jueves, 13 de diciembre de 2018

Primero hay que tener algo que contar

Allá por los días de vino y rosas del primer zapaterismo, y dentro de su visión näif del mundo, se creó el Premio Nacional de Comic. Se podía haber seguido viviendo perfectamente sin él, pero ya saben cuáles eran las batallas culturales y sociales de entonces. Mientras otros premios nacionales se reservan a carcamales y vacas sagradas de su áerea, este del cómic es un premio reservado al compromiso, la tontuna y cualquier cosa que esté de moda.

No es de extrañar que en su última edición haya ido a parar una ilustradora, que es al cómic como un fotógrafo al cine, o como un cono de carretera a la circulación víal. La galardonada es la valenciana Ana Penyas con la obra Estamos todas bien, el primer comic que hace en su vida. Sí, con el primer comic que hace en su vida se lleva el Premio Nacional.

¡Pues seguro que es una obra maestra! Todo lo contrario. La obra carece de cualquier interés y es una burla mayúscula a este género, tanto en la forma como en el fondo. La historia no puede ser más simple y ramplona: es la historia de las dos abuelas de la autora y sus vicisitudes de la vida en la posguerra española, donde no hay nada ni especial, ni destacado, ni que merezca la pena.

Todo esto del cómic -ahora llamado novela gráfica de manera amplia, por eso de lo complejitos- tiene una pequeña burbuja desde hace unos años, cuando las editoriales tradicionales que siempre habían despreciado el medio viraron tímidamente para intentar copar todos lo nichos de mercado. Y no todos los géneros del cómic, no.

Concretamente, ha sido el comic femenino. De autoras, de sus (ego)temas y de chorradas, con varios elementos en común: historias absolutamente romas, y un nivel gráfico deleznable, porque lo importante es transmitir. Hay sellos que editan varios títulos al año imposibles de diferenciar entre sí, por mucho que las autoras y las portadas sean distintas.

Estamos todas bien está publicado por Salamandra Graphic que, según leo en su web, es un sello de la editorial homónima que "nace con la vocación de publicar los títulos más interesantes y representativos de una especialidad que, dentro del mundo del cómic, aglutina los autores que aúnan una gran creatividad plástica con una auténtica proyección literaria de sus textos"

Ajá. Seguro que es el caso de la obra que nos interesa, donde esa "proyección literaria" brilla por su ausencia.  La obra son encadenados de estampitas (recuerden: la autora es ilustradora) sin ningún nexo común salvo el aburrimiento de la vida normal de una persona de esa edad, que se resume así: boda, hijos, ver la tele.

Una página completa de diálogos
Aquí no hay una epopeya de lo cotidiano, ni nada que se le parezca. Son los mismos tópicos sobre las mujeres aderazados de chismes de pueblo -con toques almodovarianos a lo Volver, no en vano una de la abuelas es de Honrubia- y esos hombres que siempre son distantes, o fríos, o tendentes a la violencia. Todos y cada uno de los tópicos son recorridos con absoluta inadidad, la palabra que mejor define toda la obra.

Es bastante evidente que este comic ha sido galardonado con el Premio Nacional por el simple hecho de que tocaba dárselo a la obra de una mujer, la primera galardonada en once años desde su creación. El problema es que no basta con ser mujer para que algo sea bueno, ni tampoco ser un autor reconocido para que todo lo que salga de su pluma sea bueno.

El primer requisito para publicar,  y no digo para galardonar, es tener algo que contar. Así ha sido desde siempre, al menos cuando existía la figura del editor. Contar algo nuevo, diferente o innovador, o quizás lo mismo de siempre pero con un enfoque distinto, que no se haya visto, que sugiera algo. Tener algo que contar, no es tan difícil.

En Estamos todas bien se tira seis páginas para una historieta absolutamente intranscendente sobre un plato de lentejas, y las últimas diez páginas sobre "la vida es aburrida, ¿eh?". Una absoluta tomadura de pelo, otra más de esta ola de cómic escrito por autoras y no se para qué publico, aunque me lo imagino: el mismo que es incapaz de abrir un solo libro, incurriendo en los tópicos más aceptados sobre el medio.
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Muy buen análisis de la función que tuvo Podemos en el éxito de la moción de censura a Rajoy
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Uno de los muchos timos que hay en la minería de carbón es lo de las "explotaciones privadas". Toda la  minería es pública por medio de las subvenciones -a la explotación, al consumo, a las prejubilaciones- y, encima, cuando la empresa quiebra o cierra, el Estado tiene que asumir la recuperación de las zonas afectadas. Aquí un buen y vergonzoso ejemplo. Por supuesto, jamás persigue a los responsables del "negocio".
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Fascinante artículo sobre Samotlor, el yacimiento de petróleo más importante de la Unión Soviética, y todavía hoy un auténtico gigante en su categoría.
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Interesante reportaje sobre la realidad subvencionada del plátano canario.  La mejor subvención es la que no existe: si el plátano canario fuese tan diferente y sabroso, la gente se pelearía por comerlo.

lunes, 3 de diciembre de 2018

(Ultra)Vox tampoco es para tanto


Mientras escribo este post hay varios miles de personas manifestándose por Sevilla y otras grandes ciudades andaluzas al grito de "¡No pasarán!" "¡Un bote, dos botes, fascista el que no bote!" y "¡Fuera el fascismo de nuestras calles!".

Es la prueba más palpable de que, 40 años después del Régimen de 1978, las normas democráticas entran con dificultad en amplias capas de la población, incapaces de asumir que el voto, superado el umbral del 5% del total emitido, produce representación, y que si se apoya el actual régimen democrático hay que asumir que en los Parlamentos regionales y en el Congreso puedan tener representación opciones políticas diferentes.

Por primera vez desde el único escaño logrado por Blas Piñar en la circunscripción de Madrid allá en los albores del actual régimen político, la ultraderecha española entra en un parlamento. Era algo que se venía barruntando desde hacía tiempo, cuando en las últimas elecciones europeas lograron 240k votos y se quedaron a las puertas de un europarlamentario. Han pasado cuatro años, varios procesos electorales, y el partido Vox ha logrado llegar a los 380k votos en Andalucía, un 10% del total, obteniendo 12 escaños que nadie supo anticipar, porque lo de los politólogos de este país solo es una escrecencia más de la mediocridad general.

¿Cómo se logra pasar de no tener representación a 12 parlamentarios? Pues con unas condiciones electorales extremadamente favorables. De entrada, una comunidad autónoma con 36 años de Gobierno ininterrumpido del PSOE, convertido en un partido caciquil que ha torpedeado cualquier investigación sobre la corrupción propia de un ejercicio tan prolongado del poder, hasta el punto que la candidata hacía oídos sordos a las continuas interpelaciones sobre el tema durante la campaña electoral.

Esa misma candidata zafia y ruín que, una vez ganadas las elecciones de 2015, no dudó en intentar el asalto a Madrid, montando un golpe de Estado dentro de su propio partido, para después perder una primarias a las que siempre se negó, forzadas por un Pedro Sánchez expulsado por El Poder por haber querido pactar con Podemos para lograr la Presidencia del Gobierno. En Andalucía han recordado perfectamente cúales eran las prioridades de Susana Díaz respecto a su comunidad autónoma, a la que volvió como si nada hubiese pasado.

Ante la perspectiva de votar a más de lo mismo, después de 36 años en los que Andalucía se ha consolidado como una región del Segundo Mundo, una gran parte de los electores se ha quedado en casa: sólo ha votado 58,36 % del censo, unas cifras que denotan un comprensible agotamiento del electorado, y que han magnificado el resultado electoral de Vox. Si ya 400k votos hubiesen sido un resultado formidable, con tan baja participación se traducen en una ganancia en representación muy alta.

Además, el PSOE de los ERE, el PER, la Universidad gratis por-que-sí, el déficit de financiación y el Estadio Olímpico de Sevilla construido para nada ha recibido un varapalo tremendo, cayendo a un porcentaje de voto jamás visto, en una secuencia histórica que apunta a un cambio de ciclo muy duradero (1982: 52.8% 1986: 47.1% 1990: 49.8% 1994: 38.7% 1996: 44.5% 2000: 44.9% 2004: 51% 2008: 48.4% 2012: 39.5% 2015: 35.3% 2018: 28%).

Por esas cosas del Gran Sur, no hubo adelanto de resultado hasta que estuvo muy avanzado el escrutino, poco antes de las 22:00. Entonces salió el bofetón: primeros resultados, y ya con el 82% contado. Eran prácticamente los resultados definitivos, porque no se iba a mover gran cosa de ahí al final del recuento. Desde ese momento se sabía que Vox iba a sacar 12 diputados, y que prácticamente ninguna combinación de izquierdas daba la mayoría en el Parlamento regional.

Esa era la principal noticia, y donde ha quedado diluida el batacazo del PP, y también en menor medida de Podemos, otra fuerza política agotada en su discurso para iletrados (referencias a series de televisión y afectos incluídos). En el signo opuesto, también ha quedado solapado el fenomenal salto de Ciudadanos, el partido que ha hecho de Cataluña una preocupación central de campaña, demostrando lo mucho que les interesa Andalucía más allá que como granero de votos. Por si hubiese alguna duda después de haber apuntalado al PSOE en sus cuatro últimos años de agonía.

