con Bono al frente de Defensa, España se comprometió a comprar misiles de crucero Tomahawk a EE.UU, quizás para abatir una lluvia de fuego y destrucción a cargo de ¿24 misiles? (más no se iban a comprar, y ya costaban 72 millones de euros) sobre cuatro chozas de negritos con Kalashnikov en el Sahel. Y ya en 2009, quizás porque le sonaban a feo (igual que hizo con las bombas de racimo) Carme Chacón anuló su compra.

Era el inicio de una espiral de renuncias, aplazamiento, empréstitos, créditos y compromisos en torno al tema de la compra de material bélico: como gran parte viene dentro de un consorcio internacional, nos hemos quedado en que el único Ministerio que no ha sufrido los "recortes" es el de Defensa: con la cifra del déficit apuntando al 100% del PIB en tres años, con seis millones de parados, el ministerio de los verde caqui sigue con el mismo presupuesto.

Y para pagar sus juguetitos.

Aquí, y en fecha de 2011, se explica muy bien: España se comprometió en contratos de compra de armamentos  por valor de 31.000 millones de euros cuando acabase el pago, dentro de unas décadas. Igual que la unidad de medida héctarea ha desaparecido en favor de campo de fútbol, para estas grandes cifras también hay que buscar unidades de medida comparables. En este caso, utilizará la T-4 de Barajas: costó 6.000 millones. Se podrían construir cinco iguales con ese dinero de Hazañas Bélicas. Pero mejor no demos ideas.

El 85% de esa descomunal partida ya estaba apalancado con el Partido Popular, igual que pasó con el Ministerio de Fomento. Está muy bien gobernar y presentarse como el mejor Gobierno del mundo -incluso chuleando a Alemania sobre el déficit, cuando se ponía la mano para fondos de cohesión- cuando todo se compra a crédito y comprometiendo la gestión de los futuros gobiernos.

Como se acabó la época de la ilusión del crédito a gogo, ahora toca redimensionar el gasto, lo que en lenguaje llano significa reducir la comprar, anular programas y pedir créditos para pagar créditos. En estas están las FF.AA de España desde hace tres años, afrontando intereses de demora y el precipicio de las increíbles penalizaciones por anulación que hay en el mundo militar.  Es lógico: un tanque o un submarino no es un bien fácilmente intercambiable.

El actual ministro de Defensa, un empresario del ramo, ofrece la zanahoria de "perdonarnos ahora y después os compraremos", difícilmente creíble dadas las oscuras perspectivas económicas de España para los próximos lustros, pero finalmente se ha recurrido a la ya comentada partida presupuestaria extraordinaria,  justificada por el que dirán en caso de darse de baja en los programas multilaterales de armamento.

El panorama, hasta ahora, no difiere mucho del de todos los sectores españoles. Tampoco lo va a hacer con lo que voy a exponer: es simplemente la historia de la chapuza y la incompetencia habitual en este país, muy dado a compararse con Francia o Alemania cuando el dinero corre, pero que cuando el flujo artificial se detiene, se queda como lo que viene siendo desde hace un par de siglos: un extraño híbrido entre África y Europa, que para eso conservamos dos plazas fuertes al sur del Estrecho.

En medio de un casi total silencio, hace un par de meses se decomisionó el buque insignia de la Armada Española, el portaaeronaves Príncipe de Asturias.  No es un buque viejo, al contrario: tenía 30 años, y este tipo de navíos pueden tirar otros diez años. La razón no es otra que la falta de presupuesto: su mantenimiento costaba 30 millones de euros al año, y necesitaba una reforma de 60 millones. ¿Solución? A la chatarrería. E incluso esto da problemas.

No tiene sustituto, porque el contenedor flotante Juan Carlos I, definido pomposamente como Buque de Proyección Estratégica, puede llevar los famosos Harrier del Príncipe de Asturias, pero realmente esta diseñado para nuestro papel en la sociedad internacional: llevar galletitas maría, mantas y deja tus aviones en Rota, que nos interfieren en nuestros sistemas con su software sin actualizar.

Peor aún que perder el buque insignia, y es muy probable que España -teniendo la soberanía sobre dos archipiélagos, por citar una única razón de peso- nunca vuelva a tener un portaaeronaves, es el caso de que, a día de hoy, sólo tiene dos submarinos operativos. Sus sustitutos, que ya tenían que haber entrado en activo, acarrean serios problemas, al margen de los presupuestarios.

Se da de baja al Marsopa, se intenta prolongar la vida del Tramontana, pero la verdad es que el primero de los S-80 padece graves problemas de diseño: es un submarino con sobrepeso. Puede parecer un chiste, pero es un problema gravísimo dadas las características del buque. Si un barco no flota, se puede mantener a flote; si un submarino no flota porque pesa demasiado, se va al fondo en cuanto haga la operación de inmersión. Y un submarino que no puede ir bajo el agua (sub-marine) es una broma pesada.

Los ingenieros que han diseñado el primer submarino contemporáneo español se han equivocado en sus cálculos entre 75 y 100 toneladas, una exageración sin paliativos, aunque sea el 4% del peso del navío. Nadie ofrece explicaciones, no se conocen responsabilidades. En la base del desastre está, cómo no, el orgullo nacional.

En el programa AVE Álvarez-Cascos se empeñó en que fuese un consorcio nacional el que se llevase el contrato de las unidades móviles, adjudicando a dedo a una empresa sin experiencia en la alta velocidad ferroviaria como Talgo el diseño de cabezas tractoras a 350 km/h, cuando en ningún lugar del mundo a finales de los noventa existían.

La exigencia nunca se ha cumplido: los AVE van a 300 km/h en algunos tramos, pero esa velocidad de adjudicación a 350 km/h la han alcanzado simplemente para decir que se puede alcanzar y cumplir el contrato. En Francia sí van a 350 km/h, y se nota en las distancias y el tiempo, los factores clave de la competitivad de ese invento del siglo XIX llamado tren.

El submarino es de la misma época, más reciente, pero se ha hecho lo mismo: adjudicar el contrato en exclusiva a un consorcio español, que ha demostrado su valía y capacidad entregando un buque con sobrepeso: un submarino que se hunde. Y pensaban que lo íbamos a poder exportar. Como el AVE, que se ha vendido a Arabia Saudí gracias a Corinna y bueno, esperemos a ver que tal funciona en el desierto.

Álvarez Junco, en su elogiado libro Mater Dolorosa,  dedica un capítulo metido a calzador a Isaac Peral y las dificultades insalvables que encontró en su época para su invento, llegando a afirmar que quizás hubiesemos ganado la Guerra de Cuba (y Filipinas) de haber hecho caso al murciano y haberse dotado la Armada de entonces con el submarino.

Es una exageración, esta claro, pero el libro trata sobre el relativo fracaso colectivo que fue el siglo XIX español y el ejemplo de Isaac Peral sigue siendo válido. También su invento para explicar este extraño país donde los submarinos se hunden por su propio peso. Por lo menos, los comunistas -y Llamazares es un diputado elogiable en toda su acción política, incluyendo esto- se lo toman a guasa.
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El horrible edificio de Calatrava en Oviedo, del que me ocupé en su momento, esta ahora entre togas y litigios. De momento, ha salido que tuvo un sobrecoste brutal. Nada menos que cinco veces más de lo presupuestado.

jueves, 16 de mayo de 2013

De aquella noche en Bengazi

Con esta cara se quedó cuando salió el asunto en debate TV
Les aseguro que en su momento los medios españoles apenas dieron relevancia al increíble lío originado a partir del ya de por sí gravísimo hecho del asesinato del embajador estadounidense en Libia; ahora parece que, replicando lo que está pasando al otro lado del Atlántico, y que es ni más ni menos que un momento especialmente humillante para un país que no sólo tiene el deber de parecer el más justo del mundo -aunque no lo sea-, es que tiene que serlo, hay un súbito interés.

Aquella noche en Bengazi es un post de cuando escribía regularmente por aquí -bueno, no mucho, como siempre- y que quizás convenga revisitar antes de exponer los últimos acontencimientos en torno al caso que, evidentemente, no se había desactivado. Los procesos democráticos y de transparencia que rigen en gran medida en EE.UU han seguido su curso, hasta el punto que la Casa Blanca se ha visto obligada -por presión de la oposición republicana- a hacer públicos los correos que se cruzaron entre las diferentes agencias gubernamentales en torno al asalto a la legación diplomática estadounidense en la liberada Libia.

¿Donde lo habíamos dejado? Ah si: "Obama se enfada mucho con este asunto". El pasado lunes lo volvió a hacer en la rueda de prensa posterior a la visita oficial del Primer Ministro del Estado número 51 de la Unión, David Cameron. Preguntado al respecto de la investigación, Obama calificó de muy mala manera que todo era un sideshow, lo que viene siendo una patraña o asunto secundario. Y miren que modales.

