El Régimen del 78 busca perpetuarse, y hoy se ha vivido la penúltima escenificación del vodevil interminable con el que se pretende salvar a unas instituciones metidas hasta el gaznate en la corrupción más negra e indecente. Paralelamente, los medios de propaganda han estado bombardeando continuamente con el "hace una semana ni se podía imaginar esto", casi como si de un briefing se tratase. En fin. Lo que sigue es una reconstrucción del contexto que ha llevado a que triunfe una moción de censura a cargo de un grupo parlamentario que cuenta con ochenta y pocos diputados, esto es: menos de la cuarta parte del Parlamento.
Hace una semana salió la primera sentencia del caso Gürtel, que ha tenido 10 años de recorrido, varios muertos y unas penas de cárcel muy abultadas para la trama civil, pero mucho menores para la trama política. En el camino el partido en el poder, y que representa en gran medida El Poder, ha conseguido expulsar de la carrera judicial al juez que autorizó las escuchas judiciales, nombrar magistrados afectos, y negar la evidencia de lo que la sentencia ha establecido: existió "al menos desde 1989 y hasta 2008" una red de enriquecimiento a través de concesiones políticas arbitrarias, por decirlo finamente.
Se sabía desde hace 10 años lo que implicaba todo lo descubierto, fundamentalmente en un pendrive que, al igual que una bolsa de sangre ciclista, pudo evitar su destrucción en cuanto se desplegó la operación encubrimiento para intentar salvar al otro partido que garantizaba el turnismo querido por "los padres de la Constitución". Desde entonces, se ha vivido el inicio del fin del actual régimen político, que habrá que ver si llega a los 49 años que duró la Primera Restauración.
La crisis sistémica -descubrir que el Partido del Poder es una banda extorsionadora que pedía pagos a las empresas, y se repartía parte de esos pagos en sobresueldos en negro- fue intentada camuflar de muchas maneras, e incluso contempló un cambio en la jefatura del Estado que nadie había reclamado y pedido, supuestamente por un elefante muerto en Botswana. Para añadir más dificultad al contexto, ha coincidido con una crisis económica que se ha prolongado una década -como se vaticinaba en su origen, y resultó ser cierto- y de la que se ha salido con mayores desigualdades en términos de renta y de la eterna fractura entre campo y ciudad que ha habido siempre en España.
Un cóctel perfecto que se completa con la emergencia de dos nuevas formaciones políticas -sin necesidad de haber reformado la Ley Electoral- con interés en ser hegemónicas, fruto del cambio generacional y de un cierto hartazgo en la sociedad al pelillos a la mar con el que las fuerzas tradicionales han manejado los crecientes desafíos, incluyendo el secesionismo catalán, tratado con mano dura y cerrazón, con el resultado de presos políticos, exiliados y un hostigamiento generalizado al disidente. Se mire por donde se mire, España es un Estado en crisis, y lleva así una década.
Por eso lo de hace una semana resulta tan falso. Cualquiera sabía que el PP ("respetamos las decisiones judiciales", salvo cuando nos afectan) iba a resultar condenado en cuanto se pudieron sortear, algunas veces de manera milagrosa, las innumerables trampas legales para impedir que el proceso se pudiese plasmar en una sentencia, como lograron con el Caso Naseiro que era básicamente lo mismo que la Gürtel. Y ese cualquiera incluye a los Poderes que hacen que un Estado se mantenga en pie, incluso con la inoperancia de parte de sus componentes.
De manera casi mágica, y para crear el clima adecuado, en fechas igual de recientes ha aparecido un pie de un militar del Yak-42 en Turquía -llevaba ahí 15 años, sale ahora- y una prisión incondicional para Eduardo Zaplana, antiguo hombre fuerte del partido, y que entre otros méritos contaba con haber sido el hombre de confianza de Rajoy entre 2004 y 2008, en la legislatura en la que el principal partido de la oposición usó la bronca constante y el 11-M como arma política.
Qué casualidad. Es casi como el empujoncito final para crear la adecuada atmosfera. Como si no bastase lo del Máster falso, las mentiras sobre mentiras, pues te sacamos también el robo barriobajero de potinges para la cara. Hace una semana nadie sabía nada de una moción de censura, pero en el fondo todos los que mueven esto lo sabían. El PP se iba a enrocar en no reconocer lo que significa la sentencia de la Gürtel -que deja como mentiroso a Rajoy en su comparecencia-, con lo que eso significaba para la esencia de las estructuras del Estado, con grave riesgo de arrastrar hacia el abismo a partes vitales del mismo.