Con el cadáver del gran dinosaurio caciquil todavía caliente, tanto C´s como el PP daban por hecho el pacto con Vox, y hoy el líder del PP ha abundado en que "salvo modificar la constitución, todo es debatible", demostrando el carácter de texto sagrado que ha adquirido la Carta Magna, como si hubiese sido hecho por los ángeles. Tienen el campo abonado para pactos así, porque en la izquierda ya tienen nuevo tema estrella con la puesta de largo de Vox.

Lo que debería ser normalidad democrática -era mucho más anormal que toda la derecha estuviese agrupada en un único partido con representación durante más de 30 años- y que nos "equipara a países de nuestro entorno", se está viviendo con visos de tragedia en este país, precisamente el mismo del que nos dicen los believers del 78 que, en ese momento histórico, España dejó atrás su pesimismo, su leyenda negra, su caspa y, atención, atención, también el franquismo.

Al menos eso último era uno de los fundamentos del actual régimen, basado en un milagro que deja la conversión de los panes y los peces a la altura de un vulgar truco de magia: que con la Constitución desapareció el franquismo, y ahí estaban los resultados electorales para demostrarlo. No, no: simplemente se había subsumido y pervivido en instituciones fundamentales del Estado -que no tuviese representación parlamentaria no significa que no estuviese en los otros dos poderes-, para aparecer cuando llegase el caso.

El catch-all-party que era el PP había llegado a tal nivel de degradación que incluso El Poder lo tuvo que desalojar, so pena de verse también contaminado por lo que era y es simplemente una organización para la comisión de delitos.  Durante muchos años sirvió de canal adecuado para que los ultraderechistas que hay en España se pudiesen presentar como demócratas sin hacer contricción alguna de sus conviciones ultramontanas en temas de fractura como la nación española -un constructo histórico de manual-, el aborto, la libertad sexual o la libertad de expresión. Agotada esa vía por cuestiones endógenas, Vox ya estaba en la recámara ante una oportunidad así.

Ahora, en los primeros momentos de sorpresa de los catetos de siempre ante la constatación de que en España hay ultraderecha, todos señalan a Cataluña como culpable, cuando esa misma ultraderecha se había ido organizando en torno a temas de polaridad como el matrimonio homosexual -que no les quitaba ningún derecho, simplemente lo ampliaba-, el fin pacífico de la última guerra civil española -querían venganza y humillación, y de ahí salió el líder visible del partido-, la inmigración y, en general, todo aquello propio de una sociedad avanzada. No he querido entrar mucho del tema, pero creo que incluso algunos reprochan al feminismo el relativo auge de la ultraderecha.

Y digo relativo porque, salvo una crisis de enemigo exterior -nunca descartable en un país que se empeña en mantener dos plazas fuertes como Ceuta y Melilla-, Vox no tiene margen de crecimiento para llegar al poder en solitario, precisamente por su ideario abiertamente ultra. Si se lee en detalle da risa, salvo que en tres o cuatro puntos -y bastan de sobra- parecen tener las ideas mucho más claras que la izquierda de las Thalessi y los corazones creados con las palmas de la mano.

¿Se creen que esos 400k votantes han leído el programa del partido en el que han depositado su voto? Si no lo hace el votante de un partido tradicional, mucho menos lo va a hacer el de uno que apela a sentimientos primarios, básicos y del régimen anterior. Han votado a un partido que parece tener algo que decir en la inmigración -Andalucía es sitio de frontera social, económica, religiosa y cultural-, y sobre el modelo territorial de España, mientras el resto de formaciones están todavía con lo de federal, nación de naciones, sí pero no, todos tienen derechos, ningún ser humano es ilegal y demás temas que no resisten un análisis detallado, porque provocan vergüenza.

Es precisamente en esos temas en los que deberían centrarse sus oponentes, y no en ampliar la cobertura de servicios ofertados por la Seguridad Social o en los permisos de paternidad, cacahuetes políticos para consumo de los monos. El surgimiento de Vox va a poner de nuevo en la centralidad de la política los temas que realmente importan al ciudadano, y simplemente por eso habrá merecido la pena, cosa en la que tiene que estar de acuerdo cualquiera que crea realmente en el parlamentarismo y el sistema de representación, pero quizás sea una ilusión vacía en un país que se ha fumado la declaración de independencia de un parlamento legítimamente constituido como el catalán.
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Maravillosa entrada en la Wikipedia sobre un fenómeno que también se produjo en España -baste recordar como era la Castellana de Madrid, o la Casa de Pilatos en Sevilla, ahora un Corte Inglés-, aunque más en ciudad que en el campo: porque en el campo no había nada.
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Si le ven algo de valor, que se la lleven los alemanes. Todo es objeto de venta, qué limitado el concepto de patrimonio.
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(cuarto párrafo por el final) Los 20 mejores temas de Bowie que suenan constantemente por las radios comerciales de todo el mundo le reportarían a los herederos 2 millones de libras en derechos de autor cada año. Por cada canción.  (Penúltimo párrafo) Considerando que los derechos de autor duran 70 años desde la muerte, sus bisnietos se seguirán beneficiando de la fortuna acumulada.
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Fantástico reportaje sobre Seseña. Siempre me ha parecido que eran unos edificios muy bien construidos. "Y lo cierto es que Valdemoro, que está a cinco minutos, es peor"
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Estatua monumental de Mao en un pueblo de China.  Lamentablemente duró poco.  
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Boom de la construcción residencial en Rusia, que acabará pinchando.
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Maravillosa noticia, que dice tanto: Cantabria planea ampliar su "Parque Científico y Tecnológico", a pesar de que, 9 años después de su inauguración, aún tiene el 44% de su espacio actual disponible. 

jueves, 29 de noviembre de 2018

Only in Spain: "Pasé de ser otro más de la tele que escribe libros a experto internacional en Leonardo"

El supuesto retrato auténtico de Leonardo, con el supuesto experto. 

Por una parte, está la generación mejor formada, y por otra el preocupante auge de las pseudociencias, las creencias milagrosas, las pseudoterapias, la ludopatía que simplemente esconde un analfabetismo funcional en Matemáticas, y los antivacunas. Si se representase todo en un diagrama de Venn habría entre ambos colectivos un gran espacio de interconexión, amplísimo.

Es tanta, tanta la estupidez, y tantos y tantos los que se dejan engañar por los mismos métodos que existían cuando España era de norte a sur un país de catetos, que nadie se debe extrañar de la historia de este post, donde se toca una rama que no suele aparecer habitualmente en los medios de propaganda, igualmente afectada por el dualismo entre mejor formada y, por decirlo en breve, la estupidez: el arte. La cultura. La divulgación. El saber.

Christian Gálvez es un conocido rostro de la televisión, especialmente porque lleva nueve años seguidos presentando Pasapalabra, un programa que mezcla famosos con una parte final de quizshow, ideal en el concepto de televisión familiar que tiene Planeta, la propietaria de Antena 3 y también del periodico ultra La Razón, porque ambas cosas son compatibles.

Gálvez, natural de Móstoles (Madrid), ha desarrollado en los últimos años una obsesión patológica por la figura de Leonardo Da Vinci, publicando libros -entre ellos, una serie infantil que ya va por once volúmenes- a un ritmo imposible, y todo a raíz de un primer libro en el que "mezcla la vida y obra del genio florentino con el concepto de coach", según se lee en la Wikipedia.

Casado con la gimnasta Almudena Cid, a la que conoció en el programa que presenta allá por 2010, es muy improbable que en este matrimonio haya anidado la lechuza de la sabiduría. Ella es simple y básica como solo una deportista profesional esclavizada desde la tierna infancia puede ser (baste ver alguna entrevista) y él se matriculó en la Universidad de primer curso, para después dedicarse al mundo del espectáculo.

Sin embargo, para la propaganda es "un erudito en Leonardo Da Vinci". Que hasta le han nombrado "especialista a nivel mundial". "El reconocimiento permitirá al comunicador participar en la exhumación, recuperación del ADN y reconstrucción facial de Leonardo da Vinci", como si de un catedrático italiano se tratase, experto en mil campos del saber al nivel de Eco, Magris o un Bobbio.

Será de tantos años presentando Pasapalabra, que algo se le ha quedado. Cualquiera verá que la propaganda y la estulticia han convertido a Gálvez en un experto ideal para que los mismos que consumen la caja tonta entre las 19:00 y las 21:00 crean que realmente sabe algo, porque ¡cómo un chico tan guapo y tan majo no va a saber de eso! ¡seguro que ha hecho más méritos que cualquiera que esté en una Universidad! ¡La Rey Juan Carlos esa! ¡Yo me compro su libro! ¡O lo que sea!