Obama estaba negando de nuevo lo evidente: que desde un primer momento se supo que era un ataque terrorista (¡pero si hasta era el 11 de septiembre!) y que después se fue edulcorando la versión por diferentes motivos, todos enredados entre sí, aunque el principal fuese que, a dos meses vista de las elecciones presidenciales, EE.UU volviese a presentar debilidad ante el terrorismo o, peor aún, que transcendiese que el ataque buscaba liberar a los presos ilegales que estaban dentro del recinto diplomático, sometidos a torturas.

Ambas son razones bastante evidentes que justificarían la pésima gestión del ataque. Para, una vez más, neutralizar lo que está muy claro, Obama ha recurrido a una estrategia que ya empleó cuando Donald Trump le acusaba, en las elecciones de 2004, de no haber nacido en EE.UU y, por tanto, no poder candidarse a la presidencia de la nación. Bastó con hacer pública su partida de nacimiento, donde pone Hawai y su segundo nombre, Hussein, ese que nunca aparece en los medios de comunicación.

Ahora ha puesto a disposición de cualquiera interesado en el asunto  cien páginas de e-mails que se intercambiaron responsables secundarios de las agencias de inteligencia de EE.UU entre el 14 y el 17 de septiembre posteriores al ataque, pero con un efecto bumerang: lo que se deduce es que hubo un encubrimiento chapucero y miserable. No dejen de observar que la prácticamente retrasada mental corresponsal de El País en Washington califica todo el asunto de "falso debate" días antes de que se hagan públicos los correos. Su otra compañera, no mucho mejor dotada, ofrece un titular romo y la palabra "discrepancias". 

Este es el nivel. Ni siquiera hay una pregunta a por qué no se han hecho públicos los e-mail entre el 11 de septiembre y el 13 de septiembre, que hubiesen sido muchísimo más interesantes y, estoy convencido de ellos, con múltiples insultos. No, no busquen en el listado: no hay ninguno de Petraeus. Desde luego, a Obama la jugada no le está saliendo igual que con Trump.

Los correos tienen un aire siniestro Son instrucciones bajo un esquema pautado que recuerdan mucho a las veline (otro invento de la Italia fascista) con las que Mussolini aconsejaba y orientaba lo que se podía y debía publicar en los periódicos: son el argumentario a aplicar en las comparecencias públicas, igual que hacen los partidos de por aquí cuando, oh casualidad, salen todos en tromba comparando a un movimiento ciudadano repelente con los nazis. Como si todo fuese válido.

En las páginas 6 y 7 queda clara la autoría terrorista; en la página 15, después de un llamamiento a la coordinación, ya desaparece la palabra "Al-Qaeda" y queda "extremistas islámicos entre los manifestantes", y así, a través de drafts y más drafts que tienen que ser revisados se ven maquillajes y edulcoraciones progresivas, siendo mi preferida la de la página 25, con CAIRO escrito así, en negrita y en mayúsculas, para poder decirlo con énfasis en la rueda de prensa. Seguramente porque Bengazi seguía siendo bastante ignoto para el americano medio.

Hacía la pág 35 (y tras haber pasado el draft básico por no menos de diez revisiones) alguien se da cuenta que dejando eso de "extremistas islámicos", tarde o temprado "nos vendrá rebotado cuando estemos en la comparecencia". Muy sagaz, pero fíjense que ninguna de las mentes pensantes de la inteligencia americana se había dado cuenta. Hacia la pág 39 ya piensan en quitar el nombre propio del cabeza de turco (malo, malvadísimo) que ya había buscado para solaz de la opinión pública americana.

Merece la pena leerlo todo, y recordar esa maravilla que es Quemar después de leer de los hermanos Coen.  "Discrepancias", dice la corresponsal de El País. Chapuza, porque había una realidad que entraba en conflicto con lo que querían vender, una chapuza de tal tamaño que, nueve meses después, todavía socaba a Obama, por mucho que vendan que es un "falso debate".

Como es muy improbable que el presidente reelecto tenga el cuajo de salir algún día a decir la verdad -la que supimos gracias a la buscona que estaba con Petraeus-, porque le va el cargo en ello, habrá que esperar a la siguiente evolución de los acontecimientos. Alguno de ellos ya se ha producido, y en nuestro país, aunque no por la vía de atajar las injustificables lagunas de coordinación y comunicación que el caso demuestra.

Hace unos días se sabía que una de esas colonias americanas que hay en suelo español, que cedió la dictadura franquista en los años 50 porque gestionaba el país como si fuese una finca privada, albergará una "fuerza de reacción rápida de EE.UU" de quinientos soldados permanentemente acantonados. Quinientos. Prueben a contarlos uno a uno, por si les parecen pocos.

Dicen que tal cifra entra dentro de lo acordado en los acuerdos conjuntos -ampliados por Zapatero poco antes de largarse, y vendidos como una oportunidad de empleo- que rigen tanto Rota como la inmensa base de Morón de la Frontera, diseñada para albergar C-5 Galaxy y B-52, además de transbordadores espaciales -ya no aterrizarán, empero- y bombarderos de los llamados invisibles: una pista de aterrizaje de 4´5 km, donde pueden estar operando continuamente cientos de aviones al día. 

Ahora tendrán 500 soldados permanentemente. Ya verán como serán unos poquitos más, porque en estos acuerdos "bilaterales" con EE.UU siempre salen sorpresas: en Bélgica acaban de descubrir -y han puesto cara de sorpresa, cuando ya había salido en Wikileaks- que los yankis almacenaban armas nucleares en su territorio. En Morón no hará falta, porque ya les ha quedado claro que las bases andaluzas no son estratégicas, como tampoco lo ha sido nunca Gibraltar para los ingleses.

Esos 500 soldados son, en teoría, para evitar chapuzas como la de Bengazi. Una fuerza de reacción rápida en una zona del mundo que camina hacia una sucesión de Estados fallidos -como ha demostrado la guerra neocolonial de Francia en el Chad- y donde EE.UU se ha dejado asesinar a un embajador. En dos horas son capaces de poner a esa cantidad de personal en cualquier punto al norte del ecuador, y siempre dando por descontado que no están ahí para intervenir en Europa.

No dejen de reparar en que EE.UU va a solventar la lección del embajador muerto con lo que es, sin ninguna duda, más mano dura. Preventiva, pero mano dura. El contingente, por supuesto, tiene "caracter humanitario", como pueden leer en el último enlace a la propaganda. Como los presos que estaban siendo torturados en los sótanos de la embajada americana en Bengazi. Alguien bautizó en su momento al presidente como Barack Kissinger Obama. No estaba muy equivocado.
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Es una pena que los días no tengan más horas para comentar lo que va a ser el mayor cerrojado al ferrocarril desde 1985, pero esto es lo que hay. Y todo viene de la absoluta carencia de una planificación estratégica: autovía, tren, AVE, todos querían todo y, por encima de todo, el español con su hábito del coche. Para algo fabricamos tantos, y de gama medio-baja.

viernes, 18 de enero de 2013

Al borde del lancio di monettine

Si hay alguien por ahí que siga creyendo en la clase política, y no sea uno de ellos o familiar, que levante la mano. Cuando empezó esta crisis financiera, que después fue económica y ahora es moral, parecía increíble que se pudiese llegar a este nivel de decrepitud y corrupción.

El Partido Popular, completamente corrompido, gobierna España a través de unos resultados electorales aplastantes en diputaciones, comunidades autónomas y, especialmente, el Gobierno de la nación, con mayoría absoluta.

A la conocida corrupción dentro de sus dos CC.AA más destacadas, Valencia y Madrid, se han ido añadiendo en las últimas semanas más detalles de corrupción cuya nula voluntad de atajar reflejan un panorama de absoluto descrédito de esta casta política, sólo interesada en aferrarse al poder y perpetuarse. Un panorama que precede un estallido.

En Madrid, donde la alcaldía de la capital está a cargo de una persona que está ahí por ser la mujer de quien es, el caso Madrid Arena ha dejado al aire la absoluta corrupción entre empresarios de la noche y concejales con intereses en la explotación de espacios públicos, por no hablar de un ex-concejal medico emérito que tiene que andar haciendo chapucillas a sus 78 años.

El Presidente de la Comunidad, que accedió al cargo después de una dura lucha interna con espías de por medio ante el otro rival, compra un ático a través de una sociedad-fantasma, con toda probabilidad con dinero de Gürtel, y sólo obtiene respaldos de sus allegados políticos, incluyendo a la lideresa que siente repugnancia por la corrupción, menos la que tiene al lado.

La Secretaría general del partido, cuyo marido tiene intereses en la privatización de la sanidad en que la que han intervenido todos los que tienen ascendente en el Partido Popular, dice que no sabe nada de la corrupción de importantes miembros de la organización, al mismo tiempo que gobierna la comunidad autónoma -aunque se bregó en política en Madrid, esa cuna- cerrando dispensarios públicos, mientras vive en una mansión con escoltas públicos en cuantía proporcional a las dimensiones del cigarral.

