La imbecilidad del PP no tiene límites, ni amparo ni coartada. Es, con justicia, el partido de la oposición. Y ojalá se pudra en sus escaños durante unas cuantas legislaturas. Dicho esto, paso a comentar la última faena que ha hecho este partido que no cree ni en el Estado Autonómico ni el Parlamentarismo, y con los hechos lo demuestra.
Como sabrán, el PP premia más que ningún otro partido -a excepción del de Rosa Díez, pero eso no es un partido, es un ectoplasma- a los candidatos mediáticos o que han hecho carrera defendiendo los colores del partido desde otra trinchera: el eurodiputado y locutor de la COPE Luis Herrero, o los dos parlamentarios de la foto, Manuel Pizarro (antiguo presidente de ENDESA) y la periodista Cayetana Álvarez de Toledo. ¿Su mérito? Nada de largos años al servicio del partido, cerrando actas de agrupaciones de barrio a las once de la noche o pringándose las manos en la pegada de carteles, no: haber gritado, tecleado y vindicado la sacrosanta cruzada de esta calamidad de partido desde sus posiciones en la vida "civil", que en buena medida han contribuido a hacerla incivil.
La señorita de camiseta rosa con el lema "Adioz" -intuyo que no se la habrá vuelto a poner, y no porque haya aumentado de talla- empezó como juntaletras en El Mundo, la encarnación de la España Negra en el siglo XXI. Después saltó a La Mañana de Federico Jiménez Losantos, un periodista que quiere ser más. Fiel, leal y todos los adjetivos mediavales que se les puedan ocurrir, dejó el proceloso mundo del periodismo cuando Acebes, un político inmaculado, la llamó para ser la portavoz de su Gabinete en 2006. Y si tu me dices ven, lo dejo todo.
En un último servicio al partido, el diputado por Ávila la colocó como ¡número 9 por Madrid!, por lo que desde hace medio año esta joven de 34 años y licenciada en Historia en Oxford (¿en qué? ¿qué especialidad? ¿sabe la gente que en Oxford se estudia tres años y te dan el título?) se sienta en el Parlamento, la cámara de representación por excelencia. No debía ser suficiente, porque encima es Vocal de la Diputación Permanente, Portavoz Sustituto de la Junta de Portavoces, Vocal de la Comisión Constitucional, Vocal de la Comisión de Interior y Vocal de la Comisión Mixta control parlam. de la Corporación RTVE y sus sociedades. Sumen, sumen sueldos que le pagamos a esta representante popular.
Pluriempleada en el Congreso. Me pregunto si hay alguien que acumula más cargos y vocalías. El caso es que el periódico 20 minutos publicó la semana pasada que esta brillante parlamentaria, faro y foco de todo aquel que piensa que con la juventud llega la alegría y la renovación, había presentado en un único día 5.195 preguntas parlamentarias. Antes de esa fecha no había hecho absolutamente nada. Nada de nada. La furibunda y exagerada pasión preguntadora de C.A.d.T se enmarca dentro de la encomiable y valiente -ningún atisbo de ironía en mis palabras- campaña que está haciendo su compañera de generación y partido Soraya Saenz de Santamaría para que los diputados de su grupo parlamentario dejen de parecer mercenarios a sueldo, jornaleros del parlamento, y acudan a sus deberes como representantes del pueblo. Claro, a la pobre chica la han baldado desde su propio partido, porque los gandules no entienden de diferencias políticas.
En un sólo día Cayetana presentó el 13% de las preguntas de su grupo parlamentario en lo que va de legislatura, y eso que son 153 los que calientan el escaño. ¿Hiperactividad? Ni idea. Pero si obsesión: todas iban dirigidas al Ministro del Interior. Resabios de sus tiempos en La Mañana, donde Alfredo Pérez Rubalcaba es prácticamente un contertulio más por la cantidad de veces que lo citan. En fin, para que extenderse más en esta brillante Young Global Líder -algún día habrá que hablar de cómo se conceden esas distinciones, de la misma manera que las medallas en el Congreso de EE.UU: por dinero-, que está honorando su escaño con una dedicación encomiable al Parlamento. ¡Esto es lo que hay!