Y en ese lo que sea viene el revival de estos últimos días. A pesar de ser una noticia ya sabida, el nausebundo El Mundo ha vuelto a lanzar el globo, de la mano del infraser Iñako Díaz-Guerra, uno de esos que combina sabiduría futbolística con babyexplotation y con un consultorio sentimental. Un renovador del periodismo, capaz de hacer una entrevista-promoción con preguntas sonrojantes que dan lugar a que Gálvez pueda decir "he dedicado toda mi vida a la autoformación" sin que nadie le replique.

vi La última cena por primera vez, en Milán, y todavía coleaba El Código Da Vinci, de Dan Brown. Como también soy miembro de la Asociación Española de Sindonología (estudio de la Sábana Santa), que el libro mezclase todo aquello y señalase a Leonardo como creador de la Sábana Santa me atrajo, pero ahí no me pillan: independientemente de lo que sea o deje de ser la Sábana Santa, hay un documento de venta a la Casa de Saboya en 1453 y Leonardo nació en el 52. Por muy genio que sea...
El genio es el que te ha creado el personaje, Christian. Un chorlito de Móstoles, un rostro guapo de la tele, haciéndose pasar por experto en algo, pero que cuando se tiene que explicar dice estas cosas:

Leonardo murió fracasado y triste porque fue ilegítimo, iletrado, con altas probabilidades de ser disléxico, bipolar, con déficit de atención... Y a pesar de eso nunca se rindió. Pero fracasó en Florencia, en Milán, en Venecia, en Roma y sufrió lo que sufren los jóvenes hoy en día: fuga de cerebros. Se tuvo que ir a Francia.
¡Ajá! ¡Fuga de cerebros cuando fue Francisco I de Francia el que conquistó el Milanesado y por eso se puso a su servicio! ¿O quizás nos está queriendo decir el erudito Gálvez algo con eso de fuga de cerebros? ¿Una confesión? ¿Un exilio de una parte de su cuerpo? Y no se pierdan como cuela su discurso de coach, de supérate a tí mismo, en su forzada relación con Da Vinci.

Entre frases como "Leonardo no pintó una Gioconda amarilla, simplemente está amarilla de vieja. A partir de ahí se puede hacer toda la literatura que quieras" o "Mi labor es la búsqueda de restos biológicos en manuscritos originales de Leonardo" Ojo que llega el momento CSI: Móstoles: "Colaboro con la Biblioteca Nacional, tenemos allí dos códices y hago documentación histórica para intentar saber en qué partes de esos originales podría estar su ADN" (¡suerte en eso de sacar ADN de una huella dactilar, Christian! ¡A tí también, Iñako, que eres el nuevo Pedro Simón!), nos dice su auténtica cultura: "sacrifico muchos hobbies. Me encantaría seguir en el equipo de fútbol con los colegas, o jugar más horas a la Play o leer más comics. Pero no puedo. Mi vida son la tele y Leonardo"

¡Y sacar pasta, rufián! Resulta que Gálvez y la banda que le rodea han montado una exposición sobre Leonardo en Madrid. Son fechas navideñas y parece ser que es tradición que todos aquellos que durante el año no hacen nada cultural se rasquen el bolsillo en estas entrañables fechas de Antena 3, y se acerquen al cine, al teatro, al Circo del Sol, a un musical e incluso a alguna exposición, pero no de esas de cucamonas, una "donde se aprenda".

La Sala de Alhajas (ahora rebautizado como "Palacio") es un edificio en el centro de Madrid que pertenecía a Caja de Madrid. En los días de vino y rosas la poderosa Fundación Caja Madrid hacía exposiciones muy ambiciosas ahí, totalmente gratuitas y gastándose un pastón en traer obra pictórica de colecciones extranjeras: algunas de las mejores exposiciones de la historia de la ciudad se han visto ahí, muy por encima de las del Reina Sofia.

Después vino la desgracia y todos sabemos como acabó Caja de Madrid. En los últimos años el "Palacio" ha sido abierto para mercadillos de Navidad de esos con periodistas reconvertidos a fabricantes de delantales, sociólogos que ahora hacen lámparas con troncos de madera y arquitectos vendiendo tafetán, seguro que saben de lo que hablo. Lo que puedes encontrar en un chino, pero vendido cinco veces más caro. Y la tradición va a continuar.

Esta Navidad hay exposición de Leonardo, y ¿adivinan quien es el curator? El mostoleño. El mismo que dice "No nos engañemos, yo soy otro tipo de la tele que escribe libros. No niego eso. Vendo una marca personal y profesional desde hace once años", y a fe que no engaña a nadie, salvo a sus televidentes. La muestra la monta la empresa Iniciativas y Exposiciones (más de lo primero que de lo segundo) y, según El País, tiene realidad virtual y el supuesto retrato auténtico de Leonardo, descubierto por uno de los nuevos amigos de Gálvez en fecha tan improbable como 2009.

Es una doble muestra, puesto que la BNE ha sacado en coincidencia una exposición satélite donde muestra los Códices Madrid I y Madrid II, de sus propios fondos. En el Palacio de Alhajas cobran 14´5 euros por mostrar luces y cachivaches, en la BNE no cobran nada, porque para eso su sala de exposiciones es una de las mejores que hay. En una está lo falso y lo inventado, y en otra esta lo real. En una está el negocio, y en otra lo que es de todos.

Al parecer, Gálvez va a donar su parte como curator a una ONG -¡es Navidad!-, que ya sacará lo suyo con la venta de libros para iletrados. Todo lo demás de los 14´5 euros de la entrada irá a la empresa, siguiendo ese modelo de negocio que estuvo en Roma durante muchos años, en Piazza del Popolo: la exposición permanente con reproducciones de "los inventos de Leonardo", que no son más que cachivaches de madera, y que al parecer también está en otras muchas ciudades. Ventajas de llevar muerto 500 años y no tener que pagar derechos a ningún heredero ni a nadie.

Gracias al poderoso efecto arrastre de la tele, la exposición estará llena y con colas a lo Doña Manolita de esos padres deseosos de dar una cultura a sus hijos, y que en vez de darles un buen libro los van a llevar a un perfecto TIMO donde un busto parlante de la televisión se hace pasar por experto mundial de una figura que le es ajena desde el principio hasta el fin.  Es una perfecta metáfora de lo que es España en el año 2018.
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Muy fan de toda la obra de Julian Montague 
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El aeropuerto de León, donde ZP gastó 80 millones de euros sin viabilidad alguna, sin vuelos.  Y ahora, con el AVE a Madrid (2h15´), nadie cogerá un avión, salvo charters a Canarias.
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(relacionado con lo anterior) El AVE a Zamora se inauguró en plena campaña electoral para las generales de 2015, con el beneplácito de la Junta Electoral. 
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Noticias propias de nuestra normalidad democrática.
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10 cosas a la que David Bowie dijo "no".
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El cañón espacial soviético.
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Este libro tiene una pinta magnífica, y se basa en mapas y sentido común poco ortodoxo.
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Los suizos y su obsesión por los búnkeres y refugios atómicos 
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Otro ejemplo de la ruinosa gestión de Ruiz-Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid 
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Buena entrada sobre los celeberrimos monumentos yugoslavos a la lucha partisana
Y más relacionado de lo que se quisiese con este link, una galería fotográfica con una explicaciones sin desperdicio. Hay un hype que lleva años sobre esos monumentos yugoslavos, cuando los auténticos lugares de memoria, y más recientes, son estos. Mucho menos espectaculares, y por eso menos conocidos. Como siempre.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Un libro de agricultura que termina siendo un reflejo de Andalucía

Que prácticamente nadie de los que vayan a leer esto conozca la editorial Guadalmazán debería ser un buen síntoma. Radicada en Córdoba y especializada en el mantra de la divulgación científica sus bellamente presentados libros tienen un contenido vacío y próximo a cero, lo que sin duda contribuye a su irrelevancia.

Forma parte del grupo Almuzara, la editorial que tiene Manuel Pimentel, aquel wannabe del aznarato que se piró al final de la Primera Legislatura de la Reconquista de España, y que también dejó preñada a Alicia Sánchez-Camacho cuando ambos tenían compromisos matrimoniales con otras personas ajenas a su intercambio de fluidos. Pimentel, el mismo que no pagaba a sus autores por premios como el Hotel Monasterio San Miguel Puerto de Santa María, y si no creen que haya podido existir un premio así, compruébenlo aquí.

Almuzara y Guadalmazán forman parte de la industria cultural andaluza, en la que no hace falta abundar mucho. Viven de la compra pública de ejemplares, y compran manuscritos de autores que jamás podrían publicar en ninguna otra editorial, porque estas buscan el rédito económico. El resultado se nota, y solo así se explica un libro como el que es objeto de este post.

De entrada, un tomo de más de 800 páginas y que se titula Historia General de la Agricultura. De los pueblos nómadas a la biotecnología demuestra ambición y un bastante buen reclamo para el lector, a pesar del disparatado precio de 44 euros de vellón, tan típico de la edición española. El autor es Jose Ignacio Cubero que, adivinen qué, es profesor de Genética y Mejora de plantas en la Universidad de Córdoba, la misma ciudad que la editorial.

A pesar de su pantagruélico título, el primer chaparrón de realidad llega con el índice, donde los 26 capítulos tienen abundantes subíndices, algunos realmente rebuscados, cuando no todos. Y, como era de temer en un producto de la universidad española y afrontado a la edad de 80 años, la parte de la prehistoria prevalece ante todo -más de la mitad del libro- y al siglo XX dedica únicamente ¡las últimas 50 páginas!

Es como volver a esas clases de Historia contemporánea donde el profesor dejaba la lección, a final del curso, al borde de la Guerra Civil o con la fundación de la ONU, y se excusaba diciendo que no había tiempo para más, después de haber perdido el año académico en explicar batallas de Mambrú o, en este caso, controversias bizantinas sobre la fundación de las ciudades o las lenguas arawak.

El libro es un disparate de principio a fin, y cuelga sobre toda la lectura la impresión de que son apuntes de clase empaquetados, porque la seguridad de que va a acabar siendo el libro de cabecera en las facultades agrarias de Andalucía no me la quita nadie: al final de cada capítulo hay un resumen (llamado "visión de conjunto" por prurito editorial) y hasta tablas de fechas presentadas educadamente como "algunas fechas", que no son más que apelotonamientos cronológicos de hechos históricos de dudosa relación con el tema del libro.