Y el tesorero del partido -por favor, que nadie utilice lo de ex, porque era el tesorero cuando acumuló la fortuna-, que se libró de ir a la cárcel porque el juez Pedreira (hay que poner siempre el nombre) no vio indicios de delito en "L.B" o "Luis el cabrón" en los documentos incautados a la trama Gürtel, vuelve a protagonizar la actualidad política por un asunto de nada, por una fruslería: nada menos que la cuenta B del Partido Popular.

Se ha descubierto que Luis Bárcenas, ecónomo del PP,  era el titular de una cuenta en Suiza que llegó a tener picos de ¡22 millones de euros!, y en la que también estaban, porque para eso era la cuenta del partido, metidos todos, según esta información, incluyendo al registrador de la propiedad de Santa Pola, el gallego Mariano Rajoy, del que a día de hoy todavía no se conoce ninguna reacción.

Es la cuenta B del partido, con la que se pagaban campañas políticas y cosas indecentes. Es el mayor escándalo de la democracia, mucho mayor que Filesa y, conscientes de su transcendencia, el Partido Popular ha actuado más rápidamente que una oposición marchita y opaca, que está siniestramente callada ante el bochornoso espectáculo.

¿Y como ha actuado? Con su órgano de información predilecto, esa cloaca impresa llamada El Mundo, que hoy publica que ese dinero de nada se utilizaba para pagar -y dicen que desde hace 20 años- sobresueldos en discretos sobres de mil o milquinientos euros a diputados, cargos o afectos al PP. Una contabilidad muy transparente.

Es una maniobra dilatoria que todos están dando como verídica, cuando lo que busca es ocultar que no se mantienen esos saldos en Suiza para hacer pago de menudeo: no hace falta ver The Wire para ver como esos son pagos menores, pero que esa cuenta estaba hecha para mucho más. Sólo hace falta ver el patrimonio personal acumulado por Bárcenas y su esposa gallega.

La cuenta suiza era para pagar campañas electorales: por eso la repentina merma entre 2007 y 2008, cuando hubo elecciones, y antes de que Garzón destapase Gürtel y a Correa, ese invitado, sin saberse por qué, a la boda monárquica de la hija de Aznar en El Escorial. Esa cantidad ingente de dinero, si se dedicaba al menudeo de sobres de 1.000 euros, hubiese dado para varios años, incluso considerando la cantidad de gente que vive del PP.

¿Y de que se nutría? Pues de pagos de constructoras y empresas de seguridad, ese sector donde Mayor Oreja tenía intereses participativos cuando era ministro de Interior. El Mundo pretende hacernos creer que esa millonada -y habrá más no descubierta- se dedica a sobres de limosna, porque mil euros son limosna: exactamente igual que cuando los fondos reservados de Corcuera no se creían que fueran para pagar relojes a policías por actuaciones destacadas, ahora dan por bueno la teoría -inventada por ellos- de los sobres.

Estamos al borde del abismo. En 1993, en Italia, a Craxi y al Partito Socialista Italiano, lo enviaron a las catacumbas cuando saliendo del espléndido Hotel Rafael de Roma, una multitud agolpada improvisadamente lo recibió con el famoso lancio di monettine que acabó con su carrera política y con la partitocracia que había dominado Italia durante cuatro décadas, compuesta por la Democrazia Cristiana (cuyo final se produjo entre casos de corrupción más leves que los del PP), el PSI de Craxi y el PCI, que ya venía descomponiéndose desde la caída del muro.

Hoy a las siete hay convocada una concentración enfrente de la sede nacional del partido de la corrupción en la calle Génova de Madrid. Creo que las leyes protofascistas que están intentado implantar prohíben hacer este tipo de convocatorias, y que identifican a los asistentes y a los que difunden estas convocatorias en las redes sociales. Lo pueden hacer si somos cientos, pero no si somos miles. La situación es orwelliana. Y si no me creen, miren este vídeo de ayer mismo de la número dos de Rajoy y portavoz del Congreso, apenas pudiendo contener la risa ante la sarta de gilipolleces que se ve obligada a decir.

lunes, 14 de enero de 2013

Empresas públicas estatales, un ejemplo de gestión

Tanto con eso de la marca España y dos de las empresas públicas que más la pueden representar acaban de presentar brutales despidos y remodelaciones en su estructura y funciones. Una apenas ha tenido impacto mediático, a pesar de su relevancia, y la otra ha contado con todo el impacto mediático, porque está mucho más radicada en el terruño.

La primera es Acción Cultural Española, la empresa pública encargada de montar las exposiciones sobre la marca España fuera de nuestras fronteras y que, cuando fluía el dinero a crédito y tenía otro nombre, también las montaba dentro de España, con suculentas minutas a cambio de contenidos francamente mejorables.

Parecía que el criterio que imperaba era cuanto más, mejor, y ahí que se celebraron con grandes fastos y gastos todos los centenarios, aniversarios y bicentenarios que tuvieron a bien de coincidir antes de 2009, cuando se corta el dispendio de dinero. Ahora, pasada la borrachera (llegaron a contar con 30 millones de presupuesto, ahora es un 75% menos), la empresa despide al 40% de su plantilla y rebaja el sueldo a los que se quedan.

La presidenta es Maria Teresa Lizaranzu, que además es directora general de Industrias culturales y del Libro y, pásmense, la esposa de Álvaro Nadal, el responsable de la Oficina Económica de la Moncloa, que por su cargo y desempeño en la actual situación, es íntimo de Rajoy. Seguramente la señora Lizaranzu tiene ambos cargos por su valía personal, y no por ser la esposa de quien es, que aquí pueden leer mejor.

La meritocracia de los números uno y dos de las oposiciones a cuerpos generales del Estado: así está formado este Gobierno. Y para el resto, la meritocracia de estar casado, o ser primo, o hermano, porque "tenemos la generación mejor formada de la historia", pero por si acaso vamos a ir colocando en los puestos a familiares y amigos, como en todas las anteriores generaciones de España.

En fin, vayamos al primer ente público que aplicó un ERE, conocido por todos como Paradores. En la wikipedia se puede ver la génesis de lo que parecía una buena idea en un país con amplio patrimonio histórico y que vive en gran medida del turismo, aunque el que ofrece Paradores no es el que realmente aporta la parte del león, más visible en Platja d´Aro.

Con el tiempo y, especialmente, los Quince Años de Despilfarro, Paradores se fue convirtiendo en un red inmensa y que inauguraba instalaciones en sitios realmente incomprensibles, movido por las presiones locales o pensando que, por arte de magia, el visitante dispuesto a desembolsar 180 euros por una doble querría pasar una noche en pueblos y aldeas de mierda en los sitios más feos y cutres que existen.

Se convirtió en una agencia pública de colocación de los amigos del pueblo agraciado, donde se colocaban en los servicios -el que estudio en la capital, en la dirección del centro; la prima en la cocina; el hermano en la recepción- a las fuerzas locales, porque otra fuente de empleo en la zona no había, o no se quería buscar. Si tienen la molestia de leer la lista de Paradores en el anterior enlace, verán como hay provincias sobrerepresentadas -las de siempre- y donde el paro campa con cifras de África, aunque no siempre lo recojan las estadísticas.

Los planes iniciales, que contemplaban atajar el problema con soltura con cierre de hasta siete establecimientos y cierre durante meses -los de aún más baja ocupación- de otros treinta, se han quedado al final limitado al cierre de un único establecimiento -en Puerto Lumbreras, Murcia- y a seguir esperando a que escampe, que para algo los que trabajan ahí se sienten con derecho a puesto de por vida.

Sin embargo, la empresa pública sigue, al parecer, con su programa de aperturas, como este establecimiento en una de las zonas más remotas de España, y que pasaría a ser el más grande por superficie de toda la red, demostrando una notable capacidad de adaptación al entorno. Aquí, a toda máquina y prietas las filas hasta el abismo.

¿Y quien es la directora de Paradores, la responsable de tan sabias decisiones no llevadas a término? Pues nada menos que la ex-mujer de Rodrigo Rato, a la que dejó hace unos años para irse con otra más joven -concretamente, 30 años más joven y periodista, que la profesión está muy mal: alguna se ha tenido que recalificar en Princesa-, pero que ha mantenido muy buena amistad con gente de poder en el partido de gobierno.

Seguramente la señora Ángeles Alarcó es la de más valía para ocupar la presidencia de Paradores, porque en este país impera la meritocracia. Eso, ante todo. Y si algún día se privatiza todo Paradores, incluyendo los recintos históricos en donde se enclavan los más respetables, seguro que la empresa adjudicataria será de un amigo, o ex, o primo, o hermano.