En este sentido fue significativa la comparencia de la mujer fuerte del partido María Dolores de Cospedal, en una comisión de investigación del Parlamento. Fue hace unos días, llegando a cuestionar la validez de la sentencia, y a amenazar a uno de los Parlamentarios: "eso no me lo dices en la calle", cuando le dijo que su marido también estaba implicado. A este nivel de corrupción y desfachatez se ha llegado.
Hace una semana Pablo Iglesias, líder único de una de las formaciones emergentes del Parlamento -no existía hace cuatro años, para que se hagan la idea- le sugirió a Pedro Sánchez, líder del otro partido del turnismo tras haber derrotado a la dirección del mismo y la candidata oficialista que lo asesinó políticamente, que tenía que presentar una moción de censura. Por decencia, porque una banda mafiosa de oficio y beneficio no podía seguir al frente del Gobierno de la nación, sea lo que sea lo que significa nación en España.
No lo hacía él mismo porque tiene incluso menos de los 85 escaños del PSOE, y porque hace un año hizo una moción de censura que acabó con idéntico resultado que los escasos precedentes que ha habido de este instrumento parlamentario en las más de cuatro décadas de Régimen del 78. Por una vez, además, el partido neocomunista ofrecía su apoyo al PSOE, después de cuatro años intentando destrozarlo y aprovechar sus votos.
Lo demás ya es conocido: el ambiguo PNV ha dicho que ofrecerá sus cinco escaños al éxito de la moción de censura, dejando al PP en solitario con su partido muleta, ese que lidera encuestas con 32 parlamentarios, como si existiesen los vuelcos electorales de ese tipo, saliendo desde tan bajo. Insuficientes para superar la moción de censura por lo que mañana, salvo tamayazo -no descartable por la taifa andaluza del PSOE-, Rajoy volverá a la oposición, donde estuvo entre 2004 y 2011.
Todo apunta a que será el fin político del sexagenario registrador gallego, incapaz de incubar un sucesor -porque jamás pensaba dejar el poder, siguiendo los usos políticos de su zona- y que se ha dedicado a rebanar cabezas de manera elegante desde su posición de autoridad. Finalmente le han rebanado la cabeza extrañas fuerzas coaligadas ante su inmovilismo, su encogimiento de hombros ante la corrupción, y la firma convinción de que iba a volver a ser el candidato en 2019. Un candidato corrupto hasta la médula, y ojalá ahora saquen de nuevo esta indecencia.
Cae Rajoy, y el Gobierno resultante del PSOE -ya ha asegurado que mantendrá los presupuestos aprobados, oh casualidad, justo antes de la sentencia de la Gürtel- será meramente instrumental antes de las elecciones, que bien pueden ser anticipadas al fin de la legislatura que pudo ser posible gracias a su propia abstención. Es lo que quieren todos los partidos, especialmente Ciudadanos, que espera rebañar los votos del desencanto del PP, en ese movimiento de pasar una y otra vez la tarjeta de crédito por encima del cristal espejado.
Este Gobierno frágil del PSOE podrá hacer muy poco, salvo recabar protagonismo para Pedro Sánchez -ahora mismo ni siquiera es diputado y no podía ni intervenir en el Parlamento, por lo que el líder de facto de la oposición era Rivera- y así quitarlo al líder de Podemos, quizás la finalidad última de toda esta operación.
Decían que el bipartidismo había acabado, y el nuevo Gobierno será del PSOE, logrando así 36 años ininterrumpidos de PPSOE. Yo no creo que haya nada que celebrar, salvo la huida de Rajoy, incapaz siquiera de sentarse esta tarde en el Parlamento, en un vivo reflejo de cómo ha interpretado siempre la política parlamentaria.
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Murcia ciudad aprobó 240k viviendas en lo que va de siglo sin plan ambiental. Y, si necesitan agua, se roba un poco más del Tajo. Qué vergüenza de país.
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Buen resumen, con abundante documentación, del conocido caso del Petromocho, epítome de #MafiAsturias.
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Interesante artículo sobre los recuerdos falsos con los que nuestro cerebro nos engaña. Destaca particularmente el gráfico sobre la memorización.
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Archivo digital de la Biblioteca Nacional con fotos de la Guerra Civil.