Pero bueno, ¿no cuenta nada relevante en 800 páginas? Depende lo que se considere relevante. A la síntesis del amoniaco de Faber le dedica apenas una línea, pero los descacharrantes pies de página abundan en cosas como que "Plinio adjudica a Apicio" la descripción primigenia del foie-gras, o que "San Juan Bautista se alimentaba de langostas y miel silvestre (...) Le faltaba algo de fibra para una dieta equilibrada". ¡Caray para una Historia General de la Agricultura! ¡Que descenso al detalle intranscendente, y qué desprecio por los momentos copernicanos!

El libro, a estas alturas, ya es una chirigota. Carece de índice onomástico -si intentan buscar la mención a Faber lo tendrán que hacer a ojo-, pero tiene un capítulo final titulado "Plantas" que no es más que una relación alfabética de nombres comunes y su correspondiente en latín según Linneo y una bibliografía de seis páginas -para un libro de 800- dividida en tres apartados: "Obras de carácter general", "Obras de autores antiguos" y "Obras de referencia", que escasamente se citan en las páginas del libro.

Será para el alumno que quiera aumentar conocimientos. Confirmando su carácter de manual y para que no se haga bola a los catetos que lo tengan que leen por obligación para pasar el trámite académico, jalonan el volumen grabados y fotos de temas agropecuarios, muchos de ellos a ¡doble página! y sin relación alguna con el capítulo o el periódico histórico en donde se encuentra en ese momento el volumen.

¡Y qué decir de la redacción! Caótica es poco. El autor va adelante y atrás, hace chistes de gracejo dudoso y frases que desatan la carcajada en mitad de la noche, lo que no es poco: "No sabemos cúal fue la primera parcela sembrada, si es que alguna vez hubo una "primera"" (pág 227), o un excurso sobre la mujer y la cocina que me produce vergüenza reproducirlo aquí (pág 446).  Por supuesto, abundan los modismos como "Muchos dirán" (¿Quienes? Qué vergüenza en un autor universitario), palabras de moda como globalización (mundialización, que sería más adecuada en gran parte de la obra, apenas se usa) y los pruritos típicamente españoles, como demostrar que las Hawaii fueron descubiertas por un compatriota, y no por Cook. Pena que no haya ninguna referencia a Gibraltar.

A ver, editorial cordobesa, autor cordobés, tema agricóla. ¡Sí! ¡No podía faltar el olivo! El libro está salpimentado con paratextos que interrumpen el esquema para entrar más en detalle -es un decir- en plantas en concreto o temas, llamados "recuadros". Bien, el olivo lo hace ¡cinco ocasiones!, en vez de unificarse en una sola, y en el último de ellos (epígrafe 24.5.4.1.1, ojo al dato) empieza así:

No podía faltar en un libro de Historia de la Agricultura escrito en España un pequeño recuadro dedicado al aceite de oliva. Hoy lo superan en volumen y en conocimiento universal otros muchos aceites (...) pero ninguno es un zumo de fruta como lo es el aceite de oliva de primera extracción
¡Ea! Va siendo hora de acabar esto. Alguno recordará que en el subtítulo del libro se citaba la palabra biotecnología, que aparece en la portada del libro. Bien, le dedica dos páginas que podrían haber sido redactadas por un iletrado, básicamente el improbable consumidor final de este libro. Y recuerden el cargo académico que ocupa el autor.

Desde hace algunos años, como fruto del avance de la sociedad española y la pérdida de complejos que tan bien nos podría explicar Pimentel, el mundo editorial español propone obras con las que contaban desde hacía décadas las otras grandes culturas nacionales del mundo: desde atlas históricos sobre la industrialización hasta compendios generales de cualquier rama del saber. ¿Si fuera lo hacen, porque aquí no? Bueno, porque lo hacen mejor y no estafan al lector con un título falso y un desafío intelectual formidable afrontado por alguien de 80 años. Lo que era un viaje a través de la historia de la humanidad por medio de uno de los saberes que la definen termina siendo un retrato de un país, una época y una región.  
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Fantástica entrevista a la creadora de Quilette.
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Para todos aquellos interesados en lo austrohúngaro, la Biblioteca Nacional de Austria tiene un maravilloso buscador on-line de todas las publicaciones periódicas que conserva.
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Desconocía esta gallegada propia del desarrollismo, "La Ciudad de las Rías". Leyendo este libro especializado resulta todo aún más espantoso. 
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Muy interesante a lo que ha llevado la búsqueda de petróleo: un campo de explotación a 260 km de tierra firme y a 2000 metros de profundidad. Y funciona.
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El primer Ministro de Japón visita Darwin en el 75º aniversario del bombardeo nipón sobre la ciudad australiana. En aquella ocasión reventaron los depósitos de combustible, obligando a construir unos subterráneos que nunca se llegaron a usar. El expansionismo chino hará de este lugar del mundo un sitio clave a medio plazo.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Vivir de vender libros en un agujero del mundo

En el fondo y la forma el libro es uno de más de esa enraizada tradición británica de vida de pueblo. Si han visto cualquier sitcom o leído cualquier libro del género están todos los tópicos: un personaje central, una ubicación muy circunscrita y una plétora de personajes que pululan, a cada cual más estrafalario o exagerado.

La diferencia de este libro (Diario de un librero, Shaun Bytell) es que es un diario, y está basado en experiencias reales. Se estructura sin ningún tipo de añadido: a cada mes sigue una cita del maravilloso librito de Orwell de sus propias experiencias como librero, y cada entrada de los días viene con el esquema de "Pedidos por Internet-Libros encontrados" seguido al final por un "Recaudacion-clientes".

El interés está en las reflexiones que pone el autor, que adquirió una librería de viejo en 2001, por explicar cómo se desarrolla su negocio, y los problemas que afronta. Evidentemente, con eso no es suficiente para lograr un best seller (género que detesta, por cierto), y me imagino que el éxito se deba más bien a sus destempladas opiniones sobre los clientes y su descripción de la country life en lo que es "la zona más abandonada de Escocia".

Wigtown y la comarca de Galloway están más cerca de Irlanda que de Glasgow o Edimburgo, y demasiado alejados de las vías de comunicación entre Inglaterra y Escocia. Ni siquiera en la Edad del Oro del tren, que tapizó todo el país, ninguna línea se trazó por la zona occidental. Es en muchos sentidos un paraíso, como toda la región.

De manera bastante improbable, y copiando el modelo de Hay-on-Wine, se nombró a Wigtown "ciudad del libro", una iniciativa que en España se ha reservado para Urueña, un pueblo de mala muerte en Valladolid y donde no merece la pena detenerse jamás. Lo que era un pueblo renqueante desde los años ochenta se convirtió en un sitio con un festival literario, un puñado de librerías de viejo y cierta "presencia".

El libro-diario trata de eso: de la dificultad de sacar adelante un negocio así en un sitio así en plena era de Internet, Amazon y el comercio online. Muchas reflexiones son punzantes, y ninguna se enreda demasiado: el estilo es conciso y va directo al centro del problema, y esa es su mayor virtud. Al margen de lugares comunes al alcance de todos (la falta de relevo generacional, cómo la gente cree que tiene tesoros y sólo tiene basura) son especialmente interesantes sus apuntes sobre las tiradas, la valoración de un libro y las historias que puede tener detras.

La impresión general que deja el autor, que empezó en 2010 en Facebook a criticar a sus clientes, es que es el típico librero amargado, una figura casi legendaria. Es un poco un Narciso ante el espejo, porque aunque se entiende que le mosquee que le intenten regatear en el precio, no se entienden tanto esas apreciaciones sobre la indumentaria, la forma de hablar o el olor de la gente que,al fin y al cabo, se acercan a ese culo del mundo a mirar libros. 

Mención aparte merece la edición española, a cargo de Malpaso y con traducción de un tal Antonio Lozano. Apenas pilla los abundantes juegos de palabras y significados que usa el autor, a veces pone notas para explicar una bebida inglesa pero deja sin explicar que es el Irn Bru o da por hecho que todos los lectores saben que es Holyrood, y otras cosas más horripilantes como cuando, al hablar de los libros de los que se deshacen las bibliotecas usa la palabra "Descartado" -del inglés Discarted- en vez del correcto "Expurgo".

Es un mal muy extendido en el edición española -también hay erratas, por supuesto-, donde son abundantes los libros traducidos por dos o más personas, a cada cual más inculta y donde es fácil encontrar errores de personas poco familiarizadas con el tema o que directamente han olvidado lo que han traducido un puñado de páginas antes. Y no es cuestión de una editorial u otra: es un mal extendido.