Este es el ejemplo que sale de un somero análisis de las dos entidades públicas empresariales a nivel estatal que han presentado los dos primeros ERE. La figura jurídica se creo para dar lo mejor de la empresa privada al patrimonio público, y ya ven. Para los amigos. España, año 2013.
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El mejor y más agradecido rascacielos de las conocidas como "Cuatro Torres de la Ciudad Deportiva", ejemplo duradero de la locura de los Quince Años de Despilfarro, prácticamente vacío y con unos costes de mantenimiento de 6 millones de euros al año.  Sólo se habla del aeropuerto de Castellón y otros ejemplos en la mente de todos, pero hay muescas en todas partes.

martes, 11 de diciembre de 2012

No es Bartolín, pero casi

E-mail recibido y respuesta de Cervera
No supera al caso Bartolín, pero desde luego merece entrar en la antología del disparate político. Tiene todos los elementos necesarios: un pueblo, un lerdo, corrupción, humillación, tramas oscuras, luz pública -tampoco mucha-, correos y bueno, la escopeta nacional, porque Berlanga fue muy grande en retratar nuestra sociedad.

Ayer se supo que la Policía había detenido, y posteriormente puesto en libertad, al diputado nacional por el PP Santiago Cervera, bastante conocido por revolotear en medios de comunicación -entre ellos la SER-, por pertenecer a la Mesa del Congreso y por parecer, hasta ayer, un político diferente y un dirigente de futuro. Hasta ayer, ya les digo, porque ha presentado su dimisión, en lo que seguramente será el abandono de su carrera política.

Es un gesto que le honra: pierde su condición de aforado para el juicio que tendrá que afrontar por extorsión, nada menos que al presidente de la caja de su pueblo, Navarra, ese extraño lugar donde se mezcla el agrarismo medieaval, la alta tecnología, Batasuna y el Opus. Los navarros son muy suyos, y ojalá lo sigan siendo. Ahí va una buena muestra.

El 5 de diciembre, el presidente de la caja navarra recibía un correo extorsionador no de la ETA, que es malvada y pérfida, sino de un anónimo en el que conminaba al señor Asiain -nombre de banquero donde los haya- a depositar 25.000 euros a cambio de no revelar información confidencial sobre la institución que dirige. Tampoco tan confidencial: al parecer, en su calidad de abogado, habría facturado grandes cantidades a la caja navarra, lo que ya de por sí es lamentable pero muy frecuente.

El e-mail, que no hemos podido ver, también instaba a Asiain a depositar la citada cantidad en un rendija de la muralla de Pamplona, concretamente a la altura del parque de la Media Luna, justo detrás de un conocido club deportivo. A lo mejor ustedes mismos han meado en esa misma rendija durante los sanfermines y, si no lo han hecho, seguro que alguien si. No puedo imaginarme un sitio más fétido en todo Pamplona, salvo el comité de ética de la Facultad de Medicina.

Asiain, que según la información facilitada estaba de vacaciones en Las Canarias -esos puentes, esas cajas que hay que rescatar, esos rigores del invierno navarro-, denunció el correo directamente en el puesto de la Guardia Civil del pueblucho guanche más cercano. Me imagino la cara de los olivas allí destinados: un presidente de una caja denuncia una extorsión en Navarra, en las antípodas del territorio nacional. Imagínense la escena, por favor. Y con Pepe Isbert.

La cita era el día 7, y las fuerzas del orden, que últimamente andan más ociosas por esas zonas del norte irredento, había establecido un dispositivo de control, imagino que muy discreto. Es una pena que las informaciones disponibles no indiquen la hora, pero en Pamplona es fácil imaginar que por ahí no habría ni un alma, y para eso da igual que sean las siete de la mañana que las siete de la tarde. Alguien acudió al punto de encuentro, y fue detenido dos días después. Un diputado nacional.

¿En que estaba pensando el diputado nacional del PP Santiago Cervera cuando acudía a ese lugar, sin un alma por la calle? Según su versión, más completa que la de Asiain, ha sido víctima de una trampa y que "le pudo la curiosidad". Alguien le citó, también trámite e-mail, en ese mismo punto y lugar para dejarle documentos "de relevancia judicial" que afectaban a la caja de ahorros navarra.

No sabemos si Cervera es aficionado a las películas de espías. Si lo es, se entiende que picase; si lo es, no se entiende que no viese que era una trampa. Lo que si sabemos es que Cervera formó parte entre 1996 y 2003 del consejo de Caja Navarra, y que desde entonces ha sido un fustigador de las dudosas prácticas -comunes a todas las instituciones de crédito en España- de este extraño engendro llamado caja, gobernada por políticos como el mismo.

Tras recibir el correo, digno del género ("por mi parte no volveré a mantener comunicación alguna con usted"), Cervera contestó muy displicente -y pueden ver ambos en la imagen adjunta- explicando que no le molaba el juego en lo que tenía de cutre, pero que si tenía algo que darle, que adelante. Y que no iba a estar en Pamplona esos días. Sin embargo, acudió a la cita, y de la manera más macarra posible.

Tras pasar por el lugar señalado, se alejó porque vio una cámara (ya les digo que el dispositivo policial era muy discreto), para a continuación volver pertrechado con un gorro y una bufanda, seguramente por el frío de Pamplona y no para no resultar identificado en una posible grabación: este es un detalle significativo, porque indica que sabía que podía ser víctima de una trampa, pero aún así pergueñó.

Llegados a este punto, es difícil creer que un diputado nacional pida 25.000 euros de extorsión. Así no se hacen las cosas, y si más con el tres percent y otros medios de coacción sutil. Yo creo la versión de Cervera y la trampa, aunque el hecho de que haya caído ya es motivo suficiente para acabar con su carrera política. Y renunciando a su condición de aforado, lo que dice mucho a su favor.

Asimismo, estoy convencido que dentro de su caída un factor muy importante, incluso para el que ha tendido la trampa, ha sido la vanidad de Cervera, en la que también influye que participase en medios de comunicación. ¿Cómo resistirse a acceder a información comprometedora y después hacerse el interesante por ahí? ¿Cómo? Pues muy fácil: diciendo que no. Cervera lo hizo en un primer momento, pero después le pudo la curiosidad, incluso superior a las cautelas que tomó al ponerse gorro y bufanda.

Asiaín ha dicho que seguirá adelante con la denuncia y que no llegará a ningún acuerdo, ya sugerido por el abogado de Cervera. Me parece bien y será lo mejor. De manera muy interesante, en la dirección del PP se ha dejado caer al político en peso libre. No es un cambio de postura en el partido de Zaplana, Camps y demás, parece que se hayan desprendido de un fardo incómodo.

La encargada ha sido Cospedal, con la que al parecer mantenía una relación distante. No es un pata negra: viene de UPN, el partido extraño que, ora va con el PP en coalición, ora se enfrenta y se separan. En la última trifulca dejó el partido del carlismo light -donde llegó a ser candidato a la Alcaldía de Pamplona- y se pasó con armas y bagajes al PP, llegando a presentarse en la lista por Madrid en un puesto nada anónimo.

Relativamente joven para la progresiva gerontocratización de la política española, era una estrella en ascenso, como todos los que se foguean en medios de comunicación, algo a lo que no debe ser ajeno que esté casado con Mónica Ridruejo, ex directora general de RTVE. Alguien le ha cortado las alas, seguramente de manera definitiva, probablemente por todos estos asuntos.

Lo que lleva a pensar en un fenómeno que está ahí, a la vista de todos, y en el que nadie parece reparar. En el PP se suele pagar caro no venir de una trayectoria de militancia íntegra en el partido, como bien sabe Esperanza Aguirre; pero peor aún es destacar con personalismos y protagonistas: el que tendió la trampa a Cervera debía saber bien esta características del lerdo.

Los protagonistas del famoso congreso de Valencia del PP en 2008, el que se saldó con refrendó de Rajoy al que todos habían intentado poner la zancadilla tras la derrota electoral, han ido cayendo uno a uno: los que se presentaban con el aval de la juventud -apenas cuarenta cumplidos- como Costa y Camps cayeron bajo Gürtel, tras haber caído en la trampa de dejarse encadilar con una posible candidatura alternativa a la del gallego. Y mejor no les hablo de Esperanza Aguirre, que por algo se aferra como un náufrago a la dirección del PP madrileño.

Por utilizar una metáfora futbolera, que no me gustan mucho, en el PP no hay banquillo: es mucho mejor recurrir a los Posada y Pastor, que si se definen es por la palabra "gris" en toda su polisemia, que a alguien como Cervera. Con la excepción de Soraya SdS, en el PP, si eres joven, te cortan la cabeza, aunque en este caso la vanidad y la "curiosidad" de Cervera la ha servido en bandeja, cual Bartolín.
***
(Actualización de hoy mismo, por la noche) Leyendo el estupendo blog de Fernando Garea en El País, me entero que Cervera intentaba, desde la mesa del Congreso, poner en marcha una cuenta de twitter de la institución, y hacer transparentes los viajes de sus señorías. Casualmente, y digo casualmente porque de los 365 días que tiene el año todo esto ha tenido que suceder ayer, justo cuando ya había sido detenido y puesto en libertad, conocemos estas dos noticias íntimamente relacionadas.