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Maravillosa infografía sobre los ríos que nacen en los Alpes
Blog personal sobre cuestiones sociopolíticas. No es un blog de antipolítica. El autor tiene sus opiniones, que casi nunca coinciden con las de ningún partido ni ningún medio de comunicación.
jueves, 31 de mayo de 2018
jueves, 17 de mayo de 2018
Asaltar los cielos desde un chalet
Noten que linda con descampados, donde irán los vecinos a cagar |
En las elecciones europeas de 2014 eclosionó un partido sin filiación previa, montado en apenas un mes y que llegó a alcanzar un 7% de los votos emitidos. Sin ningún respaldo mediático, rápidamente emergió la figura visible de Pablo Iglesias, un brillante Doctor en Ciencia Política y protegido de Juan Carlos Monedero, el intelectual más relevante de la formación, y que veía en su joven delfín el candidato perfecto para lo que no habían podido conseguir en Izquierda Unida, de donde habían salido rebotados.
Poco a poco se fue reconstruyendo la biografía de Pablo Iglesias, con destacadas aportaciones por su parte. Hijo de uno de los escasos militantes reales del Partido Comunista durante la dictadura de Franco -y verán que la figura del padre volverá a aparecer-, había logrado las mejores becas que otorga España para los estudiantes brillantes, para a continuación emprender la carrera académica al mismo tiempo que la militancia política.
La segunda se impuso a la primera, como es bien sabido. El Iglesias joven que se iba a las tertulias de ultraderecha a llevar la contraria a la caverna se fue haciendo, de manera acelerada, en un político profesional: así no extrañaba que se dejase entrevistar por Ana Rosa Quintana en la casa en la que vivía en Puente de Vallecas (Madrid), que era la de su abuela.
De ese momento queda una de sus mejores frases. La señora pija líder de las mañanas catódicas, espantada ante el entorno cotidiano de una casa no reformada -pero tampoco cochambrosa, ojo- preguntó al político que por qué no cambiaba las puertas, aunque en el fondo preguntaba que por qué no tiraba abajo todo: "yo soy partidario de que, si una cosa funciona, no hay por qué cambiarla". O algo así.
Era el año 2015, y tres años después Pablo Iglesias, con una nueva pareja con la que ya convivía en una casa de alquiler, firmaba una hipoteca por una casa escriturada en 600.000 euros de vellón, una cifra inalcanzable para la inmensa mayoría del electorado que aspiran a cazar, que no es otro que los perdedores de la crisis.
Materialismo dialéctico a la vera de la piscina |
Aparentemente. Es prácticamente inconcebible que un político de un partido como el que representa Podemos, que empezó con lo de la "casta" y la "deuda ilegítima" o las "auditorías ciudadanas", haya pasado en tan breve periodo de tiempo a comprarse una casa de esa cuantía, y cayendo en las mismas trampas ya indicadas en los posts enlazados al principio.
La aspiración legítima de tener algo en propiedad -un valor innato al ser humano, y basta ver como los recién nacidos lo tienen muy marcado-, así como la de gastarse el dinero en lo que le de la gana a cada uno, chirría sobremanera en este santón, que ofrecía un modelo de vida alternativo (no olviden lo de las camisas compradas en Alcampo) en una época de materialismo y consumo desaforado como centro de la existencia de tanta gente.
¿Había casas más baratas? Sin duda, y también que cumplían las características que, al parecer, buscaban. Eso sí, sin tanto jardín -nada menos que 2352 metros cuadrados de propiedad, de los que solo 268 están edificados- y probablemente sin piscina. Recientemente se ha sabido que Susana Díaz evita comer marisco en público, algo que entre la población del Gran Sur se asocia a vicio y corrupción, pero parece que Pablo Iglesias no vió su propio reflejo en la piscina de la nueva casa.
La pareja va a pagar 540.000 de hipoteca a 30 años, unas cifras que están muy por encima de la media que ofrece el Colegio de Registradores de la Propiedad (121.000 euros) y no tanto en duración (23 años y 8 meses), dejando la belleza de 1700 euros al mes a pagar durante tres décadas. Como suele pasar en estos casos, y está en la base de la burbuja inmobiliaria española, la gente no es muy consciente de lo que significa ni estas cifras, ni estas fechas: hace 30 años, por ejemplo, existía el Muro de Berlín.
360 meses pagando el sueldo medio español (cifrado en 1800 euros, más o menos) por la casa, que en teoría se acabará de pagar cuando Pablo Iglesias tenga 70 años, su pareja 60 años, y sus hijos 30 años. Una puta locura, para entendernos. Como tantos y tantos estafados en la aspiración de tener una casa, estos tolais han alargado el crédito para pagar menos, en vez de buscar una casa más pequeña y asequible, de resultas que la casa que no tienen en propiedad -es del banco hasta que acaben de pagar, otra cosa que se olvida fácilmente- ya cueste, en el momento de firmar la hipoteca, 800.000 euros, porque 200.000 euros adicionales son para la amortización del crédito.