Es un libro muy recomendable para cualquiera que sea aficionado a los papeles viejos, donde se verá reflejado en bastantes ocasiones. Por otra parte, aprovechen para ir Galloway y todos los pueblos que aparecen en el libro: me lo agradecerán.
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Maravillosa entrevista a los Bakic.
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Quieren recuperar la mayor laguna desecada de España. En su época se convirtieron en tierras de cultivo para evitar el paludismo, ahora no tiene sentido que sigan así.
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A pesar de ser millonaria a niveles de New York, recoge latas reciclabes cada día -y las convierte en dinero, unos 30 dólares- para "mantenerse en forma".
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¡Cuantas veces nos venden la patraña de que la frontera entre España y Portugal es la más antigua de Europa! ¡Un saludo a Olivenza! Pues resulta que hace nada han delimitado la frontera fluvial...
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"Asturias es la autonomía con mayor tasa de engaño a las aseguradoras"  
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Andalucía presumiendo de ser la única CC.AA donde el transporte escolar es totalmente gratuito. Presumiendo, sí.
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Un raro ejemplo de arquitectura contemporánea que alcanza un alto grado de protección, al menos en este país.
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En Suiza han hecho un túnel para AVE por donde no va a pasar ningún AVE. Ningún problema: ofrecerá un buen servicio, y solo mide 2 km....

miércoles, 6 de junio de 2018

El primer Gobierno Instagram-Twitter-Facebook

Zombie-party (Cornetto trilogy)
Por si alguien no se había dado cuenta de la jugada, en este país que se vende como "asimilable a los de su entorno" el cambio de Gobierno ha coincidido casualmente con el cambio de dirección en el conocido como intelectual orgánico de la democracia, el diario El País. Es una sucesión de relevos semejante a la que pasó con la subida al trono -a destiempo y en otra operación de urgencia- de Felipe VI, y que demuestra lo enhebrado del Estado.

El periódico había virado en los últimos tiempos a unas posiciones ideológicas donde no se reconocían sus lectores más fieles. De ser liberal en lo económico y progresista en lo social era ahora un panfleto infecto con competiciones a ver quien insultaba más a los catalanes, con redactores que huían porque no podían informar extensamente de la corrupción del PP, gente ágrafa -un mal endémico de la prensa española- y un hooliganismo explícito por Ciudadanos. Y cotilleos, claro.

Ahora, por arte de magia, han nombrado directora a una fósil de la Transición, la transnochada Gallego-Díaz, elogiada por todo su gremio sectario (para ser periodista el mejor talento es ser hijo de periodista) y de la que nadie podría citar un solo artículo, de lo romos y prescindibles que son. Yo solo citaré uno, escrito desde una rabia de españolaza derrotada, y con fuertes componentes de locura, conspiración y maguferia trasnochada de los años 70, cuando era joven.

Es fácil intuir que, en breve plazo, El País volverá a la senda que tantos éxitos dio al actual régimen del turnismo, pero no olviden nunca la siniestra coincidencia en el espacio y en el tiempo con el último cambio de sillas entre los dos únicos culos que ocupan el Gobierno de España. El Régimen busca perpetuarse para sobrevivir a la actual temporada alta de juicios -está pendiente la exoneración del cuñado del Rey, y el PP tiene juicios pendientes hasta el 2020, por lo menos- y la solución pasaba por intentar reflotar al PSOE.

Para eso, se necesitaba el apoyo de Podemos, que lo había negado muchas veces. La sucesión de acontecimientos de las últimas semanas, que empiezan por la filtracion del casoplón del Líder Supremo de la secta de ultraizquierda y siguen por el goteo de corrupción del PP, recuperando casos antiguos como Zaplana o el Yak-42, han creado el clima adecuado antes de la sentencia de la Gürtel. 

Ahora el PSOE está en el poder, cuando hace tres años los teóricos de Podemos vaticinaban su pasokización. No van a desaprovechar esa oportunidad y han presentado un Gobierno para recabar los votos de los caladeros perdidos, en una operación de mercadotecnia, asco y hartazgo con la clase política que solo puede ser exitosa, porque la mayor parte de la población es así. Instagram-Twitter-Facebook. Es más fácil identificarse con un famoso de la tele o un astronauta -que es a la ciencia como un futbolista es al deporte- que con un desharrapado que solo recuerda lo mal que estamos. Cuando el está muy bien en su piscinita y en sus 2000 metros cuadrados de "parcela" (finca)

Nombrar Ministros es una prerrogativa exclusiva del Presidente del Gobierno, pero todo el mundo intuye que los ¡17! que ha investido con el poder obedecen al bling-bling y menoscabar a los partidos que les habían robado sus votantes tradicionales, incluyendo ese gran partido llamado abstención. No es el Gobierno de los mejores, como ya está vendiendo la propaganda, ni es el Gobierno de la España real, es el Gobierno de lo peor del PSOE, incapaz de encontrar en su militancia gente adecuada porque hace mucho tiempo que los mejores no se dedican a la política, y mucho menos en un partido así.

Además, muchos de los nuevos ministros vienen con un pesado fardo al empezar su desempeño, y que les hará blanco fácil de suspicacias y control político. Ninguno es joven -no me hagan definir lo que es joven, por favor- a diferencia de la cúpula de Podemos, porque al PSOE ya solo le votan carcamales, homosexuales y otros colectivos definidos por cleaveages muy alejados de la clase social  que supuestamente está en la letra o de Obrero (Español).

Ahora les votará más gente. De los 84 diputados y el sorpasso salvado porque los comunistas de IU se quedaron en casa en la votación de 2016, hasta el más tonto de la COPE sabe que con el nuevo Gobierno el PSOE volverán hasta unos 110-120 con facilidad, porque es mucho más fácil arrastrar votantes desde el ejercicio del Gobierno que desde una oposición inexistente, tan inexistente que ni el propio Pedro Sánchez era diputado en el Congreso.

El Gobierno apunta a agotar la legislatura, porque no hay fronda en la oposición -noqueada y descolocada-, incluso aunque durante el primer año estos neoministros apenas puedan hacer nada, porque los presupuestos están aprobados, condición indispensable que puso el PNV (y la UE por lo bajini) para apoyar la moción de censura.

Lo que sigue es una galería de personajes y personajas aupados por birbililoque, oportunismo y mucho andamiaje al poder, para salvar un régimen devorado por la corrupción, un concepto de Estado-nación desfasado, una Monarquía que es un insulto porque encarna la "unidad de la nación española" y que no iba a resistir una crisis económica semejante a la iniciada en 2008, cuando el turnismo estaba garantizado.

Carmen Calvo: la única que repite de los gabinetes de Zapatero, lo que dice mucho del material que rodeaba al leonés. Como Ministra de Cultura mostró un catetismo digno de su Andalucía natal, y ahora llega a Vicepresidenta, "Relaciones con las Cortes e Igualdad" como premio a haber sido la interlocutora del partido durante la aplicación del 155 a la provincia más rica y próspera de España. Arrogante y de esas que se llena la boca con palabras como "dignidad" y "honradez", supone un paso atrás respecto a su homóloga Saenz de Santamaría, no por casualidad la encargada de aplicar el humillante 155 en el bando de Cánovas del Castillo.

Nadia Calviño: Otra gallega en Economía, como la infausta Elena Salgado. Hija de Jose María Calviño, uno de los directores más sectarios que jamás haya tenido RTVE, es un buen ejemplo de lo que es La Casta. Alta funcionaria de la UE -igual que la hija de Fraga, para que se den cuenta de la pauta- sus pelotillas la han cubierto de elogios, cuando no de babas. Sustituye a Román Escolano, del que nadie se acordará jamás.

Meritxell Batet: la única  mujer del otrora poderoso PSC en el Gobierno. Durante el golpe de partido del Gran Sur se alineó con el incapaz de Patxi López, tras haber sido de la cuerda de Pedro Sánchez en los primeros años. Es una habitual de los medios de comunicación, muy tranquila, pero va a tener que lidiar con sus paisanos y los 2´5 millones de funcionarios como Ministra de Política Territorial y Función Pública.

Borrell: este ya no es que venga del zapaterismo, viene directamente del felipismo. Un gran político, capaz de dimitir por la corrupción de dos de su colaboradores más estrechos, y capaz de ganar unas primarias al aparato del partido, que fue lo que realmente le costó su carrera política en España. Va a Exteriores, a intentar arreglar el varapalo a la imagen de España de los policías cargando como en un cuadro de Ramón Casas contra otros españoles.

Maria Jesús Montero: ¿pues no va Sánchez y encarga Hacienda a la Consejera del ramo en Andalucía? Hace falta ser idiota. La región española extractiva por excelencia, a niveles incluso superiores a Madrid, y donde recientemente han acordado con Ciudadanos considerar que si heredas un millón de euros no eres rico y no tienes que tributar. Actua y parece como medio lela, y hará algo que parecía imposible: que añoremos a Montoro.

Grande-Marlaska: un juez estrella para Interior. Un juez estrella que solo concede entrevistas a Shangay y revistas de ciclismo, porque es un practicante de la bici urbana. Ha hecho de su orientación sexual un eje de su vida, como Donald Trump, pero nadie se lo reprochará. Como juez ha reprimido la libertad de expresión y otros derechos fundamentales, hasta tal punto que forma parte del CGPJ a petición del PP. Sustituye a Zoido, un personaje inenarrable digno de unos entremeses de Cervantes.

Tendrá bajo su mando a la corrupta Policía y Guardia Civil, y ni en dos legislaturas podrá limpiar toda las capas de corrupción que acumulan los dos cuerpos. Eso sí, para la foto va a quedar muy bien. Que es lo que cuenta.

Margarita Robles: otra juez independiente que pasa a un Ministerio, siguiendo la estela del de más arriba, Garzón o aquel abulense loco que duró poco con Zapatero, y que tenía un odio pueblerino (Ávila marca) con su paisano Acebes. "Somos un país como los de nuestro entorno", pero aquí los jueces militan en partidos políticos camuflados como asociaciones sectoriales. Esta ya era Secretario de Estado con González, y ahora pasa a Defensa, sustituyendo a Cospedal. Un Ministerio feminizado, inoperante y desactivado.