Primera: el Congreso ya tiene twitter. Y el primer twitter ha sido una felicitación navideña confesional. El vulgo se ha quedado con el rollo anecdótico, cuando aquí lo relevante es cúando y de qué manera. Ayer mismo.

Segunda: el Congreso ya publica los viajes de sus señorías. Eso sí, nunca su cuantía. Al extranjero, siempre en preferente. En tren, en club. Ayer mismo.

Esto lo pongo por si alguien tenía alguna duda que Cervera era un tío incómodo en su partido, y que le han hecho la cama -aprovechándose de su vanidad- de una manera tremenda. A mí me cae simpático, aunque solo sea por sus tweets, que lamentablemente he conocido demasiado tarde.

Una vez más, en la política española, se cumple eso de la foto y el que se mueve.
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El 70% del presupuesto de inversión de un Ayuntamiento, nada menos que 33 millones de euros, para pagar deuda de una empresa municipal que tiene 3.000 plazas de aparcamiento sin vender. Es en Oviedo, pero seguro que pasa en otros sitios.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Aquella noche en Bengazi

Estos son sus atributos visibles
Es una historia tan buena que parece mentira que esté pasando. Sin embargo, vivimos en una época en lo que lo imposible y lo novelesco forman parte de la realidad informativa del día a día. En un caso como este, me quedan dudas de que ganemos todos con tanto outing. 

Hace unas semanas se produjo un hecho muy grave. La embajada de EE.UU en Bengazi fue asaltada y, en la lucha, murió nada menos que el embajador de EE.UU, un hecho insólito que hacía décadas que no se producía.

Gadafi en vida dictatorial de 40 años no consiguió algo ni siquiera parecido: se tenía que contentar poniendo bombas en vuelos civiles, algo muy valiente y de mucho mérito. Ha sido asesinar al coronel libio y producirse algo tan grave como la ejecución de un embajador, para que vean como están las cosas.

El ataque a la embajada se produjo en plena campaña electoral americana, y el candidato derrotado Rommey lo intentó aprovechar en su beneficio. Sin descartar la pista de un uso electoral, parece que la cosa es mucho más truculenta, insidiosa y más atractiva. De hecho, el gran pastel se ha empezado a descubrir una vez pasadas las elecciones.

De manera muy sorprendente, porque apenas llevaba un año en el cargo, y sólo dos días después de las elecciones estadounidenses, el director de la CIA ha dimitido. Era nada más y nada menos que el famoso general David Petraeus, conocido por el gran público por su papel destacado -y mediático- en las guerras de Afganistán e Irak.

Con una hoja de servicios realmente increíble, dejó la vida militar para abrazar un cargo de gran confianza política como es el director de la CIA, lo que le ha costado emborronar su expediente y trayectoria de una manera indeleble. A ver si consigo contarlo bien, porque se entrelazan diferentes tramas -algunas con fines puramente de maquillaje- con pecados veniales.

Empecemos con la versión oficial.

La razón de la dimisión de Petraeus ha sido una relación extramatrimonial con Paula Broadwell, una escritora que realizó una biografía sobre el general, conviviendo con el en varios frentes durante muchos meses. En principio parece un escándalo típicamente estadounidense, de faldas e infidelidades, con una mujer oficial devota durante 37 años de la brillante carrera de su marido, y una MILF (con formación militar también, ojo) que se entromete, nunca mejor dicho.

El gran Bob Woodward, en los brillantes libros que ha escrito ya muy viejo sobre las últimas guerras de EE.UU, ya había avisado que Petraeus era extremadamente narcicista y lo que le gustaba era que le hiciesen la pelota y le dijesen lo brillante que era; si es cierta esta observación, el romance con Broadwell debió surgir muy pronto. ¿Qué es un biógrafo si no un enamorado del biografiado?

¿Por qué confiesa Petraeus? Aquí la historia se empieza a complicar. Al parecer, el FBI encontró correos cruzados entre los dos amantes. ¿Que hacía el FBI investigando nada menos que al director de la CIA? Ay, ay....se tardó varios días en conocer la respuesta, que por rocambolesca es todavía más patética que toda la historia.

Al parecer, otra buscona MILF de Florida había estado cortejando a Petraeus, y la muy celosa Broadwell la amenazó ¡desde las cuentas de gmail del propio Petraeus, que se las había hecho para evitar el encriptado propio de su cargo y las miradas ajenas! La amenazada, de nombre Jill Kelley, contactó con un superagente del FBI que conocía, llamado Frederick W. Humphries II, que llamándose así no podía ser otra cosa que espía.

Llegados a este punto -y eso que es la versión oficial-, uno no puede dejar de recordar y recomendar ese monumento de película que es Quemar después de leer, de los hermanos Coen, o cualquiera de esta genial pareja de cineastas, que siempre pueblan sus producciones de expertos que no lo son, manazas, narcicistas y demás. Vean también, aunque no salen espías, la fabulosa Ladykillers, y quizás contextualicen mucho mejor todo.

Humphries es un agente federal famoso, propio de un guión cinematográfico: en 1999 desarticuló una trama terrorista que iba a atentar en Los Ángeles y, al parecer, ama su trabajo, hasta el punto que se tomó como algo personal la denuncia que le hizo Kelley. Por cierto, esta buscona también se intercambiaba e-mails de contenido sexual John R. Allen, el general al cargo de las tropas de la OTAN en Afganistán. ¿Una cama redonda? Quizás.

Tan personal que ha llegado a derribar nada menos que al director de la CIA, lo que demuestra una vez más que en EE.UU y su estricta separación de poderes (y agencias gubernamentales) puede hacer que un ratón asuste a un elefante. Y sí, ya he citado antes a Woodward, quizás la persona que mejor encarna esta realidad de EE.UU junto a su colega Bernstein.

Sin embargo, aquí no hay épica periodística, al contrario: hay carencia de periodismo, como en tantas otras ocasiones. Cosas de seguridad nacional, me temo. Ya se vio muy clarito como los medios agraciados con la pedrea de los wikileaks utilizaron ese caudal de información para contar cotilleos y poco más. Y en la versión oficial del caso Petraeus estamos con cotilleos, faldas, relaciones cruzadas y demás. Hay que ver en el bosque.

La versión no oficial

Sin descartar que todo esto haya salido porque Petraeus tenía que comparecer en la Cámara de Representantes sobre el caso de la embajada de Bengazi pocos días después (y no dijo gran cosa) y la ya apuntada versión de su uso en las elecciones, está claro que un caso en el que se entrecruzan la CIA, el FBI, generales de cuatro estrellas y un embajador muerto tiene más de sí, mucho más. Con todo el respeto a los hermanos Coen.

De entrada, es sencillamente increíble que un general de cuatro estrellas y 40 años de servicio en el Ejército (¡y director de la CIA!) se abra cuentas de e-mail en servidores privados para chatear con su amante; o se embobó como un adolescente, o no se entiende nada. Sólo por este cosa tan absurda merece cualquier oprobio; o que un agente raso del FBI, por muy celoso de su trabajo que sea, investigue al director del CIA sin toparse antes con ningún cortafuegos en forma de seguridad, aviso de superiores o rapapolvo paralegal.

Quizás ayude a comprender todo esto el margen de días que hubo entre la sorprendente dimisión de Petraeus justo después de que Obama ganase las elecciones, y antes de que el caso se ramificase hasta Kelley y las amenazas. En esos días llovían las informaciones sobre el caso, como es lógico, informaciones que después se han diluido o olvidado en el fenomenal lío de faldas, espías y relaciones triangulares, perfecto para el consumo de la opinión pública.

Las informaciones de esos días se centraban en torno a Broadwell, por supuesto. Al parecer, la escritora se había metido muy bien la piel de Petraeus, hasta el punto de defenderlo acerrimamente en las ruedas de prensa, charlas y presentaciones que dio a lo largo y ancho de EE.UU presentado su libro. Al parecer también, la señora Broadwell es de boca caliente y muchas veces se le escapaban cosas que hacían intuir que entre ella y el general de cuatro estrellas había más que comunicación.

En ese contexto salieron las primeras informaciones sobre que el FBI estaba investigando Broadwell por revelación de secretos de estado, la vía más lógica de investigación, mucho más que la del agente Humphries y los e-mails amenazantes. Recuerden que hay un embajador muerto de por medio, y una imagen internacional del "policía mundial necesario" seriamente comprometida.

Tras el fiasco de Bengazi, donde su amante era el principal responsable, a la señora Broadwell se le fue la lengua en su defensa mucho más de lo habitual, y ahí fue donde saltaron todas las alarmas, y la relación extramatrimonial mantenida durante años -y de la que más de uno en el FBI, la CIA o el Ejército estaría al corriente- saltó a la luz. Me imagino que sólo las más altas gestiones habrán conseguido que la dimisión se produjese después de las elecciones, pero todo había llegado a un límite.

Aunque Petraeus diga que jamás compartió "material clasificado" con su amante, es difícil imaginar las charlas poscoitales entre un hombre de sesenta años y una mujer de cuarenta hablando de la colada o los niños, y más cuando -como he indicado-, la señora Broadwell tenía formación militar, nada menos que graduada en West Point.