Yo no tengo ninguna duda de que la joven familia podrá asumir el crédito. Como demuestran con esta compra, son políticos profesionales, y de eso van a vivir. A pesar del propagandista y populista "sueldo limitado a 3 veces el Salario Mínimo Interprofesional" -unos 2200 euros por cabeza, equivalente a lo que cobra un profesor universitario sin complemento alguno-, es una buena cifra de ingresos mensuales, y que significa que destinarán a la vivienda en torno al 30% de sus ingresos.
No hay toldo para una piscina tan irregular. Hay que cambiar el agua cada año |
La casa adquirida se puede ver aquí, en el mismo medio que pagó los 15.000 euros que pedían por la exclusiva. Está decorada de manera horrible, en un rústico de pega donde destaca el baño-tinaja en la zona de jardín, en esa tendencia a lo kitsch tan propia de Madrid y de la zona donde está, en la periferia norte de la capital. Lo que se conoce como "la sierra".
Lo cierto es que Madrid tiene sierra por tres de los cuatro puntos cardinales, pero cuando uno de Madrid se refiere a "la sierra" esta es la norte, donde pueblos sin ningún interés o arrasados en la Guerra Civil -y reconstruidos por el programa de Regiones Devastadas y el Instituto de Colonización- empezaron, a partir de los años 60 y la liberalización de la economía, a experimentar el fenómeno de la suburbanización, un urban sprawl a la americana sin parangón en Europa.
Así es Galapagar, el municipio donde está la casa de los 600.000 euros. Una calle central que era y es el camino entre dos pueblos, una estación de tren donde antes paraban los trenes al Norte y que ahora solo es de Cercanías, un "casco histórico" con una iglesia sin valía en una plaza de granito gris, y una serie de urbanizaciones que son cinco o seis veces más grandes que "el pueblo", denominación mitológica con las que los madrileños se refieren a sitios como Móstoles (210.000 habitantes) o Las Rozas (90.000 habitantes), cuando de pueblo no tienen nada, ni las gallinas.
Son metástasis de Madrid, sin mayor valor añadido. El supuesto "contacto con la naturaleza" es mayor que en una torre de viviendas, pero en absoluto se vayan a creer que eso es Inglaterra, Francia, Suiza o Alemania, donde se puede salir de las grandes ciudades andando y entrando directamente en la naturaleza. Es una pesadilla distópica de calles anónimas, de vallas cerradas, de viviendas unifamiliares encerradas en sí mismas, y de dependencia del transporte privado.
Ese ambiente es el que han escogido la pareja de Iglesias y Montero para sus futuros vástagos, y en un sitio como Galapagar, con un porcentaje de blanquitos al 98%, dice mucho de sus aspiraciones vitales. Un ambiente muy distinto, formado por wannabes, al de Puente de Vallecas o el de Rivas, lugar en donde vivían de alquiler y también con muchos aspirantes a medrar, pero de menor nivel que en Galapagar.
Pasado un día desde que se conociese el asunto, que en principio no tendría mayor interés si no fuese por lo que supone para uno que se vendía como un santón y modelo de vida, la diputada Irene Montero ha decidido explicar las razones en un comunicado en Facebook, redactado con un nivel de bachillerato malo, mezclando género y número. El escrito abunda en el desasosiego que ya dejaba la noticia de por sí misma, y es muy ejemplificativo del país que tenemos, y de la despreciable clase política.
Montero destaca que la casa "está a 40 km de Madrid", como si eso fuese en demérito de la misma, cuando lo único que va en demérito es de su propia calidad de vida, porque siempre van a tener que ir a trabajar a Madrid capital. A 40 km. de Madrid está Fuentidueña del Tajo, un sitio de gallinas y gitanos, pero ahí no se han ido a vivir, no. Se han ido a Galapagar, a una urba -en otro momento estaría bien hablar del ambiente de las urbas, especialmente el juvenil- de las de setos cortados, farolas con las bombillas puestas y rodeados de gente bien, no esa chusma que se encuentra en las casas okupas que fueron el germen primigenio de Podemos.
Pero lo más repelente llega después, tras haber apelado a los hijos y demás ñoñerías como "proyecto de vida". Resulta que, aunque el comunicado aparece en el Facebook de la diputada Montero, lo ha redactado una tercera persona, si no se explican estas frases: "Irene ha necesitado para ello pedir un préstamo a su padre. El padre de Irene ha trabajado toda su vida como mozo de mudanza y su madre es profesora de educación infantil. Los padres de Pablo han ganado más. Su padre es inspector de trabajo (jubilado) y su madre abogada laboralista (jubilada). Tenían buen sueldo, sobre todo su padre, y le dejarán una herencia que nos ayudará."