Ábalos: el secretario de Organización del PSOE obtiene Fomento, exactamente igual que Pepiño Blanco. Y con los mismos fines: si el hombre-topo gallego llevó la locura del AVE a remota región, este valenciano tirará por el corredor mediterráneo, ese invento que trajeron los americanos cuando redactaron el Plan de Estabilización de 1959, que incluía un capítulo específico para la autopista que vertebra la zona. 60 años después quieren el tren. Sustituye a Iñigo Promesas, que se había pasado los dos últimos años en un non-stop Tour por España prometiendo obras imposibles con dinero que no tenía, y que ahora deja como herencia a este "colega". Además del presupuesto para 2019 comprometido.

Teresa Ribera: solo España tiene un "Ministerio para la Transición Ecológica", y lo tiene para intentar robar a Podemos los votos de Equo, valorados en 300k votantes, 500k si son elecciones europeas. Es puro postureo y vacuidad, por eso fue el primer Ministerio anunciado. Al frente han puesto a una persona de la que la propaganda dice que es muy formada, muy maja y siempre saluda en los ascensores, pero que aceptó Castor -una magufada ecologista de tres pares de narices- sin declaración de impacto ambiental, lo que debería acabar con su carrera política desde ya mismo, sin menoscabo de las responsabilidades penales. Es impresentable.

Carmen Montón: resistió la locura de Gusana Díaz y era consejera de Sanidad en Valencia, donde había revertido el modelo Alzira, básicamente el intento de la rama local de la Mafia pepera de sacar tajada con la Sanidad, el mayor negocio de España. Al parecer, es abierta militante contra la locuara de las pseudoterapias y la homeopatía. Si es así, ya era hora de que hubiese una Ministra de Sanidad y no las dos últimas marionetas de Ana Mato y Dolores Montserrat.

Pedro Duque: astronauta porque España pagó dinero para que estuviese 9 días en el espacio allá por 1998 -dolía el acento de López-Alegría, el primer astronauta español-, obtiene a cartera de Ciencia, Innovación y Universidades, que se desgaja de Educación. Ha recibido elogios porque es una celebrity, quizás la más conocida de este Gobierno ideado para Instagram. Fracasará en todas sus misiones, para las que, a diferencia de 1998, no cuenta con presupuesto alguno.

Magdalena Valerio: Viene de Castilla-La Mancha a tomar el Ministerio de Trabajo y no se qué del Pacto de Toledo. No tiene lo que hay que tener para decir que las pensiones son un sistema piramidal y el mayor pufo de nuestra generación. Pero da igual, porque su Ministerio no vale una mierda. Por cierto, la Reforma Laboral del 2012 ni la van a tocar, salvo lo crematístico.

Isabel Celaa: desde el País Vasco llega para Educación, y además será la portavoz del Gobierno (la que habla los viernes tras el Consejo de Ministros, donde sustituye al aristócrata e inútil de Méndez de Vigo). En las ya redimidas provincias del norte no tienen muy buen recuerdo suyo, como tampoco lo tienen de Patxi López. Veremos a ver.

Dolores Delgado: fiscal, pero con familia política. No suegros y cuñados, sino partido. El PSOE. Al parecer, afín a Garzón. Ministra de Justicia. Una fiscal especializada en yihadismo. Yo no entiendo nada, en un país con presos políticos y una aberración como la Ley Mordaza, poner de Ministra de Justicia a alguien así. Es el reflejo de lo que es este Gobierno.

Luis Planas: para Agricultura nos llega desde el Profundo Sur el que fue Consejero del ramo durante 20 años, según los usos temporales habituales de la región más grande de España. 20 años de consejero, y el campo andaluz sigue como sigue, ahora con mano de obra esclava sin pasaporte español. Otro Ministerio que no cuenta una mierda.

Reyes Maroto: el PSOE recupera el Ministerio de Industria, vacante desde que el clon canario de Aznar se tuvo que ir por corrupción, mientras el gallego hacía como no se enteraba de nada y que se iba porque añoraba las islas. Dicen que España es un país industrial, como puede observar cualquiera que viaje en tren entre las grandes capitales. Ala, a mamarla a Parla, que para eso es madrileña.

Maxim Huerta: cumpliendo con todos los tópicos de los que van a museos de arte contemporáneo a decir "eso lo hago yo", el PSOE de la ceja coloca al frente de un Ministerio recuperado a un colaborador de Ana Rosa Quintana. Hemos salvado a Jorge Javier Vázquez (de San Roque, Badalona) por los pelos. Escribe libros que harían vomitar a una cabra, luce su orientación sexual como solo el esterotipo haría -varios tweets con la palabra follar, imaginenselo en un hetero ministrable- y desprecia el deporte, del que dice no saber nada. Será parte de sus competencias, lo que es un perfecto epígono de este Gobierno.

Es el más joven de esta banda, y tiene 47 añazos, porque la portavoz parlamentaria Adriana Lastra no es Gobierno. El cambio era esto, ¿verdad? Gerontocracia, maquillaje y tontería. Iba a poner "disfruten lo votado", pero no representan ni una cuarta parte del electorado.
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Al parecer, hubo un tiempo en que Los Angeles no daba asco. Ligeramente relacionado con esto, pueden ver esta gráfica interactiva sobre lo que era próspero en 1980 y como está ahora, siempre dentro del contexto estadounidense. Sería curioso ver algo así a nivel europeo o español.
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Fantástico mapa inédito -y contextualización de ese genio que es Carlos Sambricio- sobre el Madrid de 1939.
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¡Qué interesante! Afeitarse se puso de moda en la I G.M para poder encajar en las máscaras de gas....
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El origen del himno del PP
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Grandonismo asturiano en estado puro.
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Interesantísimo artículo -todos los de la autora lo son, al margen de que se esté de acuerdo o no abruma con la preparación y los datos- sobre el coste de las exposiciones de arte
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Una noticia muy grave. El Estado debería hacer algo.

jueves, 31 de mayo de 2018

Hace una semana (diez años)

El Régimen del 78 busca perpetuarse, y hoy se ha vivido la penúltima escenificación del vodevil interminable con el que se pretende salvar a unas instituciones metidas hasta el gaznate en la corrupción más negra e indecente. Paralelamente, los medios de propaganda han estado bombardeando continuamente con el "hace una semana ni se podía imaginar esto", casi como si de un briefing se tratase. En fin. Lo que sigue es una reconstrucción del contexto que ha llevado a que triunfe una moción de censura a cargo de un grupo parlamentario que cuenta con ochenta y pocos diputados, esto es: menos de la cuarta parte del Parlamento.

Hace una semana salió la primera sentencia del caso Gürtel, que ha tenido 10 años de recorrido, varios muertos y unas penas de cárcel muy abultadas para la trama civil, pero mucho menores para la trama política. En el camino el partido en el poder, y que representa en gran medida El Poder, ha conseguido expulsar de la carrera judicial al juez que autorizó las escuchas judiciales, nombrar magistrados afectos, y negar la evidencia de lo que la sentencia ha establecido: existió "al menos desde 1989 y hasta 2008" una red de enriquecimiento a través de concesiones políticas arbitrarias, por decirlo finamente.

Se sabía desde hace 10 años lo que implicaba todo lo descubierto, fundamentalmente en un pendrive que, al igual que una bolsa de sangre ciclista, pudo evitar su destrucción en cuanto se desplegó la operación encubrimiento para intentar salvar al otro partido que garantizaba el turnismo querido por "los padres de la Constitución".  Desde entonces, se ha vivido el inicio del fin del actual régimen político, que habrá que ver si llega a los 49 años que duró la Primera Restauración.

La crisis sistémica -descubrir que el Partido del Poder es una banda extorsionadora que pedía pagos a las empresas, y se repartía parte de esos pagos en sobresueldos en negro- fue intentada camuflar de muchas maneras, e incluso contempló un cambio en la jefatura del Estado que nadie había reclamado y pedido, supuestamente por un elefante muerto en Botswana. Para añadir más dificultad al contexto, ha coincidido con una crisis económica que se ha prolongado una década -como se vaticinaba en su origen, y resultó ser cierto- y de la que se ha salido con mayores desigualdades en términos de renta y de la eterna fractura entre campo y ciudad que ha habido siempre en España.

Un cóctel perfecto que se completa con la emergencia de dos nuevas formaciones políticas -sin necesidad de haber reformado la Ley Electoral- con interés en ser hegemónicas, fruto del cambio generacional y de un cierto hartazgo en la sociedad al pelillos a la mar con el que las fuerzas tradicionales han manejado los crecientes desafíos, incluyendo el secesionismo catalán, tratado con mano dura y cerrazón, con el resultado de presos políticos, exiliados y un hostigamiento generalizado al disidente. Se mire por donde se mire, España es un Estado en crisis, y lleva así una década.

Por eso lo de hace una semana resulta tan falso. Cualquiera sabía que el PP ("respetamos las decisiones judiciales", salvo cuando nos afectan) iba a resultar condenado en cuanto se pudieron sortear, algunas veces de manera milagrosa, las innumerables trampas legales para impedir que el proceso se pudiese plasmar en una sentencia, como lograron con el Caso Naseiro que era básicamente lo mismo que la Gürtel. Y ese cualquiera incluye a los Poderes que hacen que un Estado se mantenga en pie, incluso con la inoperancia de parte de sus componentes.