Lo que dijese o no pertenece a los secretos de alcoba, el problema es cuando es información secreta y que afecta a terceras personas, en este caso -ya lo habrán adivinado- a un embajador muerto o la seguridad nacional, ampliamente entendida. Y aquí es donde empieza a ser interesante el caso para el observador atento y el lector paciente que haya llegado hasta aquí en este relato deslavazado.

El pasado 26 de octubre la señora Broadwell ofreció una conferencia en la Universidad de Denver. En el toma y daca tras la presentación -y les aseguro que en EE.UU es un toma y daca, especialmente en ambientes académicos, donde se va a cuchillo pero con gran educación y respeto-, que duró 35 minutos, la biógrafa-amante se calentó demasiado.

Preguntada sobre el asalto a la embajada de Bengazi, dijo que "los asaltantes querían liberar a miembros de milicias libias que la CIA tenía recluidos en un edificio contiguo". El que sepa leer entre líneas sabrá que ahí detrás está la palabra tortura, y EE.UU todavía no se ha recuperado de lo de Abu Graib. Esas son cosas que no se dicen así, o si se dicen no quedan sin consecuencias.

Al día siguiente la CIA tuvo que dar un desmentido, y ahí se desencadenó todo. Aquella noche en Bengazi, como se intuía, hubo mucho más: un embajador de EE.UU no muere así como así. Tuvo que haber fuego pesado. Los agentes de la CIA no se esperaban eso, pero ¿que podían esperar de un país donde se distribuyó armamento pesado por doquier, y que se podía esperar de unos compañeros que saben que sus camaradas están recluidos sin juicio, sin acusación, sin esperanza de volver a verlos?

Murió el embajador, las autoridades de EE.UU nunca han confirmado si se escaparon los presos (sería admitir a renglón seguido la pregunta ¿por qué había presos en una embajada?), ha caído el director de la CIA y, si me permiten decirlo también, Hillary Clinton, que a pesar de su desmedida ambición de poder, anunció justo después de las elecciones que no continuaría al frente de la Secretaría de Estado. Es cierto que ya lo había anunciado hace casi dos años, pero nadie le creyó, como en tantas otras mentiras de esta tahúr. Como para continuar en su cargo ahora que se sabe que la CIA ha seguido torturando durante su mandato.

¿Y quien sustituirá a la Clinton? Se hablaba de Susan Rice -esa gran y reciente tradición americana de poner al frente del poder exterior a mujeres-, la actual embajadora ante la ONU, pero la pobre ha quedado quemada también por aquella noche de Bengazi, como se explica muy bien aquí. También que Obama se enfada mucho con todo este asunto. No me extraña. Y todo por una hooker con la boca caliente.
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Noticias de la crisis. Grandes oportunidades de empleo. Parece un publireportaje, pero en teoría es una noticia.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Morirás en Barakaldo

Lugar exacto de la ejecución hipotecaria
Barakaldo es margen izquierda de Bilbao, donde antes había industria pesada y donde ahora hay pisos residenciales, otro ejemplo más del devenir de España, incluso en sus zonas menos españolas. Ayer una mujer de 53 años, que iba a ser desahuciada por no pagar su hipoteca, se suicidió tirándose del balcón de la casa que habitaba sin ser suya, justo a la altura de uno de los vestigios industriales de los antiguos altos hornos de la zona.

El suceso venía poco después de otros hechos similares a lo largo de la geografía española, especialmente destacado el de un kioskero de Granada que se había suicidado pocos días antes y en el momento de ser desahuciado por no poder afrontar una hipoteca de 240.000 euros; si, han leído bien: un pobre granaíno de la popular coplilla que, siendo kioskero, había contraído una deuda con el banco de esa cuantía.

Como este Gobierno -y también el anterior- gobierna a base de hechos luctuosos, como se ha podido comprobar tras los sucesos que llevaron a la muerte a cuatro jóvenes en una macro-party de Madrid en fechas recientes y la subsiguiente clausura y prohibición municipal de utilizar recintos públicos para estos eventos -que son los únicos en los que se puede emplear la hiperabundancia de estos edificios-, ayer el presidente de Gobierno ya anunció que intentará modificar la ley para que no se produzcan estos suicidios por desahucio.

Y eso que es registrador de la propiedad.

Todo esto es un despropósito. Dicen que hay ya 400.000 desahucios en España, y pocos me parecen por el volumen de crédito contraído para comprar ladrillo -muchas veces como segunda residencia o inversión- en los Quince Años de Despilfarro en España. Si hay 400.000 desahucios en España, hay al menos el doble de personas que sigue metiendo dinero en esa inversión llamada ladrillo, a pesar de que jamás va a ver retorno alguno de esa masiva movilización de capital hacia un bien inmueble, en muchos casos el ahorro de toda una vida: gente que paga por algo que ya no es que no valga el precio que alguna vez tuvo, es que directamente vale mucho menos.

Sin embargo, el que compró debe pagar. Para eso está la Ley Hipotecaria, con su especial consideración por el tipo de bien contratado, los plazos y la cuantía. Si no puedes pagar, se ejecuta la hipoteca, y no vale la dación en pago. No vale. Lo sabía el que compró la casa, lo sabía el banco y lo sabe el presidente del Gobierno registrador de la propiedad.

Tomemos como ejemplo el trágico suceso de Barakaldo. Según han publicado los medios, la suicida tenía 53 años y llevaba nada menos que 30 trabajando en la empresa de transportes local, actualmente en el puesto de responsable de recursos humanos. La ecuación de nuestro mercado laboral consistente en antigüedad en el puesto + relevancia del puesto arroja eso que están todos ustedes pensando: un sueldazo bajo cualquier perspectiva.

No se trata del caso de un kioskero granaíno ni de una familia de inválidos (en estos casos  es especialista el periódico 20 minutos, parece que los desahucios afectan especialmente a gente lisiada y con grados de incapacidad superiores al 66%), sino de una persona que mantenía su trabajo -y qué trabajo-, su familia y -aquí está la clave- su estatus social.

Militante y ex-edil socialista en Eibar, nadie en el barrio dice saber que estaba a punto de ser desahuciada. Difícil de creer habida cuenta que la casa llevaba en el mercado inmobiliario desde hacía un año, y más difícil de creer sabiendo lo cotillas que son los vascos -por pocos y por estar apretujados- hacia el vecino. Me da a mí que ha sido un nuevo caso de esa variante local, acendrada por décadas de conflicto político-social, de mirar hacia otro lado. ¿Que no sabían? Y un cuerno. Hasta la foto de la casa salía en Internet.

Al parecer, la familia consistente en hombre, marido e hijo de 21 años entró en la casa en 2006, y en el momento del deceso todavía debía 214.000 eurazos de hipoteca. Haciendo cuentas, la mujer suicida entró a pagar la casa con nada menos que 46 años, en pleno pico del boom inmobiliario, y seguramente para pagar una cifra altísima, por encima de los 250.000 sólo de hipoteca. Nadie informa de si tenían otra casa en propiedad -por el perfil de familia todo indica que sí-, o por qué se embarcó en el pago de otra nueva casa y de esa cuantía a esa edad.

En 2006 le quedaban 20 años de vida laboral y 250.000 euros de deuda. No parece una buena operación. Será que en 2006 alguien la encañonó a la altura de una sucursal bancaria y la obligó a suscribir una hipoteca por un bien construido al lado de un residuoo fabril, a razón de 12.000 euros al año. Ni siquiera esta me parece una cifra muy alta: si hubiese optado por el alquiler, serían algo menos de 1.000 euros al mes. Pero no, quiso ser propietaria bajo las condiciones de la Ley Hipotecaria.

Las noticias, centradas en los sensiblero y la gazmoñería más ramplona, no dicen cuando dejó de pagar la hipoteca, ni por qué dejó de hacerlo teniendo empleo, y muy bien remunerado. Tampoco por qué no optó por el alquiler. Sólo ponen fotos de sus vacaciones, seguramente en sitios más exóticos que Benidorm o Plentzia. Vacaciones pagadas a crédito, supongo.

Mientras el registrador de la propiedad de Pontevedra prepara la ley populista ad-hoc, quiero poner mi impresión del caso y su tratamiento mediático. Una persona que se suicida porque la van a desahuciar, teniendo hijos y familia sin ningún otro problema aparente, tiene un problema que va más allá de la índole económica.

La suicida de Barakaldo perpetra su acto porque es clase media que no asume su ida a menos: yo todavía no he visto ninguna noticia de ecuatoriano o rumano suicidado por la hipoteca, y bien que la sufren y en condiciones más penosas que una señora vasca con 30 años de empleo en empresa pública e incluso pasado como edil público en un municipio de más de 50.000 habitantes, no precisamente un pueblo. Ahí hay un problema mental, o de no saber afrontar la realidad.