¿El Notario? ¿Monedero? A saber. Lo importante es lo que dice: que han sableado a los padres para comprar una casa que no se podrían permitir, además de por decencia y por vinculación a su electorado y lo que decían en el pasado. Así es España: gran parte de la burbuja inmobiliaria viene inflada por esos padres avalistas, o que venden la casa en el pueblo para pagar las cuatro paredes en un arrabal de gran ciudad. Los promotores lo saben perfectamente, y añaden un sobreprecio a un producto ya inflado de origen, porque saben que la familia siempre estará ahí, y sus ahorros.
Lo de pedir un préstamo a los padres para pagar la casa es relativamente habitual. Por ejemplo, ya lo hizo la Infanta Cristina con el Rey Juan Carlos, aunque todos sospechamos que fue un ardid urdido a posteriori para rebajar ante la Fiscalía lo robado con el Instituto Noos. Pedirlo a alguien que ha sido mozo de almacén ya es ponerle ya es ponerle mucha cara. Peor es lo que se dice de los padres de Iglesias, a los que ya dan por amortizado (jubilados), pero que "dejarán una herencia que nos ayudará".
Es terrible. Si yo fuese su padre, incluso siendo un comunista de vieja impronta, me fundía todo para no dejar nada a esa nuera e hijo que cuentan con el dinero que no han trabajado para pagar sus lujos. La frase es tan desoladora que deja entrever que sí, que la hipoteca a 30 años, pero que en esos 30 años se van a morir los padres y van a usar la herencia para rebajar la duración de la hipoteca. Pero de renunciar a los 2000 metros cuadrados de terrenito y la piscina, nada de nada. Amortizados en vida. Los padres, me refiero.
No acaba aquí. El comunicado concluye con amenazas ("No deseamos que les ocurra lo mismo a otros líderes políticos ni a creadores de opinión o propietarios de medios de comunicación.", todo un aviso a los periodistas) y un espectacular "asumimos que con nosotros funcionan reglas diferentes que con los demás. Sabemos por qué es. También por eso queremos vivir más cerca del campo", que apunta a una mano negra sin identificar.
Las reglas son las mismas para todos, pero si vosotros mismos os habeis puesto un listón con lo de la decencia, la casta, el salario mínimo interprofesional x 3, hay que asumir que lo de comprar una casa así, pretender que no se iba a saber cuando todos los grupos de comunicación se dedican a bombardearos y encima pretender que aquí no ha pasado es de muy cara dura. Lo que son, y sin ningún atisbo de duda. Querían asaltar los cielos pero no les valía desde un adosado, querían un casoplón. Ya lo tienen. Por el camino se van a quedar un buen número de votantes, porque el asunto de la casa lo van a sacar recurrentemente los enemigos, y esperemos que también alguno de los amigos con algo de decencia propia.
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Espectacular reportaje sobre cómo se ha alterado la fauna de los lagos Michigan y Huron, y todo por buscar que el agua fuese más clara
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En esta noticia sobre la inauguración de una línea de tren en Grecia se condensa toda la historia reciente del país
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Funcionarios de día, empresarios por la tarde: cada vez más, y cada vez más en Asturias, donde la #MafiAsturias.
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Había que abrir la piscina como fuese, a pesar de que la población de 50.000 habitantes ya tenía otras dos en servicio. Se abrió, y este es el resultado.
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Brillante artículo sobre la educación concertada en España
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El tranvía de Madrid, otra de las locuras de esos "expertos gestores" que eran y son una cleptocracia, costará un total de 2500 millones de euros hasta el 2036, en la previsión más optimista. Apenas tiene ocupación y fue diseñado con los criterios de un mono con un lápiz.
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Maravilloso artículo de mi admirada Anne Applebaum sobre cómo Stalin consiguió ocultar la gran hambruna ucraniana.
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Interesante: un documental sobre los Chicago boys que transformaron la economía chilena.
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Cuando se pregunta a la ciudadanía por megaproyectos arquitectónicos, esta no tiene duda: los 131 millones que Ginebra iba a gasta en ampliar su museo de "arte e historia", y para el que ya tenía apalabrado a Jean Nouvel, se quedarán en casa.
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¿La mejor compra de la Historia? Por ahí estará...