De manera casi mágica, y para crear el clima adecuado, en fechas igual de recientes ha aparecido un pie de un militar del Yak-42 en Turquía -llevaba ahí 15 años, sale ahora- y una prisión incondicional para Eduardo Zaplana, antiguo hombre fuerte del partido, y que entre otros méritos contaba con haber sido el hombre de confianza de Rajoy entre 2004 y 2008, en la legislatura en la que el principal partido de la oposición usó la bronca constante y el 11-M como arma política.

Qué casualidad. Es casi como el empujoncito final para crear la adecuada atmosfera. Como si no bastase lo del Máster falso, las mentiras sobre mentiras, pues te sacamos también el robo barriobajero de potinges para la cara. Hace una semana nadie sabía nada de una moción de censura, pero en el fondo todos los que mueven esto lo sabían. El PP se iba a enrocar en no reconocer lo que significa la sentencia de la Gürtel -que deja como mentiroso a Rajoy en su comparecencia-, con lo que eso significaba para la esencia de las estructuras del Estado, con grave riesgo de arrastrar hacia el abismo a partes vitales del mismo.

En este sentido fue significativa la comparencia de la mujer fuerte del partido María Dolores de Cospedal, en una comisión de investigación del Parlamento. Fue hace unos días, llegando a cuestionar la validez de la sentencia, y a amenazar a uno de los Parlamentarios: "eso no me lo dices en la calle", cuando le dijo que su marido también estaba implicado. A este nivel de corrupción y desfachatez se ha llegado.

Hace una semana Pablo Iglesias, líder único de una de las formaciones emergentes del Parlamento -no existía hace cuatro años, para que se hagan la idea- le sugirió a Pedro Sánchez, líder del otro partido del turnismo tras haber derrotado a la dirección del mismo y la candidata oficialista que lo asesinó políticamente, que tenía que presentar una moción de censura. Por decencia, porque una banda mafiosa de oficio y beneficio no podía seguir al frente del Gobierno de la nación, sea lo que sea lo que significa nación en España.

No lo hacía él mismo porque tiene incluso menos de los 85 escaños del PSOE, y porque hace un año hizo una moción de censura que acabó con idéntico resultado que los escasos precedentes que ha habido de este instrumento parlamentario en las más de cuatro décadas de Régimen del 78. Por una vez, además, el partido neocomunista ofrecía su apoyo al PSOE, después de cuatro años intentando destrozarlo y aprovechar sus votos.


Lo demás ya es conocido: el ambiguo PNV ha dicho que ofrecerá sus cinco escaños al éxito de la moción de censura, dejando al PP en solitario con su partido muleta, ese que lidera encuestas con 32 parlamentarios, como si existiesen los vuelcos electorales de ese tipo, saliendo desde tan bajo. Insuficientes para superar la moción de censura por lo que mañana, salvo tamayazo -no descartable por la taifa andaluza del PSOE-, Rajoy volverá a la oposición, donde estuvo entre 2004 y 2011.

Todo apunta a que será el fin político del sexagenario registrador gallego, incapaz de incubar un sucesor -porque jamás pensaba dejar el poder, siguiendo los usos políticos de su zona- y que se ha dedicado a rebanar cabezas de manera elegante desde su posición de autoridad. Finalmente le han rebanado la cabeza extrañas fuerzas coaligadas ante su inmovilismo, su encogimiento de hombros ante la corrupción, y la firma convinción de que iba a volver a ser el candidato en 2019. Un candidato corrupto hasta la médula, y ojalá ahora saquen de nuevo esta indecencia.

Cae Rajoy, y el Gobierno resultante del PSOE -ya ha asegurado que mantendrá los presupuestos aprobados, oh casualidad, justo antes de la sentencia de la Gürtel- será meramente instrumental antes de las elecciones, que bien pueden ser anticipadas al fin de la legislatura que pudo ser posible gracias a su propia abstención. Es lo que quieren todos los partidos, especialmente Ciudadanos, que espera rebañar los votos del desencanto del PP,  en ese movimiento de pasar una y otra vez la tarjeta de crédito por encima del cristal espejado.

Este Gobierno frágil del PSOE podrá hacer muy poco, salvo recabar protagonismo para Pedro Sánchez -ahora mismo ni siquiera es diputado y no podía ni intervenir en el Parlamento, por lo que el líder de facto de la oposición era Rivera- y así quitarlo al líder de Podemos, quizás la finalidad última de toda esta operación.

Decían que el bipartidismo había acabado, y el nuevo Gobierno será del PSOE, logrando así 36 años ininterrumpidos de PPSOE. Yo no creo que haya nada que celebrar, salvo la huida de Rajoy, incapaz siquiera de sentarse esta tarde en el Parlamento, en un vivo reflejo de cómo ha interpretado siempre la política parlamentaria.
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Murcia ciudad aprobó 240k viviendas en lo que va de siglo sin plan ambiental. Y, si necesitan agua, se roba un poco más del Tajo. Qué vergüenza de país.
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Buen resumen, con abundante documentación, del conocido caso del Petromocho, epítome de #MafiAsturias.
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Interesante artículo sobre los recuerdos falsos con los que nuestro cerebro nos engaña. Destaca particularmente el gráfico sobre la memorización.
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Archivo digital de la Biblioteca Nacional con fotos de la Guerra Civil.
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Maravillosa infografía sobre los ríos que nacen en los Alpes 

jueves, 17 de mayo de 2018

Asaltar los cielos desde un chalet

Noten que linda con descampados, donde irán los vecinos a cagar
Este post es la continuación de este y este, que se podrían agrupar bajo el denominador común de cómo gastan los políticos su dinero. Cómo gestionan su patrimonio aquellos que aspiran a gestionar el patrimonio de los demás, y que tantas y tantas pistas da sobre su desempeño, el país que representan, y los tiempos que nos ha tocado vivir.

En las elecciones europeas de 2014 eclosionó un partido sin filiación previa, montado en apenas un mes y que llegó a alcanzar un 7% de los votos emitidos. Sin ningún respaldo mediático, rápidamente emergió la figura visible de Pablo Iglesias, un brillante Doctor en Ciencia Política y protegido de Juan Carlos Monedero, el intelectual más relevante de la formación, y que veía en su joven delfín el candidato perfecto para lo que no habían podido conseguir en Izquierda Unida, de donde habían salido rebotados.

Poco a poco se fue reconstruyendo la biografía de Pablo Iglesias, con destacadas aportaciones por su parte. Hijo de uno de los escasos militantes reales del Partido Comunista durante la dictadura de Franco -y verán que la figura del padre volverá a aparecer-, había logrado las mejores becas que otorga España para los estudiantes brillantes, para a continuación emprender la carrera académica al mismo tiempo que la militancia política.

La segunda se impuso a la primera, como es bien sabido. El Iglesias joven que se iba a las tertulias de ultraderecha a llevar la contraria a la caverna se fue haciendo, de manera acelerada, en un político profesional: así no extrañaba que se dejase entrevistar por Ana Rosa Quintana en la casa en la que vivía en Puente de Vallecas (Madrid), que era la de su abuela.

De ese momento queda una de sus mejores frases. La señora pija líder de las mañanas catódicas, espantada ante el entorno cotidiano de una casa no reformada -pero tampoco cochambrosa, ojo- preguntó al político que por qué no cambiaba las puertas, aunque en el fondo preguntaba que por qué no tiraba abajo todo: "yo soy partidario de que, si una cosa funciona, no hay por qué cambiarla". O algo así.

Era el año 2015, y tres años después Pablo Iglesias, con una nueva pareja con la que ya convivía en una casa de alquiler, firmaba una hipoteca por una casa escriturada en 600.000 euros de vellón,  una cifra inalcanzable para la inmensa mayoría del electorado que aspiran a cazar, que no es otro que los perdedores de la crisis.

Materialismo dialéctico a la vera de la piscina
El bastante perspicaz político español ha caído en la trampa del nido. Espera hijos con su pareja, y al parecer es un fenómeno bastante común: desde los posters que siempre han estado colgados con chinchetas que, de repente, tienen que estar enmarcados, a comprar una casa "para que en el futuro los hijos tengan algo". Un chantaje emocional que hunde sus raíces en procesos biológicos de amplio calado en los que es mejor no abundar, porque a nadie le gusta ver expuesta la naturaleza animal de nuestro ser, aparentemente racional.

Aparentemente. Es prácticamente inconcebible que un político de un partido como el que representa Podemos, que empezó con lo de la "casta" y la "deuda ilegítima" o las "auditorías ciudadanas", haya pasado en tan breve periodo de tiempo a comprarse una casa de esa cuantía, y cayendo en las mismas trampas ya indicadas en los posts enlazados al principio.

La aspiración legítima de tener algo en propiedad -un valor innato al ser humano, y basta ver como los recién nacidos lo tienen muy marcado-, así como la de gastarse el dinero en lo que le de la gana a cada uno, chirría sobremanera en este santón, que ofrecía un modelo de vida alternativo (no olviden lo de las camisas compradas en Alcampo) en una época de materialismo y consumo desaforado como centro de la existencia de tanta gente.