La reacción de los medios va en el mismo camino. La suicida de Barakaldo encaja en el perfil de clase media con el que todo el mundo consumidor de medios se puede identificar, aunque dudo mucho que conozcan a una edil municipal: mediana edad, hijo ya criado, con deudas increíbles de contraer, y por cuatro paredes con ladrillo. Ahí está el drama y el éxito de esta historia. La empatía, digamos, aunque notarán que a mí no me ha afectado.

Estoy completamente seguro, y seguro que no discrepan mucho conmigo, que si el suicida hubiese sido un pobre emigrante, o siquiera un habitante de Albacete a nivel de pueblo, la noticia no hubiese tenido tanto impacto. La clase media española se suicida por no poder afrontar el pago de una hipoteca; ya, pero hay que ver qué tipo de clase media, qué tipo de hipoteca ha contraído y, especialmente, por qué no lo conocía el vecindario ni los allegados: por la vergüenza social.

El mismo mecanismo que empujó a tanta gente -y no banqueros encañonando a clientes por la calle- a adquirir propiedades que no se podían permitir, y que era el "no ser menos" que los demás, es el mismo que hace que nadie cuente sus penas con la vivienda; los inmigrantes, como no tienen problemas para contar sus penas económicas, no tienen porque pasar esa vergüenza social. Ahí está el drama personal de la ex-edil del PSOE suicida, al margen de los números de sus finanzas personales, que tampoco parecen tan diferentes de tantos otros ciudadanos que no han optado por la vía fácil del suicidio.

De hecho, creo que estoy escuchando el cuchicheo de sus vecinos durante el año en que el propietario de la casa la puso de nuevo a la venta y el trágico desenlace de esta historia. Esperen: lo estoy escuchando de verdad. Ninguno sabía nada. Seguro, seguro: la espiral del silencio, que en el contexto vasco adquiere siempre esos matices localistas y folcklóricos. 

Morirás en Barakaldo, especialmente cuando vienes de Eibar, tiene título de canción del rock radical vasco de los ochenta, que tanto vivió del desmantelamiento industrial y su mitología asociada. Sin embargo, ahora ya no hay bardos que canten esta triste historia, ni medios de comunicación ni clase política a altura de poder contar con sentido y en su contexto la historia de la ex-edil suicida con 53 años y 214.000 euros de deuda hipotecaria.
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Coincidiendo con el Congreso del Partido Comunista Chino, El País -que está que da pena- publica esta noticia muy del gusto occidental: que viene el lobo. Si leen bien el panfleto, verán que está lleno de errores (un acorazado llega a poner), exageraciones y fantasías. Viene sin firmar, lo que demuestra un poco de vergüenza, o no se si será por la huelga. 

martes, 9 de octubre de 2012

Otra campaña contra Ryanair

Lo mejor de Ryanair: cuando no hay pasajeros
Como buenos consumidores de medios de comunicación de masas que son ustedes -además de este extremadamente minoritario-, les supongo enterados de la enésima campaña anti-Ryanair desatada al final del verano contra la compañía irlandesa de vuelos a precio justo, una campaña donde confluían intereses políticos y mediáticos, con estos últimos siguiendo la claque que marcan los primeros.

Ryanair es mala, perversa, como quedó bien explicado en un post de hace tiempo. Tan mala que ofrece vuelos a precios justos (si establecemos que son baratos, es que los demás son caros: hay que preguntarse por qué) y encima ¡la gente los compra! ¡y repite! ¡y la compañía cada vez abre más rutas y se expande! ¡Esto es increíble! ¡Una empresa de éxito!

A la habitual retahíla de noticias sobre aviones que piden aterrizar con prioridad (que no emergencia) porque cargan la cantidad justa de combustible (¿saben que hasta no hace mucho tiempo los aviones se desprendían de su combustible sobrante antes de aterrizar?) y que se presenta como una catástrofe, a principios de agosto un avión de Ryanair perdió la presurización de la cabina de vuelo.

Con todo el mundo con teléfonos móviles con cámaras, salieron las imágenes de las mascarillas desplegadas y todo eso; no pasó absolutamente nada de riesgo, pero ahí estaba el alarmismo: parecía la típica serpiente informativa del verano, como las asesinas motos de agua (creo que este año no ha salido), la desaparición del Mar de Aral, o la cerveza y sus propiedades nutritivas.

El Gobierno, de la mano de la gallega y monjil Ana Pastor, tomó cartas en el asunto pero ¿cual es el asunto?  Pretendía poner sanciones a Ryanair por poner en peligro la seguridad aérea, desconociendo que carece competencias en esta materia, que sólo corresponden al país donde esté radicada la empresa. ¿Lo desconocía? Puede ser, puesto que es una persona que ha aterrizado en Fomento como un paracaidista, cuando su formación es en Sanidad, pero es mucho más probable que la puesta en escena fuese muy estudiada para dar la impresión de que el Gobierno hace algo.

El ridículo fue tan espantoso -con la ministra con cara de Mr. Potato haciendo un juego de palabras entre low cost y low security que no le salió bien porque no sabe hablar inglés- que la UE tuvo que señalar que el Gobierno español no puede hacer eso; tantos años de liberalización del tráfico aéreo para que ahora los gobiernos nacionales empiecen a poner barreras alegando las conductas más variopintas.

Quien lo ha tenido claro desde el principio ha sido el impresentable presidente de Ryanair, que ha calificado con las palabras que merece toda esta serie de incidentes magnificados: "es una campaña". Efectivamente: a Ryanair le acusan de tener más de 1.200 incidencias en lo que va de año, metiendo en ese sumatorio asuntos como pérdida de equipaje. Es una campaña con todas las de la regla, y si no vean estos datos.

Iberia, que es una compañía en extinción y que opera menos vuelos que Ryanair (si, es la realidad) en España, acumula más incidentes de los de verdad que la compañía de coste efectivo irlandesa. En este blog especializado, copiado de un piloto que se hizo muy popular hace diez años contando divulgativamente asuntos de uso común en la aviación, se explica muy claro como los medios de comunicación -en parte por el analfabetismo de sus redactores- se confunde incidencia, emergencia y urgencia.

Lo que hay es una campaña contra Ryanair. Como sabrán, la aerolínea Iberia está lanzado su filial de vuelos baratos Iberia Express, que vende más caro que Ryanair o Easyjet, en el enésimo intento desesperado por salvar un modelo de negocio que ha reventado por la competencia y por la aplicación de los más sanos principios del liberalismo.

Iberia, aunque digan que es privada, no lo es. Es una compañía asistida públicamente, por su representatividad. Recuerden que en este país se ha hecho durante los Quince Años de Despilfarro una inversión desmedida en infraestructuras aeroportuarias que ahora, con la quiebra de Spanair -menuda historia ahí, con la Generalitat quebrada financiado a fondo perdido los aviones-, esa Air Europa que es de chiste hasta en el nombre y la evaporación de Iberia, corren el riesgo de caer en la pérfidas manos extranjeras, en gran medida por la incapacidad nacional para gestionarlas eficientemente.

Estos días los periódicos están llenos de ese gran inversor en publicidad en medios que es Iberia: no es casual que en una época en que los medios tienen más autopublicidad (el nuevo coleccionable, el suplemento, el chándal del R. Madrid) que publicidad de empresas salga esta campaña contra la compañia irlandesa, que se anuncia muy poco en medios, especialmente comparada con Iberia e Iberia Express.

Además, ¿cúal es la prueba definitiva cuando hay una campaña en marcha? Mirar lo que hace El Mundo: aquí relata como a unos pasajeros no les dejaron entrar en un avión por la cara con unas ensaimadas, que debían considerar que no eran bulto. A mí de Ryanair lo que más me disgusta son los pasajeros, que piden servicios de jet set cuando han pagado menos de una comida en un restaurante de los malos: exactamente la misma actitud que tienen como ciudadanos ante el Estado. 
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Curiosamente, Sagunto es la misma ciudad donde dio sus primeros pasos el famoso Enrique Bañuelos, el de Astroc, Brasil y ahora el pelotazo en Cataluña.Y todavía siguen hablando de los Altos Hornos, que cerraron en 1984....
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Nicho laboral para licenciados universitarios en una Universidad de provincias norteñas: teleoperador. Eso sí, en tu propia región, lo más valorado. La noticia hiede a franquismo rancio en toda su redacción y estructura, además de las declaraciones.
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A esto se dedica Santiago Niño, uno de los economistas de referencia -es un decir- de los agoreros, quincemistas e inversores en sellos: la Ufología.
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Pinchazo comercial en La Coruña. Reproduzco íntegro esta parte: "las cifras, a día de hoy, muestran una ciudad de 250.000 habitantes con 12 centros comerciales y 427.596 metros cuadrados de superficie bruta alquilable, lo que sitúa la ratio de metros cuadrados comerciales por cada mil habitantes en 1.725, una media que quintuplica la del estado. Todo ello teniendo en cuenta que, desde 2008, la superficie de metros cuadrados comerciales se incrementó un 257%, con la especial aportación de Marineda City, que alberga el 46% de la oferta total de la ciudad"
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De la serie Esto no es como Grecia, no llega esta noticia: el Gobierno heleno financiará con 29 millones de euros la construcción de un circuito de Fórmula-1. Aquí ya lo hicimos, con los resultados esperados.
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"Paseando chapa", esa expresión ferroviaria para cuando un tren parte y llega a una estación sin pasajeros, se hace realidad todos los días

jueves, 4 de octubre de 2012

Pelotazo en Oviedo

Magníficamente integrado en su entorno: color y estructura
En mi afán por divulgar otros ejemplos de pelotazos habidos en España durante los Quince Años de Despilfarro, al margen de los manidos del aeropuerto de Castellón y similares, hoy toca detenerse en Oviedo.

La pequeña ciudad, capital de Asturias, contaba con un campo de fútbol municipal donde jugaba el equipo local, situado en pleno casco urbano. A finales de los noventa se derribó y el equipo se trasladó a un flamante nuevo estadio en el extrarradio, a las faldas del Monte Naranco.

Tan sabia decisión coincidió con el descenso de categoría de la entidad deportiva, que en un año pasó de jugar en Primera División a hacerlo en Tercera, merced a méritos deportivos y económicos: desde luego, era el estadio más flamante de su categoría, con 30.000 asientos para rivalizar con equipos de aldeas. Por ahí sigue, quince años después, en 2ª B. También el estadio, claro.

En el solar del antiguo estadio, que permaneció bajo titularidad municipal,  se desarrolló una operación urbanística consistente en hacer un edificio desmesurado, escasamente pensado y muy de presumir, llamado Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo. Era de iniciativa privada, porque el Ayuntamiento ya tenía un edificio propio con esas mismas finalidades,  inaugurado pocos años antes y bastante adecuado al volumen de la ciudad, qué solo en épocas muy recientes ha conseguido pasar de los 200.000 habitantes.

Sin embargo, estamos hablando de Asturias, una región donde impera el grandonismo, hasta el punto que en el habla local se pone el sufijo -on para ese tipo de cosas. Sumen a esta característica racial de los asturianos los tiempos de despilfarro, la desenfrenada pasión por construir, un alcalde impresentable bajo todos los conceptos, la firma de un arquitecto estrella y tendrán el resultado final.

El Calatravo. Con un nombre tan pomposo que empieza por "Palacio" y acaba varias palabras después, esa otra afición local a rebautizar de manera francamente ingeniosa a las cosas no tardó en encontrar otro nombre para el engendro surgido en el solar del antiguo estadio. No es el nombre más ingenioso, pero al menos transmite parte del horror.

El edificio se compone de una parte central ovoide, rodeado por columnas en 45º que sostienen un edificio en forma de U de tres plantas, que se eleva sobre rasante sin medida alguna con el entorno o el urbanismo existente. Además, es totalmente blanco, como en toda la obra de Santiago Calatrava, autor de este engendro, ya esté el edificio en Valencia, Milwakee -como la galería de arte que hizo ahí- o Barcelona. No, en Zürich no le han dejado, pero ahí tienen criterio.

Ahí van las dimensiones de la obra: auditorio de 2150 personas con cúpula de 45 metros de alto, hall de 2300 m2, 12 salas de reuniones, y eso sólo en el ovoide principal; centro comercial de 65.000 m2 ; y en el edificio de tres plantas hay ¡11.200 m2! de espacio para oficinas, un hotel de 150 habitaciones y 17.400 m2 (habitaciones bien grandes, pues), además de 1800 plazas de aparcamiento para el conjunto.

La obra fue un desastre desde su concepción, su ejecución y su legado. Como en gran parte de las obras de Calatrava, tenía una parte móvil, que nunca se ha podido mover y por la que están en juicios y pleitos entre constructora, arquitecto y promotor; además, el arquitecto había ideado, con total desconocimiento del lugar, una lámina de agua que caía desde gran altura, pero que fue suprimida de la obra final por sus altos costes de mantenimiento, aunque hubiese quedado más justo espetarle un ¡esto no es el Mediterráneo!.

La construcción se inició en 2003 y con una concesión durante 50 años, insisto que bajo iniciativa privada, pero con consentimiento y aquiescencia del Ayuntamiento y la autoridad regional: ahí dieron los permisos de construcción y, peor aún, adquirieron los 11.200 m2 de oficinas para instalar dependencias públicas, como si no hubiese otros edificios disponibles. Fue una subvención encubierta a un complejo que ya nacía mal y renqueante.

El promotor se llama Jovellanos XXI, y es una sociedad inmobiliaria participada por la familia Cosmen, los de la empresa de transporte ALSA, conocida también como El Monopolio y auténtico poder fáctico de la región. Esta misma promotora también intentó hacer de las suyas en otro solar municipal de Oviedo (de hecho, las dos operaciones se conocía como las "de los Palacios"), con su propia y triste historia.

En cualquier otro país se hubiese conservado
Se trata del solar conocido como El Vasco, por ser este el nombre de la antigua estación que se tiró abajo a finales de los ochenta, cuando se sacaron las vías de tren que atravesaban la ciudad. Era una operación de moda en la época: en Madrid se llamó Cinturón Verde (y se enterró la vía que rodeaba la ciudad entre la Estación del Norte, ahora conocida como Príncipe Pío, y Atocha) y allí Cinturón de Hierro.

En Oviedo se hizo lamentablemente mal: la ciudad se quedó sin conexión ferroviaria directa con las cuencas mineras, donde antes se podía llegar en 25 minutos, y el solar quedó vacío hasta la actualidad, con feos asuntos políticos. Jovellanos XXI intentó hacer caja, pero no coló: nada menos que tres rascacielos de 133 metros -para la escala de España lo son, imaginense en Oviedo- diseñados también por Calatrava ("edificio escultura"), inclinados y al lado del muy cuidado casco antiguo de la ciudad.

Afortunadamente, cuando se presentó esa astracanada ya era 2007 y la cosa comenzaba a desinflarse: da miedo pensar si el pelotazo se hubiese propuesto cinco años antes. ¿Miedo? No tanto: basta asomarse al Calatravo finalmente construido y ver una imagen fideligna de lo ideado. Un paisaje apocalíptico, como poco.

Ahora resulta que Jovellanos XXI ha presentado concurso de acreedores (la antigua quiebra, vamos) por 90 millones de euros, con un comunicado que da risa y asco leer, aun cuando viene extractado. El Palacio de Congresos del que alardean que ha traído a "50.000 personas" en año y medio de actividad -como si fuese una cifra para admirar- y  no tiene programación ni actividades programadas en el futuro cercano ni lejano, como es evidente cuando existen ese tipo de instalaciones en todas partes.

Como habrán podido intuir, el horrible edificio desproporcionado acabará en manos municipales, pero no es que los promotores hayan quebrado. Como indican desde Izquierda Unida, Jovellanos XXI vendió el espacio comercial por 121 millones de euros, y las oficinas del Gobierno Regional por 61 millones de euros -esto en sí sólo ya sería un escándalo, además de la subvención encubierta apuntada antes-, por lo que el negocio ya estaba hecho y ahora sólo quedaba deshacerse de lo inservible.

Es más, el Ayuntamiento de Oviedo ni siquiera será parte en el proceso concursal, ya que autorizó en 2010 a Jovellanos XXI a hipotecarse sobre una parcela que era pública, algo que me parece legalmente dudoso. Es la historia de un pelotazo, por la que nadie pasará por la cárcel y mediante la cual una pequeña ciudad de provincias se queda con un armatrostre sin utilidad, con elevados costes de mantenimiento, feo y con problemas de construcción. No es para estar muy orgullosos.
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(Relacionado con el tema principal) Un resumen de la prensa local sobre el Calatravo. Está lleno de chismes, destacando especialmente que el complejo se pretendió llamar "Francisco Álvarez Cascos".Y aquí se dice que tiene 125 usuarios al día, resultado de dividir los usuarios de los días que tiene actividad entre los 365 días del año, una fórmula tramposa pero que da una cierta idea de su función: tremendo lo de que fue inaugurado con la bendición del arzobispo. Parece una escena de La Regenta.
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(10 días después del tema principal del post) Se muere el arquitecto municipal que dio validez con su firma a la operación "de los Palacios". Casualidades de la vida: la quiebra de "El Palacio" vino un poco antes de su quiebra vital. Parece mentira que le dediquen elogios, aunque todo es posible en Vetusta. 
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Crear un macrocomplejo de supuestos usos culturales para acabar presentando la Feria del Cocido: la realidad de España y de una de sus provincias más eso: provincia y España.
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Es que Valencia es muy pequeña y hay muy pocos hoteles, normal que haya coincidencias. En cuanto se supo que sería un juicio con jurado -y las presiones que hubo para su conformación- se intuyó el desastre.
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La clase política reacciona ante el futuro éxito de plataformas como Actualizable.