¿Había casas más baratas? Sin duda, y también que cumplían las características que, al parecer, buscaban. Eso sí, sin tanto jardín -nada menos que 2352 metros cuadrados de propiedad, de los que solo 268 están edificados- y probablemente sin piscina. Recientemente se ha sabido que Susana Díaz evita comer marisco en público, algo que entre la población del Gran Sur se asocia a vicio y corrupción, pero parece que Pablo Iglesias no vió su propio reflejo en la piscina de la nueva casa.

La pareja va a pagar 540.000 de hipoteca a 30 años, unas cifras que están muy por encima de la media que ofrece el Colegio de Registradores de la Propiedad (121.000 euros) y no tanto en duración (23 años y 8 meses), dejando la belleza de 1700 euros al mes a pagar durante tres décadas. Como suele pasar en estos casos, y está en la base de la burbuja inmobiliaria española, la gente no es muy consciente de lo que significa ni estas cifras, ni estas fechas: hace 30 años, por ejemplo, existía el Muro de Berlín.

360 meses pagando el sueldo medio español (cifrado en 1800 euros, más o menos) por la casa, que en teoría se acabará de pagar cuando Pablo Iglesias tenga 70 años, su pareja 60 años, y sus hijos 30 años. Una puta locura, para entendernos. Como tantos y tantos estafados en la aspiración de tener una casa, estos tolais han alargado el crédito para pagar menos, en vez de buscar una casa más pequeña y asequible, de resultas que la casa que no tienen en propiedad -es del banco hasta que acaben de pagar, otra cosa que se olvida fácilmente- ya cueste, en el momento de firmar la hipoteca, 800.000 euros, porque 200.000 euros adicionales son para la amortización del crédito.

Yo no tengo ninguna duda de que la joven familia podrá asumir el crédito. Como demuestran con esta compra, son políticos profesionales, y de eso van a vivir. A pesar del propagandista y populista "sueldo limitado a 3 veces el Salario Mínimo Interprofesional" -unos 2200 euros por cabeza, equivalente a lo que cobra un profesor universitario sin complemento alguno-, es una buena cifra de ingresos mensuales, y que significa que destinarán a la vivienda en torno al 30% de sus ingresos.

No hay toldo para una piscina tan irregular. Hay que cambiar el agua cada año
El problema es que estos no están asegurados. O sí, porque se ven de políticos hasta dentro de 30 años, que en el caso de Pablo Iglesias será con 70 años cumplidos. Solo así se explica que hayan asumido un crédito hipotecario tan prolongado, concedido por la Caja de Ingenieros, una entidad que sobrevivió a la gran quema de cajas por ser una cosa sectorial, limitada y enclenque, y que seguro que ha sido escogida por la joven pareja para no tener vínculos con bancos de los conocidos, y que alguien les reproche algo.

La casa adquirida se puede ver aquí, en el mismo medio que pagó los 15.000 euros que pedían por la exclusiva. Está decorada de manera horrible, en un rústico de pega donde destaca el baño-tinaja en la zona de jardín, en esa tendencia a lo kitsch tan propia de Madrid y de la zona donde está, en la periferia norte de la capital. Lo que se conoce como "la sierra".

Lo cierto es que Madrid tiene sierra por tres de los cuatro puntos cardinales, pero cuando uno de Madrid se refiere a "la sierra" esta es la norte, donde pueblos sin ningún interés o arrasados en la Guerra Civil -y reconstruidos por el programa de Regiones Devastadas y el Instituto de Colonización- empezaron, a partir de los años 60 y la liberalización de la economía, a experimentar el fenómeno de la suburbanización, un urban sprawl a la americana sin parangón en Europa.

Así es Galapagar, el municipio donde está la casa de los 600.000 euros. Una calle central que era y es el camino entre dos pueblos, una estación de tren donde antes paraban los trenes al Norte y que ahora solo es de Cercanías, un "casco histórico" con una iglesia sin valía en una plaza de granito gris, y una serie de urbanizaciones que son cinco o seis veces más grandes que "el pueblo", denominación mitológica con las que los madrileños se refieren a sitios como Móstoles (210.000 habitantes) o Las Rozas (90.000 habitantes), cuando de pueblo no tienen nada, ni las gallinas.

Son metástasis de Madrid, sin mayor valor añadido. El supuesto "contacto con la naturaleza" es mayor que en una torre de viviendas, pero en absoluto se vayan a creer que eso es Inglaterra, Francia, Suiza o Alemania, donde se puede salir de las grandes ciudades andando y entrando directamente en la naturaleza. Es una pesadilla distópica de calles anónimas, de vallas cerradas, de viviendas unifamiliares encerradas en sí mismas, y de dependencia del transporte privado.

Ese ambiente es el que han escogido la pareja de Iglesias y Montero para sus futuros vástagos, y en un sitio como Galapagar, con un porcentaje de blanquitos al 98%, dice mucho de sus aspiraciones vitales. Un ambiente muy distinto, formado por wannabes, al de Puente de Vallecas o el de Rivas, lugar en donde vivían de alquiler y también con muchos aspirantes a medrar, pero de menor nivel que en Galapagar.

Pasado un día desde que se conociese el asunto, que en principio no tendría mayor interés si no fuese por lo que supone para uno que se vendía como un santón y modelo de vida, la diputada Irene Montero ha decidido explicar las razones en un comunicado en Facebook, redactado con un nivel de bachillerato malo, mezclando género y número. El escrito abunda en el desasosiego que ya dejaba la noticia de por sí misma, y es muy ejemplificativo del país que tenemos, y de la despreciable clase política.

Montero destaca que la casa "está a 40 km de Madrid", como si eso fuese en demérito de la misma, cuando lo único que va en demérito es de su propia calidad de vida, porque siempre van a tener que ir a trabajar a Madrid capital. A 40 km. de Madrid está Fuentidueña del Tajo, un sitio de gallinas y gitanos, pero ahí no se han ido a vivir, no. Se han ido a Galapagar, a una urba -en otro momento estaría bien hablar del ambiente de las urbas, especialmente el juvenil- de las de setos cortados, farolas con las bombillas puestas y rodeados de gente bien, no esa chusma que se encuentra en las casas okupas que fueron el germen primigenio de Podemos.

Pero lo más repelente llega después, tras haber apelado a los hijos y demás ñoñerías como "proyecto de vida".  Resulta que, aunque el comunicado aparece en el Facebook de la diputada Montero, lo ha redactado una tercera persona, si no se explican estas frases: "Irene ha necesitado para ello pedir un préstamo a su padre. El padre de Irene ha trabajado toda su vida como mozo de mudanza y su madre es profesora de educación infantil. Los padres de Pablo han ganado más. Su padre es inspector de trabajo (jubilado) y su madre abogada laboralista (jubilada). Tenían buen sueldo, sobre todo su padre, y le dejarán una herencia que nos ayudará."

¿El Notario? ¿Monedero? A saber. Lo importante es lo que dice: que han sableado a los padres para comprar una casa que no se podrían permitir, además de por decencia y por vinculación a su electorado y lo que decían en el pasado. Así es España: gran parte de la burbuja inmobiliaria viene inflada por esos padres avalistas, o que venden la casa en el pueblo para pagar las cuatro paredes en un arrabal de gran ciudad. Los promotores lo saben perfectamente, y añaden un sobreprecio a un producto ya inflado de origen, porque saben que la familia siempre estará ahí, y sus ahorros.

Lo de pedir un préstamo a los padres para pagar la casa es relativamente habitual. Por ejemplo, ya lo hizo la Infanta Cristina con el Rey Juan Carlos, aunque todos sospechamos que fue un ardid urdido a posteriori para rebajar ante la Fiscalía lo robado con el Instituto Noos. Pedirlo a alguien que ha sido mozo de almacén ya es ponerle ya es ponerle mucha cara. Peor es lo que se dice de los padres de Iglesias, a los que ya dan por amortizado (jubilados), pero que "dejarán una herencia que nos ayudará".

Es terrible. Si yo fuese su padre, incluso siendo un comunista de vieja impronta, me fundía todo para no dejar nada a esa nuera e hijo que cuentan con el dinero que no han trabajado para pagar sus lujos. La frase es tan desoladora que deja entrever que sí, que la hipoteca a 30 años, pero que en esos 30 años se van a morir los padres y van a usar la herencia para rebajar la duración de la hipoteca. Pero de renunciar a los 2000 metros cuadrados de terrenito y la piscina, nada de nada. Amortizados en vida. Los padres, me refiero.

No acaba aquí. El comunicado concluye con amenazas ("No deseamos que les ocurra lo mismo a otros líderes políticos ni a creadores de opinión o propietarios de medios de comunicación.", todo un aviso a los periodistas) y un espectacular "asumimos que con nosotros funcionan reglas diferentes que con los demás. Sabemos por qué es. También por eso queremos vivir más cerca del campo", que apunta a una mano negra sin identificar.

Las reglas son las mismas para todos, pero si vosotros mismos os habeis puesto un listón con lo de la decencia, la casta, el salario mínimo interprofesional x 3, hay que asumir que lo de comprar una casa así, pretender que no se iba a saber cuando todos los grupos de comunicación se dedican a bombardearos y encima pretender que aquí no ha pasado es de muy cara dura. Lo que son, y sin ningún atisbo de duda. Querían asaltar los cielos pero no les valía desde un adosado, querían un casoplón. Ya lo tienen. Por el camino se van a quedar un buen número de votantes, porque el asunto de la casa lo van a sacar recurrentemente los enemigos, y esperemos que también alguno de los amigos con algo de decencia propia.
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